Por Carlos Alberto Ibañez
Resumen
A partir de la revisión del concepto de “lo inaudito”, se pretenden establecer conexiones entre éste y algunos aspectos que forman parte fundamental del psicoanálisis, como lo son su historia, los elementos que son objeto de estudio de la teoría, su aparición en la clínica y sus fundamentos técnicos, así como vislumbrar algunas de sus transformaciones en el tiempo. Se tomaron como referencia principal los textos de Sigmund Freud, rastreando las diferentes manifestaciones de lo inaudito.
Palabras Clave: inaudito, psicoanálisis, represión, inconsciente, resistencia
Abstract
From the review of the concept of “the unheard”, the aim of this work is to establish connections between this concept and some aspects that form a fundamental part of psychoanalysis, such as its history, the elements that are the object of study of its theory, the appearance in the clinic and its technical foundations, and observe some transformations over time. Sigmund Freud’s texts were taken as the main reference, tracing the different manifestations of the unheard.
Key Words: unheard, psychoanalysis, repression, unconscious, resistance
Lo inaudito en psicoanálisis. Un espacio para aquello no escuchado.
“La iniciación de un psicoanálisis resulta de un encuentro único e irrepetible de un analizando con su historia y un psicoanalista con su historia y con su disponibilidad para la escucha. Ese encuentro será el punto de partida de una historia transferencial que permitirá al paciente resignificar su historia y al psicoanalista afianzar o cuestionar su práctica y sus teorías.” (Hornstein, 2018, p.92)
Se pretende pensar el significado de lo inaudito dentro del psicoanálisis; si bien no es en sí un concepto psicoanalítico, a mi parecer puede rastrearse su uso como común denominador en diversos temas. El psicoanálisis es en esencia algo inaudito, tanto en sus albores, como con el contenido con el que trabaja, también lo es en su técnica, al igual que en cada encuentro clínico, y en su porvenir siempre hay algo (aún) no escuchado, evoluciona y se transforma y día a día hay algo nuevo por conocer.
Se entiende por inaudito algo que es poco común, sorprendente, extraordinario, cuya naturaleza puede ser difícil de creer o de comprender. La Real Academia Española lo define como: “Nunca oído, sorprendente por insólito, escandaloso, vituperable” (RAE, s.f.). Por su parte el Colegio de México en su diccionario del español de México hace referencia a “que es insólito o nunca visto u oído; que es tan grave o escandaloso que apenas se puede concebir o creer” (COLMEX, s.f.).
El psicoanálisis, algo inaudito
El psicoanálisis porta en su existencia “lo inaudito”; desde sus inicios, aquel joven vienés se interesó, entre otras cosas, por lo desconocido. A la formación médica de Sigmund Freud, le siguió su encuentro con Jean-Martin Charcot, neurólogo francés conocido por sus investigaciones sobre la histeria y la hipnosis. Ahí pudo presenciar una extraña condición para la cual no se encontraban causas físicas pero que producía inexplicables manifestaciones que atacaban al cuerpo: parálisis, anestesia, perturbaciones de la vista, entre otros.
Freud presenció cómo a través de la hipnosis se podían hacer desaparecer o aparecer ciertos síntomas, siendo esto indicio del papel que jugaban los procesos mentales en la formación de dichas manifestaciones corporales.
Si bien Charcot y otros médicos de la época, habían sido capaces de observar en la histeria algo más que un grupo de “simuladoras”, como generalmente eran catalogadas, y teorizar sobre la etiología a partir de un trauma, “Freud fue más lejos que sus maestros, tanto que creó una nueva disciplina porque tuvo una idea fija: hincar hasta la raíz del conflicto” (Hornstein, 2018, p.34).
Y en ese esfuerzo y disposición cobró importancia el hecho de dar voz a aquellas personas, detenerse a escucharlas e intentar comprender eso que hablaba pero que hasta el momento parecían no haber oídos que lo captaran.
Élisabeth Roudinesco (2018) menciona lo siguiente:
Es a Anna O, es decir una mujer, y no a un científico, a quien se le atribuye la invención del método psicoanalítico: una cura fundada en la palabra, una cura en la cual el hecho de verbalizar el sufrimiento, de encontrar las palabras para expresarlo, permite si no curarlo, al menos tomar conciencia de su origen, y por tanto asumirlo (p.25).
Por ese tiempo y a partir de su trabajo con diversas pacientes, Freud pudo entender que los síntomas histéricos están cargados de significado y sentido hasta entonces desconocido y que su descubrimiento coincide con la cancelación de dichos síntomas (Freud, 1923, p.232).
Es ahí, en el encuentro entre las palabras dichas por Anna y el interés de Freud por saber
más, donde podemos identificar el punto de origen de la teoría psicoanalítica, que desde sus raíces busca conocer más allá de lo que puede observarse a primera vista.
¿Fue sencilla esta encomienda? ¿Los postulados encontraron algún obstáculo en su camino? ¿De qué otros temas se ha ocupado el psicoanálisis?
El psicoanálisis ha sido y muy posiblemente seguirá siendo, una teoría que despierta reacciones a veces adversas en algunos sectores de la sociedad; siendo cuando menos recibida con cierta desconfianza. Por los temas sobre los cuales dirige su atención, es común que produzca incomodidad; misma que el psicoanálisis atribuye a las resistencias que esos asuntos, alguna vez conocidos (vivenciados), pero después enterrados, se intenten rechazar y sacar de la conciencia una vez más.
Al adentrarse en temas tabú, como lo son: la sexualidad infantil, la presencia de impulsos agresivos, de deseos reprimidos, además cuestionar el origen y la función de costumbres, normas y convenciones sociales como la religión o la moralidad; no sorprende que sea blanco de comentarios diversos de distinta índole.
Lo inaudito del psicoanálisis
“Psicoanálisis: exploración de los recovecos ocultos de la mente”. Éste es el título de la versión inglesa, de un trabajo de Freud de 1924 (que en ediciones posteriores se llamó “Breve informe sobre psicoanálisis) y que transmite en pocas palabras su significado.
Como se mencionó, el psicoanálisis en su origen puede catalogarse como algo inaudito e inusual, una nueva forma de entender la mente humana, distinta a las explicaciones de la época; además los temas sobre los cuales se erigió la teoría apuntan a la exploración y comprensión de los estratos profundos, ocultos, recónditos del psiquismo. Pero ¿con qué elementos trabaja? Y ¿cómo se relacionan estos con lo inaudito?
Freud (1923) enuncia sobre los pilares básicos de la teoría psicoanalítica:
El supuesto de que existen procesos anímicos inconscientes; la admisión de la doctrina de la resistencia y de la represión; la apreciación de la sexualidad y del complejo de Edipo: he ahí los principales contenidos del psicoanálisis y las bases de su teoría (p.243).
Desde sus primeros trabajos, y conforme su práctica clínica se lo mostraba, Freud descubrió que, dentro de la mente, había algo más que no era precisamente consciente, lo que lo llevó a estudiar mediante los estados patológicos y en ciertas manifestaciones de la vida cotidiana, determinados procesos o modos de funcionamiento subyacentes, inconscientes, fundamentales de la actividad anímica, piedra angular de la teoría psicoanalítica.
“El inconsciente, es un lugar separado de la conciencia, poblado de imágenes y de pasiones, atravesado por discordancias […] el inconsciente freudiano es un inconsciente psíquico, dinámico y afectivo” (Roudinesco, 2018, p.57).
En su camino por conocer lo desconocido, y habiendo dejado atrás la herencia de la hipnosis y la sugestión, pudo desarrollar su propio método. “Freud siempre se declaró mal hipnotizador, tal vez porque ese método no satisfacía su curiosidad científica; y fue así como se decidió a abandonar la hipnosis y a elaborar una nueva técnica para llegar al trauma” (Etchegoyen, 2014, p. 33).
Esa técnica que ahora conocemos como psicoanálisis, en palabras de su fundador es el:
Trabajo por cuyo intermedio llevamos a la conciencia del enfermo lo anímico reprimido en él. ¿Por qué «análisis», que significa desintegración, descomposición, y sugiere una analogía con el trabajo que el químico emprende con las sustancias que halla en la naturaleza y lleva a su laboratorio? Porque esa analogía se da de hecho en un punto importante. Los síntomas y las exteriorizaciones patológicas del paciente son, como todas sus actividades anímicas, de naturaleza en extremo compuesta; en su fundamento último, los elementos de esa composición están constituidos por motivos, mociones pulsionales. Ahora bien, sobre estos motivos elementales el enfermo no sabe nada o su saber es muy insuficiente (Freud, 1919, p.p.155-156).
Ese saber incompleto conduce al tema del inconsciente, que puede ser tomado para describir a) conjunto de contenidos no presentes en el campo actual de la conciencia y; b) para mencionar uno de los sistemas del aparato psíquico constituido por contenidos reprimidos a los que se les ha rehusado el acceso al sistema preconsciente-consciente (Laplanche y Pontalis, 1996).
De acuerdo con Freud (1915) “la esencia del proceso de la represión no consiste en cancelar, en aniquilar una representación representante de la pulsión, sino en impedirle que devenga consciente. Decimos entonces que se encuentra en el estado de lo ‘inconsciente’” (p.161).
Sobre estos dos conceptos, inconsciente y represión, se despliega el trabajo analítico, una travesía por senderos hasta entonces inexplorados, donde el analista y el analizando, buscan mediante la palabra, lograr un mayor conocimiento del segundo, un encuentro con lo inaudito.
Siguiendo a Etchegoyen (2014) donde el componente de investigación coincide con el procedimiento curativo:
Porque a medida que uno se conoce a sí mismo puede modificar su personalidad, esto es, curarse […] el gran hallazgo de Freud consiste en que descubriendo determinadas situaciones (traumas, recuerdos o conflictos) los síntomas de la enfermedad se modifican y la personalidad se enriquece, se amplía y se reorganiza (p.35)
Es en esa expansión de la conciencia donde la experiencia analítica tiene su impacto. “El psicoanálisis no se desinteresa por los síntomas y las manifestaciones conscientes. Pero nació y sigue vivo porque busca, detrás, abajo o arriba, algo que produce efectos ahora pero que es “interminable” y obliga a seguir buscando (Hornstein, 2018, p.93).
El psicoanálisis ante lo inaudito
Cada que se inicia un análisis, comienza algo diferente, ningún análisis es igual a otro, ni siquiera tener un segundo análisis. Como analizandos, hablar y escucharse transforma, ese encuentro con lo propio pero extraño, tiene su resonancia interna y posibilita comprenderse a sí mismo de una manera más profunda pudiendo modificar los síntomas e inhibiciones.
El espacio psicoanalítico, tanto en sus elementos físicos como emocionales, permite albergar, sesión a sesión, una parte de eso que no ha encontrado lugar para ser expresado. No son extrañas las frases del tipo “no puedo hablar de esto en ningún otro lado” o “no sabía que ir a análisis era esto, hablar”.
Como puede observarse, también en su técnica fomenta el trabajo con lo inaudito, instando al analizando a hablar libremente de lo que venga a su mente, evitando cualquier tipo de censura.
Freud (1923) se refiere a la regla técnica fundamental como:
Ese procedimiento de la «asociación libre», se ha afirmado desde entonces en el trabajo psicoanalítico. El tratamiento se inicia exhortando al paciente a que se ponga en la situación de un atento y desapasionado observador de sí mismo, a que espigue únicamente en la superficie de su conciencia y se obligue, por una parte, a la sinceridad más total, y por la otra a no excluir de la comunicación ocurrencia alguna, por más que:
1) la sienta asaz desagradable, 2) no pueda menos que juzgarla disparatada, 3) la considere demasiado nimia, o 4) piense que no viene al caso respecto de lo que se busca. Por lo general, se revela que justamente aquellas ocurrencias que provocan las censuras que acabamos de mencionar poseen particular valor para el descubrimiento de lo olvidado (p.234).
A la asociación libre se le suma por parte del analista, la tarea de la atención flotante, entregándose “a su actividad mental inconsciente, evitando en lo posible la reflexión y la formación de expectativas conscientes, y no pretender fijar particularmente en su memoria nada de lo escuchado, así capturar lo inconsciente del paciente con su propio inconsciente” (Freud, 1923, p.235).
Estas operaciones, explicitadas y asumidas al comienzo, dan paso al análisis propiamente dicho. Durante las sesiones y a lo largo del proceso, se establece un fenómeno muy particular, donde el analizando comienza a revivir fragmentos de su historia, ahora con el analista, comienza a repetir conflictos, deseos, patrones de relacionarse, etc.
Al respecto Freud menciona que el analizando “no recuerda, en general, nada de lo olvidado reprimido, sino que lo actúa. No lo reproduce como recuerdo, sino como acción; lo repite, sin saber, desde luego, que lo hace” (1914, p.152).
Con el pasar del tiempo con cada uno de los analizandos, en palabras de Hornstein (2018) “nos impregnamos de todo un mundo que nos es ajeno, un mundo de objetos, de deseos, de relaciones, de modalidades defensivas, de ideales” (p.86).
Se va construyendo una nueva historia, o ¿acaso sería más preciso decir que se resignifica o enriquece la historia oficial? Oficial en el sentido de que es la que el paciente se cuenta, matizada por lo que en ese momento conoce y desconoce de sí. Freud (1914) aclara que se debe tratar eso que (re) aparece no sólo como hecho histórico, sino como un poder actual.
Hornstein (2018) apunta que “historizar la repetición es hacer de la repetición un recuerdo. Recordar desactualiza el pasado al temporalizarlo. Convertir la historia en pasado permite un futuro que no será pura repetición, sino que aportará la diferencia (p.91).
Como dijo alguna vez el escritor colombiano Gabriel García Márquez: “La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y como la recuerda para contarla”.
Lo inaudito y las cosas por conocer.
Desde sus orígenes, aproximadamente desde inicios del siglo pasado, y hasta ahora, el psicoanálisis ha experimentado cambios; se podría decir que incluso, la forma en cómo se va desarrollando y ampliando su saber es por medio de esos encuentros con lo inaudito, algo desconocido que mueve a tratar de comprender lo que ocurre, aun cuando aquello que busca conocerse no es asequible de manera directa, sino a través de sus “retoños”.
En su texto “Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica”, Freud comenta:
Estimados colegas: Ustedes saben que nunca nos enorgullecimos de poseer un saber o un poder-hacer completos y concluidos; hoy, como siempre, estamos dispuestos a admitir las imperfecciones de nuestro conocimiento, a aprender cosas nuevas y a modificar nuestros procedimientos toda vez que se los pueda sustituir por algo mejor (p.155).
El propio Freud y autores que vinieron después de él, han posibilitado nuevos y provechosos abordajes.
De esto, Roudinesco (2018) apunta que:
Si Freud fue el primero en descubrir en el adulto al niño reprimido, Melanie Klein fue la primera en revelar lo que ya estaba reprimido en el niño: el bebé. El estudio de la relación arcaica con la madre permite entonces comprender mejor el origen de las psicosis, las cuales provienen, en general, de una fusión destructiva con el cuerpo materno, vivido como objeto perseguidor. Al modelo edípico clásico, los kleinianos opusieron así un modelo pre-edípico, que refleja el universo angustiante de una gran simbiosis con la madre: un mundo salvaje, inaccesible a la ley, librado ya no al despotismo paterno, sino a la crueldad del caos materno. A la figura del hombre trágico freudiano, víctima del conflicto neurótico, y a la necesidad de una reconciliación con su conciencia culpable, seguía así la visión del hombre clásico kleiniano: un sujeto al límite de la locura y devorado desde el interior por sus propios fantasmas, aun antes de haber podido entrar en conflicto con el mundo (p.109).
Y a lo anterior se le suma la propuesta del psicoanálisis contemporáneo, que tiene como cuadros paradigmáticos a los casos límite; problemas de fronteras, de angustias de intrusión- abandono, clínica del vacío, de lo no simbolizado, que interpelan la teoría y la técnica clásica.
Ya no es únicamente pensar en esa modalidad de lo inaudito, como algo reprimido, donde el analista se asemeja al arqueólogo, que de las ruinas saca a la luz lo olvidado, reconstruyéndolo. Sobre esto Freud (1937) dice que “todo lo esencial se ha conservado, aun lo que parece olvidado por completo; está todavía presente de algún modo y en alguna parte, sólo que soterrado, inasequible al individuo” (p.262).
Ahora la labor analítica se ve enfrentada a otras configuraciones; no porque éstas no existieran antes, sino porque los límites de la analizabilidad se han extendido. Cassorla (2021) menciona que hay encuentros con lo Unheimlich (ominoso-siniestro) “en donde se entra en contacto con área pobremente simbolizada […] aparece como un fantasma que no tiene nombre, que se escapa” (p.74)
En relación con esto Hornstein (2018) explica que “claro que hay zonas más oscuras en un encuentro analítico, zonas que no se pueden entender con palabras ni verbalizar. Pero debemos decir dónde se ha puesto oscuro. Hacer algo con la oscuridad” (87).
Sea como arqueólogo que explora las ruinas o como arquitecto que diseña y construye espacios (mentales), o bien como artesano cuya experiencia y sensibilidad permite trabajar y crear a partir de un material; el psicoanálisis posibilita un espacio de lectura de las propias marcas que nuestra historia ha dejado en nosotros, algunas de ellas en forma de palabras de un lenguaje antiguo y olvidado, y en otras, marcas más rudimentarias en busca de un lenguaje que pueda codificarlas.
Para concluir, lo inaudito atraviesa el trabajo analítico, en su historia, con sus materiales, con sus ruinas y su porvenir. Sea como candidatos o psicoanalistas la formación es interminable, siempre, y afortunadamente, habrá algo nuevo por escuchar y conocer.
“Soy un psicoanalista. En otras palabras, lector de mentes y de signos. Algunas veces me llaman loquero, curandero, detective, abrepuertas, excavador de tierra, charlatán o fraude. Como un mecánico de carros sobre su espalda, trabajo con lo que hay por debajo, lo subyacente o el trasfondo: fantasías, deseos, mentiras, sueños, pesadillas — el mundo debajo del mundo, las palabras verdaderas bajo las falsas. Me tomo en serio las cosas intangibles más extrañas, me meto en lugares a donde el lenguaje no puede ir, o donde se detiene — “lo indescriptible” — y además lo hago a primera hora de la mañana” (Kureishi, 2018, p.14).
Bibliografía
- Cassorla, R. (2021). ¿Qué hace el analista cuando surge lo ominoso en sesión?: Conversatorio I. Revista de Psicoanálisis de Guadalajara (15) (p.p. 73- 83). Recuperado de https://pesquisa.bvsalud.org/bivipsil/resource/es/psa-141750 (Consultado el 14/10/2023)
- Colegio de México (s.f.). Inaudito. Diccionario del español de México. Recuperado de https://dem.colmex.mx/Ver/inaudito (Consultado el14/10/2023)
- Etchegoyen, H. (2014). Los fundamentos de la técnica psicoanalítica. Amorrortu Freud, (1914). Recordar, repetir y reelaborar (Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis, II). Obras Completas, Tomo XII, Amorrortu.
- Freud, (1915). La represión. Obras Completas, Tomo XIV, Amorrortu.
- Freud, S. (1919). Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica. Obras Completas, Tomo XVII,
- Freud, (1923). Dos artículos de enciclopedia: “Psicoanálisis” y “Teoría de la libido”. Obras Completas, Tomo XVIII, Amorrortu.
- Freud, (1924). Breve informe sobre el psicoanálisis. Obras Completas, Tomo XIX, Amorrortu.
- Freud, (1937). Construcciones en análisis. Obras Completas, Tomo XXIII, Amorrortu.
- Hornstein, (2018). Ser analista hoy: Fundamentos de la práctica. Paidós.Kureishi, H. (2008). Something to tell you: A Novel. Simon and Schuster.
- Laplanche, J. y Pontalis, J.-B. (1996). Diccionario de psicoanálisis. Paidós Real Academia Española (s.f). Inaudito. Diccionario de la lengua española. Recuperado de https://dle.rae.es/inaudito?m=form (Consultado el 14/10/2023)
- Roudinesco, (2018). ¿Por qué el psicoanálisis? Paidós.
- Imagen: Pexels. Jota.