mirror-1548409Autor: Adriana Loyola
La soledad en el instante mismo en que se está físicamente acompañado, es como estar al lado de alguien sintiendo que el otro esta fuera de ese espacio. El abrazo, el beso, el contacto vacío, y el encuentro sexual con la frialdad de algo rutinario son situaciones que se viven a diario en una sociedad, que poco a poco se ha ido desvitalizando y que va más allá de estar próximo o lejano. Por otro lado, el recuerdo de una persona que se ha ido, como cuando una persona ha fallecido e incluso alguien que no se llegó a conocer por diferentes circunstancias en la vida de una persona, no quiere decir que ya no existe, que no se piense o incluso que no se ame, sino quiero dar a entender que como en la mente de la persona tiene vida es con esto con lo que podría llegar a interactuar.
 
El presente trabajo pretende exponer una línea del pensamiento en donde se argumente cómo la cercanía no siempre representa intimidad; es decir lo íntimo puede incluir o no, lo físico, corpóreo y tangible. Así como enfatizar en la relación que tenemos con nuestros objetos internos, es decir las representaciones mentales que dan origen a lo que yo llamo en este trabajo intimidad. Así también enfatizar la importancia que tiene la pareja analítica en el proceso para la construcción de dichos objetos.
 
La conexión intersubjetiva con aquellos objetos primarios que han dejado huella en la construcción del mundo interno muestran la intimidad que se logra con objetos imaginarios. Ya que son huellas que tenemos de situaciones imaginarias y vividas en las primeras experiencias de la infancia y han dejado una marca en la construcción del mundo interno. No necesariamente necesitamos abrazar a una persona para hacerle sentir nuestro afecto o dejar de pensar en alguien porque ya no está físicamente, de la misma manera en el mundo interno no es imprescindible tener presente a dichos personajes en la realidad para poder sentirlos o darnos cuenta que viven en nosotros. El psicoanálisis trabaja con aquello que está representado en un objeto real aunque no necesariamente este presente, es decir todo lo que se ha pensado e imaginado de ese personaje o situación.
 
El mundo interno se construye a través de objetos, representaciones mentales investidas de energía que le dan valor, riqueza y regulación psíquica a cada persona. Cuando hablamos de intimidad nos referimos al vínculo entre dos subjetividades, sin embargo quiero profundizar en el vínculo que se tiene con los objetos primarios de nuestro mundo interno, es decir aquellas representaciones mentales con las que miramos el mundo y entretejen nuestra propio crecimiento. Ya que serán la base de las vínculos que se generan en el mundo externo, es decir con la realidad.
 
Por ejemplo: Una persona que se encuentra en la iglesia rezando a una imagen está comunicando algo a un objeto que no está físicamente, sin embargo existen afectos y pensamientos que se ven representados en la imagen en un espacio de intimidad. A continuación hablaré de mi paciente Violeta para ilustrar la dificultad que ha tenido para intimar con sus objetos primarios y que posteriormente se ve reflejado en la forma de verse o pensarse.
 
“Violeta llega conmigo a tratamiento después de un intento suicida, en la adolescencia muere su abuelo y a causa de ello empieza a investigar sobre su origen ya que menciona no sentirse parte de su familia o que su hermana no se parece físicamente a ella.
En esta investigación se entera de que su padrastro no es su padre biológico y que la historia que le habían construido de ella misma, era aquella que se contaba entre susurros y secretos. Violeta es parte de la familia de la “casa chica” de quien creía era su papá, todo empieza a tener sentido cuando se preguntaba porque su papá solo iba los fines de semana a casa y en la mayoría de las ocasiones a decir de la paciente a tener relaciones sexuales con la madre.
Empieza a buscar información acerca de quien es realmente su padre, logra contactarlo a través de emails ya que vive en Italia. Tiene comunicación con él y deciden conocerse, Violeta pasó el verano con él prometiéndole esté que cuando fuera su graduación, estaría con ella. Ese día llegó pero su padre no.
Cada que Violeta vive una situación de enojo y dolor se alcoholiza al grado de perder la conciencia y terminar teniendo relaciones sexuales con diferentes personas. En la medida que a Violeta le empieza ha crecer la cabeza, es decir a pensarse, los ojos empiezan abrirse. Sin embargo no poder tolerar la luz de la realidad ante dicho dolor la hizo vivir un cuento de fantasía.
Después de la noticia de su origen realiza un viaje a Brasil en donde conoce a un hombre en la playa y decide que su vida empieza a ser. Deja sus estudios, su familia y empieza a trabajar bailando en un centro nocturno en un ambiente de drogas, alcohol y promiscuidad. Debido a la confusión y dolor mental que estaba pasando, la paciente encuentra la manera de sentir y ver todo lindo en un estado maníaco. En un aniversario de ellos, el hombre se va como aquellos marineros, sin explicación dejándola en un departamento y regresa a México.
 
Durante el tratamiento la he acompañado en una desintoxicación no solo física sino mental. Violeta a través del cuerpo expresa sus deseos frustrados por llegar a la intimidad. Cada relación que tiene con un hombre la vive de manera erotizada porque es la única forma que ha encontrado para ser vista y tocada por aquel hombre que guste de ella y la adopte, tomándola o penetrándola sólo con el cuerpo.
 
En el centro nocturno era vista por tantos hombres por su cuerpo; pero con ninguno por lo que es ella. Violeta considera que su cuerpo es la herramienta para que los hombres se acerquen mencionando que le da tristeza que sólo la utilicen, sin embargo la forma que ella ha encontrado para sentirse vitalizada es el contacto del cuerpo con un otro.
 
La analizada se presenta conmigo como una “ninfómana”, en mis palabras el contacto de su cuerpo con el otro es la sensación que tiene un bebé cuando es alimentado por el pecho de la madre, en donde el pecho es el objeto que satisface la necesidad inmediata y causa placer, pero que en este caso es una leche que no logra nutrir. Violeta al igual que un bebé de manera inconsciente no está pidiendo la existencia de un objeto sino el cariño, afecto, amor de eso que la haga sentirse, verse y pensarse.
 
Cuando hablo de intimidad me refiero al vínculo entre aquello que va más allá de la realidad, es decir con el inconsciente. De acuerdo a como estén instalados dichos objetos en la mente de cada persona, la forma de introyección es como se logra producir en el mundo interno del sujeto la angustia o por el contrario organizar la mente. Es decir, proveer un sentimiento de vitalidad.
 
En la medida en que uno se encuentra en armonía con dichos personajes que habitan en su psique, se siente vivo, por lo contrario, si uno está luchando con ellos se causa un sufrimiento innecesario en la propia identidad. Es como un espejo ya que reflejaremos en el mundo externo la construcción del mundo interno, sin embargo para dicha construcción se necesito la percepción del mundo externo en donde las series complementarias tienen un papel principal. Es decir, si la construcción de mis objetos internos se encuentra fragmentada, dañada o vacía, esto mismo se mostrará en el mundo externo y la forma de nuestros vínculos.
 
El psiquismo funciona como un sistema de articulación de componentes, cuando el sujeto no alcanza la intimidad puede sentirse en peligro, ya que dichos deseos de intimidad se muestran frustrados. Personalmente creo que la intimidad se desea y uno sale en búsqueda de alguien que la desee. Las personas buscan intimidad, relacionarse con el otro, sentirse amadas, vivas. Sin embargo, a veces, la forma en que se busca termina alejándolos de ella. ¿Pero que pasa cuando en el mundo interno dichos objetos se encuentran fragmentados, ausentes o vacíos?
 
El placer que se encuentra en la intimidad depende de la revalidación. Es decir de otro real o imaginario que nos confirme o conforme de nuestra existencia y valencia emocional. “No se simplifica en un “yo valgo” sino en la libido del otro, el placer del otro, que entra como fundante del placer del sujeto en ser, en pensar, sentir y actuar. En la pareja analítica no solo somos quien revalida sino quien se enfrenta a los objetos primarios y sus historias, no solo el analizando intima con ellos sino el analista. “ (Bleichmar H,1999)
 
Dichos objetos tienen un fin en el mundo interno del sujeto que permiten disminuir la angustia, organizar la mente o fragmentar, escindir y provocar angustia y confusión. Sin embargo la ausencia de dichos objetos hacen que se busque compulsivamente debido al vacío, angustia y desvitalización interna que llegan a provocar.
 
Lo mismo pasa en el mundo interno cuando se busca una intimidad con los objetos primarios y que en ocasiones los intentos se encuentran frustrados por la fragmentación de dichos objetos. No es lo mismo miramos en un espejo roto y ver como nuestro cuerpo se encuentra con pliegues de algo no se ha podido integrar, que por el contrario un espejo que muestra la imagen de uno mismo como algo uniforme. Esto pasa en la psique humana con los objetos primarios que habitan en nuestro ser. Y en algunos casos el único encuentro posible consiste en conocer las profundas diferencias que nos separan de ellos, es decir ser consciente de los pliegues. La paz consigo mismo depende de cómo es la experiencia de aquellos objetos con lo que uno siente.
 
La intimidad que uno vive con los objetos internos, presenta un dolor o placer que va del “allá y entonces” con el “aquí y el ahora”. Si los objetos se encuentran fragmentados o dañados existirá una sensación del sí mismo con algo que no ha logrado integrar. Violeta expresa sentirse dividida entre un antes y un después sobre la noticia de su origen que ha tenido elementos significativos en la construcción de su identidad y el lugar que ocupa.
 
Violeta es una niña que al inicio probó si yo podía adoptarla, con el tiempo hemos dado pasos de bebé para empezar a fabricar un presente, tomando en cuenta los pliegues. Sin embargo nos enfrentamos a que no siempre se construye dicho presente con el pasado, porque a veces ese pasado está vacío o aún no es momento de abrir tanto los ojos porque empieza el caos.
 
El trabajo es empezar a construir un espacio mental más allá del cuerpo a través de una integración de sus objetos primarios, no solo por medio de las sensaciones sino que Violeta pueda recordar para construir, ya que en la medida en que ella se entiende, va reparando. “La experiencia analítica es, para la psicología del self una nueva oportunidad de maduración. Lo que cura en el proceso no es el conocimiento de los conflictos sino las vivencias que se adquieren con un objeto del self empático. Esta experiencia soluciona las heridas que dejaron abiertas los objetos de la infancia”. (Blechmar H, 2011)
 
El psicoanálisis no pretende corregir los hechos del pasado, es imposible, sino reconceptualizar de manera integrada. Es decir que el sujeto logre estar en paz con sus objetos, para que en la medida en que exista una reconstrucción, se repare a sí mismo.
En el campo psicoanalítico es necesario adoptar el presente y entender que en la medida en que el pasado se quedó en el pasado, este pasado no lo podrá reparar si no es a través del presente. Es decir, un “Fuiste y ya no eres”. “La repetición de un proceso como el que acabamos de describir y la interpretación correcta proporcionada por el analista, permitirán la internalización transmutadora del objeto del self idealizado y la integración sana del sí mismo” (Bleichmar, 2011)
 
Como analistas debemos trabajar con lo que se tiene y no con aquello que no se tiene, es decir en la medida en que uno construye el presente, el pasado deja de molestar o hacer ruido. En ningún momento podría cambiar los objetos primarios de mi paciente ni la realidad; sin embargo juntas construiremos y reconstruiremos objetos nuevos que le den vitalidad al ser desde del mundo interno.
 
Trabajar en el presente es hablar del vínculo transferencial que lo cura todo. Decía Freud que “El psicoanálisis es la cura a través del amor”. Por lo que la transferencia tiene un lugar específico. Incluso podría decir que uno de los objetivos del tratamiento es la búsqueda y construcción de una intimidad con nuevos objetos o reparándolos desde la vivencia en el consultorio. Y entender que nuestra realidad cambia cuando comprendemos, elaboramos y entendemos el pasado. “La transferencia no es una reliquia del pasado sino la viva lucha de un paciente por ser presente, por ocupar un espacio que ya no le pertenece” (Etchegoyen, 2002)
 
El ser humano no se encuentra solo, siempre está acompañado de sus objetos internos que se manifiestan a través de la relación que se tiene en la realidad con los otros. La compulsión a la repetición es un intento de reconstrucción simbólico, es decir se repite aquello que no ha podido elaborarse. El paciente a través de la transferencia, no hace recuerdos conscientes sino se actúa lo que se recuerda, es decir pone en juego la forma en que se relaciona con aquellas representaciones mentales, en donde el síntoma expresará el conflicto primario a través de la compulsión a la repetición como una seudo-reparación. Sin embargo la repetición no está construyendo sino es aquel intento fallido en búsqueda de la intimidad que no permitirá la reconstrucción.
 
Como menciona Etchegoyen en su libro “Fundamentos de la técnica psicoanalítica“ (2002) la construcción se refiere al pasado, la situación historica, La labor del analista es reconstruir la construcción, rehacerla rescatando la represión. No vamos a cambiar la realidad sino reconstruirla, es decir re-elaborarla, lo cual implica un largo camino hacia la intimidad con los propios objetos primarios. “La reconstrucción son acontecimientos de la infancia que sirven para iluminar el presente” (Etchegoyen, 2002)
 
Kohut propone que “la ansiedad más profunda no es la castración sino la de desintegración y que la primera surge cuando la segunda no ha sido suficientemente neutralizada por la actitud empática de los objetos del self de la infancia” (Bleichmar, 2011) Violeta anhela a los hombres que la rodean, pero no logra amarlos ni sentirse amada por ellos. Integrar cuerpo al alma es un proceso de intimidad que requiere de valentía y de un largo camino de aprendizajes en donde la sensación deje de sentirse solo a través de lo corpóreo y logre conectar con las fibras más sensibles del alma.
 
El funcionamiento del psiquismo se construye a través de la interpretación en el mundo interno. Crear algo nuevo, ya que todos los días fabricamos la historia. Como dice el personaje del Tiempo en el cuento de Alicia en el país de las maravillas “No podemos regresar al pasado y cambiar la realidad pero sí podemos aprender de ello”.
 
Bibliografía
 

  • Bleichmar H (2011). El psicoanálisis después de Freud. México. Paidós
  • Bleichmar H (2011) Avances en psicoterapia psicoanalítica. Madrid. Paidós.
  • Bleichmar H (1999). Del apego al deseo de intimidad: Las angustias del desencuentro. Revista Internacional De Psicoanálisis. Retrieved November 12, 2016, from http://www.aperturas.org/articulos.php?id=0000074&a=Del-apego-al-deseo-de-intimidad-las-angustias-del-desencuentro.
  • Etchegoyen R (2002). Los fundamentos de la técnica psicoanalítica. Argentina, Amorrortú.
  • Racker H (1960) Estudios sobre técnica Psicoanalítica. Argentina. Paidós.

 
Imagen: freeimages / Darwin Guevarra
 
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