Por: Grecia Romero

Si el dinero es el vínculo que une a la sociedad, la naturaleza, los hombres, y la vida humana, ¿no es el dinero el vínculo de todos los vínculos? ¿No puede atar y desatar todos los lazos? ¿Y no es también, por ello mismo, el medio general de la desunión? El dinero es la verdadera moneda fraccionaria, la que divide, al igual que es el verdadero medio de unión, la fuerza química real de la sociedad. (Marx C, en Kurnitzky, Pag 41).

Revisando artículos de años recientes sobre analistas que abordan el tema del dinero me encontré con la siguiente reflexión: “Para los analistas es más facil hablar con los pacientes de sexualidad que de dinero” (Sadek, N.,2022). Como candidata me sentía identificada con la idea ya que coincidiendo con colegas, ha sido de los temás más complicados de aprender a lo largo de la formación, por lo que me cuestioné ¿Qué era lo que lo hacía más dificil que otros temas?.

El dinero se ha estudiado desde distintas perpectivas como son las histórico sociales, políticas, económicas y filosóficas; por supuesto también el psicoanálisis. Sigmund Freud brinda valiosas aproximaciones al tema del dinero y la perspectiva que dá, varía en diferentes periodos de su desarrollo psicoanalítico. En un primer momento, aproximandamente en 1905, se encuentra consolidado sus teorías respecto al desarrollo psicosexual del niño como fuente principal de la neurosis y, derivado de éstas, refiere sobre el dinero que éste será el representante de los conflictos intrapsíquicos, haciendo énfasis en las fijaciones de etapas psicosexuales, así como lo hace en su escrito “Tres ensayos sobre una teoría sexual” y en “Carácter y erotismo anal”. Deja evidencia del manejo clínico de estos significados en algunos casos famosos como en el “Caso Dora” para los conflictos edípicos o “El hombre de los lobos” y “El hombre de las ratas” como ejemplo de fijaciones anales. En estos relatos de su tratamiento demuestra la influencia del dinero en: 1.- la vida de los pacientes, 2.- las etapas de fijación y 3.-la transferencia en el tratamiento. Dentro de este periodo, tambien agregó los descubrimientos de la primera topica, relacionando que el dinero está asociado a las resistencias y expresión de los impulsos.

Para 1913, cuando el padre del psicoánalisis ya contaba con amplia experiencia tratando desde su método, establece indicaciones para quienes se dedicarían a la misma profesión. Comparte sus ideas con la finalidad de que el médico no concurra a los mismos errores por los que él había transitado. Ya con su previo entendimiento de teorías psicosexuales dice que “el hombre de cultura trata los asuntos de dinero de idéntica manera que las cosas sexuales, con igual duplicidad, mojigatería e hipocresía”. (S. Freud, 1913, pag 132). Y señala que el médico no debería tener vergüenza al rechazar el analisis altruista y cobrar caro por su labor; justificando este argumento con la idea de que no debe ceder ante el paciente, ya que estaría siendo presa de la conmiseria de la neurosis de éste mismo. Ya en ésta nota, para él queda implícito que el analista debería estar lo suficiente analizado para no ceder ante la contratrasferencia.

Cabe señalar que la fecha de publicación de ésta recopilacion de ideas, antecede a un cambio pensamiento del autor, ya que en adelante sus teorías comenzarían a inclinarse por temas sociales y profundizaciones sobre la teoría de las pulsiones. En Tótem y tabú explora las relaciones entre los individuos y la sociedad primitiva discutiendo sobre la economía y las formas de intercambio de bienes y servicios relacionado con los sistemas de parentesco, la organización social y la sexualidad. En su famoso texto de 1920, definió el principio del placer y de realidad. En donde expuso que el principio de placer se basa en la búsqueda de gratificación inmediata de los impulsos instintivos y que el principio de realidad enfrenta al individuo a las limitaciones del mundo externo, lo que lo forza a encontrar una manera adaptativa de gratificación. (S. Freud, 1920). En “Psicología de las masas y análisis del yo”, exáminó el comportamiento de los fenómenos sociales señalando el liderazgo y la identificación colectiva. Bajo todas éstas teorías, sin afán de dar discusión estrictamente sobre el dinero, refiere la influencia de los impulsos en las decisiones económicas y financieras de los grupos y por lo tanto el impacto que tienen éstas en la psique (S. Freud, 1921).

Pienso que a pesar de los años que separan estas teorías de la época actual, algunas ideas Freudianas siguen vigentes como referencia para el trabajo clínico, sobre todo para candidatos en formación. De mi experiencia puedo compartir que para algunos casos han sido de claridad estas teorías sobre todo para dar sustento a los fenómenos de tranferencia con algunos pacientes, como, por ejemplo:

Paciente A, a quien recurrentemente se le olvidaba realizar los pagos acumulando deudas. Me orillaban a recordarle constantemente sobre sus atrasos y que también en ocasiones me entregaba menos cantidad a lo establecido en el encuandre. Lo característico de este caso es que cada que le refería a A un tema de dinero; por un lado, para aclarar las confusiones y por otro, para usarlo cómo un recurso más del análisis; A mostraba incomodidad, incredulidad y hasta enojo. Regularmente negaba mis interpretaciones y se creaba una atmosfera casí como si sintiera que inventaba las asociaciones y parecía que mi mano se introducía en su bolsa para revisar el manejo de sus finanzas. Cabe aclarar que A no carecía de capital para el pago de mis honorarios, por lo que sus actos evidentemente indicaban algo de su material inconsciente.

En su historia, A había aprendido a sobresalir del resto de las mujeres de su familia mostrando su riqueza, me comentó esto resaltando que había sido resultado del esfuerzo de su trabajo.

Sobre la imago paterna me refirió que no había sido un buen proveedor de reglas, pero si financiero. Para A, la imago materna (quien para ella no contaba con riqueza), le era castrante ya que refería que el padre se sometía a lo que ella decía. Así mismo, esta imago le había dejado una idea reminicente de una sexualidad disociada entre la santa y la puta. Por lo que a lo largo de su vida experimentaba culpa de su libertad sexual.

Freud en recomendaciones al médico sugiere que: “las relaciones monetarias ante el paciente deben tratarse con la misma natural y sinceridad en que se pretende educarlo para los asuntos de la vida sexual” (S. Freud, 1913, Pag. 132-133), y de acuerdo a sus demas teorías, mi labor era interpretarle la tranferencia ya instalada en el dispositivo y las relaciones entre su desarrollo psicosexual, deseos infantiles inconscientes y resistencias, por lo que me adentré a la tarea de relacionarle a mi paciente los significados de sus actos.

Hablamos sobre el éxito financiero como sustituto del falo del padre, mismo que era motivo de una defensa. También sobre la incomodidad para hablar del dinero equivalente a cuestionarle su sexualidad. De igual manera los pagos como representación de la devaluación relacionada con sus conflictos edípicos. Y por último la dependencia infantil.

Si bien, las intepretaciones fueron de utilidad en el análisis para profundizar el material, ya que le permitieron ser consciente del conflicto con su sexualidad, no provocaron que A me pagara a tiempo y que dejara el dinero de ser un obstáculo para el tratamiento. Por lo que sentía que había algo más que no terminaba de ser intepretado. Algo que noté fue que cada vez que A percibía un logro para sí, los pagos comenzaban a ser regulares y a tiempo.

Cuando Freud define las dinámicas culturales económicas de la sociedad, está implicando la importancia de la influencia del entorno social en la psique del sujeto. Carl Marx, contemporáneo de las ideas de Freud, también mostró interés en la antropología de la economía social y sin explícitamente declararlo, también bosqueja cómo de manera primitiva existía una influencia para delimitar las jerarquías de orden social de acuerdo a características sexuales y cómo el dinero representaba dichos acuerdos.

Una de las aportaciones de este autor sobre el dinero es que éste cumple características subjetivas que se han constituido a partir del ordenamiento económico y político de la sociedad. Señala que el dinero ya sea en cualquiera de sus modalidades (granos, sal, moneda o billete), ofrece valores tanto de uso, como de cambio. Respecto al valor de uso se refería a lo que el bien, o material, por si solo puede brindar de utilidad a quién lo adquiere y, el valor de cambio al beneficio que el bien o material le confiere una vez que es intercambiado por alguna otra mercancia. Si contextualizamos estas ideas al tema del análisis, al momento en que el paciente dá dinero al analista, podríamos pensar que ya está mercantilizando algo. Lo que se pone en cuestión es ¿qué se mercantiliza? La presencia y la escucha del analista o las intepretaciones; mismas que tendrán un efecto cuando el paciente obtenga un resultado tangible sobre esto y que además que sea de utilidad para su vida.

El psicoanálisis es una práctica que por su método se opone a las formas de relaciones sociales actuales en las que predomina la imediatez en los intercambios. Quizá A, no estaba realizando sus pagos, porque simplemente no se cumplía el motivo consciente por el que acudía. Quizá desde un pensamiento concreto, pero también contemporáneo, el análisis no era un intercambio de valor dentro del sistema social y el valor de su dinero alcanzaba sólo como un valor de uso, pero no de cambio.

Es interesante que Freud en su artículo sobre el inicio del tratamiento refiere: “El analista no pone en entredicho que el dinero haya de considerarse en primer término como un medio de sustento y de obtención de poder, pero asevera que en la estima de dinero coparticipan poderosos factores sexuales”. (S. Freud, 1913, pag 132). Lo que con esta frase estaría sugiriendo es que el interés del analista existe pero que debe dar prioridad a los conflictos de naturaleza sexual; sin especificar si se refiere al de ambos, pero que de acuerdo a su postura frente a la contratransferencia inferiríamos que habla únicamente sobre el paciente. Sin embargo, considero que ambos individuos están incertos en una sociedad regulada por un sistema en donde tambien existen demandas no sólo internas, si no tambien del entorno, y el mismo espacio terapéutico está sujeto a una demanda y una oferta que también impacta en la percepción de los pacientes y en la profesión del analista. Freud ya aseveraba que su técnica requería grandes exigencias tanto para el médico como para el enfermo y puso énfasis en el sacificio del médico, ya que objetó que el análisis “resulta harto trabajoso, por técnica especialísima que ha de aprender a aplicar y por la prolongada labor que ha de dedicar a cada paciente” (S.Freud, 1904-1905, pág 1010), así mismo argumentó que deberá cobrar caro por esto; ya que a pesar de la extensión del tratamiento, su método a diferencia de otros prometía una cura. Con esto podría pensar que él ya estaba sujeto a la ciertas demandas sociales. (Freud S., 1904-1905)

Debo añadir que con el tiempo noté que uno de los componentes que no permitía que las intepretaciones para A fueran acertadas, no era el contenido, si no, mi propia necesidad de que A pagara los honorarios debido a las angustias que yo experimentaba cada vez que A no lo hacía. Sientiéndome identificada con la misma frustración, mi capacidad de análisis mermaba, ya que, al no recibir el pago, el valor de este intercambio se veía alterado y mis interpretaciones por muy atinadas que fueran en cuanto a la teoría, no estaban siendo adecuadas para el proceso y por lo tanto el profundizar o llevar el análisis a otra cosa que no fuera algo relacionado al encuadre imposibilitaba el avance.

Con esto quiero decir que el valor que tiene el dinero como material de análisis dentro de la consulta no puede ser unilateral como lo planteaba Freud y que también contiene mucho más material analítico que quizá otros elementos del encuadre. Pienso que cuando un paciente sale del consultorio el analista almacena recuerdos y elaborar afectos que el paciente aún no termina por hacer, pero ocupa otros espacios para evitar que esto le afecta; sin embargo, con el dinero no ocurre lo mismo ya que éste se extiende de manera concreta y directa a la vida del analista y por lo tanto rompe con la barrera de la imaginario impactando en la realidad. Algunos analistas comentan que el analista debe tener otras fuentes de ingreso económico, o plantean distintas soluciones desde su punto de vista. Es por eso que considero que lo teórico respecto al dinero origina una duda obligatoriamente técnica y, a veces, de urgencia debido al impacto que este elemento ocasiona en la relación analítica por sus compontes socialmente adeheridos inconscientemente y las convenciones sociales de la época.

En un trabajo anterior comencé buscando información respecto al dinero y el manejo técnico de éste en la clínica y me percaté que los acuerdos técnicos sobre las intepretaciones y encuadre de honorarios se desprenden de los simbolismos que la escuela del analista le dicte, además de la particularidad del entendimiento de este fenómeno. Celia y Norberto Bleichmar, en su revisión de las perfepctivas del psicoanálisis dicen que: “El cuidado del método queda relacionado con aspiraciones profesionales y económicas ya que las ideologías predominantes en un lugar y una época influyen” (Leiberman de Bleichamar C. y Bleichmar N., 2011, Pag 74).

Tomando en cuenta las recomendaciones de mis supervisores; lo importante no son los cambios al encuadre, si no, que lo importante es saber por qué y para qué los hacemos; a lo que me pregunto ¿Qué tanto conocemos los candidatos sobre el significado del dinero que recibimos de los pacientes y además porqué hacemos X o Y cosa en este intercambio?

Ahora, en respuesta al comentario inicial, considero que se habla con más libertad sobre sexualidad que de dinero ya que, por un lado, pensando desde esta perspectiva Freudiana, mediante los cobros y pagos, el analista deja ver su sexualidad y su forma de vinculación, así como su contexto social. Esto le podría comunicar más al paciente de lo que el mismo analista pueda verbalizarle, por lo que la abstinencia no sólo ante lo real, sino, también de su mundo inconsciente queda expuesto. Aunado a esto también pienso que, aunque hay investigaciones, es menos estudiado el tema y al ser el dinero y los pagos un fenómeno que contiene tantos significados, puede alvergar infinidad de material intepretativo, por lo que puede ser confuso sobre todo cuando se está iniciando en la profesión. Hasta el momento definiría tres ejes de comprensión: 1.- el del mundo interno, 2.- el del mundo externo y 3.- el pago dentro del análisis como representante del entretejido de ambos; en donde, a veces estarán mezclados y otras no.

Cerrando el tema de las aportaciones de Freud, creo que esquemáticamente permite entender cómo el dinero sujeta el eje individual y social inconsciente, así como su importancia dentro de la consulta; como él lo sugirió, el analista debe de cobrar por su función y sobre esto, encuentro que el acuerdo técnico que se sortiene vigente es la existencia del pago. Kurnitzky (2018), observa en los rituales de tribus primitivas el vínculo entre la sexualidad tanto femenina como masculina con los artículos intercambiables que les representaban. La mujer dentro del sistema social primitivo por su capacidad reproductora y creadora de vida era considerada valiosa, por lo que su posesión tambien lo era. Sin embargo, la mujer no podía pertenecerle a todos los hombres. El hijo edípico no podría poseer a la esposa del padre, y por su lado el padre tampoco a su hija; por lo que el varón renuncia al incesto y cede la mujer a otro hombre. El ritual de la dote significa “la socialización de la naturaleza (mujer)”, siendo la mujer la representante de la vida; la cual, “no es posible obtenerla sin sacrificio (objetos de valor)”,(Kurnitsky, 2018,pag 167). Los objetos al final funcionan como símbolo de esa renuncia. “Para que la familia entregue a una hija tiene que recibir; o bien, algo de igual valor, esto es otra mujer, o bien tantos objetos o piezas de valor como sean necesarias para comprar otra mujer”. (Kurnitsky, 2018, pág. 167). El autor agrega que no sólo los bienes actúan como representantes de la cualidad de valor del objeto, también implican la cualidad del vínculo de quienes lo intercambian. (Kurnitsky, 2018). Kurnitsky (2018), encuentra similitudes en los ritules de intercambios por lo que concluye que “Toda forma de sociedad humana tiene sus fundamentos en el sacrificio, concretamente en la renuncia de lo pulsional; y que las formas primarias de organización económica obedecen a esa renuncia.” (Kurnitsky, 2018, pág. 163.) Nuevamente contextualizando esto al escenario del consultorio, queda claro que el pago está directamente asociado a la regla social de la prohibición al incesto dentro de la relación analítica; mantiene el vínculo al margen de las reglas del inconscientes y también mantiene el vínculo en la realidad, por lo que la ausencia del pago implicaría la desnudez de la relación; despertando angustias o cumplimientos de deseos primitivos y como reflexiona Lutereuu L. (2017), “ Lo que no se cobra en dinero, se cobra en la transferencia”(Lutereuu L, 2017, Sp).

Evidentemente la perpectiva Freudiana no es la única que aporta sobre el tema, sin embargo, la presento como referencia de un modelo que, aunque es útil se quedará incompleto ante otros retos del análisis dentro de la época en la que esté situado o de las dificultades que el paciente o analista presenten. Cuando en un momento del análisis A no lograba completar los pagos debido a factores fuera de su control por su trabajo, poco le hubieran servido las interpretaciones respecto a la analidad o a la falta de constancia de objetos. Me parece que lo importante es conocer cuál es el entendimiento y nivel de profundidad sobre el tema del dinero que cada corriente teórica proponga y que esto permita al candidato elegir su herramienta de trabajo ya que como candidata en este proceso de aprendizaje he notado que tiendo a replicar las formas de resolver dudas sobre el dinero en el consultorio, cuestionándome poco sobre el origen de esa sugerencia técnica. Pienso que al ser el pago algo habitual de la sociedad, se reflexiona con menos frecuencia y puede tender a contractuaciones confundidas por técnica. Sin caer en categorizaciones sobre lo mejor para un tratamiento, considero que lo importante es no perder de vista la importancia del dinero en y para el psicoanálisis.

Bibliografía

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    Número 12, https://www.acheronta.org/acheronta12/dinero.htm.
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  • Freud, Sigmund (1904-1905), “Sobre psicoterapia”, Obras Completas, Tomo I (1875-1905), Biblioteca nueva, primera edición mexicana, 2012.
  • Freud, Sigmund (1908), “Carácter y erotismo anal”, Obras Completas, vol. IX, Buenos Aires, Amorrortu, 1976.
  • Kurnitzky H. (2018). La estructura libidinal del dinero: Una contribución a la teoría de la feminidad. Nueva edición. Versión en español de Marialba Pastor 2018
  • Leiberman de Bleichmar C. y Bleichmar N.M., (2011), LAS PERSPECTIVAS DEL PSICOANÁLISIS. Paidós, Psicología Profunda.
  • Lutereau L. (2017),¨ Mi analista me ama¨. Revista: página 12. https://www.pagina12.com.ar/35501-mi-analista-me-ama?amp=1
  • Sadek, N. (2022). La fenomenología y dinámica de la vergüenza de la riqueza: entre la responsabilidad moral y el masoquismo moral. Aperturas Psicoanalíticas (70), artículo e6. http://aperturas.org/articulo.php?articulo=0001188
  • Imagen: Pexels/Engin Akyurt