Por: Xóchitl González
El siguiente trabajo, surge de la interacción que tuve últimamente con un programa de la secretaría de salud dirigido a brindar apoyo psicológico a mujeres víctimas de violencia. Se trata de un programa dirigido a erradicar la violencia de género.
Descripción del programa de ayuda
Este programa se lleva a cabo en algunos de los hospitales de la ciudad y las principales participantes son mujeres que llegan a urgencias por los golpes y agresiones en la mayoría de los casos por sus parejas.
Por otra parte el servicio que se brinda también incluye mujeres que no hayan sido atendidas ni hospitalizadas pero que soliciten el apoyo por sentirse víctimas de violencia.
El objetivo de este trabajo, es aportar un punto de vista psicoanalítico ante la situación de violencia de género tanto en este tipo de programas, como a nivel social.
Daré una breve explicación de las bases y teorías que se utilizan para llevar a cabo estos programas.
Se utiliza la teoría ecológica propuesta por Urie Bronfenbrenner[1], psicólogo estadounidense, su teoría trabaja sobre el desarrollo y el cambio de conducta en el individuo a través de la teoría de sistemas ambiente que influye en el sujeto y en su cambio de desarrollo.
Teoría Ecológica[2]
Según esta teoría cada persona es afectada de modo significativo por las interacciones de una serie de sistemas que se superponen:
- Microsistemas: Corresponde al patrón de actividades, roles y relaciones interpersonales que la persona en desarrollo experimenta en un entorno determinado en el que participa.
- Mesosistemas: Se refieren a las interacciones entre 2 o más microsistemas, en los que la persona en desarrollo participa como cuando por ejemplo, los padres coordinan sus esfuerzos con los maestros para educar a los niños.
- Exosistemas: Se refiere a los propios entornos (uno o más) en los que la persona en desarrollo no está incluida directamente, pero en los que se producen hechos que afectan a lo que ocurre en los entornos en los que la persona si está incluida.
- Macro sistema: Se refiere a los marcos culturales o ideológicos que pueden afectar transversalmente a los sistemas de menor orden (micro, meso y exo) y que les confiere a estos una cierta uniformidad, en forma y contenido, y a la vez una cierta diferencia con respecto a otros entornos influidos por otras culturas o ideologías diferentes. Lo configuran los valores culturales y políticos de una sociedad, los modelos económicos, condiciones sociales etc.
- Crono sistema: Agrega la dimensión del tiempo, el grado de estabilidad o cambio en el mundo del niño. Pueden incluir cambios familiares, lugar de residencia, trabajo de los padres, guerras, ciclos económicos, etc.
En esta teoría se destaca la importancia crucial que tiene el estudio de los ambientes en los que nos desenvolvemos y se defiende al desarrollo como un cambio perdurable en el modo en el que la persona percibe el ambiente que le rodea (su ambiente ecológico) y en el modo en que se relaciona con él
Esta teoría explica el cambio de conducta del individuo a través de la influencia del entorno o medio siendo, por lo tanto, un cambio multidireccional, multicontextual y multicultural.
Por otra parte este programa está basado en la teoría de género y se trabaja para erradicar la violencia de género.
Teoría de género
En esta teoría se afirma que el género es el sistema de papeles culturales y socialmente construidos, atribuidos a los hombres y mujeres, estos papeles influyen en las relaciones personales, el acceso y el control de los recursos y el poder de tomar decisiones. Estos roles cambian con el tiempo, pues son construidos por la cultura. El género no se identifica con el sexo, ni tampoco se refiere a los individuos sino más bien a un sistema de relaciones binarias de poder. Se afirma que las mujeres han sido y son oprimidas y necesitan sentirse capaces de tomar las riendas, las decisiones en sus propias vidas y por otro lado, los varones necesitan cambiar su propia conducta[3]
La perspectiva de género se remonta al documento emanado de la Cuarta Conferencia sobre la Mujer celebrada en Pekín en 1995, instancia en la que se utilizó por primera vez como elemento estratégico para promover la igualdad entre mujeres y hombres; tal lógica incitó el surgimiento de una serie de investigaciones y debates en torno al rol de la mujer en dicho marco.
Violencia de Género
Artículo 1 de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Naciones Unidas, 1994.
“Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada”
Todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y subordina a las mujeres en los diferentes aspectos de su existencia. Es todo ataque material y simbólico que afecta su libertad, dignidad, seguridad, intimidad e integridad moral y/o física.
Dinámica del tratamiento
Al llegar las mujeres al hospital, se realiza una plática de reconocimiento, una primera sesión en la cual se utiliza una terapia breve, después de esto si es posible algunas pacientes continúan por hasta 5 meses con algún tipo de tratamiento, donde generalmente se realizan sesiones en grupo con diversas actividades.
Los puntos importantes dentro de este tratamiento son:
*Se tiene que actuar con terapia breve, debido a que generalmente se tiene poco tiempo para trabajar con las pacientes.
*Se busca hacer consciente a las pacientes de la agresión que están viviendo.
*Hacer todo lo posible para sacar a las pacientes de situaciones de peligro, ya sea con una terapia más directiva o apoyándose con ciertas instancias legales.
*Si es posible, se trabaja en el tipo de relaciones que establecen las pacientes.
*En este tipo de tratamientos no se trabaja las ganancias o motivos inconscientes que podrían existir al jugar el rol de víctima y estar inmersas dentro relaciones destructivas, así como tampoco se profundiza en las razones del permanecer en estas dinámicas.
Se tiene claro ante situaciones tan complicadas como son la poco o nula disposición de las pacientes, el tiempo, el peligro en el que se encuentran las víctimas, el tratamiento que se utiliza es la terapia breve, tomando en cuenta que el realizar una terapia psicoanalítica sería más complicado. Sin embargo el psicoanálisis tiene mucho que aportar ante esta problemática social, que incluye a mujeres de todos los estratos sociales y culturales.
Enfoque psicoanalítico
La teoría psicoanalítica también resalta la importancia que tiene el medio ambiente y la forma en cómo fue percibido, (introyección de los objetos) en el desarrollo psíquico y por consiguiente en la conducta de los seres humanos, principalmente cuando hablamos de los posibles traumas o gratificaciones que fueron representativos para cada persona.
Hartmann[4] distinguió dos grupos de funciones del Yo: las funciones específicamente involucradas en los conflictos y las funciones que constituyen la esfera del Yo libre de conflictos. Estas funciones del Yo, afirmaba Hartmann, son de importancia fundamental en la adaptación de la persona a su ambiente. Hartmann concebía la estructura de la personalidad como el resultado de la interacción entre la herencia y el ambiente, y añadía que en el curso del desarrollo del individuo se diferenciaban los rasgos del carácter.
Es decir plantea una doble línea en la estructura de la personalidad, por un lado la forma en como el ser humano se relaciona con el mismo y su mundo interno y por el otro la relación de este con el medio ambiente. Resaltando que la forma en cómo se relaciona el hombre con el mismo determinará la relación con el medio ambiente.
Como ya habíamos mencionado, una parte importante de los casos de violencia hacia la mujer se da dentro de una pareja y el tipo de violencia ha sido clasificada como emocional, económica, física y sexual.
Melanie Klein habla de lo que sería una relación de pareja feliz:
Una relación amorosa feliz:
“Involucra un vínculo profundo y capacidad para el sacrificio mutuo y para compartir tanto el dolor como el placer, tanto los intereses como los goces sexuales. Si la actitud de la mujer hacia el hombre es maternal, satisface, en la medida posible, los tempranos deseos de él de recibir gratificaciones de su propia madre. En el pasado esos anhelos nunca fueron completamente satisfechos, y tampoco han sido abandonados del todo. Es como si él ahora tuviese a su madre para sí, con sentimientos de culpa relativamente escasos. Si la mujer tiene una vida emocional ricamente desarrollada, además de abrigar sentimientos maternales, conservará algo de su actitud infantil hacia su padre, y ciertas características de la antigua relación matizarán su vínculo con el marido. Por ejemplo, le brindará admiración y confianza, viendo en él una figura protectora y útil, tal como antes lo fuera su padre. Estos sentimientos forman la base de una relación que permitirá la plena satisfacción de los deseos y necesidades de la mujer como persona adulta. A su vez, esta actitud de la mujer proporciona al hombre la oportunidad de protegerla y cuidarla de mil maneras, es decir, de desempeñar hacia su madre, en su inconsciente, el papel de un buen marido”.
De esta forma Melanie Klein nos explica lo que un hombre y una mujer buscan o esperan encontrar en su pareja y la forma en cómo los vínculos con los objetos de amor primarios van a marcar la forma de relacionarse en la posteridad, esta visión nos presenta una forma ideal en la que se relacionarían dos personas.
Sin embargo no siempre es así, existen diversos elementos tanto en la personalidad del sujeto, como del medio ambiente que complican la forma de relacionarse con sus objetos, una de estas formas es el sado masoquismo, el cual implica una situación de poder y dominio, con un cambio constante de posiciones entre el sometido y el que somete. Aunque las formas en cómo se llega a la violencia de género pueden ser muy distintas, en su mayoría contiene un factor sádico y/o masoquista, que nos ayuda a entender el funcionamiento tanto de la víctima como del agresor.
Joseff Rattner, en su libro psicología y psicopatologías de la vida amorosa, menciona en el capítulo de sadomasoquismo, que los seres humanos al aproximarse a las tareas vitales de amar y a la sexualidad, se ven sometidos a una prueba: demostrar que se tiene la capacidad de amar, entregarse y constituir una “camaradería”.
El carácter asocial y el sentimiento de impotencia antes estas pruebas se revelan mostrando formas defectuosas de vidas amorosas, donde el sujeto regresa a funcionar de una manera infantil, que exigen menos sentimiento de comunidad.
La sexualidad perversa es una de las posibilidades de evasión de todos aquellos que no se atreven a comprometerse en una auténtica comunidad de amor, el sentido de tales tendencias amorosas y sexuales patógenas como reacciones elusivas ante el verdadero amor, presentido como algo amenazante.
Y menciona que un rasgo fundamental ante estos comportamientos sádicos, es el desprecio o desvalorización de la pareja amorosa, a lo que sé podría considerar como la esencia del placer sádico.
Es en estas dinámicas de pareja donde podemos observar la sustitución que se hace del amor y la ternura por manifestaciones de violencia, degradando al amante a una categoría de un objeto muerto e inerte, siendo esto lo que se espera del otro, a pesar de lo doloroso que resulte. Observamos que las tendencias sádicas pueden expresarse no solo en la actividad sexual manifiesta, si no en las tendencias psíquicas.
Sigmund Freud en su escrito “Pegan a un niño” nos explica que en la etapa fálica, la elección de pareja incestuosa queda reprimida y lo que queda es el sentimiento de culpa, en esta nueva etapa ya no está la elección de pareja, si no el sentimiento de culpa anudado a este. Esta conciencia de culpa, invierte el castigo hacia uno mismo, ya no es el otro el azotado si no uno mismo.
La culpa, cuya base es edipica, es lo que transforma el sadismo en masoquismo, esto se da en estructuras donde el factor sádico estuvo muy presente desde el principio por cuestiones constitucionales, personas que con facilidad tienen regresiones a la fase sádica anal del desarrollo sexual.
Ante la fantasía de los golpes ejercidos hacía un niño, el ser azotado es la destitución del amor y una humillación, es caer del cielo omnipotente al suelo.
El padre me ama, se muda al padre me odia, ahora se combina la culpa y el erotismo
Por otra parte debemos de tomar en cuenta, diversos factores del medio ambiente que alientan este tipo de funcionamientos.
La educación en nuestra sociedad tanto en la casa como en el colegio, en ocasiones suele utilizar una gran cantidad de violencia y compulsión, “infundir mediante el azote al demonio al que se trata de expulsar”, lo que en determinadas estructuras cultiva sentimientos sádicos.
El que de niño ha vivido situación de violencia y abuso de poder por parte de sus figuras principales, verá su ideal futuro bajo el aspecto de un ejercicio de la fuerza.
El niño que sufre violencia tiene dos opciones, identificarse con el agresor y conducirse hacia el sadismo, cultivando deseos y actitudes de tortura y empoderamiento que atemoricen al otro o puede derivar en la dirección opuesta, obteniendo de la humillación placer y auto afirmación, inclinándose al masoquismo.
“Ambas tendencias afectivas surgen siempre conjuntamente, puesto que todo sádico está dispuesto a someterse sin condiciones cuando se encuentra a uno más fuerte que él. Por eso se le llama sadomasoquismo, el placer en la crueldad va ligado al placer en la humillación”
Otra situación social que sugiere la teoría de género y que ha transcendido por generaciones, estando íntimamente ligada al sado masoquismo es la definición de él rol de él hombre y de la mujer, poniendo a esta última en un papel de desventaja continúa.
A través del tiempo ha existido una incidencia mayor a poner de tirano al hombre, dentro una relación de pareja y la mujer ocupar el lugar de masoquista, basándose en los antiguos prejuicios religiosos y políticos que aseguran la inferioridad del sexo femenino.
Se reconoce que durante mucho tiempo la educación de las mujeres estaba dirigida a hacer personas íntimamente dependientes, sometidas y carentes de autonomía, lo que aún se carga como herencia social, creando en las mujeres la idea de necesitar de una pareja para sentirse seguras y aceptar el dominio que este ejerza sobre ellas, a pesar de que en la realidad puedan funcionar como mujeres autónomas.
Se consideraba como una virtud o un valor el aguantar y aceptar la violencia dentro de una relación de pareja, confundiendo la función contenedora, con el ser la receptora de la agresión, esperando recibir a cambio protección, que al mismo tiempo se confundía con dominio. Mal entendiendo el deseo de cariño y protección, con la invalidez e inutilidad.
La relación de pareja y el amor, eran vividas como una perdida, como un sacrificio, ya sea al quedarse con el objeto amado cerca y amenazante o teniendo que vivir él dolor por perderlo.
Aportaciones
En mi opinión, al poder tener otra perspectiva analítica del problema de violencia de género en donde se tome en cuenta las diversas posiciones que ocupan tanto el hombres como la mujer dentro de una dinámica violenta, así como los motivos por los cuales se eligen estas dinámicas, se puede llegar a disminuir o erradicar de una forma más contundente este tipo de injusticia.
La situación de la mujer actualmente se encuentra en un punto crucial, las mujeres se encuentran decidiendo entre vivir una independencia emocional o seguir con las viejas normas de las dinámicas de pareja o formas de amar que se conocían.
Sería importante no solo reconoce la agresión que se recibe, sino también reconocer la aceptación de esta dinámica violenta, la participación en esta circulo vicioso y ubicar las posibles razones o ganancias inconscientes que se tienen al ocupar el lugar de víctima. Analizar si el sadismo está siendo una forma de funcionamiento de una sociedad, donde si no se es agresor, se es víctima.
Ver únicamente la parte del sadismo en el hombre y poner a la mujer como una constante víctima, buscando solo su protección y el cambio en la conducta masculina, en mi opinión refuerza la situación de injusticia que se ha vivido a lo largo de la historia. Incapacitando y condenando a la víctima mujer a no poderse imaginar en otra dinámica que no sea de poderes y por tanto de desventaja.
En algunas ocasiones el feminismo es visto como únicamente un cambio de posición, sin tener la la posibilidad de cambiar la forma de amar, se sigue entendiendo al amor y las relaciones en términos de poder.
Por otra parte debemos tomar en cuenta que así como es importante entender las distintas formas que tienen los pacientes de relacionarse con los objetos, también él significado que le dan al amor y a la pareja son diversos, ya que en problemas sociales como este, tendemos a generalizar el amor de una sola manera que resulte menos atemorizante a todos.
Conclusiones
Al abrir otras posibilidades y formas de estudiar y resolver la violencia de género, podemos preguntarnos como sociedad, ¿en qué nos ha servido encasillar al hombre dentro de un rol de villano, donde la mujer siempre juega el papel de la desvalida?
Termino mi planteamiento con la siguiente frase.
“El hombre no es ángel ni bestia, lo malo es que cuando pretende hacer de ángel, se vuelve bestia”
Pascal
Bibliografía
- Pegan a un niño, Sigmund Freud
- Amor, culpa y reparación, Melanie Klein
- Psicología y psicopatologías de la vida amorosa, Joseff Rattner
- El malestar de las mujeres, la tranquilidad recetada, Mabel Burin
- http://psicoterapeutas.eu/heinz-hartmann-y-la-psicologia-del-yo/Heinz Hartmann y la psicología del yo
- http://www.psicoterapeutas.com/violencia_de_genero.html
- http://www.suagm.edu/umet/biblioteca/Reserva_Profesores/janette_orengo_educ_173/Urie_Bronfenbrenner
[1] Bronfenbrenner Urie (1987). La ecología del desarrollo humano. Experimento entornos naturales y diseñados. Barcelona: Paidós.
[2] Prof. Janette Orengo. (2009). Urie Bronfenbrenner Teoría Ecológica. agosto, 2015, de SUAGM Sitio web: http://www.suagm.edu/umet/biblioteca/Reserva_Profesores/janette_orengo_educ_173/Urie_Bronfenbrenner.pdf
[3] Concha García Hernández. (2005). Violencia de género. Julio 2005, de Centro de Psicología Clínica y Psicoterapia Sitio web: http://www.psicoterapeutas.com/violencia_de_genero.html
[4] Dra. Maya. (2012). Heinz Hartmann y la Psicología del Yo. Diciembre 2012, de PsicoTerapeutas.eu Sitio web: http://psicoterapeutas.eu/heinz-hartmann-y-la-psicologia-del-yo/
Imagen: freeimages / Wojciech Bekiesz
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