SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ O LAS TRAMPAS DE LA FE

Octavio Paz. 1982

Editorial Fondo de Cultura Económica. ISBN: 8432204021

Octavio Paz - Sor Juana Ines de la Cruz o Las trampas de la fe
Parecería una obviedad preguntarle a algún mexicano de mediana cultura si ha leído a Octavio Paz; la respuesta, muy frecuentemente, será afirmativa y mencionará, El laberinto de la soledad, pero muy ocasionalmente expresará alguna opinión sobre esta lectura, ya sea, porque la hizo como un deber escolar, o porque le pareció complicada. Octavio Paz es un nombre muy repetido pero en realidad se trata de un autor que no les llama la atención a las personas que acostumbran leer buenas novelas y los grandes éxitos de librería, ya que, generalmente, no se meten en las honduras reflexivas a las que nos obligan los textos de este autor.
Pues yo sí me quise meter en honduras y aunque sabía de la importancia de este ensayo, no imaginé que le tendría que dedicar tan largo tiempo a su lectura. Seleccioné el título a comentar ya que Juana de Asbaje, no deja de causarme asombro por su portentosa genialidad con la que logró fracturar la férrea barrera de su tiempo, misma que estaba reforzada con la amalgama de creencias religiosas, prejuicios sociales y con la envidia de aquellos pocos hombres letrados religiosos, que no podían soportar que un ser devaluado por el hecho de ser mujer, criolla, nacida fuera de matrimonio y pobre, mostrara una genialidad creativa y una lucidez que los rebasaba con creces. Su enorme talento, juventud y belleza la convirtieron en un ser incómodo, incluso para su madre, por lo que después de una corta vida desarrollada en diversos ambientes, terminó refugiándose en un convento, quizá con la vana ilusión de que ahí estaría a salvo de la maledicencia del mundo de afuera. Años después, ganaron la batalla la ignorancia y la estulticia, por lo que se entregó a una dolorosa muerte, para expiar el terrible pecado de haberse salido del estereotipo que su condición de mujer, su tiempo y su religión, le habían fijado.
Sin el deseo de hacer comparaciones en cuanto a niveles de inteligencia, puedo decir que se requería un talento de la altura de Paz para poder entregar este ensayo que no es una biografía más, sino una verdadera obra épica, que se detiene a cada paso para entregar, no una radiografía sino una resonancia magnética total de antecedentes, que le permiten al lector comprender el entorno histórico, geográfico, social, económico, sociológico, semántico, literario, etcétera, de ese mundo en el que le tocó nacer a Juana. Creo que este marco integral nos permite sopesar la dimensión de la genialidad de Sor Juan y de las capacidades de Paz.
Al igual que sobre Sor Juana, la figura de Paz también ha sido objeto de múltiples biografías pero solo para contextualizar, recordaré solo datos aislados. Ha sido nombrado Doctor honoris causa en diversas universidades del mundo, entre ellas la Universidad Autónoma de México; también se le concedieron múltiples reconocimientos y premios, sobresaliendo el Nobel que se le otorgó en 1990 y su obra ha sido traducida a casi todos los idiomas. Su inclinación a las letras tuvo su caldo de cultivo en la infancia, ya que su abuelo, junto a quien se crió, fue un soldado retirado; gran intelectual de ideas liberales y escritor de novelas. Su padre era el abogado de Emiliano Zapata y más tarde fue su representante ante el gobierno de los Estados Unidos de América; también fue activo partidario del vasconcelismo. En 1928, cuando ya Octavio tiene 14 años, se retira de la política y es cuando empieza a hacer vida de familia, pero es muy corta esta convivencia, ya que, siete años después, muere atropellado por un tren urbano en esta ciudad de México.
Paz, estudió en las facultades de Derecho y de Filosofía y Letras pero, en 1935, a los 21 años, inmediatamente después de la muerte de su padre, sale a España con el deseo de combatir en la Guerra Civil Española, del lado Republicano, y de ahí en adelante jamás se apagó su incansable sed de experimentar, de conocer, de viajar, de leer, de escribir y de enseñar. Su actividad como diplomático, le permitió tener de primera mano experiencias que le fueron de gran utilidad para su labor de poeta y ensayista. En cada ámbito en el que incursionó, fue ampliamente reconocido y premiado aunque también acerbamente criticado por mudanzas en su criterio político.
Volviendo al ensayo, Paz relata en el prólogo, que en 1930 leyó por primera vez algunos de los poemas de Sor Juana y que de manera intermitente, ya fuera por encargo o por propio deseo, realizó más y más lecturas sobre esta mujer ya que, incluso, tuvo que preparar conferencias y hasta cursos. Así a lo largo de 1950, 1971, 1973 acudió a toda fuente que le permitiera conocer cada vez más a fondo la vida y obra de esta autora. Al llegar 1974 se dio cuenta que poseía gran cantidad de conocimiento sobre el tema por lo que decidió escribir este libro, sin embargo tras dos años de trabajo, solo había adelantado algunas partes. Lo detenía el hecho de no querer hacer una biografía más, ya había innumerables que adolecían con enfoques muy restringidos y él deseaba presentar una figura total. Fue hasta 1980 que reinició la escritura para terminarla en el primer trimestre de 1981, siendo el resultado una obra de absoluta trascendencia, sobre todo para los mexicanos y para los que deseen conocer México y a Juana Ramírez de Asbaje o Sor Juana Inés de la Cruz.
Es un libro de cabecera en el sentido de avanzar de a pocos y saborear no solo la información sino el lenguaje y la perfecta sintaxis –y hasta algunos enfoques psicoanalíticos–; podemos leerlo de a pocos pero no abandonarlo, ya que el contenido ayudará a tener una mayor y mejor comprensión de este nuestro México del 2014.
Esta obra consta de 623 páginas escritas en letra pequeña y con angostos márgenes laterales. No es lectura de diversión sino de atención, debido a la saturación de datos en cada párrafo. En la parte final de la contraportada se dice que este libro… “…recoge cien años de estudios sobre Sor Juana…” y finaliza aseverando: “Una contribución fundamental a la historia de México y a la literatura hispánica tanto como a la historia de la condición de la mujer.”