Psicoanálisis enjaulado: una propuesta de un proyecto de intervención social basado en la teoría psicoanalítica
Autor: Diego Díaz de León
Aumentan los pacientes ricos; en los pobres, la práctica casi no existe (Redacción, 2000). Así fue titulado un artículo publicado en la revista Proceso en el año 2000 sobre la práctica psicoanalítica. Si reflexionamos al respecto, el nivel económico no es la única causa por la que se podría ver afectada la práctica psicoanalítica, aunque puedan ser establecidas relaciones entre el nivel económico y otros aspectos que afecten a ésta. Tomemos como ejemplo el nivel de cultura y educación en algún individuo, dejando a un lado las características que determinan si es un sujeto analizable o no y regresemos a lo básico. Es fundamental considerar que en las zonas donde hay carencias económicas, educativas, culturales, etc., la probabilidad del desconocimiento parcial o total de lo que es la psicología, ya no vayamos a psicoanálisis, es muy alta. Al mismo tiempo, en las zonas de un nivel más alto y con mayor o toda la posibilidad de tener acceso a estos conocimientos, también encontramos esta ignorancia generalizada, en la que uno se encuentra con gente universitaria, que ha terminado la licenciatura, la maestría e incluso el doctorado, y que pueden llegar a preguntar “¿qué (no quién) es Freud?”. Aunado a esto, sería caer en la misma ignorancia el pensar que al tener estas carencias, estos sectores de la población no tienen ningún tipo de necesidad de atención o intervención en el ámbito de la salud mental y emocional, limitando aún más a la práctica psicoanalítica.
En 1898 Freud encontró algunas limitaciones para la terapia psicoanalítica, las cuales expuso en su obra La Sexualidad en la Etiología de las Neurosis y menciona que ésta “exige una determinada madurez intelectual en los enfermos, siendo, por tanto, inútil en los niños y en los adultos mentalmente débiles o incultos” (Freud, 2011, p. 328). Hoy en día algunas limitaciones con las que, en tiempos pasados, los psicoanalistas se encontraron, han cambiado o se han modificado, y partiendo de esta idea es en donde nace la base para este ensayo. A mi parecer, el psicoanálisis es muy amplio, al igual que las necesidades en los diferentes sectores de la población, para quedar encerrado en cuatro paredes, un diván y un sillón, un analista y un analizando y es por esto, que surge la propuesta que a continuación voy a presentar. Es posible que muchos psicoanalistas vean esta propuesta como una aberración, pero me parece que aunque no se esté trabajando con una terapia psicoanalítica como tal, sí es posible diseñar programas de intervención social que partan de una base psicoanalítica, teniendo una visión más integral y generando un mayor alcance poblacional. También es cierto que con los avances tecnológicos y las complicaciones que el mundo capitalista trae consigo o la constante de los cambios sociales, el psicoanálisis tiene que ir adaptándose al contexto y a las circunstancias para no quedar como una disciplina obsoleta. El objetivo de este trabajo es proponer una idea más amplia de la aplicación que se le puede dar al psicoanálisis, integrando a aquellos sectores poblacionales más vulnerados y con mayor complicación de acceso a éste, en un proyecto de intervención basado en la teoría psicoanalítica. Es importante mencionar que esta propuesta trae consigo el ir estableciendo puntos de investigación, diagnósticos poblacionales, así como necesidades y errores en el proyecto, entre otras cosas; sin embargo, me limitaré a describir la idea general.
Para empezar, es necesario dividir a la población en grupos con los que se piensa trabajar, siendo éstos, niños, adolescentes, adultos, adultos mayores e instituciones gubernamentales y/o privadas, tales como hospitales, consulados, de atención a víctimas, etc. Por otro lado, esta propuesta tiene como objetivo trabajar con la población que no tenga patologías o enfermedades graves y/o que no cuadren con los métodos de trabajo que serán planteados a continuación. ¿Por qué la inclusión de instituciones gubernamentales a la propuesta de trabajo? A partir de mi experiencia empírica, me he percatado de la constante falta de la integración de áreas de atención e intervención mental y emocional, y de la comprensión y valorización de la misma, así como la falta de preparación de los servidores públicos, doctores, defensores, entre otros, para tratar con personas vulneradas en el ámbito emocional y mental, como por ejemplo, en caso de catástrofes naturales, los consulados no tienen un área de atención psicológica o ésta es devaluada, en instituciones de atención a víctimas como defensorías de derechos humanos, los servidores no tienen preparación para realizar contención e intervención, en los hospitales es común que haya una necesidad de este tipo de atención por más breve que llegue a ser y puede que incluso no haya personal capacitado para darla. Sin embargo, es la última área de esta división poblacional pues puede resultar más complicado el tener acceso a las instituciones, pero el no incluirlas resultaría en una propuesta de trabajo un tanto incompleta. Antes de comenzar con el sustento teórico y las propuestas que serán realizadas, quiero resaltar el hecho de que esta es la descripción de una idea general de la aplicación de un proyecto de intervención social que parte de una base psicoanalítica, pero aún falta realizar investigación y diagnósticos para consolidar el proyecto. Por otro lado, al ser un proyecto de intervención social y no un trabajo psicoanalítico como tal, la idea es crear o fomentar un sentido de comunidad y que al mismo tiempo ésta adquiera las bases para que el proyecto continúe.
Muchos autores han intentado definir el concepto de comunidad y aunque han llegado a diferentes conclusiones, tienen puntos en común. Maritza Montero (2008) une las definiciones de Chavis y Newbrough, 1986; Giuliani, García y Wiesenfeld, 1994; y Sánchez, 2000, y menciona que en todas “se indica que la comunidad supone relaciones, interacciones tanto de hacer y conocer como de sentir, por el hecho de compartir esos aspectos comunes. Y esas relaciones no son a distancia, se dan en un ámbito social en el cual se han desarrollado histórica y culturalmente determinados intereses o ciertas necesidades; un ámbito determinado por circunstancias específicas que, para bien o para mal, afectan en mayor o menor grado a un conjunto de personas que se reconocen como partícipes, que desarrollan una forma de identidad social debido a esa historia compartida y que construyen un sentido de comunidad…” (Montero, 2008, p.198)
También aclara que este sentido es “…identificable en el pronombre personal de la primera persona del plural: nosotros.” (ibid, p.198) Al haber terminado la revisión de diferentes definiciones, Montero presenta la suya, definiendo comunidad como “un grupo en constante transformación y evolución (su tamaño puede variar), que en su interrelación genera un sentido de pertenencia e identidad social, tomando sus integrantes conciencia de sí como grupo, y fortaleciéndose como unidad y potencialidad social” (ibid, p. 207)
En esta definición me gustaría resaltar la importancia para este proyecto de lo que expone Montero sobre la conciencia que los integrantes toman de sí como grupo y el fortalecimiento y potencialidad que esto genera, pues es uno de los puntos centrales en el proyecto para que una vez que haya sido aplicado, pueda continuar andando dentro de la comunidad. También un objetivo del proyecto es encontrar focos amarillos en los individuos para encontrar aquellos que necesiten una atención personalizada y motivar la entrada a un proceso analítico. Por la falta de tiempo me limitaré a exponer una o dos ideas que pueden ser útiles en el desarrollo de esta planeación.
Entonces, teniendo ya la división poblacional y concluyendo que los grupos con los que se trabajará serán niños, adolescentes, adultos y adultos mayores y, por otro lado, instituciones gubernamentales y/o privadas, las cuales, por el momento, no voy a incluir. Empecemos por los niños.
 
Niños
La idea central del proyecto con los niños es utilizar diferentes herramientas para detectar focos amarillos y/o ayudarlos en diferentes procesos que puedan estarles costando trabajo en los que también es posible integrar a la familia, padres e incluso hermanos. A los focos amarillos a los que me refiero son, por ejemplo, que el niño pueda estar siendo víctima de algún tipo de abuso, que el niño se encuentre en una dinámica familiar dañina como el presenciar a los padres teniendo relaciones sexuales, etc. En otros casos pueden ser talleres en los que se les ayude a los padres con el hijo, por ejemplo trabajando con las madres todo lo que el nacimiento del hijo les haya generado (suponiendo que aún sea bebé), se puede trabajar desde la teoría de Winnicott el holding, entre otras cosas.
Una de las herramientas que pueden ser sumamente útiles en este proyecto es la creación de un cuento y la utilización de cuentos ya existentes. Benedict (1948) nos describe el pensamiento animista del niño como “el niño supone que sus relaciones con el mundo inanimado son exactamente iguales que las que tiene con el mundo animado de las personas: acaricia el objeto de su agrado tal como haría con su madre; golpea la puerta que se ha cerrado violentamente ante él”. El cuento le permite al niño estimular su capacidad fantástica. Bettelheim (1994) menciona que “Muchos jóvenes que hoy en día buscan un escape en las alucinaciones producidas por la droga, que se ponen de aprendices de algún gurú, que creen en la astrología, que practican la magia negra o que de alguna manera huyen de la realidad, abandonándose a ensueños diurnos sobre experiencias mágicas que han de transformar su vida en algo mejor, fueron obligados prematuramente a enfrentarse a la realidad, con una visión semejante a la de los adultos. El intentar evadirse así de la realidad tiene su causa más profunda en experiencias formativas tempranas que impidieron el desarrollo de la convicción de que la vida puede dominarse de forma realista” (p.59).
También resulta de suma importancia el tener en cuenta que “las historias estrictamente realistas van contra las experiencias internas del niño; él les prestará atención y quizá pueda obtener algo de ellas, pero nunca extraerá ningún significado personal que trascienda su contenido evidente” (ibid, p.63). Así vemos la importancia que tiene el cuento en la vida del niño y cómo puede ser utilizado en un proyecto como éste. Tenemos como ejemplo al cuento titulado Mi hermanita es un monstruo por Thierry Lenain y Napo (1993), el cual está dirigido a ayudar a los niños a procesar el nacimiento de un hermano nuevo. El cuento consiste en que de repente nace la hermanita del personaje principal y al principio la considera un monstruo al cual quiere aventar al agua, pero más tarde se da cuenta de que tiene unos ojos bonitos y empieza a aceptarla como su hermana. El cuento que este proyecto tendría como herramienta debe ser un cuento en el que el niño logre crear identificaciones con la historia base y a partir de estas vaya cambiando la historia para que utilizando la fantasía logre metabolizar ciertos procesos y al mismo tiempo el terapeuta pueda ir trabajando con él.
 
Adolescentes
Con los adolescentes, uno de los puntos base a trabajar en este proyecto es la descarga de la pulsión agresiva y libidinal por medio de actividades artísticas o deportivas. En este ensayo me mantendré solamente en el ámbito deportivo. Blos (1980) menciona que en esta fase “un aumento cuantitativo de la presión instintiva conduce a una catexis indiscriminada de todas aquellas metas libidinales y agresivas…” (p. 74). Por otro lado, en la adolescencia “los jóvenes buscan su identidad, aprenden a poner en práctica valores aprendidos en su primera infancia y a desarrollar habilidades” (Unicef, 2002), es por esto que los jóvenes necesitan de una orientación para lograr establecer una identidad que les permita adaptarse a la sociedad contemporánea. También Blos (1980) explica que en esta etapa se da una serie de procesos que llevan como etapa final a un sentido de identidad, en donde puede buscar en sus semejantes características para consolidar éste. La propuesta de trabajo que hago en este grupo es la utilización de un torneo de futbol o cualquier otro deporte en el que el adolescente se vea integrado en un grupo de semejantes con los cuales se beneficie este proceso de consolidación de identidad y, al mismo tiempo, le permita estar en un ambiente de contención y liberación de estas catexis, integrado en una estructura formada por las reglas del deporte y los límites que éstas establecen. Una vez que se haya realizado el proyecto, se espera que se haya formado un sentido de comunidad e integración familiar brindándole a la población la oportunidad de continuar con este proyecto y al mismo tiempo fomentar los vínculos dentro de la familia.
 
Adultos
En los adultos hay varias temáticas y será cuestión de hacer un sondeo en la población con la que se trabajará para decidir cuáles serán abordadas con los pacientes. Sin embargo, un ejemplo de estas temáticas puede ser la sexualidad, temática que Freud abordó en su escrito “mis opiniones acerca del rol de la sexualidad en la etiología de las neurosis” de 1906 y de la cual mencionó que encontró una “frecuente existencia de graves perturbaciones en la vida sexual de los nerviosos…”(Freud, 2011, p.1238)
Y al mismo tiempo “…podía apreciarse, como carácter común, una descarga insuficiente de la libido generada.” (ibid, p. 1238). Es posible, que por las necesidades económicas que hay en este tipo de población, aspectos como la sexualidad se vean afectados por las largas horas de trabajo, la ingesta de diferentes tipos sustancias o drogas, las presiones constantes que viven personas de esta condición económica, etc. Es fundamental hacer el diagnóstico poblacional, para encontrar las temáticas que son de mayor importancia y que tienen una mayor necesidad de atención en la población. Otro ejemplo de una temática que puede ser tratada desde un punto de vista psicoanalítico son las adicciones.
 
Adultos Mayores
Los adultos mayores son consideradas aquellas personas que han cumplido los 65 años de edad en adelante y en general es una población olvidada y desatendida. Por el rango de edad, una de las temáticas fundamentales en el trabajo con adultos mayores son los duelos, por muerte o separación de la pareja, familiares, amigos, por jubilación o pérdida de trabajo, por pérdida de funciones sensoriales, entre otras.
En cada una de las áreas propuestas de trabajo, es fundamental realizar investigación psicoanalítica para establecer las mejores aproximaciones a las diferentes temáticas que se pueden presentar, así como un diagnóstico poblacional para encontrar las necesidades de la comunidad y poder hacer una planeación exitosa de este proyecto de intervención. Es verdad que en este tipo de proyectos son diferentes perspectivas las que terminan mezclándose, puede terminar realizándose un tipo de psico-educación para lograr una prevención de tipo primaria o secundaria y en algunos casos incluso terciaria. Es posible que se mezclen diferentes ramas de la psicología, y soy de la idea de que el psicoanálisis puede entrar sin problema y hacer aportaciones sumamente valiosas en este tipo de proyectos. Recordemos que los cambios sociales son una constante en la vida y que debemos ir adaptándonos a las nuevas o diferentes modalidades, como por ejemplo el psicoanálisis a distancia y que la idea no es dejar a un lado la práctica psicoanalítica en el consultorio, sino crear aproximaciones para lograr un mayor alcance poblacional para que, en algún punto, logremos llegar a sectores que quizá hoy en día no nos imaginamos.
 
Bibliografía

  • Lenain, T., & Napo. (1993). Mi Hermanita es un Monstruo. Barcelona: El Arca de Junior.
  • Blos, P. (1980). Psicoanálisis de la Adolescencia. Tabasco: Joaquín Mortiz, S.A.
  • Benedict, R. (1948). Animism. Encyclopedia of the Social Sciences .
  • Bettelheim, B. (1994). Psicoanálisis de los Cuentos de Hadas. (S. Furió, Trad.) Barcelona: Crítica.
  • Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. (2002). Adolescencia, una etapa fundamental, Nueva York: Unicef
  • Freud, S. (2011). Obras Completas (Vol. 1). (L. López-Ballesteros y de Torres, Trad.) México: Siglo XXI.
  • Freud, S. (2011). Obras Completas (Vol. 2). (L. López-Ballesteros y de Torres, Trad.) México: Siglo XXI.
  • Montero, M. (2008). Introducción a la Psicología Comunitaria: Desarrollo, Conceptos y Procesos. Buenos Aires: Paidós.
  • REDACCIÓN, L. (29 de 04 de 2000). Hemeroteca Proceso. Recuperado el 24 de 01 de 2015, de Hemeroteca proceso: http://hemeroteca.proceso.com.mx/?page_id=278958&a51dc26366d99bb5fa29cea4747565fec=183159&rl=wh