Por: Adriana Loyola
“Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte” (Julio Cortázar)
Aprendí historia de memoria, recuerdo los libros en blanco y negro que se volvían de manera descriptiva, lo aburrido que me parecía recordar las tragedias, cambios y las fechas que a decir de los demás eran importantes. Conforme fui creciendo me di cuenta que lo que se había escrito tenía un impacto en la forma en como nos vivíamos como mexicanos y la forma en la que solucionábamos los conflictos nacionales parecían una compulsión a la repetición expresada en los libros y actualmente vivida.
Hoy me quedó pensando, que a lo largo del análisis personal ha sido un recuerdo de fechas, tragedias, cambios e imágenes que no eran fácil de entender sobre mi historia y que sin embargo tenía una inquietud por darle sintonía y forma a ello porque en el fondo dejaban descubrir lo que se iba construyendo de mí.
La historia es la suma de sucesos y personajes que definen un momento específico en tiempo y espacio. Expone los cambios y transformaciones en diferentes contextos sociales, culturales y políticos. Sin embargo, así como entender la historia personal me permitió construir nuevos paradigmas, pasa lo mismo en el marco social cuando tratamos de entender y reconocer lo que somos como sociedad, nuestra cultura.
Los avances muestran la importancia del cambio y la transformación, nos permiten darnos cuenta que no somos estáticos. Por ejemplo: En el sector educativo aprendimos desde conductismo, pasando por el cognitivismo y el constructivismo.
Las brechas generacionales demandan diferentes necesidades desde su época los baby boomers, las generaciones X Y, los millenials. En cada país existen movimientos culturales y sociales como el feminismo, los movimientos LGTTB y la globalización en el uso de las tecnologías. Es decir, los fenómenos estudiados no son objetos naturales sino elaboraciones sociales construidas históricamente. Nos damos cuenta que el mundo esta moviéndose, está cambiando y se va transformando para construir historia.
Podemos hablar que el Psicoanálisis ha tenido diferentes miradas, se ha complementado desde la bases clásicas freudianas hasta posturas postmodernas que hablan de un tercero en el campo analítico o la subjetividad. Hablar de la empatía, ya no suena un escandalo que en su momento fue necesario para empezar a pensar. Por lo tanto, cada crisis genera un cambio a lo largo de la historia, en el mundo interno de una persona e impactando el mundo externo de una sociedad.
En la vida interna de un paciente, no es posible construir sin darnos cuenta el material con el que contamos, su historia, construcciones y transformaciones. Sin embargo en ocasiones esa historia tiene que ser vista desde otra mirada para poder darle sintonía a la identidad de una persona. Lo mismo pasa con la historia universal en donde existen dos aristas, quedarnos en lo que ha sido escrito o empezar a construir algo diferente con lo que se tiene.
Para hablar de identidad nacional es importante entender como se construye la identidad en el individuo así como la importancia del ambiente en el que se desenvuelve. El psicoanálisis comprende la conducta de todo individuo a través del conocimiento de su mundo interno, sin embargo permite cuestionar el marco social con las mismas teorías propuestas.
El presente trabajo pretende exponer la teoría de Kohut como base para un entendimiento del el contexto social ante planteamientos históricos y movimientos sociales. Kohut propone el desarrollo del narcisismo a partir de las relaciones objétales tempranas como motor del psiquismo. Muestra como la relación del individuo con los objetos del self no termina con la maduración, ya que los adultos necesitan verse reflejados y tener objetos idealizados a lo largo de su vida . Es por ello que la importancia de las primeras experiencias con los objetos del self son fundamentales con relación al modo en que se experimentará el self en los diferentes periodos de la vida.
 
La Teoría del Self
En la teoría del narcisismo propuesta por Freud, la libido narcisista evoluciona hacia una libido objetal dando como resultado la estructuración del aparato psíquico. Es decir, el desarrollo pulsional construirá la estructura de la mente en Yo, Ello y Súper Yo. Para Kohut, el narcisismo tiene una evolución a la par y de manera independiente de la libido objetal. El desarrollo del narcisismo tendría como resultado la conformación del self.
Kohut explica el self como el centro del universo psicológico en el individuo. Se encuentra en el aparato mental no como una instancia sino con un contenido, es decir se integra por representaciones del mismo e instancias psíquicas complementarias. Durante el desarrollo el niño utiliza objetos del ambiente, llamados objetos del self. Las personas investidas por el niño con catexias narcisistas se viven como objetos del sí-mismo.
Existen dos tipos de objetos del self:
 

  1. El self grandioso

Es el objeto reflejante es decir quien cumple la función materna y responde a las conductas exhibicionistas y de búsqueda de aprobación en el niño, confirmando su sentido de grandeza, vigor y perfección. Lo que posteriormente se relacionará con las ambiciones.

  1. La imago parental idealizada

Corresponde a los objetos a los cuales el niño mira, y con los que al fusionarse obtiene una imagen de calma, infalibilidad y omnipotencia. Se relaciona con los ideales.
Dichos objetos el self grandioso y objetos de la imago parental idealizada mostrarán la relación con los objetos. Es decir existirá relación significativa entre los objetos del self y los objetos del medio ambiente. A todo esto Kohut lo llama la estructura bipolar del self normal. 
El ambiente facilitará o deformará el desarrollo del self así como la sintonía y relación que exista entre el self grandioso y el objeto del sí-mismo. Y explica que la relación de objeto no es lo contrario del narcisismo, sino el amor objetal. Ya que en el narcisismo existe una relación de objeto, la diferencia es el tipo de relación que establece el individuo con sus objetos. “El self nuclear del niño cristaliza en la matriz de este medio particular de objetos de sí mismo, mediante un proceso de estructuración psicológica denominado internalización transmutadora”. (Abadi, 1997, pág175)
El proceso de internalización muestra la relación del niño con sus objetos y como se va separando de los mismos y se presenta en dos etapas:
 

  1. La satisfacción de la necesidad correspondiente a la fase del desarrollo: En donde el niño tiene una experiencia especular con el objeto reflejante y la idealizadora con el objeto parental idealizado.

El niño tiene la experiencia de satisfacción con unas figuras primarias que durante el desarrollo lograron ser un sostén para las ansiedades del niño y confianza para remediar su propia impotencia.
 

  1. Frustración óptima: El niño incorpora la función que cumple el objeto del sí-mismo, internalizando un residuo despersonalizado de este y construyendo un trozo de estructura del self.

Cuando existe una frustración por parte de las figuras primarias se produce el retiro de la carga en los objetos y ese aspecto parcial del objeto del self se internaliza y le permite construir una parte de su estructura interna.
 
Todos estos aspectos que antes los cumplían los objetos de self ahora se encuentran en la matriz del self nuclear en el niño. Como consecuencia de este proceso, en el segundo año de vida se establece el núcleo del self (sí-mismo nuclear) que concluye en la restauración del sí mismo, es decir la personalidad.
Por lo tanto el carácter bipolar del self permite que cuando uno de los objetos es deficiente, el self se oriente hacia los objetos sí-mismo del otro polo, adquiriendo así una dinámica compensatoria. De esa manera el self tendría más oportunidad para completar exitosamente su desarrollo.
Kohut explica que en la neurosis la falta de respuestas empáticas durante la etapa edípica conduce al agravamiento y profundización del déficit originario. En mi opinión consideró que en la psicosis la existencia de un déficit en la estructuración del self se produce por las fallas de los objetos del self arcaico en etapas pre genitales. Es decir, como consecuencia de las respuestas empáticas perturbadas de los objetos del self el sí mismo está debilitado y propenso a la fragmentación.
El self nuclear se organiza en la primera infancia y se mantiene relativamente estable y cohesivo a lo largo de la vida, se halla expuesto a variadas situaciones que lo obligan a utilizar mecanismos compensadores en busca de nuevas integraciones.
Cuando una frustración cuestiona en su omnipotencia y en su autoestima al individuo, se habla de afrenta narcisista. El ser humano vive expuesto de sufrir una situación que ponga a prueba dichas integraciones desde una muerte, una situación de abuso, el desempleo, la falta de oportunidades, un terremoto, etc.
Estas afrentas comunes a todos, como las crisis de la vida, son en ocasiones oportunidades para restaurar y modificar la estructura del self configurada en la primer infancia. Sin embargo también pueden ser situaciones que desintegren y fragmenten al individuo. Por ello, “las afrentas serán nuevos desafíos para el self adulto que le permitirán integrar a sus aptitudes aquellos aspectos narcisistas infantiles que han quedado detenidos en su desarrollo” (Abadi, 1997, pág 183)
El self en estructuras narcisistas dependen de apoyo externo porque los mecanismos compensadores y reguladores del autoestima se atrofian y se mezclan con los mecanismos defensivos primitivos. Esto ocasiona deterioros físicos e intelectuales como por ejemplo, la pérdida de relaciones afectivas y vínculos significativos. Si la estructura del self es frágil y poco cohesiva, los cambios vitales son vividos de manera catastrófica.
El narcisismo infantil está construido por el reconocimiento y mirada del otro consolidando un buen funcionamiento de las funciones yoicas. Sin embargo, para Kohut el autoestima se afirma cuando existe una imagen interna estable producto de la función especular del entorno temprano confirmado con las experiencias del self.
En los trastornos narcisistas la afrenta se niega a través del delirio. Existe una negación de los otros y la realidad. Por medio de mentiras, omisiones y exageraciones. “Esto produce vivencias angustiosas de tipo paranoide con temor a la reaparición de lo renegado o de ser desenmascarado y humillado; y la necesidad compulsiva de mantener o repetir el estado euforizante. El gasto libidinal es elevado y la funcionalidad del self se debilita o paraliza.” (Abadi, 1997, pág 181) .
La adhesión a un objeto idealizado es otra manera en donde el self se fragmenta ya que ante la frustración se muestra una falla donde aparece la crisis de furia narcisista. En donde, se moviliza gran cantidad de agresión que se deposita en los otros y termina de vuelta sobre el self.
Marco Social y Cultura
La historia universal es un objeto del self que tiene representaciones en la vida de cada individuo y la forma en como se relaciona con ello. Sin embargo ¿Con que historia de nuestro país nos identificamos? Actualmente ¿Cuáles son los objetos del self que conforman la construcción de nuestra identidad como mexicanos?
Para entender una sociedad es necesario explicarnos al individuo y eso implica una complejidad. El self es construido y no descubierto, visto desde una mirada construccionista ya que se extiende a los objetos, los lugares y las personas en oposición al naturalismo. Por lo tanto, se podría decir que el self es una construcción psicosocial. Cada uno de los elementos escritos en la historia de un país representan proyecciones de ideología y fragmentos de la construcción del self en la época en que se desarrolla.
Se hablaría de un self social que representa una parte del self grandioso el cual logra contener las ideas y reconocimientos de un grupo en particular. La manera como se forma ese self social y se hace evidente es cuando el individuo se identifica primero como perteneciente a un grupo y luego se reconoce a sí mismo como perteneciente a ese grupo y a ese lugar, cuando establece un contraste con respecto a la gente que no vive en la comunidad (Lalli, 1992, pág 548)
Al igual que la teoría de Kohut el proceso de internalización social podría mostrar la forma en como nos vamos separando de los objetos, en donde la satisfacción y frustración generan un aspecto importante en el ambiente. México ha vivido momentos a lo largo de la historia de frustración, desde la conquista hasta el nivel de violencia que se vive a causa de elementos sociales, políticos y económicos. Actualmente el terremoto que acabamos de vivir es una afrenta que hiere nuestro narcisismo, sin embargo cada persona reaccionó de manera diferente ante dicho suceso.
Nos damos cuenta que el México en el que crecieron nuestros padres no es el mismo en el que crecimos y crecerán nuestros hijos, el impacto que representa en la forma de vivirse mexicanos es lo que ha producido la toma de decisiones y momentos específicos en la historia. El conocimiento que tenemos de nosotros mismos es el resultado de las demandas que hace la cultura por observar a través de las categorías verbales empleadas para ello, lo que se quiere que se observe de nosotros mismos.
La identidad y el self no son atributos o experiencias subjetivas atrapadas en el cuerpo.
La aproximación intersubjetiva y relacional es unir biografía personal y contexto. El ser humano no puede entenderse por separado de los escenarios de relación que lo producen y significan, hablamos de una matriz relacional. Entender a nuestro país es poder entender parte de nosotros y la forma en como actuamos.
¿Qué nos hacer ser voluntarios en un albergue? ¿Qué nos hace asaltar a las personas o mentir ante una situación vulnerable como el terremoto?. Nos damos cuenta que una situación de crisis detona las angustias primarias y la forma en como el narcisismo se va expresar, es decir trastornos narcisistas y paranoides proyectaron el peligro en el mundo externo y ante dicha situación agredieron a los objetos de manera maniaca con el intento de protegerse, sin darse cuenta que la agresión regresaba al self dañado en un seudo intento de integrar.
Al igual que Kohut considero que las crisis permiten transformar e integrar aspectos del self, pero también pueden ser situaciones que desintegren y fragmenten a una persona por la cantidad de agresión proyectada. Estamos en constante construcción, integrando las huellas de las experiencias vividas en cuya co-construcción participamos permanentemente, la diferenciación de una realidad psíquica subjetiva, se configura entre sí en una dialéctica esencial entre huellas sinápticas y huellas psíquicas.
Por ello, el aprendizaje se convierte en una parte importante para la construcción del self y dicho proceso requiere de elementos externos que vamos internalizando en la psique humana. Somos participes inevitables de nuestra historia y devenir, y eso es lo que esencialmente nos hace diferentes como seres humanos.
Afrontar un cambio implica un nuevo recorrido de experiencia profunda en una relación y esa es la posibilidad que brinda la relación terapéutica, como también puede brindarla la vida y sus oportunidades de encuentro.
“Cambiar no es transformarse, sino poder usar la capacidad de transformar las experiencias de desconexión y alienación en posibilidades de juego y creación. Conectar-nos con esa zona de ilusión y juego, re-encontrarnos en ella, esta es nuestra posibilidad de mantenernos despiertos y vivos” (Ávila, 2015, pág 3)
La naturaleza del conflicto humano es intersubjetiva aunque se perciba como intrapsíquica. El conflicto no se localiza en la persona, sino que éste debe ser explorado tanto en su expresión intrapersonal como interpersonal a través del campo intersubjetivo donde se manifiesta.
El conflicto matriz viene configurado por los déficits ambientales tempranos, re-editándolos en las matrices relacionales posteriores a través de la historia (objetos, circunstantes, etc). Por ejemplo: me llamaba la atención que ante una situación traumática que vivimos como el sismo, algunas personas se encargaban de mentir, dramatizar y aprovecharse del sufrimiento humano. Podríamos hablar de cómo ante la herida narcisista el self termina dañando a los objetos como un intento maniaco de repararse. ¿Bueno o malo? No se, solo considero que es la forma en la cual la angustia pudo encontrar una salida.
Las afrentas narcisistas son oportunidades para restaurar y modificar el sí mismo, sin embargo también pueden provocar una furia narcisista que muestre la fragmentación del individuo y se repita la misma falta de respuestas empáticas que los padres tuvieron debilitando el sí mismo.
 
La Intersubjetividad
La intersubjetividad es el nivel de fenómenos donde se da el intercambio intersubjetivo, determinante de la construcción de la experiencia subjetiva y del desarrollo del self. Lo intersubjetivo refiere a cuando dos subjetividades constituyen dicho campo, abocadas al mutuo reconocimiento, pues la propia subjetividad se conoce en el reconocimiento de otro.
Para acceder el campo intersubjetivo puede utilizarse el método “empático-introspectivo” que definio Kohut. Se investigan los principios que organizan la experiencia del paciente (empatía) los principios que organizan la experiencia del terapeuta (introspección) y el campo intersubjetivo creado entre ambos(vincular). Pensar a Kohut en un marco social como sociedad permite entender que el self nuclear del individuo va construyéndose a lo largo de la vida y que estas instancias complementarias lograran integrar o fragmentar su identidad. Los objetos del ambiente son objetos del self que tienen funciones de aprobación y omnipotencia que reflejan en el niño.
El proceso de satisfacción y frustración permitirá una separación de dichos objetos para poder integrarse en la estructura interna. Cuando se escucha hablar de una sociedad narcisista no se si específicamente hablamos de situaciones donde la negación, el delirio, mentiras, omisiones y exageraciones hacen replantear la situación actual del país.
En conclusión podemos darnos cuenta la importancia que tiene la realidad o el contexto en el que nos desarrollarnos para manifestar la forma en que nos vemos. La construcción de nosotros y la identidad depende de elementos , objetos, circunstancias e historia que necesitan ser vistas e interpretadas de diferentes maneras. A través del análisis empezamos a separarnos, gratificarnos y frustrarnos de dichos objetos del self que posteriormente permitirán la constante transformación de lo que somos y vemos.
 
Bibliografía

  • Abadí, S. (1997). Desarrollos Post Freudianos: Escuelas y Autores. Buenos Aires, Argentina: Editorial de Belgrano
  • Ávila, A. (2015). La clínica relacional: Perspectiva grupal para las intervenciones en salud mental, Madrid. Jornadas de A.P.A.G
  • Kohut, Heinz (1971) Análisis del self. Ed. Amorrortu. Bs. As.
  • Kohut, Heinz (1977) La restauración del sí mismo. Ed. Paidós.
  • Kohut, Heinz (1978),”Reflexión sobre el narcisismo y la furia narcisista”, Revista de Psicoanálisis, As., XXXVII, 3, 1980.
  • Lalli, M. (1992). Urban related identity: theory, measurement and empirical findings. Journal of Environmental Psychology

 
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