La Dra. Amapola González de Gaitán es la autora del siguiente trabajo publicado en la Revista Gradiva No. 1 Vol. 1 del año 1980.
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El 15 de junio de 1972 se constituyó oficialmente el “Grupo Mexicano de Estudios Psicoanalíticos, A.C.”
El 31 de mayo de 1978 fue, a solicitud de sus miembros ante las autoridades competentes, cambiado el nombre de la institución científica mencionada por el de “Sociedad Psicoanalítica de México, A. C.”
El cambio en la denominación se debió únicamente a que los asociados consideraron que éste último apelativo corresponde más al nivel científico de la agrupación que el anterior. En lo que se refiere a los objetivos siguen siendo los mismos que fueron consignados en el acta constitutiva:
“El objeto de la Asociación Civil es el estudio, enseñanza y difusión del psicoanálisis. . . No tendrá en ningún caso, propósito de lucro”.
¿Cuáles fueron los antecedentes de la fundación de la hoy Sociedad Psicoanalítica de México?
¿Comenzaríamos con Sigmund Freud el genial fundador del Psicoanálisis y cuya mayor parte de sus postulados todavía constituyen la piedra angular y los más firmes puntales de nuestra ciencia? ¿Iniciaríamos con los conceptos que en la segunda mitad del siglo XIX prevalecían en los cerebros preclaros de ilustres estudiosos acerca de cuál pudiera ser el funcionamiento del aparato mental de esa especie (macho y hembra) tan pomposamente autodenominada Homo Sapiens? ¿Empezaríamos más atrás, en los intentos perseverantes de millones y millones de seres humanos a lo largo de centenas y centenas de milenios para conocerse a sí mismos? La tentación es casi irresistible pero el lugar, el espacio y el momento no son adecuados. Principiemos, pues, por algo infinitamente más modesto y operante: La formación psicoanalítica de nuestros miembros fundadores, el –a nuestro juicio- motivo desencadenante que dio lugar al nacimiento de nuestra Sociedad, la formación a su vez, como psicoanalistas de los nuevos socios que han venido incrementando el grupo y que nos han  traído como dote la valía de su intelecto y de su alta calidad personal. Todo ello para culminar en lo que ahora es ni más ni menos que una sociedad psicoanalítica con sede en la ciudad de México, capital del progresista país  conocido como “México”, en el llamado continente americano de este pequeño planeta apodado Tierra que para los humanos es tan sumamente importante aunque los astrónomos nos aseguren que es tan sólo un pequeñísimo cuerpo celeste de un sistema solar planetario gravitante en la esquina de una galaxia más, de entre un montón de millones de ellas y todas pululando en un inconmensurable Universo.
Lo anterior es únicamente para que el tiempo y el espacio nos ayuden a establecer dimensiones comparativas entre los anhelos –legítimos a veces y equivocados otras- de un puñado de seres humanos en el suceder del Cosmos cuando del establecimiento de nuestra identidad se trata. En este caso la identidad de la Sociedad Psicoanalítica de México.
Desde el mes de Enero de 1948 hasta 1950 partieron de esta ciudad de México hacia Buenos Aires en Argentina cinco jóvenes médicos cirujanos plenos de esperanzas y empuje científico, dispuesto a entrenarse en la Asociación Psicoanalítica Argentina. Allí encontraron camaradería entre sus compañeros de entrenamiento; orientación y enseñanza, además de amistad, por parte de sus maestros; y se toparon también con privaciones económicas esperables para quienes se hallan en fase de formación profesional especializada y en un nuevo país. No se desanimaron, se mantuvieron estrechamente unidos, estudiaron con ahínco, adquirieron activamente experiencia y por fin, en los años 1955 a 1958 trajeron a México su jerarquía académica de psicoanalistas y contribuyeron a formar la Asociación Psicoanalítica Mexicana. Esta asociación quedó, en ese momento, constituida por siete miembros: cinco psicoanalistas formados, como ya se ha dicho, en Argentina, uno en los Estados Unidos de América y otro en Francia. Comenzaron a laborar en las diversas áreas que toda asociación científica aspira a cubrir; una de ellas, la formación de nuevos científicos en esa rama del conocimiento. Y la Asociación Psicoanalítica Mexicana creció hasta contar en 1972 con cuarenta y nueve miembros.
Como fue señalado al principio de esta reseña, la hoy Sociedad Psicoanalítica de México se fundó a mediados de 1972 tomando como nombre, en aquel momento, el de Grupo Mexicano de Estudios Psicoanalíticos. Consideramos altamente afortunado para nosotros el que desde el primer instante pertenecieran a nuestras filas tres de aquellos emprendedores médicos que de México fueron a Buenos Aires en busca de filiación psicoanalítica y que de entonces a la fecha han sido reconocidos por su inteligencia, capacidad y competencia tanto en el campo de la consulta privada como en el ámbito científico mundial, habiendo alcanzado, por añadidura, en la actualidad el merecido renombre de maestros ilustres. Ellos son: Dr. Jaime Tomás, miembro honorario desde nuestra fundación; Dr. Santiago Ramírez, miembro fundador y vitalicio; Dr. Avelino González, miembro fundador y Director de Enseñanza y Programa científico desde ese 15 de junio de 1972 hasta el día de hoy.
Los demás miembros fundadores éramos todos médicos cirujanos entrenados y graduados como psicoanalistas en el Instituto de la Asociación Psicoanalítica Mexicana.
En concreto: el Grupo Mexicano de Estudios Psicoanalíticos, A.C., se fundó con doce socios: Dos, egresados del Instituto de la As. Psic. Méx. Y que no desearon solicitar su ingreso en tal asociación; nueve ex socios que habíamos presentado nuestras renuncias a la APM entre Marzo y Junio de ese año y de los cuales dos habían sido allí didácticos (Santiago Ramírez y Avelino González), cinco tuvimos la jerarquía de titulares y dos adherentes; y un socio titular de la APM que no renunció a su membresía en la citada asociación.
Desde nuestra fundación nos hicieron el honor de aceptar ser miembros honorarios los Dres. Jaime Tomás y Charles Socarides. El primero residente en Argentina donde ocupó cargos de alta relevancia dentro de la Asociación Psicoanalítica Argentina y cuya jerarquía académica era, desde muchos años atrás la de miembro titular didáctico; en la actualidad reside en Madrid donde, tras haber sido uno de los pilares del movimiento psicoanalítico de esa capital funge hoy como director del Instituto de la asociación psicoanalítica allí afincada. En lo que se refiere al Dr. Charles Socarides que cursó sus estudios de medicina en la Universidad de Harvard y en el New York Medical College, se entrenó para psicoanalista en la Columbia University que hoy se denomina Psychoanalytic Center for Training and Research; pertenece a la asociación de la Psychoanalytic Medicine Columbia University; es, entre otras funciones docentes, profesor clínico de psiquiatría en el Albert Einstein College of Medicine de Nueva York y ha publicado numerosos libros y trabajos científicos que prestan ayuda básica al estudioso psicoanalista.
El 23 de Junio de ese mismo año se unió a nuestro grupo una psicoanalista de gran valía: La Sra. Laura Achard de Demaría que se trasladaba del Uruguay para residir en México; entrenada en la Asociación Psicoanalítica Argentina fue, posteriormente, fundadora (1955) de la Asociación Psicoanalítica del Uruguay; miembro relevante de la comisión directiva y del comité de redacción de la revista de esa asociación así como directora de su Instituto. También fue miembro integrante del Consejo Coordinador de las Organizaciones Psicoanalíticas de América Latina y representante latinoamericano en la comisión sobe constitución y estatutos de la API. Fue fundadora de la clínica psicológica infantil y posteriormente se especializó en psicoanálisis infantil. En México, impartió clases en la Escuela de Graduados de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Laura Achard de Demaría conserva, desde luego, su membrecía en la Asociación Psicoanalítica del Uruguay y sus actividades científicas en México abarcan, además de las ya citadas, su consulta privada, haber sido miembro de nuestra directiva y ser profesora del Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia donde forma parte de la Comisión de Enseñanza.
En Julio y Agosto del 72 y febrero del 73 causaron alta en nuestro grupo psicoanalítico tres afiliados más: un miembro titular de la Asociación Psicoanalítica  Mexicana que conservó su membresía allí, otro que  también había sido titular y había presentado su renuncia, el tercero era recién egresado del instituto de esa asociación y no deseó solicitar alta ahí.
En la misma temporada también renunciaron a ser socios de la APM dos miembros titulares didácticos y otros dos titulares los cuales formaron su propio grupo.
Para que en una asociación científica de 49 miembros haya catorce que se consideren precisados a renunciar y a constituir agrupaciones por separado, dos socios más cuya afinidad  con una de esas asociaciones nacientes les conduzca a sumarse a sus filas, y tres especialistas más, recién  graduados en el instituto de dicha asociación no se sientan motivados para incorporarse a ella, algo muy grave tiene que estar ocurriendo en su seno. La experiencia nos dice que en toda asociación de seres humanos son inevitables las rencillas y algunos asociados se desgajan de vez en cuando pero si se llega a discordias de esa índole es que ha comenzado a predominar la destructividad.
No queda incluida, en el caso anterior, la situación en que dentro de una sociedad científica se hayan formado, en la rama de ciencia que se labora, corrientes teórico prácticas que hayan dejado de ser armónicas y que, en consecuencia, demandan una escisión de los asociados, reagrupamientos por afinidad de opiniones y, en general, trayectorias científicas divergentes de ahí en adelante.
En la Asociación Psicoanalítica Mexicana no fue cuestión de ciencia. La gran mayoría de quienes renunciaron hicieron explícita, en el texto de sus cartas renuncia y de sus comunicaciones verbales, su inconformidad con la política interna de la Asociación Psicoanalítica Mexicana y nadie mencionó disensiones con el cuerpo de teoría psicoanalítico prevaleciente. Muchos de nosotros expresamos habernos sentido víctimas de atentados, no sólo a nuestras imágenes de científicos sino incluso a nuestras personas, y ello por parte de numerosos integrantes del grupo mayoritario que desde dos años a la fecha detentaba la dirección dentro de la APM. Es más, se llegó el grado de contaminar el tratamiento psicoanalítico de muchos pacientes nuestros en consulta privada e incluso el de candidatos del instituto de la APM de muchos pacientes nuestros en consulta privada e incluso el de candidatos del instituto de la APM mediante un bombardeo nutrido y prolongado de estos pacientes consistente en abordarlos a manera directa para decirles difamaciones contra sus psicoanalistas. A pesar de que hubiéramos podido defendernos legalmente –incluso mediante documentos- de tan desnaturalizado ataque no quisimos hacerlo en pro del buen nombre del Psicoanálisis en México; preferimos creer en sus protestas de enmienda cuando hicimos valer, en el interior de la Asociación, nuestras reclamaciones. Gestión inútil, esperanzas fallidas, todo siguió igual. Fue preciso renunciar a esa asociación e intentar laborar lejos de tan mefítico ambiente.
Y fundamos el Grupo Mexicano de Estudios Psicoanalíticos, A.C., en la creencia de haber dejado atrás un episodio triste. Para nuestra gran sorpresa iniciaron aquellas personas una campaña sistematizada y tenaz de índole tal y donde el honor no tuvo representación, que no acierta uno a explicársela proveniente de alguien cuyo juicio esté en sus cabales. Pareciera que su única finalidad fuese sepultarnos científicamente e incluso a modo personal. Ignoraban que si bien por desgracia hay, en la historia de la humanidad muchas épocas oscuras en que la destructividad de algunos individuos se impone y parece avasallar la luz de la razón, lo que a la larga predomina es la huella impresa por la cultura, el progreso y la comprensión.
Si los entonces directivos de alguna asociación psicoanalítica –internacional o no- se dejaron impresionar por tal campaña difamatoria nada se pudo hacer al respecto salvo prescindir de quienes se tornaron indiferentes a nosotros y, al parecer, partidarios de nuestros detractores. En el mundo de la ciencia el campo es tan ancho que una comarca jamás ha sido insustituible.
Situaciones así hacer recordar las jactanciosas palabras de Goebbels, aquel nazi que fue ministro de propaganda de Hitler y que un día declaró con insolente cinismo que. . . una mentira repetida suficiente número de veces. . . se convierte en una verdad.
A nosotros nos gustaría agregar. . . para los crédulos.
Hubo reajustes en el interior del Grupo Mexicano de Estudios Psicoanalíticos, algunos miembros se retiraron de él para tomar diferentes rumbos de acuerdo con sus intereses; varios fueron, en distintas épocas, a llamar a las puertas de la Asociación Psicoanalítica Mexicana y de ellos unos han sido admitidos y otros todavía no; pero esto ya no nos atañe ni interesa, tampoco es de nuestra incumbencia ni interés el saber si en esa institución se ha obtenido la concordia o si tan sólo mantienen un cascarón en cuyo interior se albergan grupúsculos antagónicos. Lo que sí es de importancia para nuestra reseña es consignar que para el mes de Octubre de 1974 éramos en el Grupo Mexicano de Estudios Psicoanalíticos seis socios activos, un miembro vitalicio (Dr. Santiago Ramírez) y dos socios honorarios (Dres. Jaime Tomás y Carlos Socarides).
Ciertos miembros de la APM. aún exhiben hoy –asombrosamente tras ocho años de nuestra partida de allí- tan notable falta de cordura y carencia de veracidad como el primer día llevando su perenne insensatez a proferir públicamente –por supuesto, como siempre, a nuestras espaldas- falsedades acerca de nuestra Sociedad Psicoanalítica. Y eso que algunos de ellos han  ocupado en el seno de la A.P.M. puestos altamente representativos cuya dignidad debieran sentirse obligados a respetar. Es su problema. . . y el de sus coasociados. . . si no lo hacen así. Para aquellos miembros de esa Asociación que conservan equilibrio de honestidad personal y científica así como ecuanimidad de raciocinio vaya toda nuestra consideración; para las personas que demuestran ser malintencionadas sólo nos es posible disponer de lo que merecen: un desentendimiento absoluto de su existencia.
Las aseveraciones de los párrafos anteriores no entrañan el menor ánimo de iniciar estéril polémica que, además de anacrónica, representaría un absurdo gasto de energía digna de ser empleada en mejores fines; es simplemente la constatación de vicisitudes  relacionadas con la reseña histórica de nuestra Sociedad Psicoanalítica. Por nuestra parte hemos tenido por norma el abstenernos de mencionar para nada, fuera de nuestras paredes, y desde hace largos años ni siquiera dentro, tan lamentable tema y estimo que en el sentir de todos nosotros está la convicción de que no vale la pena dedicarle ni un ápice más de atención.
Un grupo científico pequeño con deseo de superarse en los estudios, tal cual era el nuestro a finales de 1974, lleva como ventaja la cohesión y como patrimonio el nutrido trabajo que recae sobre los hombros de cada uno de los integrantes; nos abocamos a ello con entusiasmo y tesón al igual que habíamos dado anteriormente lo mejor de nosotros mismos.
No es posible detallar la multiplicidad de actividades societarias desarrolladas en ocho años de infatigable labor. Se hará, en consecuencia, un señalamiento esquemático de las que se consideran más significativas:
Los días 28, 29 y 30 de abril de 1973 hicimos en la ciudad de Monterrey, N.L. nuestro Primer Simposio, que resultó todo un éxito. En este Simposio el doctor Avelino González presentó un trabajo científico denominado “Perversiones de la agresión (Observaciones críticas sobre el concepto de perversión)”.
Nuestro Segundo Simposio se llevó a cabo en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, los días 1º., 2, 3, y 4 de junio de 1974, en el cual presentamos nuestros trabajos y además tuvimos reuniones conjuntas con la Asamblea Médica de Occidente, con la Sociedad de Neuro-Psiquiatría de Guadalajara, con la Sociedad de Pediatría, con la Sociedad de Ginecología y Obstetricia. Resultó una larga tareas pero extraordinariamente gratificante.
Nuestro III Congreso Nacional se realizó cuando ya nos denominábamos Sociedad Psicoanalítica de México, A.C., los días 23 y 24 de septiembre de 1978 en la ciudad de México. Aquí ya participaron junto con nosotros los miembros jóvenes de nuestra Asociación, con los siguientes trabajos científicos: el Dr. Ulpiano Harispuru: “Trama Psíquico”; el Dr. Luis Alejandro Vega: “Aportación al estudio de la compulsión a la repetición; el doctor Enrique Torres Acevedo: “Notas sobre el Ideal del Yo”; el Dr. Sergio Toscano: “Homosexualidad en la Infancia”; el doctor Avelino González “Sobre la compulsión a la repetición y esa forma de ‘actuación’ mal llamada ‘acting-out’”; la doctora Amapola González de Gaitán “Identidad y lealtades en el niño que inicia la escolaridad”.
En este III Congreso tuvimos también el concurso de estudiantes avanzados del Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia, S.C., para ayudarnos con los trabajos de síntesis y secretariado tan indispensables en actividades de esta índole.
El 22 de septiembre de 1979 también en esta ciudad México nos reunimos de nuevo para una Jornada Científica en Conmemoración del 40º aniversario de la muerte de Sigmund Freud. En este evento se tuvo la participación y presentación de los siguientes trabajos científicos: el Dr. Avelino González “Biología y Psicología en la obra de Freud”; el Dr. Luis Alejandro Vega “Origen infantil de la angustia. El enfoque psicobiológico de Freud”; el doctor Ulpiano Harispuru “Concepto de trauma en la obra de Freud. Aspectos biológicos y psicológicos. Revisión Crítica”; la doctora Amapola González de Gaitán “Freud: Complejo de Edipo en la niña”; el Dr. Sergio Toscano “Aportaciones de Freud al entendimiento de la homosexualidad”; el doctor Roberto Gaitán González “Freud y el psicoanálisis de niños”. Se puede decir que esta Jornada se efectuó con todo éxito.
Durante el mes de octubre de 1979 nuestra Sociedad fue enviada a colaborar en los Festejos del VIII Aniversario de la Sociedad Mexicana de Salud Mental, A.C., habiendo presentado un panel sobre dichos aspectos en el desarrollo infantil normal y patológico, los doctores Luis A. Vega “Contribución del psicoanálisis a la comprensión de la psicopatología”; Sergio Toscano “Desarrollo de la Identidad Sexual” y Roberto Gaitán “Problemas escolares. Un enfoque psicoanalítico”.
Por otra parte, participamos con nutridas colaboraciones científicas en la Asamblea Médica de Occidente que se llevó a cabo en Octubre de 1977 en la ciudad de Guadalajara, Jal.
En nuestras reuniones científicas mensuales se lee y comenta en cada ocasión un trabajo psicoanalítico presentado por uno de nuestros asociados. Se citarán algunos como ejemplo:
“Resolución de problemas neuróticos de los niños a través de psicoterapia de grupo de sus madres”, por el Dr. Sergio Toscano. Del Dr. Enrique  Torres: “Implicaciones psicodinámicas en los casos de vasectomía y salpingoclasia”. “Psicoanálisis de niños” del Dr. Roberto Gaitán González. “La angustia de separación en la transferencia de una paciente adolescente” por la Psicóloga Martha Reynoso. “Reacción de la mujer ante el aborto” por la Dra. Elsa Ruvinskis. “El uso del lenguaje como agente psicopatogénico y como elemento estructurados y psicoterapéutico” por la Dra. Estela Ruiz Milán, etc.
Hemos sido visitados por los doctores León y Rebeca Grinberg quienes trabajaron intensamente con nosotros durante su estancia aquí. También tuvimos ocasión de trabajar con el Dr. Charles W. Socarides, EL que laboró intensamente con nosotros. Asimismo nos han  visitado científicos distinguido de otros países.
Desde principios de 1973 hasta fines de 1976 colaboramos con el Dr. Enrique Torres Acevedo, miembro fundador y entusiastamente activo de nuestras Sociedad, quien reside en la ciudad de Guadalajara, Jal., impartiendo en esa ciudad clases en su grupo de enseñanza psicoterapéutica psicoanalíticamente orientada.
En Marzo de 1975, miembros fundadores de la Sociedad Psicoanalítica de México. A.C., constituímos el Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia, S.C. Éramos la Dra. Amapola González de Gaitán, el Dr. Avelino González, el Dr. Sergio Toscano y el Dr. Luis Vega. El objeto de esta entidad es la enseñanza, aplicaciones terapéuticas, investigaciones, divulgaciones y demás actividades afines del Psicoanálisis y de la Psicoterapia, así como todo acto que tienda a la mejor realización de los anteriores objetivos.
Desde la fundación del Instituto hemos tenido el privilegio de contar con la entusiasta colaboración de todos los miembros de la Sociedad Psicoanalítica de México. Absorbimos infinitas horas de trabajo docente con su corolario de labor administrativa y organizadora, pero tenemos ahora la satisfacción de contar con tres generaciones de graduados en Psicoterapia y tres generaciones más que están en entrenamiento.
También es nuestra legítima satisfacción que los médicos cirujanos y psicólogos graduados en el Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia, S.C., hayan solicitado  ya el ingreso como psicoanalistas a la Sociedad Psicoanalítica de México A.C., lo cual fue, por supuesto, aceptado, considerándonos los antiguos socios extraordinariamente enriquecidos con la llegada de los nuevos valores.
En el Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia, S.C., se han realizado, además de los múltiples seminarios impartidos semanalmente, varios ciclos de ateneos de información y discusión sobre problemas psicoanalíticos.
Podemos decir con honda satisfacción de “trabajo cumplido” que todas nuestras actividades científicas dentro de la Sociedad y del Instituto han sido coronadas por el éxito.
En Febrero de 1979 nuestro compañero el Dr. Enrique Torres Acevedo fue socio fundador de la Asociación Psicoanalítica Jaliscience, A.C., a la cual se han sumado, hoy en día, ya como miembros, las psicólogas psicoanalistas Pilar Arce. Hecht y Martha Reynoso Ibarra primariamente alumnas de aquel grupo tapatío de enseñanza psicoterapéutica psicoanalíticamente orientada quienes hicieron el loable esfuerzo de trasladarse semanalmente a esta ciudad de México para cursar en el Instituto nuestro sus estudios psicoanalíticos.
Desearía poner punto final citando a quienes fueron nuestros Presidentes y agradeciendo a mis actuales compañeros de trabajo en la directiva, todo su entusiasmo y extraordinaria colaboración hasta crear el ambiente de camaradería y esfuerzo en que nos desenvolvemos.
Nuestros presidentes fueron: Desde 1972 a 1974, Dr. Rubén Tamez Garza; de 1974-76, Dra. Amapola González de Gaitán; de 1976-78, Dr. Sergio Toscano Islas; y 1978-80, Dr. Luis Vega.
DIRECTIVA Y COMISIONES DE LA SOCIEDAD PSICOANALITICA DE MEXICO, A.C.
PRESIDENTA: Doctora Amapola González de Gaitán, Médico Cirujano, Psicoanalista graduada en el Instituto de la Asociación Psicoanalítica Mexicana, ex miembro titular de la misma, fundadora de nuestra Sociedad, Secretaria del Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia, profesora e integrante de la Comisión de Enseñanza de dicho Instituto, maestra del Doctorado de la Facultad de Psicología de la UNAM.
VICE – PRESIDENTE: Doctor Sergio Toscano, Médico Cirujano, Psicoanalista graduado en el Instituto de la Asociación Psicoanalítica Mexicana, miembro fundador de nuestra Sociedad, Tesorero del Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia, profesor e integrante de la Comisión de Enseñanza del mismo, profesor de la Universidad de las Américas. Fue durante diez años Jefe de Pediatría Neuro-psiquiátrica del Instituto Nacional de Neurología. Diez años profesor del Doctorado de la Facultad de Psicología de la UNAM, psiquiatra especializado en el Worcester State Hospital de Worcester, Massachusetts, especializado en psiquiatría infantil y de la adolescencia en el Worcester Youth Guidance Center, de la misma ciudad.
SECRETARIA: Doctora en Psicología Rosalba Bueno, graduada como psicoterapeuta en la Asociación de Psicoterapia Psicoanalítica. Graduada como psicoanalista en el Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia y profesora del mismo, así como profesora de la Universidad Iberoamericana.
TESORERA: Doctora en Psicología Estela Ruiz Milán, psicoanalista egresada del Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia, y actual profesora del mismo, profesora de la Universidad Iberoamericana. Fue Coordinadora del Hospital Psiquiátrico Infantil, Jefe de la Sección del Hospital de Día. Jefe del Departamento de Psicología ahí. Psicóloga Clínica de la Facultad de Medicina de la UNAM.
VOCAL: Psicóloga Pilar Arce Hecht, miembro de la Asociación Psicoanalítica Jalisciense, y profesora del Instituto de dicha Sociedad. Además profesora del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Fue graduada como psicoanalista en el Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia.
VOCAL: Doctor Roberto Gaitán González, Médico Cirujano, formado como psicoanalista en el Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia. Profesor actual del mismo. Fue profesor en la Facultad de Medicina de la UNAM. Actualmente profesor en la Universidad de las Américas.
CORRESPONSAL: Doctor Enrique Torres Acevedo, Médico Cirujano, graduado como psicoanalista en el Instituto de la Asociación Psicoanalítica Mexicana , ex miembro adherente de la misma, miembro fundador de nuestra Sociedad, Profesor del Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia. Miembro fundador y Presidente de la Asociación Psicoanalítica Jalisciense. Profesor del ITESO
DIRECTOR DE LA CLÍNICA PSICOANALÍTICA: Doctor Ulpiano Harispuru, Médico Cirujano, graduado como psicoanalista en el Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia, profesor del mismo. Fue Jefe de Psiquiatría del Centro Médico Naval.
DIRECTOR DE PROGRAMA CIENTIFICO: Doctor Avelino González Fernández, Médico Cirujano, Psicoanalista graduado en la Asociación Psicoanalítica Argentina, donde fue Miembro Titular Didáctico y profesor de su Instituto. Socio desde los comienzos de la Asociación Psicoanalítica Mexicana, donde fue Miembro Titular Didáctico y Presidente de la misma, además de Director del Instituto de ella.  Fundador y Vicepresidente del Consejo Coordinador de las Asociaciones Psicoanalíticas de América Latina (COPAL). Secretario Asociado de la Asociación Psicoanalítica Internacional; posteriormente Vicepresidente de la misma. Profesor de Doctorado de la Facultad de Psicología de la UNAM Socio fundador de la Sociedad Psicoanalítica de México, Profesor y Miembro de la Comisión de Enseñanza del Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia, así como Director del mismo. Miembro fundador de la Asociación Mexicana de Psicoterapia de Grupo (hoy Asociación Mexicana de Psicoterapia Analítica de Grupo. (AMPAG).
COMISIÓN DE BIBLIOTECA: Doctora Elsa Ruvinskis Pérez, Médico Cirujano, psicoanalista graduada en el Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia, profesora del mismo.
COMISIÓN DE PUBLICACIONES: Doctor Roberto Gaitán González, Coordinador. Maestra en Psicología Cora Ann Dobbs de Fierro, psicoanalista graduada en el Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia, fue: Coordinadora en la Maestría de Psicología Clínica de la Universidad de las Américas. Jefa del Departamento de Psiquiatría de la Guardería de la S.O.P. Consejera del High School del Colegio Americano. Directora del Departamento de Psicología Clínica de la Universidad Femenina y maestra de esa Institución. Directora del Departamento de Psicología de la Universidad de las Américas  y profesora de esa entidad. Psicóloga Martha Reynoso Ibarra, psicoanalista graduada en el Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia. Miembro de la Asociación Psicoanalítica Jalisciense, profesora del Instituto de esa asociación y profesora del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente. Encargada del Departamento de Psicología Cirugía Reconstructiva.
Las traducciones, tanto de español a inglés como a francés, fueron hechas por la maestra en psicología Mónica Cohen.
Nuestro agradecimiento a la eficiente labor de la secretaria ejecutiva de la Sociedad, señora Bertha Barbosa de Hernández.
También nuestro reconocimiento a la valiosa colaboración y eficiencia del señor C.P.T. Fidel Ruiz Colunga, así como a todo el equipo de su bufete.