Melanie Klein, Anna Freud y ArmindaAberastury: “Diferentes abordajes para el análisis de niños”.

Autor: Mina Shterenberg

El propósito de este trabajo es hacer una breve revisión histórica del análisis en niños hasta llegar a las que considero que son las analistas cuyas aportaciones me parecen de vital importancia para aquellas personas que deseen trabajar con niños en el consultorio. Estas analistas son Melanie Klein, Anna Freud y Arminda Aberastury.
La primera aportación en el análisis de niños la hace Sigmund Freud con el ya conocido “Caso Juanito”. Freud no trabajó directamente con Juanito, sino a través del padre de éste a quién Freud orientó. Debido al éxito terapéutico que tuvo este caso fue que había una esperanza de que el método analítico pudiera ser utilizado para niños también. Debido a las condiciones de este análisis, no podía servir como norma técnica para otros analistas.
Después de que Freud trató a Juanito, hubo varios analistas que se interesaron en el trabajo analítico con niños y trataron de seguir el método creado por Freud . Sin embargo, se toparon con algunas dificultades como que no era posible lograr la asociación libre en los niños, por lo que faltaba el instrumento fundamental en el análisis de adultos.
Posteriormente, HugHelmuth, quien puede considerarse como una de las primeras psicoanalistas de niños, implementó otra técnica. Ésta consistía en observar el juego de sus pacientes además de que ella jugaba con ellos dentro de su propio ambiente. El problema fue que no dejó una sistematización de su método utilizado.
Por otro lado, Sofía Morgensten se dedicó a estudiar los cuentos, sueños, juegos y dibujos infantiles de la forma en la que Freud nos enseñó a estudiar los sueños, es decir, buscar el contenido latente que se encuentra oculto bajo el contenido manifiesto. De esa forma, los dibujos en los niños suplieron a las asociaciones libres.
MadelaineRambert, implementó una técnica nueva que consistía en que el niño jugara con un teatro de títeres, en donde éstos representaban personajes de la vida diaria del niño (mamá, papá, maestra, doctor). De esta forma, el niño podía expresar conflictos y situaciones que difícilmente expresaría hablando. También por medio de los títeres el niño podía satisfacer fantasías sádicas y masoquistas que no podía expresar en la vida diaria. Las dificultades que se presentaron con esta técnica eran que por un lado no era apto para niños muy pequeños y que había ciertos niños que por su misma inhibición no utilizaban los títeres.
Otras dificultades que veían los analistas de niños era que el niño no tiene conciencia de enfermedad y que por lo tanto tampoco deseos de curarse, además de que el niño no va a análisis por libre decisión.
 
Ahora, hablaré acerca del papel de las analistas que menciono en el título del trabajo.
Por su parte, Anna Freud creía que las dificultades mencionadas anteriormente, se trabajaban haciendo una labor previa con el niño que lo haga capaz de afrontar el análisis. Esta fase introductoria al análisis tenía como fin hacer al niño analizable en donde ella se volvía una persona interesante y útil para el niño, decirles las ventajas de acudir con ella y crear un vínculo fuerte que soporte el análisis.
Un ejemplo de un paciente que trató Anna Freud donde se puede ver la implementación de la fase introductoria es el de un niño de 10 años que presentaba varios temores y que en ocasiones robaba. Al conocer a Anna Freud su actitud era de rechazo y desconfianza. Lo que ella hizo fue que se adaptó a sus caprichos y seguía todos los cambios de su humor. Si el niño  venía a la sesión con ánimo alegre, ella  se  mostraba dispuesta a bromas; si venía serio o deprimido, se conducía de la misma forma. También, trató de volverse útil para él ya que le ayudaba a copiar sus cartas a máquinas y a anotar sus sueños diurnos.
En cuanto a Melanie Klein, ella comenzó a analizar niños a partir de que su analista (Ferenczi) debido a sus habilidades la motivó a analizar a sus hijos. Ella consideraba que el niño al jugar vence realidades dolorosas y domina miedos instintivos proyectándolos al exterior en los juguetes. Además de que el juguete le permite al niño vencer el miedo a los objetos, así como vencer el miedo a peligros internos. Ella otorga al juego de niños el mismo valor que a las asociaciones de los adultos y es la creadora de la técnica de juego en el análisis de niños. Entre los juguetes que tenía en su consultorio estaban  muñecos y muñecas de madera, carros, carruajes, automóviles, trenes, animales, cubos, casas, papel, tijeras y lápices.
Un ejemplo de un paciente que ella trató fue Richard. Richard era un niño de 10 años que por vivir en otra ciudad únicamente se analizó por cuatro meses, pero seis veces por semana. Su motivo de consulta era que presentaba ansiedad debido a la guerra y no podía ir al colegio desde que tenía 8 años. Aunado a esto era hipocondríaco y tendía a caer en estados depresivos. De este caso llama la atención como el contenido manifiesto de las sesiones era la angustia que le generaba la guerra a Richard, sin embargo Melanie Klein le interpretaba lo que había de forma latente y profunda con respecto a sentimientos de amor/ envidia/ odio/ culpa hacia sus padres.
Por último, Arminda Aberastury en Argentina, toma como base a Melanie Klein pero propone de forma sistemática varios aspectos importantes en el análisis de niños. En sus trabajos propone que antes de que se vea al niño, se debe de tener una entrevista inicial con sus padres. Describe que el consultorio no necesita ser grande, pero debe de cumplir con ciertas características como que las paredes sean lavables, el piso esté cubierto, tener un baño conectado al consultorio (para poder jugar con agua), tener puertas que impidan que se escuche el ruido exterior, tener una mesa pequeña con sillas entre otras. El punto es que el aspecto del consultorio debe de invitar al niño a jugar sin que se le tenga que explicar.
En cuanto al material de juego propone que es importante tener: cubos, plastilina, lápices, papel, lápices de color, goma de borrar, pegamento, tijeras, trapitos, cochecitos, tacitas, platitos, cubiertos, muñecos, cerillos, acuarelas, pintura de dedo, ajedrez, damas, además de que el niño puede traer algún juguete de casa.
Además de lo anterior, cada niño tendrá su cajón individual con material que le pertenece. El cajón queda cerrado con llave y nadie tendrá acceso a él y el terapeuta lo abrirá antes de iniciar su sesión siguiente. El cajón es un símbolo del secreto profesional.
 
A diferencia de lo que se creía anteriormente que el niño no tiene conciencia de enfermedad y por lo tanto tampoco deseo de curarse, Aberastury da un giro por completo y propone que en la primera hora de juego que se tiene con el niño, a parece la fantasía inconsciente de enfermedad o conflicto por el cual viene a tratamiento y en la mayor parte de los casos su fantasía inconsciente de curación. Es decir, el niño sabe que está enfermo y comprende y acepta el tratamiento. Es por eso que le da importancia a que desde el primer momento se debe de asumir el papel de terapeuta, porque de esa forma ayuda al niño a ubicarse como paciente.
También menciona que se debe de tener entrevistas posteriores con los padres después de tener un diagnóstico del caso. Debido a que un padre por lo general no sabe lo que es un tratamiento psicoanalítico puede pensar que con pocas horas o en pocas semanas todo estará solucionado. Por lo que se les deberá explicar el proceso. Además de que el tratamiento es eficaz siempre y cuando el esfuerzo que se les exige a los padres no exceda de lo que se le puede pedir por un hijo.
Un ejemplo de un paciente de esta analista donde se ve reflejada la importancia de la primera hora de juego es el caso Gerardo. Él era un niño de 8 años que padecía de epilepsia y tenía entre cuatro y cinco convulsiones diarias. La primera vez que entró al consultorio no se interesó por los juguetes y se puso a dibujar una casa tratando de hacer bien todos los detalles. Dibujó sobre ella nubes grandes y obscuras. Las primeras nubes estaban en el borde superior de la hoja y las otras se iban acercando al techo de la casa. Al acabar de dibujar dijo “Llegó la tormenta, el techo se derrumba”. La analista se da cuenta de que las nubes cada vez más cerca de la casa simbolizaban el “aura” y la tormenta que derrumba la casa, la convulsión.
Después de lo que dijo Gerardo le pidió a la analista que le enseñara a hacer una casa “que no se derrumbe”. En este caso se puede ver que la fantasía inconsciente de enfermedad es que una fuerza ajena a él, incontrolable (la tormenta) de la que sentía el anuncio (aura) pero contra la cual no podía luchar, lo volteaba y le producía la convulsión. Por el otro lado, la fantasía de curación es que la analista le enseñara a controlar esa fuerza y a poder evitar la convulsión y el derrumbe.
 
¿Es psicoanálisis o no?
Avelino González, al escribir “Hacia una definición del proceso analítico: el papel que en él desempeña la angustia de separación” enumera lo que el considera que son los “ingredientes imprescindibles para todo proceso terapéutico que pretenda llamarse psicoanalítico”. Estos ingredientes son:
1) El proceso analítico tiene una finalidad terapéutica.
2) Exige el cumplimiento de condiciones que favorezcan el surgimiento, desarrollo y resolución de una serie de fenómenos regresivos llamados neurosis de transferencia.
3) La fuente de información por excelencia proviene de la asociación libre.*
4) La interpretación debe ser, en última instancia, el instrumento que promueva el desarrollo y logre la resolución de la neurosis de transferencia.
5) La neurosis de transferencia no es solamente la revivencia del pasado en el presente sino que está compuesta de los conflictos infantiles, la forma en que fueron resueltos y los efectos que todo ello tuvo en el desarrollo posterior de la personalidad.
6) La complejidad de la información que debe ser elaborada en el proceso analítico y las raíces tempranas de los patrones según los cuales se resolvieron los primeros conflictos, limitan el proceso a una relación bipersonal en la realidad.
7) El paciente debe estar en condiciones de sentir y aceptar al analista en su carácter de objeto real, aliado a sus objetos buenos pero distinto a ellos.
8 ) La curación ha de ser comprendida en términos metapsicológicos y debe consistir en un grado óptimo de adaptación para cada paciente dado.
* En el caso del análisis de niños sería del juego.
 
Para concluir este trabajo, me gustaría mencionar lo que en 1970 Arminda Aberastury dijo: “Han pasado muchos años y pasarán muchos todavía antes de que el psicoanálisis de niños adquiera la importancia que le corresponde en la formación de todo analista, aun de aquel que no esté dispuesto a trabajar con niños”. Más de cuarenta años después de esto yo me pregunto dónde estamos ahorita? ¿Realmente ya tiene una mayor importancia? Es más, ¿quién más ha propuesto nuevas teorías o abordajes psicoanalíticos para trabajar con niños?
Me parece que el  psicoanálisis del niño es sumamente importante ya que permite que éste tenga herramientas que le serán útiles de más grande frente a los desafíos de la vida. Por lo que me parece fundamental que los analistas interesados en el análisis de niños generen nuevas teorías y que éste pueda ir evolucionando.
 

Bibliografía

  • Aberastury, A. Teoría y técnica del psicoanálisis de niños. Paidós. Argentina: 1962.
  • Aberastury, A. El psicoanálisis de niños y sus aplicaciones. Paidós. Argentina.
  • Freud, A. Psicoanálisis del desarrollo del niño y del adolescente. Paidós. España:2004.
  • González, A. Obras de Avelino González Fernández: Pionero del psicoanálisis en México. México: 2011.
  • Klein, M. El psicoanálisis de niños. Paidós. España: 2008.
  • Klein, M. Relato del psicoanálisis de un niño. Paidós. España: 1995.

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