Los InCels. Un primer acercamiento.

Autora: Paulina Palacios

El 23 de abril de 2018, me enteré sobre el Toronto Van Attack (o sea, el ataque con furgoneta en Toronto) cometido por Alek Minassian. El sujeto en cuestión rentó una camioneta para pasajeros y decidió conducirla por la banqueta de Yongue St., en Toronto, a una velocidad de 70km por hora matando a 10 e hiriendo a 15 otros. Veo la noticia: Era un InCel.

InCel es la abreviatura de Involuntary Celibate. O sea, un célibe involuntario. Los célibes involuntarios son miembros de una subcultura en línea que se define a sí misma como hombres incapaces de encontrar pareja sexual o romántica a pesar de desearla, en un estado que describen como Inceldom (celibacía involuntaria). Aquellos que se identifican a sí mismos como InCels son mayoritariamente hombres blancos, jóvenes y heterosexuales. Los InCels, buscan y encuentran en línea, a otros hombres en situaciones similares con los cuales platicar. El debate que se da en los foros InCels usualmente se caracteriza por expresar misantropía, misoginia, y una apología de la violencia contra las mujeres y contra los hombres que se suponen sexualmente activos y exitosos. Es decir, observamos la radicalización del hombre blanco. Por lo menos cuatro asesinatos masivos han sido perpetrados por hombres abiertamente autodenominados como InCels, o que bien utilizan la jerga relacionada con su ideología. Si, como empiezan a escuchar, los InCels tienen su propio lenguaje. Por si fuera poco, los InCels regularmente suelen ser políticamente de extrema derecha.

El foro /r/incels subreddit en el sitio de reddit.com se convirtió en una comunidad InCel particularmente activa. Este subreddit fue conocido como un lugar donde hombres culpaban a las mujeres por su celibato involuntario, defendían su derecho a la violación sexual y otros tipos de violencia y expresaban sus puntos de vista misóginos y racistas. Este foro fue deshabilitado en 2017 (teniendo en ese entonces 40,000 miembros) y actualmente el chisme es que se comunican preferiblemente vía 4Chan (aunque claro que también siguen utilizando reddit, así como Facebook y YouTube). Tienen héroes, también. Alek Minassian, momentos antes de su ataque vía furgoneta, publicó en línea un mensaje donde expresaba:

¡La rebelión InCel ha comenzado! ¡Derrocaremos a todos los Chads y Stacys! Todos honren al Caballero Supremo Elliot Rodger.

Elliot Rodger o, el Caballero Supremo como le llama nuestro asesino canadiense, era un joven californiano de 22 años, hijo de uno de los productores de las películas de Los juegos del Hambre, que en 2014 asesinó a seis e hirió a 14 más en un intento de “instigar una guerra contra las mujeres por privarme de sexo, al cual tengo derecho por ser hombre”.

Rodger subió a YouTube un vídeo, titulado Elliot Rodger’s Retribution, (la retribución de Elliot Rodger) en el que expone los detalles de su próximo ataque y las motivaciones detrás de su matanza, que Rodger describe como un deseo de castigar a las mujeres por rechazarlo y también el deseo de castigar a los hombres sexualmente activos por vivir una vida mejor que él. YouTube retiró el vídeo después de los asesinatos, diciendo que violaba sus directrices con sus amenazas de violencia.

Después de subir el vídeo, Rodger envió por correo electrónico un largo manuscrito autobiográfico a una docena de conocidos y familiares. El documento, que tituló “My Twisted World”, se puso a disposición en Internet y llegó a ser ampliamente conocido como su “manifiesto”. En él, describe su infancia, los conflictos familiares, la frustración por no ser capaz de encontrar una novia, su odio a las mujeres y las parejas interraciales, y sus planes para cometer la matanza.

Así mismo, da detalles de cómo sentía derecho sobre el cuerpo de mujeres blancas, en particular.Después de sus asesinatos, se quitó la vida.

A partir de 2018, Alek Minnassian y los demás varones que han ido cometiendo y pregonado estas matanzas colectivas en sitios de internet, se han convertido en héroes para esa comunidad.

El aumento del interés en las comunidades InCel ha sido atribuido al sentimiento de agravio de algunos hombres, que sienten que se les están negando los derechos que merecen y culpan a las femoids y a los hombres alpha de sus circunstancias .

Más allá de pensar en qué diagnósticos pudiésemos jugar a otorgarles a estos individuos, sin duda estamos ante un fenómeno que no se limita a trastornos de la personalidad desconectados de una germinación social general. El sexismo sirve como droga de entrada para la radicalización personal y política. Los hombres en estas comunidades no se ven a sí mismos como sexistas; se ven luchando contra su propia emasculación y represión sexual a manos de estridentes feministas que desean castrarlos. Todas estas comunidades individuales abogan por la desconfianza del feminismo y la insistencia en que el empoderamiento femenino necesariamente desestima a los varones.

La idea básica de que “las mujeres se están saliendo de las manos” es el común denominador. Y éste se alinea perfectamente con la rabia masculina contra el activismo de “justicia social”, que a su vez allana el camino para que el nacionalismo y la supremacía de un grupo sobre otro se afiancen. Basta que pensemos en Trump (o en Bolzonaro). Estos grupos en línea convocan a varones jóvenes en su punto más vulnerable y los convencen de que las feministas liberales y sus secuaces conspiramos para destruir la condición de hombre occidental.

Si bien los InCels, Trump y Bolzonaro son ejemplos radicales de lo que la APA ya por fin llamó la “masculinidad tóxica”, podemos pensar que representan en extremo lo que Rita Segato denomina los mandatos sociales (contra los hombres) que se vuelven un bumerang contra las mujeres.

Nuestra autora habla sobre la ideología del macho: aquel hombre que si no puede demostrar su virilidad, no se siente persona. Este tipo de masculinidad actual del sujeto se encuentra tan comprometida por su virilidad, que no se reconoce como sujeto digno de respeto si no tiene algún tipo de potencia. Para nuestra autora, nuestros funestos ejemplos son también víctimas del mandato de masculinidad.

A pesar de que me cuesta un enorme trabajo llamar a los InCels, a Trump, a Bolzonaro, a los feminicidas y a cualquier macho wacho “víctima”, aunque sea acompañado de “de un mandato”, considero que vale la pena preguntarnos concienzudamente si es que lo son. A través del texto freudiano de Pulsiones y destinos de pulsión podemos entender cómo alguien puede ser víctima y victimario, en movimientos pulsionales consecuentes. El machismo, la misoginia, el feminicidio, la violencia física, sexual y moral contra la mujer y otros grupos vulnerables son problema de toda la sociedad.

En estos casos, no estamos siendo capaces, como sociedades modernas y postmodernas de proporcionar espacios para pensar cómo restaurar la soberanía de las personas desde otros lugares que no impliquen el poder y la dominación de un grupo sobre otros. El mandato de masculinidad es un mandato de violencia y algo tenemos que hacer. Este mandato crea subjetivación en los varones. También para ellos, la cultura patriarcal, blanca y heteronormada impone valores y estereotipos que influyen en la construcción de su identidad, y que, citando a Regina Fernández, también los enferma.

Chimamanda Ngozi Adichie, afirma que todos deberíamos ser feministas, porque ser feminista es aprender a respetar lo que nos enseñaron a no respetar. Jessa Crispin afirma que el feminismo va de lucha contra el verdadero enemigo: el poder. No se trata de que las mujeres opriman en igualdad de condiciones que los hombres a otros grupos vulnerables. El machismo, sexismo y misoginia se encuentran no sólo en los varones, ya que nosotras bien que hemos interiorizado las consignas que actúan sistemáticamente aun en contra de nosotras mismas.

Crispin declara:

Nosotras somos el patriarcado. Participamos en el sistema y buscamos el beneficio personal dentro de él. Nos hemos centrado en cómo les va a las mujeres dentro del mercado y no en cómo viven en este sistema competitivo y precario.

Parafraseando a Lacan, si bien el asunto de la mujer consiste en constantemente tener que demostrarnos como sujeto y el del hombre consiste en demostrarse como sujeto potente, al patriarcado maligno -haciendo alusión a la diferencia que se hace en psicoanálisis entre narcisismo “bueno y necesario” versus el narcisismo de muerte-, a ese patriarcado maligno que llevamos todos dentro le haría bien un enema.

Siguiendo a Segato nuevamente, aquel sujeto que violenta a la mujer:

Siente y afirma que está castigando a la mujer por un comportamiento que él entiende como un desvío, un desacato a la ley patriarcal. No está solo, está en proceso de diálogo con sus modelos de masculinidad. […] Es él el sujeto más vulnerable, más castrado de todos, el que se rinde a un mandato de masculinidad que le exige un gesto extremo, un gesto aniquilador de otro ser para [lograr] sentirse hombre.

No es posible que el único camino que encuentre un hombre para sentirse hombre sea un gesto aniquilador del otro. Pensar en un único camino (en términos de absolutos) -para lo que sea- constituye una parálisis del pensar. Citando a Andrés Gaitán, tal vez aquello único que deja la experiencia de un proceso psicoanalítico sea la capacidad de pensar que para todo lo que creemos, existe por lo menos una otra manera de pensarse. Lo anterior, inicia ya un diálogo.

Bibliografía

  • Adichie, C.N. (2015) We Should All Be Feminists. New York, U.S.A: Anchor Books
  • Edelstein, J. Entrevista a Rita Segato. Por qué la masculinidad se transforma en violencia (2017) https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/por-que-la-masculinidad-se-transforma-en-violencia?fbclid=IwAR1M1R_lsXuKlDD4i8Ul7pAL0BNs0RRrZV-8om-QydByVR4n7ywlpp0wsak Recuperado el 12/01/2019
  • Fernández, R. (2018) #SiMeMatan dirán que fue por escribir este trabajo. El feminicidio en México, una conversación entre el psicoanálisis y los Estudios de Género. Trabajo presentado en el Instituto de Psicoterapia y Psicoanálisis de la Sociedad Psicoanalítica de México el 12 de febrero de 2018. Publicación pendiente
  • Freud, S. (1914) Pulsiones y destinos de pulsión. En Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires.
  • Gaitán, A. (2019) Comunicación en seminario.
  • García-Navarro, L. What´s an ‘Incel’? The online community behind the Toronto Van Attack (2018) https://www.npr.org/2018/04/29/606773813/whats-an-incel-the-online-community-behind-the-toronto-van-attack Recuperado el 12/01/2019
  • Moraleda, A. Entrevista a Jessa Crispin. Nosotras somos el patriarcado. (2018) https://elpais.com/elpais/2018/06/03/mujeres/1528062054_538745.html?id_externo_rsoc=FB_MX_CM Recuperado el 12/01/2019
  • Romano, A. How the alt-right sexism lures men into white supremacy. The movement’s many online communities prey on male insecurity to advance a racist political agenda. (2018) https://www.vox.com/culture/2016/12/14/13576192/alt-right-sexism-recruitment Recuperado el 12/01/2019
  • Tolentino, J. The rage of the Incels. Incels aren´t really looking for sex. They´re looking for absolute male supremacy.(2018). https://www.newyorker.com/culture/cultural-comment/the-rage-of-the-incels?mbid=contentmarketing_facebook_citizennet_paid_culture_the-rage-of-the-incels%3Fsource%3D_3-visit. Recuperado el 12/01/2019
  • Incel, en https://en.wikipedia.org/wiki/Incel Recuperado el 12/01/2019
  • Toronto van attack en https://en.wikipedia.org/wiki/Toronto_van_attack Recuperado el 12/01/2019
  • Truthophobes on twitter. https://twitter.com/truthophobes?lang=es Recuperado el 12/01/2019