Colaboración de Grecia Rivera para el portal vivircondiabetes.net
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La muerte se define como un proceso terminal que consiste en la extinción del estado homeostático de un ser vivo, el cual se refiere a mantenerse en una condición interna estable en la que el estado del sujeto se mantiene invariante en el tiempo, por ende, concluye con el fin de la vida, o de igual manera se define como el resultado de la incapacidad orgánica para sostener la homeostasis.

La muerte también es definida como una realidad angustiante, ya que la gente es consciente de que existe y de que llegará, pero se vive muchas veces con la incertidumbre de cuándo será el día en que realmente pase y justamente este momento se vive como una sensación muy angustiante debido a que no se sabe qué es lo que sigue después de la muerte, y se teme dejar a todos nuestros seres queridos que nunca volveremos a ver. Sin embargo, es normal la angustia que este proceso de vida provoca, siempre y cuando esté dentro de los parámetros habituales, es decir, cuando no interfiere con el transcurso del día a día, y que se pueda seguir viviendo de manera cotidiana sin estar pensando solamente en la muerte.

Generalmente la angustia ante la muerte tiene diferentes variantes, una de ellas se da porque en la época en la que nos encontramos y en nuestra cultura, la muerte significa un suceso del cual se habla poco, seguramente debido a que nadie quiere llegar a ese momento, ya que no se sabe si hay una vida después de esta, o simplemente te mueres y todo se termina. Esta incertidumbre ha motivado a la humanidad a estudiar a la muerte a lo largo de la historia; médicamente se investiga cuál es el umbral que provoca la muerte y de igual forma, se ha tratado de obtener una respuesta acerca de lo que pasa cuando uno se muere. Ante la duda se habla de que hay otra vida después de esta, de que hay una reencarnación en otra persona o, popularmente, se dice que la gente que se muere está en el cielo y desde ahí nos observa.

Sin embargo, este suceso se da en todas las culturas y en cualquier época. La muerte ha sido un proceso angustiante por todos los cambios que conlleva, por todo lo que se deja cuando llega la muerte, principalmente el dejar a todos nuestros seres queridos, aunque en diferentes épocas y culturas la muerte tiene significados diferentes.

La muerte además tiene un peso cultural importante, ya que en algunas culturas ésta se vive como un proceso sagrado que se ofrece a los dioses, en otras, las personas se preparan para esperar a la muerte y se vive como un proceso natural de vida, mientras que en otras todavía sigue siendo un tema tabú. Ciertamente el peso que se le da culturalmente a la muerte es lo que define en el mayor de los casos la manera en que cada persona la percibe, pero no se descarta que este proceso deje de ser angustiante por más preparación que se haga, sin embargo la manera en que se vive esta etapa depende del contexto y de la influencia cultural con la que cuente la persona, incluso en la época en la que se dé la muerte.

En especial en nuestra cultura se hace un gran festejo en el famoso “Día de Muertos”, fecha en la que se recuerda a los difuntos y se les rinden ofrendas que contienen todo lo que al difunto le gustaba, además de hacer una gran fiesta para que ese día nuestro ser querido ya fallecido pueda acompañarnos. Culturalmente se tiene la idea de que ese día se debe brindar un gran banquete y no sólo de la comida que le gustaba a nuestro difunto, sino toda una serie de recuerdos que nos hagan recordar los buenos momentos, y a través de esto poder sentir que nuestro ser querido sigue con nosotros.

Algunas personas se preguntarán: ¿Cómo evitar la muerte sea angustiante? Cito esta pregunta, ya que usualmente se busca una respuesta ante algo que es seguro que pasará, sin embargo es difícil entenderlo como un proceso natural de la vida por el cual todos los seres vivos pasamos o algún día tendremos que pasar. En especial nosotros, como seres humanos, tenemos conciencia de que la muerte llega para todos, sin embargo, lo que se recomienda es no basar nuestra vida en pensar solamente en la muerte haciendo que esto interfiera en vivir el día a día, simplemente debemos entender que la muerte es un proceso de vida y que algún día llegará, pero mientras llega, debemos aprovechar cada momento. Algunas personas viven día a día angustiadas por la idea de la muerte, pero existen soluciones para que esta preocupación no se convierta en una obsesión o un pensamiento recurrente, en estos casos se puede recurrir a un especialista para ayudar a entender por qué este pensamiento se hace manifiesto todo el tiempo.