Karen von der Meden Gutiérrez

La identidad se puede pensar como un estado coherente, en espacio y tiempo, ya que integra las experiencias de vida de una persona para poder decir “ésta o éste soy (he sido) yo”. E incluso más allá de la historia personal, esta mezcla de diversas experiencias subjetivas dependerá del contexto social, histórico y cultural, así como de la historia familiar para formar los cimientos de la identidad. Los cuestionamientos: “¿Quién soy?” ,“¿De qué me considero parte?”, “¿Con qué o quiénes me identifico?” tienen una gran importancia en la construcción de los sujetos, puesto que es la búsqueda activa de los mismos por conocerse y entenderse. 

No son reflexiones simples con una respuesta concreta y a la mano, más aún debido a que las mismas bases de nuestra identidad se encuentran ensombrecidas porque no forman parte de la conciencia. Los lazos que van uniendo y diversificando con lo que nos sentimos correspondidos en el mundo, tienen su origen en el desarrollo. De manera que, la identidad se construye en gran parte de las diversas identificaciones que se han ido elaborando a lo largo de la vida. 

Este escrito pretende hacer elucidaciones acerca de la construcción de la identidad, tema extenso que se verá reducido para explorar el concepto de la identificación desde el psicoanálisis, apoyándose principalmente en la obra de Freud y revisando breves ejemplos que he tenido la oportunidad de encontrar en la consulta. Por lo mismo, considero que será un trabajo por continuar y a valorar desde distintos autores, con el objetivo de comprender cada vez más el papel de la identificación como estructurante psíquico y de la identidad. 

Para comenzar, se revisarán fragmentos de Freud sobre la identificación que se encuentran en diferentes textos, como en Psicología de las Masas, El Yo y el Ello, entre otros, para tomar como punto de partida un concepto más claro acerca de este proceso. 

En Psicología de las masas y Análisis del yo, aparece lo siguiente: “(…) la identificación aspira a configurar el yo propio a semejanza del otro, tomado como ‘modelo”. (Freud, 1920, p.100). Esta frase funciona como parteaguas, ya que en pocas palabras logra distinguir un punto importante sobre la identificación: la configuración del Yo a partir del otro, cómo nos formamos depende de lo externo. 

Por su parte, para Laplanche y Pontalis, la identificación se define como un proceso psicológico por el que un sujeto asimila las propiedades y los atributos de otros, transformándose total o parcialmente, sobre el modelo de estos objetos. De esta forma, la personalidad se construye y se diferencia por medio de identificaciones (Laplanche y Pontalis, 1971, p.184). Aquí está señalada la importancia de la cultura y los grupos para la construcción de la identidad por medio de las identificaciones, ya que influyen en los “otros” disponibles para el sujeto en formación y con los cuales se vivirán moldeamientos para que ese sujeto sea aceptado como parte del grupo. En este sentido, las pulsiones libidinales se presentan en búsqueda de ese otro para, además de satisfacer necesidades y poder sobrevivir, formar una alianza que une al sujeto y al objeto preparándolo para la identificación. 

Sobre esto último, en Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis (1932) Freud expuso lo siguiente: 

Se ha comparado la identificación, y no es desatino, con la incorporación oral, canibálica, de la persona ajena. La identificación es una forma muy importante de la ligazón con el prójimo, probablemente la más originaria; no es lo mismo que una elección de objeto. (p.58) 

Hasta aquí se entiende que la identificación depende de la disponibilidad de un otro y de sus características, para poder ser deseados como objetos y modelos. Sin embargo, Freud habla de distintos tipos de identificación: primarias y secundarias.  La identificación primaria se vincula con el mito de la devoración del padre totémico, al hablar de cómo los hijos incorporarían al padre al consumirlo y de esta forma podrían superarlo y volverse como él. Por otro lado, las identificaciones secundarias están más relacionadas con lo que ocurre en el Complejo de Edipo en el desarrollo psicosexual, al resignarse a perder a uno de los padres como objeto sexual y a buscar identificarse con el otro, pareciéndosele. La diferencia entre estos dos tipos de identificaciones se encuentra en los mecanismos para la incorporación e introyección del objeto, siendo que la identificación primaria es oral y canibalística, destruyendo al otro para volverse como él, mientras que en la segunda no se busca destruir a ninguno de los objetos y más bien estructura al Yo con las pérdidas.  (Freud, 1912, Tótem y Tabú). 

En resumen, el proceso de la identificación ocurre desde lo inconsciente del sujeto con un objeto externo, las pulsiones libidinales siendo su medio para enlazarse. Cabe mencionar que se logran identificaciones parciales o totales al resignarse los objetos e internalizarlos, permitiéndole al Yo conservar ciertas características de los objetos y volverlos propios de forma inconsciente. Siguiendo a Freud, el Superyó es el resultado de la identificación secundaria al terminar el Complejo de Edipo con lo que se instauraría la prohibición del incesto y se fomentaría la identificación con el padre del mismo sexo. 

¿Quién soy yo? 

Nombre: X, mujer joven de 19 años, estudiante de Arquitectura, activista LGBTQI+ en su universidad, bisexual, la hija mayor de su familia y lleva cuatro meses en una relación romántica con su mejor amigo de quién ha estado enamorada desde la preparatoria. Ella cuenta que ha estado investigando a diferentes autoras feministas y grupos de diálogo porque, aunque se considera parte del movimiento, siente que le falta mayor comprensión sobre algunos temas. Quiere platicar con mujeres que sienten lo mismo que ella. Quiere que la orienten. 

El conflicto ha radicado en que, si bien es feminista y quisiera aprender más sobre el feminismo radical en particular, hay cuestiones específicas que le provocan ansiedad. El tema central del conflicto en ella es el separatismo. 

Al contarme, se muestra muy informada, me refiere a las autoras que lo postulan y sus argumentos, los cuales considera válidos y relevantes. Y aun así, hay algo que la deja incómoda y sin poder comprometerse al separatismo, por lo que no se decide a aplicarlo. La relación que tiene con su novio actual (en la cual menciona sentirse querida y segura), le preocupa verla desde el separatismo, ya que para ella implicaría que no deberían estar juntos. Y de todas formas falta algo, no es sólo eso, no sería sólo perderlo a él (por muy doloroso que fuera para ella), tal vez ahí hay una demanda de “ser algo más” o de que debería actuar en forma distinta. 

El concepto de ideal del yo tiene que ver con la construcción de lo que el Yo “debería ser” y forma parte de la estructura del Superyó, es un mandato inconsciente. Este ideal es un estado inalcanzable pero que dirige nuestras acciones, buscando acercarnos a él. Cuánto más lejanos nos percibimos de este “deber ser” inconsciente, aparece la culpa en mayor medida. 

Pensando en X, podría ser que su ideal del yo esté de alguna forma influenciado por lo que “deberia ser” una buena feminista, y que la ansiedad que refiere en las sesiones sobre este tema sean la consecuencia de no poder aplicarlo a su vida. Sin embargo, me cuestiono qué tanto este ideal feminista es como tal la expresión del ideal del yo de la paciente o si mas bien es el representane más cercano a la consciencia de las expectativas del ideal del yo inconsciente. La cuestión a resaltar con X es que sus crisis de ansiedad están íntimamente ligadas con sentir que no puede alcanzar los objetivos de la postura feminista con los que se compara a sí misma, por lo que considero que aquí la culpa, por no “lograr” estas metas, como tal no es explícita, pero presenta efectos de todas formas. 

Otra forma de observar al ideal del yo en X, se ve en la constitución de las masas, donde el ideal del yo es colocado en un objeto común al grupo para lograr la identificación de todos los integrantes. En otras palabras, ser parte de un grupo otorga identidad y pautas de comportamiento a seguir, por lo que  X podría estar buscando convertirse en este ideal para sentirse parte del movimiento feminista y construirse a ella misma. . 

¿Quién soy yo?

Nombre: Y, mujer de 39 años, enfermera, madre de dos hijos, casada, diagnosticada hace un año en el Hospital Psiquiátrico Ramón de la Fuente  con Trastorno Límite de la personalidad después de haber sido atendida por un tiempo en dicha institución. Dice que fue un alivio el saber que lo que le pasaba tenía un nombre, que había vivido así ya toda una vida. Me cuenta que esto le dio un cambio, ya que aprendió a cuidarse y a cambiar la relación con sus hijos. A partir de entonces, aunque evitó acudir a sesiones de terapia psicológica, ha estado investigando sobre el trastorno en sus tiempos libres. La mayor parte de lo que encuentra le hace sentido con su propia historia, puede identificarse con eso y verse reflejada en los síntomas, pero también hay otros con los que no, refiriendo “no me suenan a mí”. Quiere que la escuchen. Quiere saber qué hacer con lo que le ocurre y le ha ocurrido durante años. Al nombrar lo que le pasaba, ella siente que logró darles sentido a muchos eventos pasados, al igual que sentimientos y pensamientos; sin embargo, este cúmulo de cosas no la nombra a ella en su totalidad. Forma parte de su identidad, pero no lo es en sí. 

Las identificaciones que llegaron a darse en su desarrollo temprano con sus figuras parentales, como hipótesis, pueden pensarse en cómo ella repite los patrones de comportamiento y crianza con sus propios hijos. Ella misma reconoce que se asustó cuando les llegó a pegar porque recordaba lo que le había pasado a ella, los castigos y las prohibiciones, pero que no sabía reaccionar de otra forma. 

Desde Freud, la identificación no se hace con la figura de los padres como tal, sino con la instancia parental, la imagen del Superyó de los padres (El Yo y el Ello, p. 36). Por lo mismo, podríamos pensar que el Superyó con el que Y cargó muchos años fue una copia de sus figuras primarias.

Como ya se ha mencionado antes, el proceso de identificación es inconsciente y tiene sus orígenes principalmente en el desarrollo temprano, por lo que al no contar con mucha información sobre el desarrollo de Y y su relación con sus figuras primarias, reconocer en este momento las identificaciones en ella se torna algo difícil, por lo que más bien quisiera dirigir la mirada al análisis de la construcción de su identidad en la actualidad, en relación a su diagnóstico. 

  En cuanto a los trastornos mentales, las personas en general tendrán diferentes deseos y reacciones frente a un diagnóstico en función del marco de valores y representaciones que cada uno de ellos tenga. Revisando el concepto de identidad desde la Sociología, Garfinkel plantea que el sentido se construye “de manera presente, retrospectiva y prospectiva no sólo de forma simbólica, sino también objetiva, en el acto discursivo y corporal” (Tomado de Huerta, L., 2017, p. 11)  De manera que, Y pudo no sólo darle sentido a sus experiencias previas y actuales a partir de su diagnóstico, también es algo con lo que ella se piensa a futuro. Se podría pensar en una identidad temporal, que es un sentido que la cohesiona y que puede permitirle el cambio con nuevas identificaciones. 

Teniendo en mente que Y, busca contenido sobre su diagnóstico psiquiátrico con el que busca identificarse o asimilarse, considero que vale la pena pensar en esto como una búsqueda para validar su identidad y ser nombrada de alguna manera. Esto puede tener consecuencias en la forma en la que ella se comporta y siente, por ejemplo al buscar mejorar conscientemente cómo se cuida a sí misma y la forma en la que se acerca a sus hijos, a la vez que esta información interpretada por ella puede ser “una suerte de profecía que se cumple a sí misma” (Watzlawick, 2010., Tomado de Huerta, L., 2017, p. 15).

Actualmente, Y ella se muestra abierta y no aparece un rechazo directo hacia el diagnóstico, la mayoría de las veces refiere sentirse consolada porque ve que no es la única a la que le pueden ocurrir estas cosas y que sí hay opciones para tratarse, tal vez incluso no repetir su historia con sus hijos que es lo que le preocupa y le cuesta más trabajo. Aquí podemos esperar que los hijos de Y puedan tener modelos distintos con los cuales identificarse en su desarrollo para cambiar la dinámica familiar que se ha arrastrado hasta el presente. 

Para concluir este trabajo me gustaría cerrar citando a Elaine Aparecida (2020) en su trabajo llamado Migraciones-duelo, elaboración y la búsqueda por una identidad

“Muchas veces, el cambio puede ser vivido como una experiencia temible y desorganizadora para el yo. Otras veces, esta vivencia invita al sujeto a una oportunidad que, más allá de los trastornos implícitos, incrementa y beneficia la estructura psíquica, abriendo puertas a una posible reintegración de la identidad.” 

Me tomo la libertad de pensar en las transiciones de identidad de las que Elaine (2020) habla en las migraciones para este trabajo teórico, ya que la construcción de la identidad con todas sus limitaciones y posibilidades está llena de cambios, que nos hacen cuestionar quiénes somos, porqué y si queremos eso realmente. En los casos de X y de Y,  en el de todos los sujetos, está la posibilidad del cambio acompañando su proceso al construir quiénes son. 

Bibliografía:

Freud, S. (1912-1913/1997). Totem y Tabú. En Obras Completas, Vol. XIII. (pp. 7-162). Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1920-1922/1991). La identificación. En Psicología de las masas y análisis del yo. En Obras Completas, Vol. XVIII. (pp. 99-104). Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1923/1997). El yo y el ello. En Obras Completas, Vol. XIX. (pp. 1-63). Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1932-1936/1991). 31ª conferencia, La descomposición de la personalidad psíquica. En Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis. En Obras Completas, Vol.XXII. (pp. 53-74) Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Huerta, L. (2017) Psicopatología e Identidad: Extrañamiento y estigma de personas diagnosticadas con trastornos mentales. Revista Internacional de Humanidades Médicas 6(1) (pp. 13‐22) Recuperado de: https://www.researchgate.net/publication/318710627_Psicopatologia_e_Identidad_Extranamiento_y_Estigma_en_personas_diagnosticadas_con_trastornos_mentales

Laplanche, J., Pontalis, J. B., Lagache, D., Gimeno, F. C., & García, F. A. (1971). Diccionario de psicoanálisis. Barcelona: Labor.

Villas Bôas, E. (2020) Migraciones – duelo, elaboración y la búsqueda por una identidad. [en línea] Recuperado de: https://spm.mx/migraciones-duelo-elaboracion-y-la-busqueda-por-una-identidad/