Colaboración de Claudia Rule en el portal Sexualidad180.com
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El amor es la base de una relación de pareja sana, porque es el que se encarga de mantener la unión entre dos personas por un tiempo indefinido, sin embargo, existen algunas situaciones que pueden convertir este enamoramiento en afecto.
En entrevista para Salud180.com, la psicóloga Claudia Rule, integrante de la Clínica de Asistencia a Pacientes de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM), detalla que el enamoramiento es la primera etapa de una relación de pareja.
Es la fase en la que se conocen dos personas para establecer una relación de pareja, donde todo parece maravilloso e increíble porque muestran todas las virtudes.
Incluso, las personas “sólo se dan cuenta de lo que quiere ver de la otra persona” y exaltan algunas cualidades del individuo que les agrada.
¿Enamoramiento o afecto?
“El momento en el que se construye una relación de amor es cuando se empieza a conocer a la otra persona y aceptan las imperfecciones o defectos del otro y viceversa”.
El enamoramiento se mantiene cuando predominan las cosas buenas en la relación de pareja como el amor, el compromiso y la preocupación por el bienestar del otro, señala Claudia Rule.
No obstante, cuando prevalecen las peleas, enojos, agresiones y frustraciones sobre la felicidad y alegría, el sentimiento de amor cambia totalmente para convertirse en afecto.
A veces cuando estamos en una relación de pareja de muchos años, la rutina puede acabar con el amor y convertirlo en afecto, debido a que sólo nos damos cuenta de los defectos de la otra persona y anhelamos el pasado.
Para evitarlo es necesario demostrar cada día nuestros sentimientos, y no dar por sentado que la otra persona lo sabe.
Es básico mantener una buena comunicación y ser honesto con tu pareja. Habla con ella cuando algo no te agrade dentro de la relación y pregúntale su sentir respecto a la situación.
Si los dos están de acuerdo en que el enamoramiento se transformó en afecto y están seguros de que el amor no revivirá, lo mejor es separarse en buenos términos para que se mantenga el respeto.