Autor: Claudia Rule
“Los vínculos amorosos de la vida adulta,
están fundados en las primeras relaciones emocionales
con los padres, hermanos y hermanas”.
(Klein, M. 1937)
Las relaciones fraternas conforman un aspecto fundamental en el desarrollo y la vida adulta, por lo que su importancia en el campo psicoterapéutico y/o psicoanalítico es indudable.
Antecedentes
Los antecedentes teóricos sobre el tema, se remiten a Freud, quien le dio poca importancia a la relación fraterna. Decía que los padres, más que los hermanos, determinan el desarrollo psicológico. Al mismo tiempo, habló de los aspectos negativos que se observan entre hermanos:
1) Uno domina; el otro es dominado.
2) Tienen una influencia negativa en el desarrollo.
3) Compiten entre ellos de forma dañina. Uno termina siendo el perdedor en la batalla por el amor y recursos de los padres. Es imposible que ambos ganen.
4) El erotismo entre hermanos es normal, sin embargo, este vínculo erótico puede ser perverso más que formativo.
5) Los hermanos sienten frecuente y continuamente una profunda rabia entre ellos.
También decía que si se observaban reacciones cariñosas o de amor, eran sólo como formación reactiva (lo mencionó en el caso Juanito). Por otro lado en Totem y Taboo, comentó que los hermanos buscan cercanía para elaborar la culpa edípica, la cual comparten, ya que el amor entre hermanos no tiene vida propia. (Bank, S. And Kahn, M. D. 1980)
Según varios autores, la experiencia de Freud como hermano fue negativa y es por esto que se refirió a la relación entre hermanos en esos términos. Él era el mayor de 5 hermanas y tuvo un hermano 10 años menor. Tenia dos medios hermanos 20 años mayores que él y un sobrino 1 año mayor que él, quien fue muy cercano durante sus primeros años de vida.
Bank y Kahn mencionan que Freud se sentía culpable por la muerte de su hermano menor Julius, al mismo tiempo se sentía dominado por su sobrino, quien fue un tirano con él. También sentía un abierto y activo rechazo por su hermana Anna, quien era la más cercana en edad. Al joven médico le frustraba que sus hermanas hacían difícil la vida en la familia, ya que los recursos económicos eran limitados. Actuaba como un padre, más que como un hermano con sus hermanas. Su medio hermano, corrió a su nana favorita, supuestamente por haber robado, pero Freud creía que había sido él quien robo y culpó a su nana. Freud fue el típico hermano mayor, dominante y ocupando el lugar del padre, era el favorito de la madre y el más favorecido en la familia
A partir de la experiencia de Freud como hermano, se explica la visión negativa que refleja en sus escritos. Sin embargo, otros teóricos como Melanie Klein, han hablado de aspectos más positivos de la relación fraterna, mencionando que los hermanos promueven el desarrollo emocional y ayudan en la tarea de distanciar al niño de los padres. Ella no niega que hay rivalidad y celos, pero dice que estas emociones sólo juegan una parte en la experiencia total entre hermanos y que no es la parte central. El amor entre hermanos es muy importante y el fracaso en amar y ser amado por hermanos o grupo de pares, puede afectar futuras relaciones de objeto.
Algunas de las funciones que cumplen los hermanos, es que a través de la compañía de estos, la envidia y los celos hacia el pecho materno pueden ser reparados y el ser el excluido de la cama de los padres, puede ser mitigado. Ayudan a reducir la culpa, ya que las fantasías prohibidas contra los padres, son compartidas por un compañero, lo que da un sensación de tener un aliado, lo cual disminuye mucho el peso de la ansiedad.
Cuando predomina lo positivo y lo libidinal, entonces la relación tienen una influencia favorable sobre las relaciones de objeto y la capacidad de amar. Con los hermanos se puede crear una experiencia de “cómplices de crimen”, tienen secretos, y estas características juegan un papel esencial en todas las relaciones de amor, incluso entre adultos. Por otro lado, la actuación con los padres de impulsos sexuales y agresivos es muy amenazante, sin embargo, con los hermanos no lo es tanto, porque de ellos no dependen para vivir. Finalmente, Klein los ve como facilitadores de la salud mental, y como aliados esenciales contra el terrible mundo de los padres teniendo relaciones sexuales.
La relación fraterna también sucita intensos impulsos agresivos y libidinales. Combates, comparaciones y preferencias, desencadenan culpa, sentimientos hostiles, de venganza y odio, fantasías de celos y sentimientos que tienen un efecto a largo plazo en la formación y desarrollo del yo y en la formación de relaciones de objeto. Por el otro lado, el apoyo y la constancia en las relaciones entre hermanos, puede tener un efecto reparador en el yo, sobre todo cuando la relación madre-hijo falla de alguna forma.
También es más sencillo reparar en la relación fraternal, lo que a su vez sentará las bases para futuras reparaciones y formación de vínculos. Una de las funciones más importantes de la experiencia entre hermanos, es que dan la posibilidad de probar la agresión y el amor, con menos culpa que con los padres, la posibilidad de ir aprendiendo a solucionar y reparar; esto ira formando un camino menos arduo en la construcción de vínculos con pares, para que posteriormente se conviertan en amigos, los cuales fortalecen y enriquecen el mundo interno.
Existen fuerzas profundas y dinámicas que dan forma a la experiencia entre hermanos. Una de ellas es la naturaleza de las relaciones entre padres e hijos; padres suficientemente buenos, que no hagan diferencias en la forma de expresar su amor a los hijos, permitirán que predomine el amor , más que la agresión entre ellos. La relación entre los padres y la forma en que los hijos entran en esta constelación, así como las propias experiencias fraternales de los padres, jugaran un papel importante.
Hermanos y psicoanálisis
Es importante tomar en cuenta en el análisis, la relación fraternal, tanto como la relación con los padres. Esta se debe de considerar como autónoma, ya que si se toma sólo como una segunda edición de la relación parental, se pierde mucha riqueza que aporta al desarrollo de la personalidad.
Las relaciones entre hermanos tienen un efecto independiente en la personalidad, influencian los intereses, preferencias habilidades y conducta. La diada entre hermanos, que normalmente está menos catectizada que la de los padres, se complica por el hecho de que también es una relación triádica con la madre o padre.
Graham dice que la primer experiencia de rivalidad se encuentra en esta triada, aunque es una rivalidad diferente a la de la fase edípica. En la primer relación triádica: el hermano es un competidor que entra como intruso en la relación simbiótica madre e hijo, pero el niño luego se vuelve un competidor en la triada fálica, al ser el intruso en la diada marital. También puede haber triangulaciones entre hermanos, cuando dos compiten por un tercer hermano. Estos triángulos ejercen una importante influencia en el desarrollo psíquico. Se debe considerar que éstos también pueden ser desplazamientos de la conflictiva edípica.
Estas triangulaciones pueden llegar a ser más intensas que la edípica, ya que los hermanos tienden a actuar sus deseos tanto libidinales como agresivos, más abiertamente y por lo tanto los sentimientos son mucho más intensos, de tal forma que se vuelven más difíciles de eliminar, porque a parte difícilmente se resignan a haber perdido la batalla. Todas estas configuraciones, provocan intensos sentimientos de culpa, competencia, destructividad, vergüenza, que pueden contribuir conflictos y neurosis.
Los hermanos no siempre juegan el papel de hermanos. A veces son los sustitutos maternos, protectores, agresores, etc. Es cuando, la relación fraternal, no cumple con sus funciones positivas y la configuración cambia, de tal forma que el conflicto no se hace esperar.
Transferencia
La transferencia de hermanos en el análisis, juega un papel fundamental para la comprensión de conflictos inconscientes. Es muy fácil pasar por alto el fenómeno de la transferencia de hermanos, es difícil identificarlo.
Varios autores coinciden, que muchos procesos psicoanalíticos, no son exitosos o no se completan realmente, porque el analista falla en trabajar con la transferencia de hermanos. Incluso comentan que muchos de los casos que utilizan como ejemplos, son re-análisis, donde lo que trabajan es aquello que faltó en el primer análisis: la transferencia fraternal.
Según Coles, la forma de diferenciar la transferencia parental, de la de hermano mayor, es a través de que esta última, contiene actitudes en las que se entrelazan admiración y una competencia más abierta e intensa. En contraste con la parental que tiende a ser más ambivalente ente la sumisión y la rebelión.
Coles también comenta que cuando en transferencia se observa un superyo especialmente severo y punitivo puede tener que ver con una transferencia de hermanos, ya que estos tienden a ser mucho más crueles que los padres cuando funcionan como figuras de autoridad. Las combinaciones y formas de relación que se hace con hermanos, es muy variada. Por lo tanto requiere una forma especifica y única de resolución y de trabajo en análisis. El analista como hermano o hermana, tendrá una constelación muy diferente en cada caso, dependiendo de la psicodinamia de cada paciente.
Contratransferencia
Tradicionalmente, el analista, “el doctor”, es considerado, y generalmente se considera a si mismo como autoridad-experto. Su tarea es diagnosticar y tratar aquellas personas que solicitan sus servicios, personas que se definen a si mismos como “enfermos”. El Dr. Holt, sugiere que el papel de “autoridad”, puede satisfacer secretamente deseos omnipotentes del analista.
Menninger señaló que algunos médicos casi concientemente juegan el papel de “gran”papá (“grand” father)….. Pero es muy raro el psicoanalista que se percibe sin intención, cumpliendo el papel de una hermana o un jefe odiado. La adherencia al papel de figura de autoridad, puede ser una maniobra defensiva por parte del analista, para protegerse de sus propios sentimientos de incompetencia.
Por todo esto, contra-transferencialmente puede ser difícil de identificar la transferencia de hermanos.
Transferencia con otros hermanos
Aspectos centrales de la transferencia de los pacientes, pueden ser desplazados hacia otros pacientes del analista. Waugaman, pudo investigar y profundizar en este tipo de transferencia, gracias a sus pacientes de hospitalización, quienes no sólo lo conocían a él como su analista, sino que también se conocían y convivían entre ellos. Los pacientes psiquiátricos tienden a estar menos inhibidos en la expresión de la rivalidad entre hermanos en transferencia con otros pacientes. El caso más extremo, fue una psicótica que mató a otra paciente en un psiquiátrico con quien compartía terapeuta.
También comenta que con pacientes neuróticos estas transferencias son menos dramáticas y están más reprimidas; se expresan de forma mejor encubierta, pero también están presentes y se resuelven fácilmente si son interpretadas. Algo parecido sucede con candidatos en formación psicoanalítica, pero para los analistas didactas es difícil tomar estos ejemplos en la docencia durante la formación.
Aunque la transferencia de hermanos es la forma más frecuente en que los pacientes transfieren a otros pacientes, también puede estar presente la transferencia materna o paterna hacia ellos, ya que cada paciente, inconscientemente ve al resto de los pacientes del analista como una familia sustituta ambivalentemente catectizada.
A veces cuando el analista evita la transferencia de hermanos, (por no querer dejar el papel de padre-autoridad), el paciente tiene que desplazar hacia los otros pacientes. Pero también cuando la transferencia es negativa hacia el analista, es preferible dirigir estos sentimientos hacia otro lugar, por el temor de perder al “padre-analista”, entonces se dirige hacia los hermanos-pacientes. Estos son desplazamientos de la agresión que se siente hacia el analista por no complacer todos los deseos del paciente.
Muchos pacientes tienen el deseo de ser el único paciente del analista, para así ser especiales para él. Algunos pacientes que creen que es difícil ser los únicos, se sienten el paciente más difícil, así, es especial. Lo que estas dos fantasías tienen en común, son el deseo de sobresalir, de ser únicos de alguna forma para el analista. La contratransferencia, es complicada de manejar, hay que tener cuidado en implicar que se comparten los sentimientos del paciente o que se les condena por sentirse así.
La relación entre hermanos es una parte importante del desarrollo, tiene tanto aspectos negativos como positivos que se harán presentes en transferencia. Es importante considerar esta forma de transferencia en un proceso psicoanalítico, así como la experiencia fraterna del analizando.
Bibliografía
- Coles, Prophecy (2003). The importance of sibling relationships in psychoanalysis. Great Britain, Karnac Books.
- Waugaman, R. M. (2003). The analyst´s Caseload as a Family: Transferences to fellow Patients. Psychoanalytic Quarterly 72: 575-614.
- Bank, S. And Kahn, M. D. (1980) Freudan Siblings. Psychoanalytic Review 67: 493-504.
- Graham, I. (1988). The sibling Object and its Transferences: Alternate Organizer of de Middle Field. Psychoanalytic Inquiry 8:88-107.
- Rosner, S. (1985). On the place of siblings in psychoanalysis. Psychoanalytic Review. 72: 457-477.
- Lesser, R. M. (1978). Sibling Transference and Countertransference. Journal of de American Academy of Psychoanalysis 6: 37-49.
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