Psicopatía Femenina
Autor: Vanessa Bosch

VIÑETA PACIENTE
María tiene 28 años, es guapa y muy inteligente. Tiene innumerables relaciones con hombres siendo esto para ella como si coleccionara trofeos. Miente en la forma mas fantasiosa demostrando tener una gran imaginación. También roba, engaña, hace fraude y falsifica todo tipo de firmas, desde la de su mama hasta la de su supervisor de tesis, en general es capaz de todo. Su habilidad de actuar es admirable, su vida es un escenario. A pesar de todo esto, logra caer bien y que la gente la quiera, es encantadora y muy agradable. Es difícil con María poder identificar si su relato es mentira o verdad, y cuando alguien la cacha robando o mintiendo, siente vergüenza, no siente remordimiento y comenta no poder dejar de hacerlo.

INTRODUCCIÓN

Empezaré discutiendo las características de personalidad de los pacientes que probablemente sean los mas intimidantes y poco populares en el área de salud mental, y en la práctica privada, “los psicópatas”. A lo largo del presente trabajo exploraré y analizaré desde la perspectiva del psicoanálisis, sobre el tema de los psicópatas o de las personalidades antisociales, tema cada vez más presente en nuestra vida cotidiana.

Haré mención del carácter esencialmente defectuoso de la conciencia de los psicópatas, y abordaré la localización y el origen de dicha patología, así como la psicodinamia. Hablaré de las conductas psicopáticas en niños y en adolescentes para poder identificarlas en el consultorio y tratar de realizar un trabajo analítico con ellos, para prevenir el desarrollo de este tipo de personalidades.

CONSIDERACIONES GENERALES

La conducta antisocial recorre, como todo comportamiento humano, un espectro lineal que va desde los rasgos más sutiles de la misma como sería, por ejemplo, el gratificarse pasivamente de la psicopatía de los otros. Hasta lo evidentemente patológico y perverso, como es el acto homicida acompañado de tortura, que está en el rango de extrema psicosis, desorganización, impulsividad y sadismo como el caso de Daniel Arizmendi o Richard Chase. La psicopatía se encuentra entre el rango de borderline y psicosis, ya que por definición el diagnóstico se refiere a falla en las relaciones interpersonales y en el uso de defensas muy primitivas.

La conducta antisocial es inherente al ser humano. Se vincula estrechamente al funcionamiento arcaico de nuestro aparato psíquico, cuando el proceso primario del pensar aún domina sobre el “principio de realidad”.

Algunos de los rasgos principales son: 1. La falta de tolerancia a la frustración, 2. Incapacidad de posponer la gratificación pulsional, 3. La urgente necesidad de buscar y/o recuperar el control-poder y con ello el sentimiento de omnipotencia ante el peligro de fragmentación ejemplo, muerte, 4. La falta de empatía hacia “el otro” y por supuesto 5. El predominio del narcisismo patológico.

PSICOPATÍA Y PSICOANALISIS

El psicoanálisis aporta una nueva comprensión de todo lo que caracteriza a los psicópatas; la acción, la agresión, la ausencia de conciencia moral y de culpa, y el narcisismo. Para los psicoanalistas es la ausencia de culpa y el sentimiento de culpa lo que define a un verdadero psicópata. La ausencia de estos sentimientos no es innata, son un producto secundario de la ausencia de identificación y de relaciones objetales.

Desde un punto de vista metapsicológico estos sujetos están definidos por a falta de desarrollo del superyó. En general, lo que ha impresionado a muchos autores es efectivamente la relativa inconsistencia de la organización libidinal objetal de estos sujetos, frente a la importancia de su problemática narcisista.

FREUD

Por otra parte Freud describió los “criminales por sentimiento de culpa”, que comenten actos criminales porque se sienten tan perturbados por un sentimiento inconsciente de culpa que esperan lograr un alivio mediante algún género de castigo.

Freud en una frase parece hablar del verdadero psicópata, describe la especie humana en general. “Su prójimo no es solamente un auxiliar y un posible objeto sexual, sino que también es un objeto de tentación. En efecto, el hombre siente la tentación de satisfacer la necesidad de agresión a expensas de su prójimo, de explotar su trabajo sin darle compensación, de utilizarle sexualmente sin su consentimiento, de apropiarse de sus bienes, de humillarle, de infligirle sufrimiento, martirizarle y de matarle”.

MELANIE KLEIN

Klein afirma que existe en el psicópata un superyó, muy cruel y primitivo, que se encuentra fijado en el estadio del desarrollo que había alcanzado en un momento de frustraciones y agresiones precoces. Debido a estas experiencias se da una represión especialmente intensa que cierra todas las salidas a la actividad fantasmática y a las sublimaciones.

Menciona que no es la ausencia de conciencia moral, lo que explica la actitud característica del psicópata sino la severidad aplastante del superyó, el criminal destruye a los demás porque él se siente perseguido. Naturalmente en casos en que los niños, no solo en la fantasía, sino en la realidad, experimentan cierto grado de persecución por padres malos o un ambiente miserable, se reforzarán fuertemente las fantasías.

Como el objeto persecutorio odiado era originalmente para el bebe el objeto de su amor y libido, el psicópata está ahora en situación de odiar y perseguir su propio objeto amado; como esta situación es intolerable es preciso suprimir todo recuerdo y conciencia de cualquier sentimiento de amor por cualquier objeto. Si no hay en el mundo mas que enemigos, y esto es lo que siente el psicópata, a su modo de ver su odio u destructividad se justifican ampliamente, actitud que alivia algunos sentimientos inconscientes de culpa.

Afirma que en el caso de los psicópatas hay un fuerte sadismo y una angustia abrumadora, y el círculo vicioso entre el odio, la angustia y las tendencia destructivas no puede romperse, el psicópata sigue estando bajo la tensión de las primeras situaciones de angustia y retiene los mecanismos de defensa pertenecientes a este estadio temprano. Si entonces el miedo al superyó, sea por razones externas o intrapsíquicas, pasa de ciertos límites, el individuo puede sentirse compelido a destruir a la gente, y esta compulsión puede formar la base del desarrollo de un tipo de conducta criminal o de una psicosis.

OTTO KENRBERG

Para este autor, la personalidad antisocial tiene una estructura de personalidad de tipo narcisística y para él los fundamentos de esta personalidad son: autorreferencia excesiva, grandiosidad, tendencia a superioridad exhibicionista, dependencia excesiva de admiración por parte de otros, superficialidad emocional, crisis de inseguridad que alternan con la grandiosidad usual. Luego, dentro de las relaciones de objeto (con los otros), sería intensa envidia consciente e inconscientemente, mecanismos contra la envidia, especialmente tendencia de explotación, incapacidad de depender de otros, falta de empatía con los otros, falta de compromiso interno en otras relaciones.

Se presenta conducta antisocial desde la infancia (mentir, robar, falsificar cheques, prostituirse, asalto, robo, asesinato, robo armado), hay una ausencia auténtica de capacidad de sentimiento de culpa y de remordimiento. La otra característica es total incapacidad de una relación afectuosa con otros. Hay relaciones de tipo parasitarias.

Tienen incapacidad de sufrir duelos auténticos y en lugar de ello surge rabia e impotencia por haber sido derrotados o descubiertos Estos pacientes son incapaces de enamorarse y las relaciones sexuales están desprovistas de todo tipo de ternura.

No logran planear “a futuro” y muchas veces el individuo actúa, aunque sea muy inteligente, como si no tuviera ninguna conciencia de las consecuencias para él mismo de su comportamiento. Hay indiferencia por su futuro a largo plazo y también hay una falta de capacidad de aprendizaje, no aprende de sus propios errores y hay una repetición eterna de los mismos patrones conductuales.

OTTO FENICHEL

Fenichel describe a los psicópatas como narcisistas y que carecen de superyó, y pueden por ello hallar la gratificación de todas sus exigencias sin ninguna consideración hacia los demás. Seguramente la falta de relaciones de objetos duraderas de la primera infancia, o una fijación oral sumada a experiencias traumáticas, pueden hacer imposible la instauración en forma completa y definitiva, de un superyó eficiente. El superyó, en este caso, no se halla ausente sino incompleto o patológico, y en las reacciones del yo al patológico superyó se reflejan las ambivalencias y contradicciones de estas personas hacia sus primeros objetos.

Están regidos por fijaciones orales y cutáneas, por la extrema ambivalencia hacia todos los objetos, igualdad entre las necesidades eróticas y narcisísticas y por conflictos entre rebelión y propiciación.

Los hallazgos anamnésicos típicos entre psicópatas son los cambios frecuentes de medio, un ambiente desamorado o una influencia ambiental muy inestable. El complejo de Edipo y su solución, son consecuentemente desorganizados, débiles, inestables. Algunos psicópatas simplemente no aprendieron nunca a establecer relaciones objetales.

PHYLLIS GREENACRE

El comportamiento de los pacientes psicópatas se caracteriza primordialmente por impulsividad y marcada irresponsabilidad, estados emocionales intensos pero lábiles, y relaciones superficiales. Característicamente, parecen vivir en el momento con gran intensidad, actuando sin plan y aparentemente sin preocuparse por las consecuencias.

La carencia de una estimación practica del tiempo y la incapacidad de aprender por la experiencia se destacan como síntomas cardinales. El alcoholismo, la afición a las drogas, y perversiones sexuales pueden ser síntomas secundarios asociados. En un alto porcentaje de casos aparecen tendencias homosexuales y parece ser inherente a la misma estructura de la personalidad una predisposición a la homosexualidad.

Habría que añadir que la conciencia del psicópata para Greenacre no remiten al conflicto edípico sino a una forma particular de patología narcisista. Podemos pensar que esta actitud proviene de un momento del desarrollo del niño en el que la realización de la separación de la madre es incompleta y en el que el funcionamiento del mecanismo proyección- introyeccción esta reforzado. El psicópata tiene generalmente ideales muy elevados, pero son totalmente grandiosos y totalmente desvinculados con la realidad.

GILBERT DIATKINE

Este psicoanalista francés, menciona que el psicópata se caracteriza por la ausencia de remordimiento ante sus fechorías, siendo el castigo más que el crimen, lo que es buscado por el inconsciente del psicópatas. El castigo sirve para satisfacer la necesidad de punición inconsciente que ha empujado al individuo a cometer un acto prohibido.

El afirma que hay 4 tipos de psicópatas: 1. El carácter antisocial puro, que no muestra ningún signo de neurosis y que presenta sin provocación exterior reacciones antisociales, sin interrupción desde el periodo de latencia; 2. Las conductas psicopáticas transitorias, especialmente en la pubertad, que parecen reactivas a las modificaciones del mundo externo y que están relacionadas con un conflicto inconsciente concreto; 3. Los actos antisociales relacionados directamente con una neurosis, como la cleptomanía; 4. El grupo de las neurosis de carácter.

NUCLEO FAMILIAR DEL PSICÓPATA

La mayoría de los autores coinciden en que la conducta antisocial maligna encuentra sus orígenes en la primera infancia. Freud explica que el afecto de odio es más antiguo que el amor, asimismo señala, “con el ingreso del objeto en la etapa del narcisismo primario, se despliega también la segunda antitesis del amar: el odiar.

Bowlby habla de los trastornos del apego causados por eventos traumáticos, como pueden ser la muerte de la madre, separaciones prolongadas de ésta, hogares destruidos, etc., así como de la colaboración de las actitudes emocionales, conscientes e inconscientes, que muestran los padres hacia los hijos. Durante los primeros 5 años de vida, este tipo de eventos traumáticos tienden a tomar al pequeño ser en una persona carente de emociones y empatía hacia otros objetos.

Winnicott también considera que la conducta criminal está íntimamente ligada a una perturbación  profunda en la relación padre-hijo. Después de todo, el padre es simbólicamente, quien viene a romper la relación simbiótica entre madre e hijo, dicta la ley de prohibición del incesto y tiene una función estructurante en la familia. También es una figura con la cual el infante se identifica, ya sea de manera sana o enfermiza (identificación con el agresor). El problema con los psicópatas es que funcionan con un Superyó arcaico y que corresponde a un tipo de relaciones objetales más primitivas,

Mc.Willimas describe a la madre del psicópata como débil, depresiva y masoquista, una madre que no logró metabolizar y poner en palabras las experiencias emocionales del niño. Al padre lo describe como explosivo, inconsistente y sádico, y Greenacre por su parte afirma que es severo, inspira temor y en relación con su hijo es remoto y distante.

Generalmente los dos padres son narcisistas, hay además una pobre relación entre los padres y el niño, desde los primeros días de esté. La madre tiene un apego narcisista al hijo, considerándolo como si fuera sólo una parte y una manifestación de ella misma, es evidente que el sentido de separación e individuación se demora en el niño. En consecuencia de esto puede haber un fortalecimiento de la fase del desarrollo introyectivo- proyectiva, y una intensificación de las figuras punitivas externalizadas. Cuanto mayor sea tratado el niño como si fuera una parte del progenitor, mayor será la agresión contra él, reflejada de un modo proporcionado en exageradas figuras paternas inspiradoras de temor. El padre por su parte se muestra a menudo distante, inspira temor reverente y es algo así como un temible semidios.

Al haberse demorado el sentido de separación, por el prolongado sometimiento afectivo a la madre, pueden tener como parte de su condición general una apreciación demorada e incierta de las diferencias sexuales y se perturba la distinción de la realidad entre los que soy yo, o lo que e pertenece, y lo que es de él o ella, o les pertenece.

PSICODINAMIA

La estructura de personalidad de los psicópatas es inmadura, simple, relativamente primitiva e indiferenciada. Hay un alto grado de narcisismo con identificaciones defectuosas, y la organización libidinal es principalmente pregenital (oral), con un enorme monto de agresión poco inhibida y una cierta fusión entre lo libidinal y lo agresivo. Hay un pobreza yoica y superyoica importante que se puede percibir en la dificultad de los psicópatas para controlar sus impulsos, las alteraciones en las inhibiciones, en la poca capacidad que tienen para no actuar, así que la agresión es expresada de una forma más fácil. El Yo del psicópata no esta equipado para lidiar con la tensión y la ansiedad por lo que el umbral para estímulos internos y externos está empobrecido.

Los mecanismos de defensa son primitivos: proyección, introyección, negación, control omnipotente, identificación projectiva son los principales. Estas defensas inestables y están poco organizadas, son usadas en exceso y de forma rigidizada.

.Muestran muy poca capacidad para sentir remordimiento, culpa y para sublimar. Hay una mayor catexis hacia los objetos o cosas, que a las personas. Los objetos son intercambiables y las relaciones están organizadas con patrones sadomasoquistas. En los psicópatas se puede ver que las fijaciones son mucho más frecuente que las regresiones, hay una fijación en la etapa oral, la etapa anal y la fálica fueron alcanzadas en algún grado, pero el psicópata esta dominado por fijaciones orales.

Hay mucha agresión en forma de odio que es libremente expresada y descargada en contra del mundo exterior y de objetos externos. La actividad fantástica es mínima y los impulsos son actuados, muy poca fantasía es utilizada para dominar eventos futuros.

 CONCLUSIONES

¿Es posible el tratamiento de los psicópatas?

En realidad, ha habido poco interés en desarrollar programas de tratamiento para las personas diagnosticadas de psicopatías o Personalidad Psicopática, en parte por la creencia compartida de que se trata de personas «incurables» o no tratables.

Se dice que los psicópatas no son susceptibles de tratamiento, ya que pronto lo abandonan y rara vez es posible estudiarlos intensivamente. Raramente el psicoanálisis ha podido tratarlos, pues no tienen ni la paciencia, ni la buena disposición, ni la capacidad emotiva par ser analizados.

El trabajo del psicoanálisis también contempla ciertas dificultades de índole ética, que hacen prácticamente imposible el tratamiento con dichos pacientes. A esto último habría que agregarle el difícil manejote nuestra contratrasferencia, pues estos pacientes no solamente tienden a ocultar el material por cuestiones de seguridad, sino, al hacernos depositarios de sus fantasía, también nos convierten en enemigos potenciales a los que, tarde o temprano, habría que controlar y/o eliminar.

Uno de los grandes problemas sobre los psicópatas, que siempre los ha hecho incomprensibles para el mundo, es su falta de sentimiento humanos buenos, pero esta falta es solo aparente. Cuando en el análisis se llega a los más profundos conflictos de los que brotan la angustia y el odio, según Klein también se encuentra el amor. Ella afirma que el amor no esta ausente en el psicópata, sino que está escondido y enterrado en forma tal que sólo el análisis puede traerlo a la luz.

Sabemos lo difícil que es acercarse a un psicópata y curarlo, aunque no tenemos razones para ser demasiado pesimistas en este punto, pero la experiencia muestra que uno si puede acercarse y curar a niños psicópatas. Por consiguiente parece que el mejor remedio contra la delincuencia sería analizar a los niños y adolescente que muestren signos de anormalidad como son:

–         Egocentrismo persistente: llevado a parámetros extremos (inflexibilidad ante los padres, difíciles de convencer,…).

–         Coléricos y agresivos: el menor no tolera ser contradicho y no duda en acudir a la fuerza si se ve vencedor en una hipotética agresión.

–         Incapaces de comprender puntos de vista ajenos: está relacionado con las anteriores características, lo que se aleja de sus ideas está equivocado o es falso.

–         Crueldad: no percibe que su acción puede dañar a terceros. Suele manifestarse con animales.

–         Manipulación, mentiras y falta de culpabilidad: engloba un círculo cerrado (menor que manipula a otros para alcanzar un objetivo, es descubierto, inculpa al cómplice y genera una idea de que su

–         comportamiento es normal).

–         Adolescencia tiránica y desconcertante: no se encuentran a gusto en casa, ven coartada su libertad, no toleran el colegio, buscan dinero a cualquier precio (incluso prostituyéndose). Externamente aumentan su agresividad, sentido exagerado de la propiedad y consumo de tóxicos.

–         Irresponsabilidad permanente: están siempre justificando su comportamiento, incluso llegan a pactos que no tienen intención de cumplir. Por su carácter manipulador, manipulan a los padres haciéndoles acceder a sus caprichos en un baldío intento de que el menor cambie su actitud.

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