INCÓGNITO: LAS VIDAS SECRETAS DEL CEREBRO

David Eagleman. 2011.

Editorial Anagrama. ISBN: 978-84-339-6351-2

31_Incognito Vidas SEcretas

Por Abigail Cobar

Me decía una amiga médica,  que este libro no profundizaba ni en el psicoanálisis ni en el conocimiento del cerebro y que se trataba únicamente de una serie de planteamientos superficiales, sin aterrizar en nada. Tengo la impresión que mi amiga no llegó hasta el final del libro.

El Joven  Neurocientífico Norteamericano David Eagleman nació en 1971, y tiene como interés primordial abrir sus conocimientos a todo aquél que cuente con curiosidad y una cultura básica. No pretende abrumarnos con términos que para algunos pueden ser cotidianos pero no para la gran mayoría. Lo que pretende es compartir  lo que sucede en el cerebro de muy diversos seres humanos, cuando se les practican las mismas pruebas. Es decir, cuáles  son los “focos que se encienden” en el cerebro de un artista, de un racista, de un atleta, etcétera, ante el mismo estímulo.

En particular lo que me llamó la atención fue el primer párrafo de la contraportada: [Si la mente consciente –la parte que consideramos nuestro  “yo” no es más que la punta del iceberg. ¿Qué es lo que hace, entretanto, el resto?]…[la comprensión de la consciencia no es el centro de la mente sino una función limitada y ambivalente en un vasto circuito de funciones neurológicas no conscientes. De ahí que la mayoría de nuestras funciones mentales ocurran “de incognito”.]

En una de  las primeras páginas  se pregunta: Qué es exactamente un pensamiento, ya que no tiene peso, ni olor; es efímero e inefable. Agrega que casi todo lo que hacemos, pensamos y sentimos no está bajo nuestro control consciente. Páginas adelante dice:… [El tú consciente –ese yo que poco a poco vuelve a la vida cuando se despierta por la mañana- es el fragmento más pequeño de lo que ocurre en tu cerebro.]

Insiste en el punto del poco conocimiento que tenemos de nosotros mismos y lo equipara con el desconocimiento que se tenía en la edad media acerca de nuestro planeta, en referencia al universo.  Menciona a Freud como el pionero en sistematizar la búsqueda del conocimiento del sí mismo y de confirmar la existencia de un inconsciente. Se pregunta la conexión entre la actividad cerebral, la actividad del yo, la del  consciente para lo cual hace la siguiente cita tomada de; La psicopatología de la vida cotidiana, …[Su idea de que existía una inmensa presencia bajo la superficie le llevó a meditar acerca de la cuestión del libre albedrío. Razonó que si las elecciones y decisiones derivan de procesos mentales ocultos, entonces el libre albedrío es una ilusión, o está, como mínimo, mucho más constreñida de lo que se consideraba anteriormente.]. Como ustedes habrán de imaginar me fui al texto y de Amorrortu y encontré el párrafo mencionado aunque obviamente, con una redacción diferente  pero no inadecuada o falsamente interpretado.

Podría decir que el libro toca las experiencias humanas  que todos realizamos, tanto las excepcionales como las cotidianas como son el amor, la enfermedad mental y la física, las capacidades individuales, la muerte, nuestros actos reflejos, las corazonadas y demás. La ancestral pregunta ¿quién soy yo?, la contesta así…[:el estado de su cerebro es fundamental para ser quien es. El usted que todos sus amigos conocen y aman no puede existir a no ser que los transistores y tuercas de su cerebro se mantengan en su sitio.] …[Una lesión cerebral, aunque sea de una pequeña parte, puede conducir a la pérdida de facultades tremendamente específicas:] …[o tomar decisiones sencillas.]

Más adelante plantea la siguiente reflexión, …[¿poseemos un alma separada de nuestra biología física, o no somos más que una red biológica enormemente compleja que produce de manera mecánica nuestras esperanzas, aspiraciones, sueños, deseos, humores y pasiones?]

Concluye emitiendo opiniones coincidentes con el psicoanálisis, como el consabido principio de que aunque un niño tengan problemas cerebrales, si es educado en un buen lugar se puede terminar siendo una persona normal, siempre y cuando no confluyan predisposiciones genéticas.

Cierro con un comentario inserto en la contraportada; “es la mejor foto fija de nuestro conocimiento actual sobre el cerebro.”

Es posible leer un fragmento del libro en esta liga que ofrece la editorial Anagrama.

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