Por: Xóchitl González
“El psicoanálisis (…) nos muestra la influencia del inconsciente sobre las obras de arte, pero recalcando siempre, que lo que el psicoanálisis señala y explica no es más que un aspecto -aunque importante – de la génesis de las creaciones del espíritu“(S. Freud)
 
Desde la Interpretación de los sueños, se intentan explicar estas actividades simbólicas a partir de una teoría de la interpretación, en la cual la obra artística es considerada como un texto a descifrar.
Es decir, por medio del psicoanálisis, se logrará poner en palabras una parte del material de una obra artística o de la inspiración de esta, lo cual nos dará información valiosa acerca del mundo interno del artista, sin embargo existirán partes de esta obra que no se podrán expresar en palabras, es precisamente lo que el artista solo puede conocer por medio de su creación.
El proceso creativo
Este proceso se encuentra permanentemente ligado a la energía de las pulsiones psíquicas, en general se considera que cualquier creación artística surge del inconsciente del artista, teniendo como inspiración lo sexual reprimido.
La pulsión tiene un carácter plástico, es decir cualquier objeto puede funcionar como objeto de la pulsión, lo que también significa que ningún objeto es el adecuado, ni ajustado completamente a ella. De esta forma podemos entender como la sexualidad humana no posee vías de satisfacción, únicas e idénticas para todos, es decir ante la imposibilidad de una satisfacción total, cada individuo elige un camino, para la propia descarga de esta pulsión.
Es sobre esta pulsión donde actúa la sublimación en el proceso creativo, esta es derivada a un fin no sexual, transformándola en cultura, en un material socialmente aceptable y admirado, en una obra de arte. Sublimar es la facultad de permutar la meta sexual originaria por otra, ya no sexual, pero psíquicamente emparentada con ella, este desplazamiento se realiza de tal forma que no se sufre una disminución en cuanto a la intensidad. La energía necesaria para la creación es de naturaleza erótica (Eros, el instinto de vida).
La transformación de una actividad sexual en actividad sublimada, requiere de un tiempo de retracción de la libido sobre el Yo, lo cual posibilita la reorientación hacia actividades no sexuales. A este proceso de retraimiento de la libido se le llama narcisismo secundario. Este repliegue le parece imprescindible a Freud, para toda actividad artística. Sobre este repliegue actúan otros mecanismos de defensa del Yo, que forman parte de la creación (la figuración, el desplazamiento, la condensación, etc.)
 
*Sublimación según Freud
“El proceso en el que las fuerzas instintivas sexuales son desviadas de sus fines sexuales y orientadas hacia otros distintos, proporcionando poderosos elementos para todas las formaciones culturales “.
 
Freud considera que la sublimación es el tercer desenlace al que puede llegar una disposición anormal de la pulsión sexual, lográndose por medio de ella una elevación de la capacidad de rendimiento psíquico, lo que se convierte en una de las fuentes para la actividad artística. Con esto, resalta una relación entre la capacidad de rendimiento, la perversión y la neurosis, como formas de descarga de la excitación superflua de la libido.
 
Freud comenta que las fuerzas impulsoras, que funcionan como inspiración o musas para los artistas, son los mismos conflictos que guían a las otras personas a la neurosis y han movido a la sociedad a la creación de instituciones.
Por otra parte Klein define a la sublimación de la siguiente manera:
 
En su concepto de sublimación postula que el origen de esta se da en los primeros años del niño, sostiene que la capacidad de sublimar, permite suponer que la persona que permanece sana, logra hacerlo justamente por tener una mayor capacidad para sublimar en un estadio temprano del desarrollo de su yo.
 
Afirma que se llega a la neurosis, por no tener suficiente capacidad de sublimación y que además, probablemente su capacidad de represión no es tan exitosa.
Propone que el grado en que están presentes las capacidades, en una persona, están determinadas, además de los factores constitucionales, por otros factores libidinales.
 
Klein considera que la sublimación se da por medio medio de la formación de símbolos, que sería la fijación de las fantasías libidinales en forma simbólica sexual, sobre objetos, actividades e intereses especiales. Asegurando que el desarrollo de un interés por el arte o de un talento creador, dependerían en parte de las riquezas e intensidad de las fijaciones y fantasías representadas en la sublimación y que la genialidad es posible cuando todos los factores involucrados están presentes con tal abundancia como para hacer surgir agrupaciones únicas, configuraciones de unidades que mantienen cierta similitud esencial unas con otras refiriéndose a las fijaciones libidinosas.
 
Klein concluye que las fijaciones libidinales determinan la génesis de las neurosis y también de la sublimación y sostiene que es la fuerza de la represión la que va a determinar si se convertirá en sublimación o neurosis.
 
Creatividad según Winnicott
 
Winnicott considera que el objeto transicional no es un objeto interno, es una posesión, pero para el bebé tampoco es un objeto exterior, esta zona inmediata, es la que se ofrece al bebé entre la creatividad primaria y la percepción objetiva basada en la prueba de la realidad.
 
Comenta que la tarea de aceptación de la realidad nunca acaba, que ningún ser humano se encuentra libre de la tensión de vincular la realidad interna con la exterior, y que el alivio de ésta tensión lo proporciona una zona intermedia de experiencia, que no es objeto de ataques, en esta zona se encontrarían, las artes, la religión, etc.
 
En la zona de espacio potencial, sobre la que se basa la creatividad, tiene presente la influencia del ambiente sobre el desarrollo emocional del individuo.
 
Para Winnicott, la aceptación de la vida en sí es la apercepción creadora. Su teoría, por lo tanto enuncia que vivir en forma crea un estado saludable. La creatividad para él es un universal y corresponde a la condición de estar vivo.
 
“No es inevitable que nadie logre explicar alguna vez el impulso creador y es improbable que a1guien quiera hacerlo, pero resulta posible establecer el vínculo entre el vivir creador y el vivir mismo y se pueden estudiar las razones por las cuales existe la posibilidad de perder el primero y que desaparezca el sentimiento del individuo, de que la vida es real o significativa”. (Winnicott)
 
 
 
El artista y las satisfacciones sustitutivas
 
Freud afirma que el artista, es un ser que se aparta de la realidad, porque no se resigna a  aceptar la renuncia a la satisfacción de sus instintos (pulsiones) y deja libres en su fantasía sus deseos eróticos y ambiciosos.
 
“Pero encuentra el camino de retorno desde este mundo imaginario a la realidad, constituyendo con sus fantasías, merced a dotes especiales, una nueva especie de realidades, admitidas por los demás hombres como valiosas imágenes de toda la realidad”
(Freud).
“Las satisfacciones sustitutivas como nos las ofrece el arte, son frente a la realidad, ilusiones, pero no por ello menos eficaces psíquicamente, gracias al papel que la imaginación mantiene con la vida anímica”.
Por medio del arte son autorizados conductas y pensamientos en el sujeto, de las cuales no tendrá que rendir cuentas a la censura psíquica individual, esto sucede en función del desvío de la pulsión entorno a la realidad.
Es así como en una terapia psicoanalítica, como en vida real, el arte, a pesar de reconocer sus limitaciones, se alía  con la ilusión, convive con la imaginación y se enfrenta con el principio de realidad. Si en un primer momento el artista se aparta de la realidad , ante las renuncias impuestas por esta, retorna de nuevo a ella desde el mundo imaginario de la fantasía, instaura una nueva especie de realidades, es decir propone una tercera realidad a partir de dos principios separados.
Freud llama “prima de seducción” a aquello que la obra nos ofrece en virtud de su solo estatuto estético. Esto le lleva a privilegiar el sujeto de la obra, el motivo de la misma, detrás del cual se esconde una escena inaccesible.
La represión
 
La represión se produce en aquellos casos en que la satisfacción de la pulsión, que por sí misma procuraría placer, amenaza con provocar displacer en relación con otras instancias (el Súper-Yo y/o el Yo).
 
Freud afirma que las fuerzas utilizables para el trabajo cultural provienen de la represión de los elementos de excitación sexual, que no están destinados a la satisfacción genital, sino a procurar placer por otros caminos, desviados de su finalidad primariamente sexual
 
Artista en análisis
La diferencia entre la represión de un ser no artista y el artista, es la belleza y el espacio que pone el artista entre lo reprimido y la realidad externa, el artista, como ser inspirado, elige el arte, la sublimación y la creación como formas de funcionamiento que utilizará el resto de su vida, el acceso directo que tiene hacía su inconsciente es una herramienta esencial dentro del análisis, será por medio de estas habilidades, de su arte, sin importar la disciplina, que logre un mayor auto conocimiento.
Es decir un pintor dentro del análisis utiliza como lenguaje los colores o las formas, que son sus emociones, su estado de ánimo, su inconsciente, por otra parte un bailarín realizara su análisis por medio de su cuerpo, de las sensaciones corporales y del movimiento, ya que de esa forma es como se entiende, este material lo llevará al consultorio, es algo inherente al genio y al artista.
Podemos considerar que lo que se modifica es la inspiración, este material proveniente del inconsciente el cual no siempre será visto de la misma forma, esta pulsión sexual, será percibida de forma distinta, resultado del psicoanálisis, pero no por eso dejará de ser el motor de la creación artística, ya que no desaparece, solo es visto desde otro enfoque.
Por medio del análisis, el artista logra ver estas partes de él que eran protagonistas ocultos dentro de su obra, con la diferencia de que ahora logra reconocer esas partes de una forma menos aterrorizante, con el beneficio de que en su vida emocional será menos angustiante el recuerdo inconsciente de las situaciones no placenteras.
 
Esto nos hace pensar que muy probablemente el resultado de una obra sería distinto si su creador se encontrará en proceso psicoanalítico, lo que no significa que disminuya la capacidad creativa, en mi opinión con la integración de las partes del sujeto su creatividad y su capacidad de continuar sublimando puede aumentar.
Temor a la pérdida de la creatividad dentro del análisis
Dentro del arte existen también los detractores del psicoanálisis que van desde los que niegan la utilidad y función de este hasta los que le asignan poderes maléficos como Borges quien menciona “El psicoanálisis mata la magia”.
Por otra parte el pintor Luis Gordillo menciona: “Yo no le veo el final a la terapia; para mí, la figura del analista es como un espectador ilimitado que me permite vivenciar mis preocupaciones estéticas con la misma concreción que cualquier sentimiento. Y mientras tanto, mi pintura no para de transformarse”.   Luis menciona que debido a sus depresiones y extravíos iniciales, si no fuera por el psicoanálisis no hubiera vuelto a pintar.
“El psicoanálisis no es un método de normalización, sino de esclarecimiento”, dice el psicoanalista de orientación lacaniana Jorge Gómez Alcalá, esta frase se me hace muy descriptiva, ya que no solo no intentamos normalizar a los artistas, si no a ningún paciente, el psicoanálisis trabaja con el carácter único de las personas.
El pensar en la disminución de las capacidades artísticas, se debe a la idea que tenemos de los artistas como seres inestables emocionalmente, que son admirados por su capacidad creativa y su apreciación de la belleza, pero infelices, con comportamientos autodestructivos y sumamente sensibles a sus propios cambios emocionales, dándole a todas estas características el motivo de su genialidad.
Parece normal unir la genialidad de algunos artistas con un sufrimiento en algún otro ámbito de su vida, como si fuera todo este sufrimiento lo que potencializa su genialidad, talvez podemos pensar que si son estas pulsiones reprimidas lo que ocasiona el resultado de sus obras, sin embargo debemos observar que el camino que estos tomaron ante el trauma es lo esencial, es decir parece que la situación traumática se encuentra bajo control a través del arte, es su vida emocional, lo que los atormenta, en este punto es donde el psicoanálisis comienza a trabajar, no en la parte creativa, con la cual hará una alianza.
Debemos recordar que al ser la expresión artística uno de los principales síntomas, el cual nos permite obtener gran cantidad de información proveniente del inconsciente y en ocasiones ayuda a que el paciente no se desestructura, no es nuestro objetivo atacar al síntoma.
Lo que sucede en terapia podría verse de la siguiente manera, si anteriormente el arte era la única forma en la que el artista podía descargar o elaborar aquellas sensaciones dolorosas, estando en terapia, descubre que existe otra forma en la cual puede disminuir la angustia, es decir encontrará otras formas de ver el mundo que lo rodea, lo que al mismo tiempo puede continuar inspirándolo.
Otros ejemplos de artistas que han atravesado por un proceso terapéutico son las pintoras Remedios Varo y Leonora Carrington.
*Remedios Varo, pintora de origen Español (1908-1963) utilizó en sus obras figuras estilizadas, simbolismo y arquetípicos psicoanalíticos, como principales elementos de su obra.
Una de sus principales obras, mujer saliendo del psicoanalista, narra a una figura antropomorfa femenina cubierta por un manto verde, color que en la adivinación es símbolo de la esperanza, acompañado de un rostro semejante al de ella que mira en sentido opuesto, aunque no es visible a la vista de lo real. El uso de máscaras es un poder transformador de ocultamiento entre el yo y el alter ego, la mirada de la mujer no se dirige hacia el espectador, se dirige ligeramente hacía el lado derecho; es en esta dirección donde se encuentra la puerta abierta con un pequeño letrero que dice literalmente: “DOCTOR VetiFJA psicoanalista”; éste le da sentido al origen del título de la obra.
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*Leonora Carrington, escritora inglesa, que igual que Remedios tiene afinidad por los mundos mágicos y oníricos. (6 de abril 1917-25 mayo 2011).
 
El laberinto:
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Autorretrato:
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Conclusiones
*Las obras de arte son herramientas privilegiadas dentro de un análisis, ya que propician la asociación libre y el despliegue del proceso analítico, debido a sus importantes cargas emocionales implícitas, dando el acceso al material inconsciente ya sea para el creador como para el espectador.
*La creatividad hace surgir un mundo lleno de empatía, tiene también una función protectora del Yo, donde el interior del artista comunica de forma segura con el exterior y sus impulsos con el Yo y con la instancia moral, sin fronteras ni conflicto.
*El artista en análisis, al pasar de una posición esquizoparanoide a una depresiva, no disminuirá su creatividad, espontaneidad y estética, solo será distinto lo que exprese y lo que el espectador perciba, talvez más agresivo o más libidinal.
 
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