Un asunto de familia.

por Mina Shteremberg

(comentario a la función en el Cine Tonalá, el 23 de febrero 2019)

A continuación vamos a ver una película que está nominada al Oscar como mejor película extranjera, además de haber ganado la Palma de Oro en Cannes en 2018. Un asunto de familia es una película japonesa dirigida por Hirokazu Koreeda.

En una entrevista hecha al director con respecto a “Un asunto de familia”, éste comenta que tener un hijo no es suficiente para convertirte en un padre. Además, en sus películas un tema recurrente es la familia, por lo que menciona: “Creo que mis películas reflejan mi propio sentido de crisis al respecto”.

En el caso de esta película quería explorar a una familia unida por el crimen.

Otro aspecto importante que menciona Kore-eda es sobre el aspecto de tener en la película a tres generaciones viviendo juntas en el mismo hogar, ya que eso es lo que se suele encontrar en los hogares japoneses. porque eso es lo que normalmente encontrarías en un hogar japonés.

“A veces es mejor poder escoger a la familia”.

Esta frase refleja el tema principal de la película. Nos invita a reflexionar sobre los vínculos familiares y si lo esencial en éstas es el vínculo sanguíneo o no. Sin embargo, me parece importante hacer la aclaración que así como no necesariamente la sangre une a una familia, no significa que los tenga que unir el amor necesariamente, muchas veces lo que los une es la enfermedad mental. A mi parecer, aunque el director trata de hacer énfasis en el amor que une a la familia, la película realmente muestra el amor pero encubriendo algo que hay de fondo que es lo agresivo y la patología.

Es por eso que en esta ocasión me interesa que podamos pensar y reflexionar sobre las conductas sociopáticas que se ven en la familia.

En la película nos muestran las carencias económicas familiares que son el principal motor para los robos, sin embargo me parece importante profundizar al respecto, ya que la pobreza no justifica la falta de honestidad, los robos y secuestros. La familia muestra dificultad para acatar las reglas y dificultad para entender que todos ocupamos un lugar en una sociedad que tiene cierta estructura. Es decir, ellos tienen su propias reglas y estructura.

De cierta forma, los personajes sienten que no tienen lo que “merecen” y eso lo viven como una injusticia y es por eso que deciden hacer justicia a su manera. Existe mucho resentimiento ya que creen que tienen el derecho a hacerlo justificándose diciendo que si robas a una tienda no le estás robando a una persona en específico, mostrando así que tienen su propio código moral que no concuerda con el de la sociedad (ejemplo: secuestrar a la niña y decir que no es secuestro porque no están pidiendo rescate).

Cuando una persona roba no sólo busca el objeto, sino busca amor. Muchas veces la carencia afectiva materna impulsa al robo. Con respecto a eso Winnicott en 1949, escribe El impulso a robar donde dice: El ladrón no busca el objeto del que se apodera. Busca una persona. Busca a su propia madre, pero no lo sabe […] Un niño que está enfermo en esta forma es incapaz de disfrutar con la posesión de objetos robados. Solo actúa una fantasía que corresponde a sus impulsos primitivos de amor […] La madre puede o no estar allí todavía; puede incluso estar allí y ser una madre buena, capaz de darle cualquier cantidad de amor. Desde el punto de vista del niño, sin embargo, hay algo que falta”.

En la película robar es algo que los unía como familia, era algo que les daba pertenencia. Como cuando Shota le dice a Yuri que algún día le enseñará a robar, es decir, una vez que él ya la considere como parte de la familia. Somos la familia que roba. También la pobreza en la que vivían podía movilizar inconscientemente creer que lo merecen lo que roban porque la vida lo ha tratado mal, la vida ha sido injusta y va a hacer justicia. Por eso se le roba al afortunado que tiene.

Por otro lado, me parece muy significativo la escena donde a Shota le cae el veinte que a él lo robaron y que se cuestiona sobre el robo que hace su “papá” al coche hablan de su crianza previa y de un código moral diferente en el que nació.

Por último, me cuestiono qué tanto había una parte inconsciente de ellos que buscaba ser atrapados y todos estos robos eran una petición de ayuda.

Bibliografía

Winnicott, D.W. (1949). El impulso a robar.Biblioteca D. Winnicott. Recuperado de http://www.psicoanalisis.org/winnicott/elimprob (4 de marzo de 2019)