Reversión de la perspectiva

Autor: Gabriela Silva Muñoz

 

Según Etchegoyen (1986),Bion descubre la reversión de la perspectiva al estudiar el área psicótica de la personalidad.La reversión de la perspectiva es un fenómeno patológico complejo.

 

El paciente tiende a quedarse en una sola perspectiva, desde la cual “ve” las interpretaciones y todo el análisis. Esta actitud no se manifiesta, por el contrario, se esconde detrás de un aparente acuerdo y compresión de la perspectiva que el analista le muestra.

 

Bion (1963) menciona que la reversión de la perspectiva es una experiencia clínica en la cual el analista y el analizado parecen estar hablando el mismo lenguaje, tener muchos puntos de coincidencia y sin embargo permanece sin ningún otro vínculo que el hecho mecánico de la asistencia continua a las sesiones analíticas.

 

Grinberg(1972) menciona que revertir la perspectiva es un fenómeno activo e intencional, que logra convertir en estática una situación dinámica (splitting estático). Toda evolución es detenida a través de este mecanismo, que es evidencia de dolor psíquico. El dolor del cual el paciente se protege puede ser el de saberse “loco”.

 

Características de la reversión de la perspectiva:

La suposición de que el analista es el analista puede ser negada en silencio por el paciente. De este modo el debate entre analista y analizado no es verbalizado, lo que dice el analista aparece como aceptado por las dos partes del análisis, pero, es insignificante. Así se mantiene el conflicto fuera de discusión y no es considerado un problema entre analizado y analista. La suposición de que el analista es el analista y el analizado el analizado es un desacuerdo que es dejado de lado en silencio.

 

Analista y analizado ven los mismos hechos pero con premisas diferentes. Esto es lo que singulariza la reversión de la perspectiva, lo que la diferencia del actingouty de la reacción terapéutica negativa, donde el desacuerdo es visible y las premisas no están sustancialmente cuestionadas.El analizado que revierte la perspectiva renuncia al contrato analítico y se atiene a otro que él mismo establece sin explicitarlo.

 

Si el paciente ha estado en análisis por un tiempo largo, manipula al análisis, puede sugerir interpretaciones aprendidas de su analista, conservándose así la intersección de “acuerdo”.El paciente detecta satisfacción en la voz del analista y responde con un tono que transmite pesar. O el paciente dice que acepta una interpretación pero en realidad la rechaza o peor aún, las reemplaza por otras silenciosamente.

 

El delirio:

Bion(1963) dice que la reversión de la perspectiva implica un delirio y que, viceversa, el paciente utiliza el delirio para mantener la reversión de la perspectiva.Las interpretaciones delirantes aparecen en momentos en que la tarea interpretativa amenaza con mover toda la estructura del paciente; es entonces cuando se recurren a las alucinaciones o a las ideas delirantes para mantener la reversión de la perspectiva.

 

El paciente no delira en principio sino que quiere mantener sus sueños diurnos a toda costa, con lo cual termina por delirar.Por lo general son los estados fronterizos los que emplean la reversión de la perspectiva, y no la psicosis franca donde el delirio está a la vista.

 

Es probable que el paciente no pueda siempre manejar un grado tal de agilidad mental que le permita aparear la interpretación con un giro que revierta la perspectiva desde la cual se mira la interpretación. El paciente hace uso de una coraza que es reforzada por delirios y alucinaciones. Si no puede revertir la perspectiva inmediatamente puede ajustar su percepción de los hechos “oyendo mal y comprendiendo mal”. De este modo da fundamento a la visión estática: se está creando un delirio, y si este no es suficiente, se crea una alucinación.

 

Ejemplo de un caso clínico de Bion:

Se puede dar el caso de que luego de muchos meses de un análisis aparentemente exitoso, el paciente logra un amplio conocimiento de las teorías del analista pero no el insight. El paciente puede usar los silencios no para llevar a cabo un insight, sino para darle un significado distinto a una interpretación que el analista hizo. Da a las interpretaciones del analista un giro que no estaba en la intención del analista.

 

Este es un ejemplo de un paciente hombre, inteligente, que daba la impresión sesión tras sesión de estar cooperando en forma amistosa.

 

“Mi secretario se queja con amargura de su esposa: dice que ella no lo comprende. Dice que ella se queja constantemente de él”.  Dentro del contexto de esta comunicación se puede discutir una amplia gama de fenómenos transferenciales. En vista de la experiencia analítica del paciente, su indudable habilidad y sensibilidad, sería razonable suponer que él observaba una relación transferencial. Pero en ocasiones su manera de comunicar asociaciones me hizo sospechar que los episodios descritos podían ser inventados por él para ilustrar una teoría de la transferencia.A veces solía decir que había estado “pensando” en silencio, “acerca de lo que usted había dicho”. A veces solía no estar de acuerdo con la interpretación y luego, como si tuviera que luchar para lograr una solución, consentía en aceptar que yo estaba probablemente en lo cierto. Otras veces cuando yo sentía que mi interpretación era del tipo que le debía resultar familiar, aceptaba cortésmente como si fuera un cliché que apenas podía provocar una agitación en sus pensamientos.

 

La razón de todo esto, es la evidencia del dolor. Lo que parecía llevar al paciente a revertir la perspectiva era la teoría del complejo de Edipo. El paciente no tiene por qué estar de acuerdo con el analista o experimentar conflictos edípicos dentro de sí: él revierte la perspectiva.

 

El dolor:

La reversión de la perspectiva es evidencia de dolor; el paciente revierte la perspectiva para convertir una situación dinámica en estática. El dolor no puede estar ausente de la personalidad. Un análisis debe ser doloroso, porque en un análisis en el cual no se observa el dolor ni se lo trata no puede ser considerado una de las principales razones por las que el paciente está en análisis.

 

En la reversión de la perspectiva la aceptación por parte del analista de un deterioro del paciente en su capacidad para manejar el dolor, puede contribuir a evitar errores que pueden llevar al desastre. Si el problema no es tratado y hablado, puede dar lugar a una experiencia de dolor tan intensa que derive en una crisis psicótica.

 

La reversión de la perspectiva es una forma especial de pensamiento que trata de evitar a toda costa el dolor mental. El pensamiento es doloroso desde su origen más remoto porque surge cuando se acepta el dolor de la ausencia, cuando se reconoce que el pecho no está (Bion, 1963).

 

Tipos de pacientes que hacen reversión de la perspectiva:

En 1976, en el Congreso de Londres, Liberman habló de un tipo especial de pacientes, los cuasi colegas, que proponen dificultades especiales. Son personas que hacen uso emblemático del psicoanálisis, que se analizan por una cuestión de prestigio, que buscan en el análisis levantar la autoestima a través de suministros narcisistas.

 

La reversión de la perspectiva en un paciente narcisista consiste en que el sujeto viene a análisis no para conocerse a sí mismo, curarse, crecer o resolver sus problemas; sino que viene a demostrarle al analista que no necesita el análisis. La dificultad de aceptar la existencia del otro equivale a no aceptar otra realidad que la de nuestros sueños. Pero al talón de Aquiles del narcisista es que necesita al otro para demostrarle que lo que él afirme es cierto.

 

Etchegoyen(1986) menciona que la reversión de la perspectiva puede aparecer más frecuentemente de lo que parece. Sin embargo no todo el que distorsiona el análisis o trae segundas intenciones debe incluirse en esta categoría. El psicópata por ejemplo, tiene segundas intenciones pero no abandona las primeras, viene a analizarse aunque no sabrá por mucho tiempo qué es analizarse.

 

Muchos casos de perversión se comprenderían mejor si los contempláramos desde esta vertiente. Me refiero al homosexual que viene a demostrar que es homosexual con el claro designio de que el analista al final va a tener que reconocerlo y tendrá que aceptar que su deseo de tratarlo era un error y un prejuicio por definición.

 

Conclusiones:

  • La reversión de la perspectiva es el opuesto del insight. Ya que el insight es la capacidad de asumir el punto de vista del otro. La reversión de la perspectiva impide cambiar y revertir mi punto de vista para aceptar el de los otros.
  • El paciente viene a análisis no solo para ejecutar la reversión de la perspectiva, sino también para que lo curemos. El desenlace de un paciente así dependerá como siempre, de cuánto pese en él un deseo y el otro, así como también de nuestra habilidad para comprenderlo y no caer en la trampa.
  • La táctica del analista radica en desestabilizar la defensa, transformando la situación estática nuevamente en dinámica.

 

Bibliografía:

  • Bion, W.R (1963): Elementos de psicoanálisis. Paidós, Argentina: p. 73-89.
  • Grinberg, León (1972): Introducción a las ideas de Bion. Ediciones Nueva Visión, Argentina: p. 49-51.
  • Etchegoyen, Horacio (1986): Los fundamentos de la técnica psicoanalítica. Amorrortu, Argentina: p. 833-850.
  • Liberman, David (1976): Changes in the theory and practice of psychoanalysis, International Journal of Psycho-Analysis, vol. 57, págs. 101-7.

IMAGEN: sxc / danjaeger

2 comments

  1. Me he leído la reversión de la perspectiva en etchegoyen y no fue tan claro como en este resúmen/ensayo, muchísimas gracias por coadyuvar a mi entendimiento sobre el tema.

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