Teoría del Caos y Psicoanálisis: Del desorden al orden psíquico.
Autor: Pablo Guerrero
El buen orden es el fundamento de todas las cosas buenas. Esta frase dicha por Edmund Burke refleja la necesidad del ser humano a tener orden, estabilidad, significado y certeza en todo lo que provoca caos o lo que ya es un caos. Buscamos orden en todo; en la historia, en las matemáticas, en los patrones, en las predicciones, en la física, etc. Darwin, a través de su teoría de la evolución intento darle cierto orden y significado a los cambios del ser humano. Freud por su parte, tuvo un intento similar al tratar de encontrar significado, orden y explicación al comportamiento humano. Esta necesidad es la que nos ha llevado a ser la raza humana que somos el día de hoy.
El psicoanálisis es una de las maneras en las que se expresa esa necesidad de orden. Las múltiples teorías de desarrollo buscan predecir el comportamiento humano, sin embargo, como todo desarrollo a través del tiempo, existen cambios que provocan un retroceso a ese caos inicial. La teoría del caos establece que existen sistemas complejos y dinámicos. Estos sistemas complejos y dinámicos están formados por otros sistemas y esos sistemas a su vez están formados por otros sistemas. El comportamiento de un sistema complejo es impredecible debido a esa interacción con otros sistemas complejos. Durante esta interacción, el comportamiento del sistema cambia por completo, provocando bifurcaciones y puntos de inflexión drásticos. Estos cambios producen un desorden en cuanto al comportamiento previo que tenía el sistema, provocando de esta manera, un caos. Para ilustrar esta interacción, imaginemos un péndulo. El péndulo por su cuenta ya es un sistema complejo ya que está formado de distintas partes que se comportan de determinada manera. Si a ese péndulo lo hacemos interactuar con el sistema de fuerza, viento, resistencia, aire, etc., podremos predecir su movimiento, sin embargo, ese movimiento ya es distinto al constante comportamiento del péndulo; lo estático. Este cambio es lo que se puede traducir como caótico. No obstante, incluso este caos sigue cierto orden determinado.
El psicoanálisis planteó en un inicio que los momentos de trauma son aquellos que generan este tipo de cambios. Hoy en día si pensamos en el desarrollo, comienzan a integrarse nuevas formas de pensamiento y de análisis que introducen a todos estos sistemas complejos externos al sistema psíquico, y que causan un efecto permanente en la persona. Ya no es solamente el trauma lo que se analiza, sino toda la secuencia anterior y posterior al trauma. ¿Pero cómo encontrar un orden que involucre a todos estos sistemas en los cuales no tenemos control sobre ellos? ¿Cómo ordenar un sistema complejo que abarca a su vez sistemas externos que lo complementan? ¿Si lo inconsciente es un sistema complejo, como encontrar orden y lógica ahí?
Matte Blanco menciona que el sistema inconsciente es un sistema complejo y como todo sistema complejo, es caótico, pero incluso en ese caos existe un grado de lógica y de orden. La lógica que se plantea es la de la simetría. Lo simétrico es todo aquello que corresponde en tamaño, forma y proporción. Es decir, aquello que parece ser lo que es, siempre resulta ser eso que aparenta. Pensemos un poco en el pensamiento concreto, en donde no existe la abstracción ni la metáfora. Por ejemplo, imaginemos un paciente psicótico que se encuentra encerrado en una cárcel y vestido de rayas. Al mirar por su celda a través de los barrotes se dará cuenta que lo único que obstruye su libertad son los barrotes. En este sentido si se quita la vestimenta de rayas, será libre porque ya no tendrá más barrotes. Esta misma lógica se percibe en el juego pero con pequeñas variaciones. Cuando un niño juega a que es una piedra, el cree ser una piedra pero sabe que no es una piedra. El psicótico, regido por este pensamiento simétrico, se vuelve la piedra y se simetriza con la piedra. Por lo contrario, se plantea que el pensamiento consciente es asimétrico, es decir, existe la metáfora y la abstracción. Este proceso de lo simétrico a lo asimétrico es, a nivel de pensamiento, lo que da el orden a nivel de pensamiento psíquico. A este juego entre lo simétrico y asimétrico, Matte Blanco lo llama la lógica bivalente.
Lo inconsciente sigue la lógica simétrica que organiza. A lo largo del desarrollo existen muchos momentos que marcan pauta en la vida de un sujeto. Los puntos de inflexión son finalmente momentos en la línea de desarrollo en donde cambia por completo el sistema de la persona. Estos puntos son los que van provocando el orden y el desorden en la vida del sujeto. La manera en la que se vive el destete, el complejo edípico, la angustia de castración, las fantasías, la transición entre la niñez y la adolescencia, entre otros, son momentos de desarrollo que marcan pautas que producen cambios. Estos cambios van ordenando o desordenando aun más ese sistema psíquico. Linda Mayes plantea que esto es pensar en desarrollo y que a medida en que podamos incluir este pensamiento de sistemas complejos interactuando en las líneas de desarrollo, entonces podremos comprender mas a nuestros pacientes. Generalmente tendemos a buscar estos puntos que nos hacen dudar y que para nuestra lógica asimétrica no hacen sentido. Estos son los puntos del caos. Matte Blanco dijo “La presencia del caos produce que el analista tenga que estar preparado para dudar”.
Podemos concluir que esos puntos de inflexión son aquellos que van provocando un pensamiento más asimétrico o un estancamiento en lo simétrico. Conforme se va desarrollando cada vez más nuestro sistema consciente, vamos logrando un pensamiento más asimétrico, más organizado y más abstracto. No obstante, nuestro consciente solamente puede manejar cierto grado de desorganización, de lo impredecible y de la simetría. Esta paradoja representa dos niveles patológicos, por una parte la rigidez del orden absoluto que no tolera ningún tipo de caos (obsesivo compulsivo), mientras que por otra el desorden y la expresión simétrica que se fusiona con todo (lo psicótico). Rayner dice “la absoluta predictibilidad es exasperante, la absoluta impredictibilidad es terrorífica”.
Levin, concluye que la salud mental es la entrada y salida continúa de estos estados caóticos a nivel consciente, ya que es en estos momentos donde surge la creatividad, la libertad y la espontaneidad. Estas tres libertades permiten reorganizar al self en estos estados caóticos y le permiten seguir su evolución. Si no tuviéramos esos momentos de caos nos quedaríamos estancados en ese principio simétrico y caótico donde todo el desarrollo comenzó. El caos es lo que permite que nos desarrollemos pero también lo que nos frena. Finalmente los pacientes llegan a consulta porque se encuentran en un estado caótico del que no pueden salir o de un estado sumamente rígido que no permite la entrada a un estado caótico para poder avanzar.
Imaginemos a una paciente obsesiva compulsiva que tiene un miedo terrorífico a caer en la psicosis. Tiene tanto miedo de poder estar “loca” que se tiene que reafirmar constantemente que no lo está. Es tan rígida que su control de impulsos tiene que ser sumamente pulcro. Es una paciente poco espontánea, poco creativa y muy poco libre. No se permite a si misma avanzar porque para poder hacerlo tiene que caer en un estado desorganizado que permita una nueva organización; una organización a partir del caos. En este caso, sería nuestra labor como analistas permitirle caer en un estado controlado de desorganización para que pueda reorganizar su self a partir de ese estado caótico, utilizando la lógica bivalente.
Bibliografía:
- Mayes, L. C. (2001). The twin poles of order and chaos: Development as a dynamic self ordering system.
- Levin, F. M. (2002). Learning, Development and Pscyhopathology. Applying chaos theory to psychoanalysis.
- Rayner, E. ( 1995). Unconscious Logic. An introduction to Matte Blanco’s Bi-logic and its uses. Editorial: The new library of psychoanalysis. Londres.
- Matte Blanco, I. (1975). The unconscious as infinite sets. An essay in Bi-logic. Editorial: Karnac. Londres.
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