Elena Hop 

“Naces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande

que necesitas compartir la vida para olvidarlo.” 

Erich Fromm

En el 2020 comenzó la pandemia provocada por COVID y las cosas cambiaron de forma drástica, tuvimos que guardar cuarentena, a la par de vivir con la incertidumbre que trajo esta enfermedad y el miedo al contagio. No se sabía exactamente qué pasaba a nivel fisiológico ni psíquico al ser contagiado. A partir de esto se vivió un encierro de manera colectiva, hubo aislamiento y falta de otredad. A lo largo de los primeros meses noté un miedo a la soledad de parte de la gente, después de unos meses cuando la pandemia no cesaba, escuchaba frecuentemente frases como “me da ansiedad volver a ir a un evento social”, “ya no me acuerdo ni cómo socializar con mucha gente”, etc. Por otro lado, el porcentaje de ansiedad, depresión, adicciones, índices de suicido, violencia intrafamiliar, entre otros, iba en aumento. Con todo esto me empecé a cuestionar, ¿cómo es que el aislamiento y la privación de libertad son un método de tratamiento hacia la salud mental? “tenga en cuenta que el brote de COVID-19 puede fomentar los sentimientos de miedo, ansiedad y aislamiento, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de recaída, abuso de sustancias, abandono del tratamiento o incumplimiento de las pautas de tratamiento.” (OMS, 2020). El economista, refiere que el 2020 fue el año con más suicidios en México en una década: empezando en el 2010 con 5,012 y aumentando en el 2020 a 7,223 casos registrados por defunciones por suicidio totales en México.

A lo largo de la historia de la enfermedad mental se han usado métodos como hospitales psiquiátricos, cárceles, centros de rehabilitación, órdenes de restricción, como forma de tratamiento para ciertas patologías. Se crea una nueva realidad para estas personas, no tienen contacto con gente del exterior y supuestamente se les está ayudando, ¿cómo es que el tratamiento es en parte el causante de tanta sintomatología? Para fines de este trabajo se hará mención del aislamiento y las repercusiones que tiene en la salud mental, con el objetivo de cuestionar dicho método de tratamiento.

Para el psicoanálisis, el aislamiento es un mecanismo de defensa que se opone a la pulsión del Ello; es decir, un pensamiento o comportamiento se aísla y se desconecta del otro. (Vera, 2020) Freud observa que la defensa es dada por una representación intolerable separada del afecto dado a una experiencia traumática que hace una privación de afecto. El sujeto separa una conducta del afecto que está vinculado y como resultado aísla el pensamiento y/o conducta como método defensivo hacia el Yo. (Freud, 1894).

Roberto Gaitán en su trabajo: “el sentimiento de soledad”, habla sobre movimientos intrapsíquicos que causan el aislamiento, la soledad involuntaria puede causar contenidos inconscientes conflictivos en todos; según Gaitán el miedo a la soledad hace que el individuo busque cercanía de otros objetos, lo cual significa que la relaciones objetales son necesarias para conservar la especie. (Gaitán, 1981) Esto se ha visto a lo largo de toda la historia de la humanidad cuando las tribus eran necesarias para que sobrevivan las personas, quien estuviera solo no iba a sobrevivir, las personas tenían la capacidad de vincularse y comunicarse con el otro, a diferencia de otras especies.

Asimismo, Greenacre expone que dentro de las patologías psicopáticas existe un tipo de aislamiento en el que no logran una separación adecuada de la madre, atrapándolos de manera aislada en la misma, impidiendo una separación individuación por características narcisistas. Debido a esto no puede ser independiente, creando poca adaptabilidad social, por lo tanto, el psicópata busca aislarse de manera afectiva.

El sentimiento de soledad hace una regresión a la fase del desarrollo en la que el sujeto necesitará de un yo auxiliar brindado por la madre para evitar la amenaza de angustia y depresión. Por lo mismo, un sentimiento de soledad va a ir vinculado a relaciones de objeto parciales. El yo está escindido, por lo mismo débil. Esta ambivalencia causa depresión y manía (Freud, 1917) Lo anterior me hace pensar que las personas privadas de su libertad experimentan regresiones a esta etapa de su vida, hay una falta de integración tanto yoica como objetal en tales sujetos. Mahler habla de el apego simbiótico que se debe dar en el niño hacia la madre para que tenga un desarrollo óptimo en el futuro, un adulto que es privado de la sociedad, puede estar en una posición regresiva y por ende tener una necesidad de afecto del otro.

En análisis se ve con pacientes que se sienten solos y son incapaces de comunicar su mundo interno, haciendo referencia a una regresión en la etapa de desarrollo donde no había capacidad de comunicación en palabra: todo era a través de simbolismos en donde se entendía la cercanía o la lejanía del objeto. Como si estuvieran fijados en la fase simbiótica de Mahler y por ende no se logra esta separación – individuación. El sujeto al ser aislado, puede estar viviendo la pérdida del otro, la angustia de separación y cumpliendo la fantasía de amenaza de abandono. Si cuando el niño se siente abandonado, busca a la madre a través del llanto y la súplica, ¿cómo buscará el adulto saciar este vacío provocado por la soledad? Probablemente a través de agresión ya sea hacia el otro, o volcada hacia sí mismo. Esta sensación de impotencia causa una reacción infantil de urgencia de recuperación, en el adulto vista como sometimiento, autodestrucción y agresión al objeto. (Gaitán, 1981) Un otro ya calma esta angustia, el sentirse acompañado en análisis y hablar en voz alta con alguien sobre todo lo que está pasando en el mundo interno da una sensación instantánea de bienestar psíquico.

En los primeros años de vida, la madre da un ambiente facilitador al bebé, por lo mismo existe una dependencia. Según Rene Splitz los niños con ausencia de figura materna tienen un daño emocional de privación emocional total, los síntomas que se reconocen en niños con separación de la figura materna son: lloriqueo, retraimiento, actitud de negación hacia el entorno, entre otros. La depresión en la infancia, que se puede manifestar más adelante en la vida adulta se da por la fantasía de la pérdida de amor al objeto. La depresión se da por una falta de identificación y necesidad de apego. La pérdida afectiva es la causa más común hacia la depresión y el duelo crónico, se presentan sentimientos de tristeza, soledad e incapacidad de tener lazos afectivos. Según un estudio aleatorio realizado por el doctor Roberto Parrado, en el que se trabajó con una muestra de 100 presuntos culpables por violación resultó que el 100% de los participantes sufrieron algún tipo de abuso sexual en la infancia y el 85% fue abusado por algún familiar. También se reportó que la mayoría había padecido de violencia intrafamiliar. Esto me hace pensar que muchas de las personas encerradas en instituciones penitenciarias reviven el trauma vivido en la infancia, sometiéndose una vez más a un lugar donde la violencia, soledad y falta de vinculación se fomenta, generando una retraumatización del trauma vivido en la infancia. Asimismo, en la pandemia el aislamiento social pudo haber fungido en personas con patologías recurrentes como un fenómeno retraumatizante que generó regresiones y agudizamiento de síntomas en las personas.

Hablando acerca de la pandemia, quisiera retomar lo hablado en el diálogo psicoanalítico de “atrapados en la marmota” por Alejandro Beltrán y Eduardo Distel. Dentro de éste, se hace alusión al concepto de atemporalidad, donde pareciera que no pasa el tiempo, por lo que este mismo tiempo se muere, lo cual da lugar a una sensación del fin del mundo. “La vida eterna pareciera un recuerdo de hace muchos años”. (Distel, 2020) Estas sensaciones parten del aislamiento, en esta plática se refiere específicamente al Covid, pero en general ilustra lo que es el aislamiento y la privación de libertad. “Se están despertando mecanismos psíquicos a partir del encierro, sujetos de un experimento social que es el aislamiento global y que genera reacciones psíquicas e ideas de vincularse que pueden ser destructivas” (Beltrán, 2020). Es por esto, que el aislamiento visto como un método del cual se tiene que seguir una regla de “quedarte en casa” hace que exista una situación regresiva e infantil en la cual se actúa a partir de lo que te diga el otro, lo cual me hace pensar que en situaciones de privación de libertad como lo son los hospitales psiquiátricos, cárceles, centros de rehabilitación, entre otros, el discurso es que se deben quedar encerrados porque son culpables, son un peligro ante la sociedad. Lo anterior genera fantasías sádicas, las cuales ahora forman parte del grupo social culpable.

Freud menciona que existe una pulsión y una defensa que chocan y hacen que el objeto externo sea necesario para la descarga. En la infancia la relación objetal es primordial, el vínculo con la madre demanda una necesidad de contacto con el objeto, que de seguridad e identificación. Klein refiere que a partir de este punto puede existir una patología como síntoma del vínculo inicial del bebé con la madre o de lo contrario si el vínculo es adecuado se fortalece el yo, y se pueden sobrellevar las siguientes etapas del desarrollo. En la vida adulta el aislamiento afectivo puede afectar el desarrollo social, usando la evitación de situaciones que se puedan vincular con el afecto. “… un verdadero monstruo de la abominación es preferible que reviente a que quede libre” – Foucault.

Michel Foucault en su libro vigilar y castigar: nacimiento de la prisión, habla sobre como antes había suplicio y tortura cómo método de castigo ante los delincuentes, después la justicia criminal pasó a ser un castigo en lugar de una venganza, respetando de alguna forma su “humanidad” se encerraba a la gente, como hoy en día. Los criminales entonces son totalmente dominados; castrados. Entonces, la manera de ser castigado por tus crímenes parece ser un fenómeno elitista, donde el grado de castigo va a depender de la situación individual, el contexto sociocultural y económico de cada sujeto. Entonces, si el objetivo es el castigo y poner al otro en un nivel inferior, junto con la privación de libertad, ¿en qué sentido realmente se le está ayudando a la persona a mejorar?, ¿en qué momento se busca una reintegración a la sociedad? La prisión tiene como objetivo clasificar, educar cuerpos, modificar comportamientos y ser un aparato de observación para que la persona se vuelva dócil y útil. “La evidencia de la prisión es la privación de libertad, ¿cómo podría dejar de ser la prisión la pena por excelencia en una sociedad en la que la libertad es un bien que pertenece a todos de la misma manera y al cual cada uno está apegado por un sentimiento universal y constante?” (Foucault, 1975) El domo con celdas que crea aislamiento, es controlado y vigilado desde el exterior, se ve como justicia y castigo que administra la conducta de la persona y hay siempre una observación de la disciplina; la persona es totalmente privada de su libertad. Lo mencionado anteriormente me hace pensar que las cárceles y los centros de rehabilitación y salud mental parecieran tener los mismos estatutos. Meter en un mismo lugar a un cierto tipo de personas con el objetivo de cambiar y modificar conductas, no obstante, poco se escucha de una reintegración total a la sociedad, especialmente si, como ya se mencionó anteriormente, se carece de recursos económicos. A continuación, se presentarán dos testimonios de personas que estuvieron aisladas por motivos de salud mental.

Un hombre fue internado a sus 22 años de edad en un centro de rehabilitación por abuso de alcohol y marihuana, estuvo dentro de dicho centro por un total de dos meses, al cual fue internado de forma involuntaria. – “Fue un proceso duro y extraño, me sentí aislado. Sobre todo, en los anexos que te meten en contra de tu voluntad, prácticamente entras como prisionero. No te dejan avisarle a nadie y te quitan todo dispositivo electrónico, tuve como tres amigos que me dieron por muerto, y al final del día yo soy social, pero si no tienes esa capacidad y no te adaptas con las demás personas de la clínica, eres tú contra el mundo y sí pesa bastante. Otros pacientes más solitarios la mayor parte del tiempo se veían deprimidos… y bueno al final del día yo recaí” – (Anónimo, 2021)

Una mujer de 24 años fue internada por anorexia en un hospital psiquiátrico por la gravedad del trastorno. – “Cuando sales a la realidad te das cuenta que habías estado en una burbuja, si no te preparan bien para salir e incorporarte a la sociedad es muy probable que recaigas. Me llegué a sentir muy triste de no poder salir y ver a otras chavas que sí podían tener una vida social, aunque al final estaba deprimida también fuera. Estuve solamente dos semanas sin contacto alguno y después de eso estuve un mes solo recibiendo cartas, después ya recibí visitas solo de mi familia, fue una época difícil y estaba muy enojada” – (Anónimo, 2021)

En la novela escrita por José Saramago Ensayo sobre la ceguera, se relata la historia de un taxista que se queda ciego, pero está ceguera es contagiosa, una plaga: una pandemia de cierta forma. La novela refleja la “locura” que se desenvuelve en los personajes por un deseo de supervivencia, tiene que haber un sentido de pertenencia en el grupo para que las personas no mueran; una ayuda mutua. Dentro de la historia hay dos grupos: los opresores y los oprimidos, “los buenos y los malos”, haciendo referencia a que la sociedad siempre va a oprimir de alguna manera al otro para sentirse con más poder, más fálico, castigando al otro. Esto no es posible sin el apoyo de un “otro”, ya sea para bien o para mal, la sociedad necesita juntarse para funcionar. Se refleja la dificultad que existe de estar además de contagiado, aislado, privado, solo. “Los ciegos tendrán que enfrentarse con lo más primitivo de la naturaleza humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio; la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron” (Saramago, 1995)

En conclusión, creo que, si bien los centros de rehabilitación en general tienen como objetivo dar contención a los pacientes, evitar que se puedan lastimar a ellos mismos o a un tercero y son necesarios en la sociedad, pienso que el aislamiento también exacerba la sintomatología y los cuadros de ansiedad de dichos pacientes. La intención de este trabajo no es proponer la eliminación de dichos centros, sino cuestionar los modelos dentro de las instituciones mencionadas anteriormente, ya que a través de la pandemia se pudo observar que incluso en personas “normales”, hubo consecuencias negativas dentro del rubro de la salud mental derivadas del confinamiento y la cuarentena, y que tal vez anteriormente no se había tomado en cuenta este factor como un disparador de ansiedad y angustia. Es por esto que me parece importante tocar este tema e invitar a todos los profesionales de la salud mental a cuestionar y mejorar el funcionamiento actual de dichos métodos de tratamiento como el confinamiento prolongado con el fin evitar el aislamiento total, ya que como se pudo describir dentro de este escrito somos individuos sociales que necesitamos la interacción desde el momento de nuestro nacimiento. Quisiera terminar este trabajo con la siguiente pregunta ¿como psicoanalistas cómo podríamos mejorar la sintomatología derivada del aislamiento dentro de los centros de rehabilitación?

Bibliografía

  • Alejandro Beltrán, Eduardo Distel. (2020). Atrapados en el día de la marmota: diálogos psicoanalíticos, capítulo II. 2/11/2021, de Sociedad Psicoanalítica de México Sitio web: https://www.youtube.com/watch?v=z_wXZ9TaWxY&ab_channel=SociedadPsicoanal% C3%ADticadeM%C3%A9xicoSPM
  • Greenacre, P. (1960). Trauma, Desarrollo y Personalidad. Buenos Aires: Hormé. Pp. 156-191
  • José Saramago. (1995). Ensayo sobre la ceguera. México: Alfaguara.
  • Mahler, M. (1980) Simbiosis Humana: Las Vicisitudes de la Individuación. Edit. Joaquín Mortiz, México.
  • Michel Foucalut. (2009). Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión. México: Siglo XXI Editores.
  • Miryam Gómez Obregón. (2021). Aislamiento afectivo: separando el afecto del objeto. 9/11/2021, de psicoactiva Sitio web: https://www.psicoactiva.com/blog/aislamiento-afectivo/
  • Roberto Gaitán González. (Julio, 1981). Rescate Gradiva: SOBRE EL SENTIMIENTO DE SOLEDAD. Sociedad Psicoanalítica de México, Volumen II.
  • WHO. (2021). Cuidar nuestra salud mental. 2/11/2021, de Organización Mundial de la  Salud  Sitio web: who.int/es/campaigns/connecting-the-world-to-combat-coronavirus/healthyathome/health yathome—mental-health?gclid=CjwKCAjw_o-HBhAsEiwANqYhp_1hKuEMf7SwwJp GGT83Uy995SJba7EKu9xJu51gSABtg3vBGyNN_RoCzXcQAvD_BwE
  • Parrado, R. (2021). Prevalencia de abuso sexual infantil en convictos por abuso sexual. El Observador Uruguay.

https://www.elobservador.com.uy/nota/un-estudio-con-abusadores-el-100-fueron-ninos-a busados-2017415500