Alejandro Radchik
Nací en 1961, este año cumplo 60 por tanto, dadas las disposiciones gubernamentales ¡ya me pude vacunar!… Y además soy profesor, así que más pronto que tarde me tocaba…
Me aplicaron la primera dosis de Astrazeneca.
Al salir, del sitio en que me vacunaron, experimenté una extraña sensación: sentí como si hubiera adquirido “superpoderes”. Lo cual me llevó a percatarme que, si bien el hecho de haber recibido la vacuna contra el covid, me ha dotado de una aparente inmunidad contra el coronavirus, me hizo también dar cuenta del impacto que ha producido la vacuna en nuestros tiempos.
Observé en alguien cercano a mí, que la vacuna había tenido un efecto “antidepresivo”, pues esta querida persona, desde el inicio de la pandemia, se había sumido en un fuerte cuadro melancólico y a partir de que lo vacunaron recuperó la energía vital.
Me llevó a recordar el efecto que se le atribuyó al Prozac; pues cuando éste se inventó, ”la píldora de la felicidad”, la llamaron.
Habiendo evocado ese hecho, se me ocurrió comentar con mis colegas y haciendo uso de la ironía, les dije que tal vez la vacuna tendría efectos antidepresivos, pues ahí, en Pfizer (tal y como se descubrió el efecto secundario del sildenafil, en los varones) se acabó creando el remedio para la impotencia sexual, es decir el Viagra… y continué diciendo: ¿qué tal que ahora sea Pfizer quien termine desarrollando alguna droga, una sustancia “mágica” con efectos antidepresivos?
Tengo la impresión y esperanza de que ya para cuando se haya completado de vacunar a toda la población mundial, la Humanidad se podrá declarar como victoriosa por poder detener al coronavirus, así como las vacunas que hoy en día se aplican cotidianamente y de manera controlada. Desde luego, hoy en día siguen siendo amenazantes las enfermedades (pensemos en las que componen que la vacuna “triple”), no podemos, ni debemos, descuidarnos.
Hoy en día ya es un tema de conversación, una moda, hablar de la vacuna, el cubrebocas ya forma parte de nuestro guardarropa, los hay “de marca”, algunos se usan para que “se vean bien”, así como Catalina Creel, en la telenovela “Cuna de Lobos”, hacía que combinara la tela del parche que utilizaba para taparse el ojo, y chantajear a su hijo…
Como conclusión:
- La vacuna nos provee de un escudo protector para inmunizarnos contra el covid.
- Dado que se trata de “un nuevo virus” muy contagioso y desconocido, la medicina no estaba preparada para enfrentarlo, se convirtió entonces en una amenaza para la especie humana. Así, desgraciadamente, ha sido causal de miles de muertes en México, millones en el mundo.
- El hecho rescatador es que los laboratorios se hayan dedicado a crear vacunas, que funcionen para “inmunizar “ a la gente en el caso de ser contagiados por el virus el covid.
- Es de suma importancia que la población sea vacunada para que se frenen los contagios.
- En tanto las vacunas son un elemento “nuevo” para la Humanidad, los laboratorios tienen que producir el número suficiente de vacunas que satisfagan la demanda mundial para poderlas distribuir correctamente. Además, se han tenido que probar ; se desconocen los efectos secundarios, y La competencia entre laboratorios, lo novedoso de la vacuna crea inquietud (por no decir paranoia). Todo esto, tendrá que irse ajustando con el tiempo, hasta que nos “acostumbremos” y hasta que se integren a la lista de vacunas cotidianas.
- La urgencia de vacunar a toda la población mundial, ha hecho de la vacuna un elemento que dota de poder y de control a los gobiernos. Tal y como lo fue la posesión de la fórmula para producir la bomba atómica, tenían el secreto, el arma…. todo ello, les dio poder. Ahora ser un país que cuenta con la vacuna, da poder y dominio sobre los que no.
- En nuestro país, también nos hemos topado con una serie de disposiciones gubernamentales que han convertido a la vacuna en algo prácticamente inalcanzable para algunos.
- Así, se ha vuelto como “un algo” muy preciado y valioso, anhelado y deseado pero, no olvidemos que además de todas estas cargas, es NECESARIO e indispensable, una herramienta de supervivencia para TODOS.
- En algunos países, se empezó a distribuir en los Centros de salud, y las farmacias, pero eso no se hizo aquí, lo que llevó a que surgiera la alternativa solamente para la gente “privilegiada”, y que contara con los medios económicos para optar por ir al extranjero con el fin de ser vacunado. Para ir al extranjero a vacunarse hay que contar con los medios económicos, pero no solamente, también se requiere contar con una serie de documentos, (visas, pasaportes, etc).
- He enumerado la serie de obstáculos para conseguir vacunarse, ¿Acaso no se asemeja con lo que se le pedía a los príncipes de los cuentos de hadas para conseguir relacionarse con la princesas, objeto de su amor? matar al dragón de siete cabezas, obtener los tres pelos del diablo, etc.)
- Al ser por fin vacunado, pareciera que obtuviéramos una especie de escudo, como si fuéramos a convertirnos en inmortales.
- El hecho de que se hayan convertido en “peligrosas” las relaciones humanas, ahora vacunados nos sentimos entonces dotados de un permiso para volver a la normalidad.
- Así como los superhéroes que obtenían “un algo” que les daba poderes, una fuerza casi mágica. Un tanto, de repente, nos vacunan y es como si nos estuvieran transmitiendo esa sustancia mágica…
- El Hombre tiene una necesidad de creer que existe una sustancia que nos protege, y que nos solucione los problemas (seguramente diría Melanie Klein que ésa es la percepción que tendrá el bebé de la leche materna).
- La necesidad de conseguir la sustancia mágica, equivaldrá a lo que tanto éxito dio a quien ofrecía el “Elixir de Amor” (no puedo evitar cuando menciono el título de esa ópera, emocionarme con la idea de que ya para cuando volvamos a la normalidad podremos disfrutar de ver en el escenario a Rolando Villazón representando al Nemerino interpretando Una furtiva lágrima).