La Invención del Cuerpo. Arte y erotismo en el mundo clásico.

Carmen Sánchez. 2015.

Biblioteca de Ensayo. Siruela.  ISBN: 978-84-16280-54-4

La invencion

Por Abigail Cobar

 

El tradicional Congreso anual que celebrará próximamente nuestro Instituto, tendrá como tema, “El lenguaje corporal”. Como es natural, de inmediato se inicia el movimiento de ideas y con esto, nace la necesidad  de ordenarlas, aclararlas, concretarlas y de ser el caso, intentar abundar el conocimiento que se pueda tener al respecto. Lo anterior trae consigo el hecho de que “coincidencialmente” se tropiece uno con textos interesantes, referentes a la temática en cuestión y fue así como me encontré este pequeño libro o pocket book.

Se trata de un ensayo nos da, creo que involuntariamente, algunos de los porqués en el mundo de hoy, 2015,  vemos deseable esa forma de cuerpo lograda al través del desarrollo prominente de los músculos, y porqué, algunas personas, dedican tanto tiempo y tantas energías –físicas, económicas y psíquicas- en intentar moldearlo, hasta alcanzar ciertos ideales o estándares de belleza, en acatamiento de leyes no escritas,  provenientes de quién sabe dónde, pero que contienen más fuerza que las propias leyes.

La autora es maestra en Arte Antiguo en la Universidad Autónoma de Madrid y  ha dirigido proyectos de investigación sobre iconografía griega y nos presenta este ensayo, enfocado en algunos aspectos de la cultura griega y romana,  de los siglo VIII al I,  a. C. Brevemente nos despliega, sus dinámicas religiosas, la disparidad de  roles de los hombres y de las mujeres, así como sus encuentros y desencuentros, siendo la pregunta inicial la siguiente: qué es lo que les condujo (estas culturas), a presentar a sus dioses, a sus héroes y a sus atletas, desnudos. Porque, dice… [Lo normal es que en cualquier sociedad vestida el desnudo tenga un efecto tabú: es vergonzoso, poderoso, peligroso, humillante, monstruoso.]…[Es humillante y redunda en la vulnerabilidad, como la de las mujeres que van a ser violadas o los indefensos prisioneros ante los poderosos gobernantes egipcios o asirios.] Y nos da esta respuesta con una consecuente y amplia explicación…[Pero el desnudo que inventaron los griegos, lejos de ser algo temible o monstruoso, es algo  bello, una gozosa experiencia visual que dignifica y heroiza. Es un vestido que identifica etnias, géneros y clases sociales. Sólo los griegos se desnudan.]

Después de leer lo anterior me dije: estoy de acuerdo en que en la desnudez se puede identificar la etnia y por supuesto el género pero discrepo en cuánto a que, estando desnudos, se pueda identificar la clase social. Tenía la idea que sin ropa, con las diferencias señaladas, todos somos iguales, pero mi discrepancia se esfumó al llegar apenas a la página 34 donde nos dice, que los griegos, a este respecto, decían… [El cuerpo bello anticipa un espíritu valeroso.] …[La resistencia y el ejercicio son alimentos para la valentía mientras que el descanso y la flojera lo son para la cobardía. Los hombres sin ocio que no acuden a la palestra, los esclavos, los trabajadores, tienen el pecho débil y los hombros estrechos, como los bárbaros o las mujeres.]

Pasando por alto lo misógino de la última afirmación, queda claro que la filosofía griega veía disminuidos tanto a los jóvenes holgazanes como a los que tenían que trabajar para subsistir, es decir los desfavorecidos sociales y económicos,  ya que ninguno de los dos asistían al gymnnós; únicamente los jóvenes de las clases privilegiadas se dedicaban, “en cuerpo y alma”, a hacer toda clase de actividad física y orientar su alimentación para obtener un cuerpo que reflejara la grandiosidad de la cultura griega.

Hace un minucioso estudio de un bronce datado entre los siglos 470 y 430 a.C. del que, haciéndoles un apretado resumen dice: poderosos músculos abdominales, potentes glúteos, exagerado pliegue inguinal, pies grandes y…minimización de los órganos sexuales. La imagen del sexo de un niño preadolescente en el cuerpo de un adulto. Un cuerpo prodigioso e imposible, aunque la primera impresión es que se trata de un varón real. Un bello cuerpo que  despierta admiración y deseo. Fusión arbitraria de elementos irreales pero que crean la subjetiva ilusión de un armonioso cuerpo de varón.

Las características descritas de este bronce, me trajeron a la mente la imagen de la Barbie, que presenta un ser de cuerpo imposible de obtener pero que no deja de ser un ideal para algunas jovencitas.

Carmen asevera que: [La belleza que inventan los griegos es muy concreta. Es una imagen artificial e intelectual, una versión de un varón anómalo porque no es lo común, extraño porque es imposible y noble porque representa criaturas excelentes, virtuosas y hasta cierto punto, inmortales.]

Pues bien, henos aquí, todos cibernéticos y mega modernos, persiguiendo un ideal de belleza que inventaron los griegos y que tomaron para sí los romanos hace 2016 años. ¿Será que los varones persiguen los  mismos fines de generar atmósferas de confianza y para intimidar a los posibles agresores?, y las mujeres, ¿querrán lucir esa figura antinatural para lucir viriles, fuertes, valientes y poderosas?

La autora incluye fotografías de diversas obras de arte encontradas en ruinas  y albergadas en museos, tales como vasijas, vasos, copas, estatuillas, etcétera, en las que aparecen diversas escenas de una vida supuestamente cotidiana de la elite en las que solamente vemos hombres, ya que las mujeres aparecerán en las diversas expresiones artísticas, hasta casi finales de esta era.

El ensayo también abarca los temas de la pederastia homosexual, de la falocracia, del lesbianismo, del papel de la mujer en esta etapa y el régimen legal respectivo. Naturalmente todo esto tocado solamente en la parte sustantiva.

Las 178 páginas no tienen desperdicio ya que las fotografías nos dan idea puntual del desarrollo de ese depurado invento de imagen.

Lo encontré en El Péndulo y me costó $296.00. Pueden llevarlo a la vacación ya que no pesa y cabe en cualquier parte.