El psicoanálisis durante el modernismo en el siglo XIX en Viena
Autor: Ellen Bello
Viena 1888, Klimt es invitado a conmemorar el Teatro Antiguo que esta apunto de ser derribado y reemplazado por una estructura mas moderna. Klimt decide retratar a la audiencia durante la última función del teatro. En vez de retratar el escenario decide retratar a la audiencia desde el escenario, pintando con mucho detalle el rostro de cada individúo; los cuales no le prestan atención a la obra sino a sus pensamientos. El drama no esta sucediendo sobre el escenario sino dentro del “teatro privado” de cada individuo.
Poco después de que fuera ser terminado este cuadro un joven Neurólogo llamado Sigmund Freud comenzó a tratar pacientes quienes sufrían de histeria. Mientras sus pacientes practicaban asociación libre y hablaban sobre sus vidas privadas Freud conectaba sus síntomas de histeria a traumas del pasado. La percepción que caracteriza el trabajo de Klimt es contemporáneo con los estudios de Freud.
El propósito del siguiente trabajo es demostrar la influencia del pensamiento Freudiano sobre el arte en Viena durante el modernismo. Se puede decir que el modernismo Viena comenzó a mediados del siglo 19 como una reacción al énfasis de la racionalidad humana durante el renacimiento. Esta época fue caracterizada con la idea de que todo marcha bien en este mundo porque la acción humana es regida por la razón o lógica. A través de esta lógica logramos funcionar porque ejercemos control de nuestras emociones y sentimientos. El catalizador de esta época fue la revolución científica del siglo 16 y 17.
 
El modernismo Vienés tiene 3 características:
La primera es que la mente humana se comenzó a reconocer como irracional por naturaleza. En vez de las acciones de la sociedad ser vistas como racionales, los vieneses sostuvieron que existen conflictos inconscientes dentro de las acciones de cada individuo. Cuestionaron qué es lo que constituye la realidad, qué hay detrás de las apariencias humanas, objetos y eventos. Se enfocaron en realizar una evaluación introspectiva para comprender el comportamiento irracional de la naturaleza humana y como este comportamiento se refleja dentro de las amistades de uno y con otros. Descubrieron que detrás de sus apariencias elegantes y civilizadas se albergan erotismos inconcientes e impulsos agresivos dirigidos hacia ellos y hacia otros.
La segunda característica es la auto-examinación. Los artistas por ser descritos en las páginas siguientes no solo tenían interés en examinar a sus sujetos sino también mayor interés en ellos mismos. No solo apariencias externas pero el mundo interior y las idiosincrasias de sus pensamientos y emociones. Tal como Freud estudio sus sueños para estudiar contratransferencia, Kokoschka y Schiele exploraron sus propios instintos constantemente. A través de su autoanálisis llegaron a la profundidad de su psique para entender y representar los esfuerzos instituales de otros en conjunto con las emociones que ellos experimentaron.
La tercera característica es el intento de integrar conocimientos. Esto fue inspirado por Darwin. Darwin insistió que se deben entender biológicamente los humanos al igual que los animales. En Viena hubo nuevas visiones no solo dentro del arte pero también en la medicina, literatura, música, diseño, filosofía y arquitectura. Se abrió un diálogo entre todos estos sectores y se integraron los conocimientos de cada uno.
Freud enfatizó que la mayoría de las funciones mentales son inconcientes se vuelven concientes solo a través de palabras e imágenes. Esto es lo que Kokoschka, Schiele y Schnitzler cumplieron con su prosa e imágenes. Además de lidiar con las mismas preocupaciones de su cultura común, cada uno fomentó la curiosidad científica sobre mente y emoción que fue particular de Viena en 1900.
El mismo año que se publicó La Interpretación de Sueños, Arthur Schnitzler introdujo el monologo interior a la literatura Austriaca. En vez de utilizar la narración convencional, le dio al lector acceso directo a las mentes de sus personajes; impulsos, aspiraciones, impresiones e ideas. Esto es semejante a Freud y como él, buscó acceso a la mente de sus pacientes a través de la asociación libre.
El primer ejemplo de monólogo interior que utilizo Schnitzler es en una novela publicada en 1900, El Teniente Gustl. Gustl es un joven, aristócrata, egocéntrico y despistado teniente que confronta la posibilidad de su muerte. Esta confrontación es prevista debido a un comentario descuidado dirigido hacia un panadero mayor antes de un concierto. Gustl le teme al destino que le espera y esta revalorando las relaciones importantes de su vida. El código militar prohíbe a la dualidad con civiles y Gustl llega a contemplar el suicidio para evadir comprometer su honor como oficial del ejército. Gustl se llega a enterar momentos antes de este evento previsto que el panadero ha sufrido un derrame cerebral.
Schnitzler solo aporta los pensamientos de Gustl permitiendo al personaje conducir la historia. La primera escena de la novela comienza con Gustl justo antes del confrontamiento, en un concierto y Schnitzler utiliza el monologo interior para representar la banalidad de los pensamientos del personaje:
“¿Cuánto durará esto? Consultaré mi reloj… probablemente no sea bien visto en un concierto elegante como éste pero, ¿quién lo va a notar? Si alguien lo hace, no estará poniendo más atención que yo, así que no necesito avergonzarme… ¿Es apenas cuarto para las diez? Es como si hubiera estado en este concierto por tres largas horas. Bueno, no estoy acostumbrado… ¿qué pieza es esta, a fin de cuentas? Tengo que consultar el programa… ¡Ah sí, claro, un oratorio! Pensé que era una misa. Cosas como estas tendrían que estar en la iglesia.” (Kandel, página 78)
Schnitzler también introdujo nuevas dimensiones substanciales a la literatura Austriaca. Fue la voz amoral de su generación, discutiendo el sexo libremente y retratando a mujeres con mayor sensibilidad que otros autores en aquella época. Independientemente de Freud, Schnitzler comprendió la importancia del papel de la sexualidad. Desde sus 17 años de edad hasta su muerte el mantuvo un diario donde escribió sobre sus numerosas experiencias sexuales. Desde los 16 años el visitaba a prostitutas y grabó cada unos de sus orgasmos en su diario. Esta obsesión se manifestó en sus personajes, los cuales disfrutaban de una conciencia sexual e hiperactiva. Fue alumno de la escuela de medicina de Medicina 1879 a 1885. Sus años como alumno en la institución se sobrepusieron con los de Freud, Schnitzler como Freud fue influido por los psiquiatras Meynert y Krafft-Ebing eso le genero mucho interés en la Psicología, compartiendo con Freud y sus intereses en histeria y neurastenia.
A Schnitzler le interesaban mucho la hipnosis y los sueños. Trabajó como asistente con Charcot, un neurólogo Frances que trataba a pacientes que padecían de aponía. Redactó un papel acerca del tema titulado “Afonía funcional y su tratamiento a través de la hipnosis y sugerencias” que habla sobre algunos problemas explorados por Freud y Breur. Freud estimaba el trabajo de Schnitzler y lo sito en el caso de Dora, un personaje habitual en la literatura psicoanalítica.
Siendo médico Schnitzler se percató de que las historias clínicas son una narrativa de médicos y muy útiles como una herramienta para la literatura. Cuando se redactan estas narrativas depende de la historia del paciente y cómo un médico lo interpreta. Principalmente Schnitzler escribía para el teatro. Se dio cuenta de que la relación entre paciente y médico se transpone a una relación entre personaje y audiencia. La audiencia al igual que un psiquiatra llega a sus propias conclusiones interpretando el comportamiento humano.
Schnitzler fue influido en gran parte por la Interpretación de Sueños de Freud. Esto es evidente en su novela Traumnovelle (Novela del Sueño) (1925). La novela trata sobre la desintegración repentina de un joven matrimonio; el medico Vienés Fridoline y su esposa Albertine. Esto sucede durante un transcurso de dos noches. El primer alejamiento que sucede es cuando los dos confiesan coqueteos que tuvieron ambos con unos extraños en un baile de máscaras. Después de confesar se relatan sus sueños en los cuales consideran la idea de deseos sexuales fuera del matrimonio.
Fridoline es enfurecido al enterarse de que Albertine tiene una vida erótica interna a pesar de que el también admitió a los mismos pensamientos. Fridoline es llamado a ver un paciente poco después y decide tomar venganza a su esposa por sus pensamientos y recuperar su sentido de deseo. Enfrenta mucha tentación frustrada con varias mujeres y llega a estar en una orgía secreta con mascaras. Debido a las circunstancias (la orgía secreta con mascaras) le da una cualidad onírica a la narración. Cuando regresa a casa, Albertine le confesa que acaba de tener un sueño erótico en el cual tiene relaciones con un oficial de la naval que había conocido durante las vacaciones que tomaron juntos hace poco. Este sueño demuestra el resentimiento que Albertine le tiene a Fridoline lo cual lo impulsa a una búsqueda de venganza una vez mas. Esto demuestra que es solo a través de los sueños que Albertine se puede liberar de la insensibilidad de su esposo que es aquí donde se le permite desencadenar sus deseos inconscientes. Los sueños incorporan residuos de los eventos que sucedieron ese día, unido con pulsiones instintivas que serían placenteras al satisfacerse, sin embargo son reprimidas por que no son socialmente aceptadas.
De 1904 a 1908 Kokoschka estudió en el Museo de Arte de Austria donde aprendió acerca de grabados, ilustración de libros, dibujo y pintura. En 1906 comenzó a dibujar retratos de preadolescentes masculinos y femeninos. Aquí su arte refleja una idea que el compartía con Freud: los esfuerzos instintivos como la agresión y la sexualidad no sólo están presentes dentro de los adultos sino dentro de los preadolescentes también. Después que Freud publico sus Tres Ensayos sobre la sexualidad en 1905, los cuales ilustran que la madurez física de la adolescencia tan solo esta cautivando la abundancia de la sexualidad infantil. Esto provocó polémica en Viena ya que el publico no aprobaba los ensayos y mucho menos el arte de Kokoschka.
Al retratar la sexualidad emergente de sus modelos, los cuales eran muy jóvenes logró capturar la timidez y a la misma vez apertura natural de su sujeto. Como ejemplo está este cuadro Desnuda parada con la mano sobre la barba (1907). La postura del sujeto da alusión a su incomodidad dentro de su desnudez. En el cuadro Mujer desnuda sentada sobre el piso se nota la atención que Kokoschka le presta a el movimiento lo cual revela una característica psicológica. La figura juvenil es casi de muchacho y se ilustra bien con los trazos angulares del cuerpo de la mujer para enfatizar la juventud del sujeto.
Otro ejemplo, Mujer Desnuda Acostada como a través de contornos angulares Kokoschka reveló los gestos libremente y las urgencias emocionales inconscientes de sus jóvenes modelos.
Ese mismo año escribió en poema inspirado en un ensueño y su primer amor adolescente acompañando de ocho litografías, lo cual resultó en un libro titulado Los jóvenes que sueñan. Utilizando ilustraciones sexualmente cargadas documenta las vidas de fantasías y deseos eróticos de jóvenes adolescentes que Freud infirió con estudios clínicos de sus pacientes adultos. Kokoschka trata el tema de los sueños con erotismo infantil y adolescente con una combinación erotismo y agresión. Es muy improbable que Kokoschka haya leído La Interpretación de Sueños o Los Tres Ensayos de Teoría Sexual pero queda claro que estaba familiarizado con las ideas de Freud. También se nota el esfuerzo edípico en las ilustraciones. El libro fue diseñado como parte de una serie de cuentos de hadas. Resultó un trabajo original que una narración personal y exploración poética de maduración erótica en la forma de una carta de amor a Lilith Lang.
Entre 1909 y 1910 Kokoschka pintó una serie de retratos donde utiliza la exageración para poder revelar una realidad interna de los conflictos psíquicos de su sujeto. A la misma vez Koskoschka revela su propia tortura interna. Fue muy popular el retrato dentro del arte occidental por que el espectador se podía comparar (teniendo el retrato frente a ellos) con otros retratos de gente de la misma importancia y logros de ellos.
Kokoschka sabía esto y decidió cambiar los parámetros del arte del retrato. Abandonó la tradición de que el sujeto representado (sea la realeza, plebeyo, aristócrata) represente a todo miembro de su clase. Los retratos, originales buscaban revelar el universo interno de una persona específica. Kokoschka utiliza colores oscuros de fondo para que resalte aspecto psicológico y las facciones distinguidas de los ojos, el rostro y las manos de su sujeto. También usaba técnicas que le daban mucha textura a sus retratos. Kokoschka quería capturar las características psicológicas, la sensibilidad y el estado de ánimo. Inconscientemente en el proceso el plasma sobre el retrato sus propios instintos urgentes desenfrenados. Se puede notar como en algunas partes del cuadro la pintura es más agresiva que en otras. Independiente del sujeto esto se convierte en una narrativa inconsciente propia y única mientras pinta el cuadro.
Para poder reproducir estos retratos con personalidad Kokoschka se enfocó en 4 puntos importantes:

  1. A través del los retratos de diferentes individuos aprendes mucho sobre la psique del sujeto.
  2. Pintando los retratos se convierte en una forma de autoconocimiento un proceso imprescindible para un artista. Se percató Kokoschka que el camino al arte del retrato y la psique de su sujeto es solo a través de la comprensión de su propio psique y al largo plazo, pintando retratos.
  3. Los gestos corporales (en especial las manos) pueden comunicar las emociones del sujeto.
  4. La evasión y el acercarse del sujeto son informados por agresión o sexualidad constante. Esto no solo es presente en adultos pero en niños también.

“Pude haber previsto la vida futura de cualquiera de mis sujetos, observando, como un sociólogo, cómo las condiciones ambientales modifican el carácter innato, de la misma manera en la que el suelo y el clima afectan el crecimiento de una planta en una maceta.”
Kokoschka página 89
Kokoschka demostró la habilidad de ver a sus sujetos no solo en el presente sino también en el futuro. Esto lo demuestro en un retrato hecho en 1910 de Auguste Forel. Forel era un psiquiatra conocido a nivel mundial. En el cuadro Kokoschka raspó y frotó la pintura con sus manos y un pincel emitiendo una sensación de presencia directa con el sujeto. Si uno se fija nota que el ojo y mano derecha son anómalos y se distinguen mucho del ojo y mano izquierda. Forel contiene su mano derecha en una posición doblada y apoyando su dedo gordo derecho dentro de la manga de su saco sostiene esta posición de manos. El ojo derecho tiene una mirada fija y muy diferente a la izquierda implicando que Forel ha sufrido de un derrame cerebral. Cuando Forel vio el retrato, lo rechazó. Forel si sufrió de un derrame cerebral dos años después mientras trabajaba con un microscopio. El derrame afectó a Forel tal y como lo retrato Kokoschka.
En el retrato de Niños Jugando (1910) Kokoschka usa las manos para reflejar los esfuerzos instintivos de los niños. Esta fue la primera demostración de interés en la vida interna de los niños. En vez de retratar a los niños en posturas idealizadas que sugieren una infancia inocente como solían ser populares, opta por insinuar a través del lenguaje corporal, colores irregulares y el fondo difuso que la relación entre hermanos no es neutral ni inocente. El retrato ilustra la lucha que tienen con la atracción del uno al otro y con el conflicto que se forma dentro de ellos y entre ellos. El niño esta de perfil, mirando atentamente a su hermana mientras ella esta acostada boca abajo , recargándose sobre sus ojos y mirando al espectador. Los brazos son utilizados para transmitir el lazo entre los dos. El niño demuestra intento a sujetar la mano de la hermana, la cual ella trae como puño. El cuadro implica que los niños contemplan ideas románticas hasta quizá eróticas entre ellos, lo cual fue idea herética para la mayoría de los espectadores.
Kokoschka, al igual que Freud capto la importancia del Eros en adultos, adolescentes y niños. Al igual que Schnitzler, se acogió desde luego a la interacción intima de instintos agresivos y eróticos que es particular a los artistas Vieneses modernistas. Los Nazis utilizaron el cuadro como un ejemplo del arte degenerado en 1937.
Schiele fue un artista que expreso a través de su trabajo una ansiedad profunda que el asumía. Al igual que Kokoschka su preocupación constante de su trabajo era la agresión y la muerte. Retrató varias veces la emociones femeninas en respuesta al sexo (afligida, culpa, tristeza, rechazo, sorpresa). En vez de que sus sujetos femeninos aparenten disfrutar su sensualidad, sufren.
Schiele también hizo prioridad en investigar mucho acerca de su vida interna y la vida de su sujeto. Schiele realizó y frecuentaba hacer varios autoretratos donde utiliza todo su cuerpo para representar el mundo interno. Se ilustraba como un ser ansioso, triste, tremendamente asustado y sexualmente involucrado con el mismo o con otros.
Los cuerpos que pinta Schiele parecen estar desarticulados, los brazos y piernas contorsionados (provocando ansiedad al verlos). Schiele si hacia posturas conscientes intentando emitir a través de las diferentes posiciones de manos, brazos y el cuerpo para emociones internas.
Schiele nació en 1890 en Tulln, un pueblo pequeño cerca de Viena. Sus padres tuvieron 7 niños de los cuales 3 fueron mortinatos. Egon era el único varón y tenia 3 hermanas, su hermana más cercana fue Gerti la menor. Tuvieron una relación muy especial y fue de sus primeros modelos para representar la sexualidad adolescente. A los 14 años de edad su padre murió de Sífilis. Fue testigo de la demencia de su padre durante una etapa de desarrollo sexual incipiente, lo cual puede ser lo que provoco las inseguridades y ansiedades que dominaban los trabajos y la vida de Schiele. Pudo también haber sido lo que provoco la constante asociación del sexo a la muerte y el remordimiento.
Schiele usaba la técnica de dibujar al contorno ciego. Schiele miraba a sus modelos fijamente sin despegar la mirada ni el lápiz del papel mientras trazaba un contorno continuo que no borraba ni modificaba. Esto ayudo a desarrollar el estilo muy particular a el. Utilizando esta técnica Schiele pudo capturar los movimientos y gestos de el y sus modelos expresando a través de los contornos en vez de luz y sombra.
Schiele al igual Schnitzler, Kokoschka y Freud estudio constantemente la psique y pensaba explícitamente que para entender los procesos inconcientes de sus sujetos, tenia que entender los suyos primero. Schiele se retrato solo o con pareja, con extremidades truncados, ausencia de genitales, flaco, piel leprosa y músculos contorsionados. Todos los autoretratos son representados frente un espejo y en varios se esta masturbando. Lo cual es algo curioso ya que mucha gente en Viena pensaba que masturbación excesiva provoca demencia o locura. Los autoretratos no son solo exhibiciones de nudismo son un intento de divulgación de uno mismo, un versión pictórica de La Interpretación de sueños de Freud. Schiele demostró una nueva forma de arte autoerótico que revela empeño sexual inconciente.
Schiele también utiliza distorsiones anatómicas como piel desgastada, colores desagradables para comunicar la desesperanza, sexualidad perversa y el deterioro interior. Esta perspectiva de la naturaleza humana se aliña con los pensamientos de Freud sobre como los seres humanos son compuestos por compulsiones e historias ocultas.
Gracias a la influencia del psicoanálisis el arte se busca una comprensión del inconsciente a través del arte. Los artistas expuestos buscaron ilustrar el mundo interno a pesar de plasmar lo displacentero independientemente de la concepción de la belleza. El psicoanálisis llego a romper el paradigma de la medicina así como el modernismo rompe con la concepción del arte.
 
Bibliografía

  • Kandel, E. 2012. Age of Insight Random House, Inc. Nueva York págs. 1 -180