Colaboración de Elizabeth Villa en el portal Terra.com
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¿A qué juegan tus hijos? El juego es una de las actividades más importantes en el desarrollo del ser humano. Podría parecer natural e inherente en la niñez, pero no es así. El juego es, al mismo tiempo, un desafío y un logro.
Por un lado, es un desafío porque requiere que el pequeño tolere la frustración de no ser el “centro del universo” y pone a prueba sus habilidades. Por otro lado, es un logro siempre que el niño sea capaz de disfrutar de la actividad, cuando logra reconocer los límites que establece el juego entre lo que está o no permitido.
Cualquier juego tiene un significado y un objetivo. Bajo esta premisa en general, los juegos tradicionales tienen por objetivo comprender las situaciones complicadas, pero también las cosas cotidianas de la vida.
Un ejemplo es ‘la gallinita ciega’, ¿la recuerdas? Ese juego en donde uno de los participantes se tapa los ojos e intenta tocar e identificar a los demás jugadores. Este juego puede ayudar al niño a lidiar con la angustia de separación cuando tiene dos o tres años o cuando sus padres pasan mucho tiempo fuera de casa.
Otro ejemplo es la lotería. En este juego el ‘gritón’ presenta las características o los personajes de las cartas lo cual, simbólicamente, hace simples, concretas y accesibles algunas situaciones o características que pueden contener elementos que generan angustia, como lo es la carta de la muerte, del valiente, del borracho, etcétera.
 
¿A QUÉ JUEGAN AHORA?
En la actualidad, es cada vez más común notar que, desde muy pequeños, los niños tienen ciertos grados de adicción a los videojuegos y que, además, no se sorprenden ni divierten con nada que no contenga alta tecnología.
Es cierto que los videojuegos, generalmente, atrapan la atención del niño a través de estímulos visuales y auditivos. Esto evita que el pequeño produzca situaciones por sí mismo y lo haga sólo a partir de su memoria y cree una situación ilusoria, en la cual, el videojuego le da la posibilidad, casi absoluta, de sentirse “el centro del universo”.
 
¿CÓMO HACER QUE LES GUSTEN LOS JUEGOS TRADICIONALES?
En principio, es preciso puntualizar que si el objetivo de hacer juegos tradicionales es más profundo, por ejemplo que a través del juego el niño pueda hablar de sus miedos, entonces los padres o participantes deben tener conocimiento previo y abstenerse por completo, de contradecir los relatos del pequeño en ese momento.
Finalmente, se debe buscar un juego que sea agradable y disfrutable, además de un momento en el que los papás se muestren disponibles y nada exigentes con sus hijos. Es decir, lo único que los padres esperan de sus hijos en esos momentos de juego es que se diviertan respetando las reglas.
No hay hijo, incluso adolescente, que no desee participar en un juego en donde sus padres y él se pongan en un mismo nivel de importancia, puedan convivir y también le puedan ganar.
La mejor estrategia para fomentar los juegos tradicionales es que los padres tengan listos los elementos necesarios para iniciar el juego o, mejor aún, que se construyan desde principio con ayuda de los hijos para, de esta forma, mejorar la convivencia en familia.