La Salud Mental en el Sistema Nacional de Salud
Autor: Adriana Romero

En México la Salud Mental no ha sido un tema importante en general para el Sistema Nacional de Salud. Desde 1934, año en que nació la Secretaria de Salud hasta ahora, como es muy sabido, la historia de la Salud Mental ha sido pobre en México y es en este año que por primera vez se hace un intento de ley que puede dar pauta a otros estudios de esta índole en México. La importancia del tema radica en la carencia de una estructura para la atención de diversas enfermedades mentales tanto en servicios públicos como privados.

La salud mental incluye, desde trastornos discapacitantes como la esquizofrenia, depresión, obsesión – compulsión y alcoholismo, son enfermedades neuropsiquiátricas que están entre las 10 enfermedades más discapacitantes, hasta fenómenos sociales como la corrupción, la cual como conducta antisocial es también materia de la salud mental. Cabe apuntar que en relación a los impactos sociales, los índices de enfermos de estos trastornos tienden a aumentar debido a problemas como la pobreza, violencia, aumento de adicciones y envejecimiento de la población.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es el “bienestar que una persona experimenta como resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales, y, en última instancia el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia, el trabajo y la recreación”.

Sabemos que una buena salud mental de los pobladores de un país garantiza su desarrollo, es una condición indispensable para alcanzar igualdad de oportunidades, junto con la educación, es el componente central del capital humano, capital más importante de individuos y naciones. Mejorar la salud y asegurar la educación significa fortalecer al individuo y a la sociedad para procurar y acrecentar sus medios de vida.

Además, el Estado está obligado a defender los derechos humanos y garantizarlos. Dentro de su extensa gama se encuentra el derecho a la salud, nuestra Constitución Política lo garantiza en su artículo cuarto y se encuentra ubicado en el conjunto de los llamados derechos sociales, cuyo objetivo es proteger a los grupos de individuos en mayor grado de vulnerabilidad o desprotección, a efecto de lograr una sociedad más equitativa.

Esta nueva ley, la primera en este campo, de manera obligatoria llama a las instituciones públicas y privadas a cumplirla, mencionando que el incumplimiento dará origen a sanción penal, civil o administrativa que correspondan. Pero sabemos que en el sistema nacional de salud no hay ningún departamento que se encargue de llevar a cabo esta función, no tenemos una institución que pueda supervisar el cumplimiento y la buena práctica de la psicología clínica. Es por esto que hay tantos charlatanes que no tienen los conocimientos ni la preparación pues no hay nadie que tenga la autoridad para sancionarlo o limitarlos en su forma de ejercer. Mucho menos, como lo menciona en uno de sus puntos hay mecanismos de coordinación de acciones.

El impacto que la salud mental tiene a nivel económico es otra de las razones por las que ees importante tomar en cuenta, De acuerdo con la Secretaria de Salud. Entre las quince principales causas de pérdida de vida saludable (AVISA) en México, se encuentran las enfermedades psiquiátricas neurológicas ; seis de ellas están relacionadas de alguna manera con este tipo de trastornos y con las adicciones como son: homicidios y violencia, accidentes de vehículos de motor, enfermedad cerebro vascular, cirrosis hepática, demencias consumo de alcohol y trastornos depresivos, representando cerca del 18% del total de AVISA.

Una nueva publicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que se cuestiona nuestra manera tradicional de entender la salud y la discapacidad.

En virtud de la alta prevalencia de los trastornos mentales y del abuso de sustancias en adultos y jóvenes, la carga emocional y financiera para el individuo, su familia y la sociedad es alta. El impacto económico se refleja en el ingreso personal, la capacidad de las personas o sus familias para trabajar y hacer contribuciones productivas a la economía nacional. La utilización de los servicios de atención y apoyo igualmente aumentan.

El Banco Mundial calcula que los padecimientos neurológicos y psiquiátricos contribuyen con 12% del costo total de las enfermedades médicas y para la OMS representa 20%; estos trastornos medidos por años de vida ajustados por discapacidad (AVAD), representan 11.5% de la carga total de enfermedades. Entre ellas destacan la depresión, que por sí sola representa 36.5% del total y el alcoholismo con 11.3%. En un análisis realizado por la OMS en 1996, sobre el diagnóstico situacional en salud mental, se detectó que cinco de las causas líderes generadoras de discapacidad en el mundo se refieren a trastornos mentales.

Entre las 10 causas líderes de discapacidad en el mundo se encuentran las siguientes que incumben a trastornos mentales:  Depresión mayor, Caídas accidentales, Uso de alcohol, Trastorno bipolar (manía-depresión), Esquizofrenia y Trastorno obsesivo-compulsivo.

Algunos de los efectos sociales de los problemas de la salud mental son el Ausentismo laboral. En muchos países desarrollados, 35% al 45% del ausentismo laboral es debido a los problemas de salud mental.68 Estas cifras indican la importancia y gravedad que los trastornos mentales generan en muchos países. La depresión. Produce falta de energía para producir, una propensión mayor a las enfermedades físicas y una falta de apego a las responsabilidades familiares y personales.

El suicidio es otro de los problemas crecientes en nuestro país, en 1970, el índice para el grupo entre 15 y 24 años fue de 1.9 por 100,000 habitantes, en 1997 llegó al 5.9%, un incremento del 212%.

Algunos indicadores relacionados con la salud mental que se mencionan tanto por fuentes oficiales como por investigadores y otras fuentes. Entre los estos se pueden señalar los siguientes:  Calidad de Vida relacionada con la Salud (CVRS),  Años de vida Saludable (AVISA), Años de Vida Ajustados por Discapacidad (AVAD), Días de Vida ajustados por Discapacidad (DALYS), Muerte Prematura, Costo-Eficiencia para financiar prevención y tratamiento de la salud mental, Camas /habitantes.

Esta LEY DE SALUD MENTAL DEL DISTRITO FEDERAL,  puesta en marcha en Febrero de 2011, que consta de  70 artículos es un gran inicio, pues ayudará a una mejor practica.

A pesar de las inexactitudes que esta ley tiene, es importante que se haya dado este primer paso, de darle la importancia que todas las personas que soliciten un servicio de atención psicológica merecen, profesionales éticos y con los conocimientos necesarios para que reciban un trato digno. Esta ley es el inicio de una serie de cambios que se realizarán en la salud mental de México.

Bibliografía

  • ESCANDÓN Carrillo, Roberto. ¿Qué es salud mental? (Un panorama de la salud mental en México). En Castillo Nechar, Marcelino (Coord.) Salud mental, sociedad contemporánea. Universidad Autónoma del Estado de México. México 2000. ISBN 968-831-492-9.
  • Ley De Salud Mental Del Distrito Federal (Publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 23 de febrero de 2011)
  • Organización Mundial de la Salud. Invertir en Salud Mental. Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias. Organización Mundial de la Salud (OMS). Ginebra, Suiza. 2004. ISBN 924 356257 6.
  • Organización Mundial de la Salud (OMS) Comunicado de prensa OMS/48. 15 noviembre 2001, http://www.ssa.gob.mx/unidades/dgied/cemece/indexCIF.htm