Síndrome de Asperger

Autor: Ingrid Perdigón

 

 

Introducción

 

Dentro de los trastornos generalizados del desarrollo, se encuentra el Síndrome de Asperger, descrito como “Psicopatía Autística” por Hans Asperger en 1944.

 

DSM-IV 1994

 

Cerca de 1981, LornaWing realiza una revisión del trabajo de Hans,  aportando nuevos casos con igual sintomatología. A partir de este momento, se le conocerá a este trastorno como Síndrome de Asperger.  Todos los TGD tienen en común la triada de Wing:

 

*trastornos de la comunicación verbal y no verbal

*trastornos de las relaciones sociales

*centros de interés restringidos y/o conductas repetitivas.

 

Dentro de la perspectiva psicoanalítica, existen varias posturas acerca de la clasificación de los trastornos generalizados del desarrollo; a continuación presento la propuesta por VelledaCecchi:

 

VelledaCecchi 2005

 

Autismo; constitución del psiquismo en donde hay una falla de la protección antiestímulo. Para poderte defender de ese “mundo traumático” necesitas aislar la percepción.

 

Esquizofrenia infantil; la barrera antiestímulo sí se logró formar pero no se pudo dar el próximo paso (distinguir el deseo propio del deseo del otro). Ahora el deseo de la madre se convierte en tu propio deseo. Aquí se encuentra ubicado el Síndrome de Asperger.

 

Psicosis confusional; es una combinación de ambas. Una falla en la barrera y una confusión de deseos.

 

Descripción

Se caracteriza por anomalías en el contacto visual, lenguaje sobre elaborado, dificultad con los significados literales de las palabras y uso idiosincrásico del lenguaje, “inteligencia autística” sesgada en erudición sobre temas especiales (intereses obsesivos sobre ventiladores, animales, horarios de trenes), relaciones sociales deterioradas y conducta fluctuante entre aislado a raro, perturbaciones en atención y concentración, rabietas o enfados especialmente con familiares y conocidos, pensamientos y preocupaciones raras, torpeza motora.

 

No son capaces de decodificar las emociones propias ni las de los demás, motivo por el cual presentan dificultades para ser empáticos con las personas. Les es muy difícil poder asociar, los estados basándose en pistas brindadas por el entorno o el lenguaje corporal de los demás. Así, les cuesta mucho trabajo entender chistes, refranes y cosas cuya significado se encuentre implícito ya que no pueden leer entre líneas. La capacidad intelectual puede encontrarse dentro de la media o superior de ella. Suelen tener gran habilidad ante el manejo de aparatos electrónicos y en particular de computadores pues constantemente buscan investigar los temas de su predilección, además de que los mismo no exigen un contacto social.

 

La coordinación motriz fina y gruesa se ve deteriorada por este síndrome en mayor o menos grado así como la capacidad de abstracción ya que en su mayoría, presentan un pensamiento concreto. Suelen ser partidarios de la rutina ya que de esta manera evitan las situaciones de cambios que les generan ansiedad y ante los cuales comienzan a desestructurarse. Por lo general, tienen una gran habilidad para la actuación y el desarrollo de artes como la música.

 

En ocasiones pueden establecer contacto, miran, se comunican excepto en los momentos de retraimiento, de producción delirante o de soliloquios. Pueden tener actitudes de agresividad más manifiesta que en las otras psicosis. Presentan crisis de violencia no controlada y de angustia, alternando con descargas motrices de excitación y reacciones que no condicen con la realidad fáctica porque responden a su realidad interna. Presentan un habla monótona y mecanizada; con frecuencia repiten los jingles televisivos con voz metálica y repetitiva. [1]

 

Psicodinamia

Freud busca demostrar que los enfermos mentales creaban sus síntomas como un modo de defensa ante los conflictos. Así, el primer paso para poder trabajar con un niño con Asperger, sería buscar entender cual es el conflicto ante el cual se defiende.  El problema que entonces se presentaría, es el olvidar que los trastornos generalizados del desarrollo, a mi parecer, parten de un problema orgánico, ante el cual se torna un poco más complicada la intervención psicoanalítica aun cuando exista un conflicto, que en menor grado, afecte al niño.

 

Tomando en cuenta el factor orgánico de este síndrome, me gustaría analizar la estructura psíquica presentada en la mayoría de estos casos. El aparato psíquico no adquiere la función de continente. Para que se puedan constituir los contenidos, es necesaria la presencia de una madre continente que los reciba, decodifique y devuelva significadas las proyecciones. [2]

 

El niño suele ver a la madre como la poseedora del falo, como aquella persona a la que hay que conquistar, satisfacer y desear. Así, el padre no logra interceder en el vínculo madre-hijo, rompiendo esa diada y ejerciendo la separación.

 

Por lo general, las madres de niños con Síndrome de Asperger, al enterarse de las implicaciones de este TGD, buscan, a través de la reparación maniaca, involucrar al niño en un sin fin de terapias en donde ellas no participan, actuando así el sentimiento de culpa que experimentan.

 

Los mecanismos de defensa hipertrofiados son la proyección, negación de la realidad, escición y aislamiento. Hay un uso excesivo del principio de placer en donde a través de la fantasía, la persona es capaz de satisfacer su pulsión, misma que no puede saciar con el objeto pues no le brinda la satisfacción necesaria. Así, decatectiza la representación-cosa de los objetos y deja de desear los objetos de la realidad, dejándolos inexistentes psíquicamente. Al no haber posibilidad de representación de pensamiento, se producen descargas motoras o construcciones delirantes y alucinatorias.[3] Esto se puede apreciar en la constante confusión que presentan para distinguir entre acontecimientos reales y los creados por ellos mismos.

 

A grandes rasgos, el contenido de las fantasías está lleno de personajes voraces, fuertes y fálicos que atacan y se defienden del mundo que les quiere dañar. Ellos siempre logran vencer a la muerte y agresividad a la que están expuestos constantemente. Parecen ser la compensación en tanto a un “yo fortalecido” de su yo.

 

Dicho yo se encuentra escindido, teniendo una parte de contacto con la realidad externa, y otra gran parte de contacto con la realidad creada. Proyecta en el exterior la parte que contiene al instinto de muerte (pues tenerla dentro le resulta muy amenazante) y la deposita en el objeto externo original (el pecho), viviéndolo así como algo amenazante y malo para el yo a partir de lo cual se genera la angustia de persecución en donde se cree que el objeto u objetos persecutorios serán introducidos al yo aniquilándolo tanto a él como al objeto ideal. [4]

 

Al encontrarse constantemente en la posición esquizo-paranoide, no logran introducirse en la posición depresiva, con lo cual, el yo no logra organizarse ni debilitar las proyecciones, no pudiendo reemplazar la escición por la represión.[5]

 

Presentan un superyo arcaico, hecho a base de la introyección del objeto ideal y el persecutorio, la madre, misma que es vivida como autora de crueles  castigos y retaliaciones, situación por la cual viven en constante angustia, misma que se refleja en su rigidez por cumplir horarios y mantener estructurado el ambiente en que se encuentran para sentirse “protegidos”.

 

El tipo de angustia es persecutoria, característica de la posición esquizo-paranoide. No solo el pecho está escindido en bueno y malo, sino el mundo entero. No se logra una integración del objeto con lo cual, las relaciones son en su mayoría parciales, repitiendo con el mundo el tipo de vínculo que existe entre madre-hijo. Hay un fuerte miedo a la retaliación, pues ese pecho malo va a atacar por la no satisfacción del deseo de la madre que ahora es el del niño.

 

A pesar de lo expuesto con anterioridad, considero que el Síndrome de Asperger, no se puede clasificar como una psicosis propiamente dicha, pues en mi experiencia, no hay una regresión en el desarrollo si no más bien una detención del mismo. Si bien el uso de los mecanismos de defensa de la esquizofrenia con parecidos en el síndrome, hasta ahora no he encontrado la presencia, dentro de la psicodinamia del vínculo madre-hijo, de mensajes contradictorios.

 

Tratamiento

Tomando en cuenta lo establecido por Freud en Introducción al Narcisismo en 1914, sería inaccesible al tratamiento psicoanalítico debido a la retracción libidinal que desinviste a los objetos externos no permitiendo la instalación de la transferencia. La capacidad de insight en estos pacientes, es muy baja, situación que no daría cabida a la posibilidad de interpretar o señalar además del pensamiento tan concreto bajo el cual se rigen.

 

Sin embargo, creo que dentro de nuestro papel como analistas al encontrarnos frente a un caso así, podríamos abordarlo, en primera instancia, funcionando como continente  y codificador de su contenido psíquico, trabajando así con las enormes cantidades de ansiedad presentes en estos pacientes. Intentar poner en palabras las emociones y sentimientos que no logran comprender, los conflictos ante los que se enfrentan diariamente, ayuda a ir dando estructura psíquica al paciente.

 

Es muy importante trabajar bajo la función de yo auxiliar, ayudando a que consiga transformar en libido lo que antes era pura cantidad de excitación biológica (transformar cantidad en cualidad) a través del vínculo analista-paciente. Por otra parte, el trabajar con la tolerancia a la frustración les permitirá funcionar de una manera más adaptativa y eventualmente, podrá permitir una menor rigidez ante los cambios, mismos que desatan una cantidad importante de ansiedad al sentir que ante los mismos podrían desestructurarse.

 

Otro punto a tratar a lo largo del tratamiento es la necesidad de predecir, anticipar y controlar las diversas situaciones, llevándolos así el menor número de cambios posibles.

 

Desde la perspectiva Kleiniana, se buscaría a través de trabajar con las fantasías, la envidia y la angustia persecutoria, pasar de la posición esquizo-paranoide a la depresiva.

 

Finalmente, se esperaría que el encuadre, a pesar de ser totalmente diferente que aquel llevado a cabo con pacientes neuróticos, sea un tanto rígido y obsesivo por lo menos en un inicio, pues así se le permite al paciente estar en un “ambiente seguro y protegido” dando estructura a su psiquismo.

 

 

Bibliografía:

  • “Los otros creen que no estoy”, Autismo y otras psicosis infantiles. VelledaCechi. Editorial Lumen.
  • “Autismo y Síndrome de Asperger”, Trastornos del espectro autista de alto funcionamiento. Myriam de la Iglesia Gutiérrez, José-Sixto Olivar Parra. Editorial CEPE.
  • “Introducción a la obra de Melanie Klein”. HannaSegal. Editorial Paidós.
  • ”Simbiosis, individuación y creaciones de objeto”. T. Berry Brazelton. Editorial IIPCS Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social, A.C. México, 1991.

 

 



[1]“Los otros creen que no estoy”, Autismo y otras psicosis infantiles. VelledaCechi. Editorial Lumen. Pág. 66-67.

[2]Ibid, 28.

[3]“Los otros creen que no estoy”, Autismo y otras psicosis infantiles. VelledaCechi. Editorial Lumen. Pág. 21-22.

[4]“Introducción a la obra de Melanie Klein”. HannaSegal. Editorial Paidós. Pág. 30-31.

[5]Ibid, 79.

 

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