Autor: Alfonso Chávez González

Tengo a bien exponerle a usted sobre el tema de la infidelidad. Y en mi caso, la primera pregunta que podría hacerme sería  acerca de los tantos y tantitos de la infidelidad. Lo otro, cuestionarme sobre que significa en realidad la “tan simple y a la vez complicada palabra”. En este caso no me gustaría tanto darle importancia a lo descrito en diccionario, no por la incapacidad de aclararnos el término, si por lo reducido de significado. A mi parecer hablar poco sobre la infidelidad no nos aclara nada.

Sin embargo cuando nos preguntan sobre la palabra, algunos curiosos tomaran a bien ir al diccionario. ¿Entonces? Entonces nos aclara la palabra. En el diccionario de Lengua Española,  menciona que la infidelidad es falta de fidelidad. Fidelidad, cuando hablamos de personas, significa la lealtad y observancia de la fe que alguien debe a otra persona. Y en el acto de fe, al igual que en las creencias nos podemos perder. Y nos perdemos porque por si solo es complicado, es humano y es difícil de definir hasta en el diccionario, interesante, ¿no?

 E infidelidad es sentimiento, en psicoanálisis lo llamamos afecto. Y los afectos tocan el corazón de los que viven y los que viven también comprendiendo sus infidelidades. La infidelidad también toca a la libertad, y en la libertad de nosotros posiblemente daremos cárcel al que es fiel. Un compromiso que se transformo, un compromiso que se rompe, porque al final de todas las cosas, el hombre se separa de su madre  y la mujer de su padre, y en la fantasía edípica les terminamos siendo infieles. Infidelidad también implica lo científico del ser humano, implica a la creatividad, implica lo libidinal, implica la vida sexual de grandes personajes de la historia que crearon al ser infieles al dogma. Pero también la infidelidad daña al que ama siendo no correspondido. Por eso los dogmas suelen separarse. Las ideologías en las parejas o en los grupos también se separan.

 Tuve curiosidad de comenzar a investigar sobre este tema pensando en que fue lo abordado por Freud. Y me di cuenta que el término de infidelidad lo mencionó, y a la vez no. Esto es que en su escrito de 1910, “Sobre un tipo especial de la elección de objeto en el hombre” delega la infidelidad a la fantasía edípica. Menciona que el hecho de que la madre haya otorgado al padre el favor sexual, le parece (al hijo) constituir algo como una imperdonable infidelidad.” Diez años antes había mencionado en “Psicopatología de la vida cotidiana” sobre los errores en la memoria y un donoso suceso sobre una mujer infiel. Más adelante en 1921 habla sobre el deseo de gustar de la mujer casada y el deseo de conquistar del hombre casado en  “Sobre algunos mecanismos neuróticos en los celos, la paranoia y la homosexualidad”. Pocas veces aparece la palabra infidelidad, y mucho significa trasladarlo al escenario edípico.

 Entonces el significado de la palabra infidelidad comienza a tener mas significado. Además de la lealtad y fe agregamos la palabra de amor a los padres. Comenzamos a ser infieles y a entender la infidelidad de nuestros padres. Al fin y al cabo a los primeros a los que les tenemos fe es a ellos, a ellos los amamos. ¿No?

A la infidelidad que nos confiere nuestra madre con nuestro padre, la perdida del pene. A la infidelidad que el padre les confiere con su madre, el deseo de incorporación del pene. “La primera” y el “El primero” en ser infieles “Los padres”. El segundo en ser infiel el hijo. Sin esa fantasía, no podríamos pensar en otras parejas, ni siquiera en lo social. Si la analogía del pene la trasladamos a lo real, se puede explicar el porque del enamoramiento. Entonces ya no son tantos y tantitos. Son penes y penecitos. Y al final la atracción entre lo femenino y lo masculino. Entonces también el asunto es de cómo aprendimos a ser infieles (con los padres) e intentamos convertirnos en fieles (con nuestra pareja), si es que no tropezamos lo suficiente en el camino.

 ¿Porque la infidelidad es tan humana? Porque hay tantos y tantitos, hay penes y penecitos. Y de verdad se responde la pregunta. Cada quien habla de cómo le fue en la feria. Sobre amores e infidelidades, crecemos finalmente, y a nuestras perdidas de pene e incorporaciones de pene, el crecimiento.

 Me suena interesante también pensar en que momentos de la vida podríamos tener una tendencia hacia la infidelidad. Esa tendencia a llenar ese vacío. A dejar de pensar que como hombres vamos a perder el pene, o que si son mujeres, nunca tendrán el pene.  El infiel eterno en lucha contra la castración, la infiel eterna, en lucha contra la ausencia de pene.

De tal forma que me gustaría dar un salto a una obra que me parece acertada y basta en significados, ella es Rosa Beltrán en su libro titulado “Alta infidelidad” quien a mi parecerpermite algunas muy buenas fotografías en sus palabras. La infidelidad compartida, los que en un momento le están siendo infieles a sus padres. Los que se enamoran y crean pasiones.

Son Julián y Marcela…Julián, infiel.

“Cuando ella es dueña de su voluntad, su cuerpo deja ver a una mujer activa, con ideas propias, feliz de estar en el mundo y repartirse en varias personas, una de las cuales le pertenece a el. Ese es el cuerpo que le obsequia. O esa es su fantasía. Pero cuando sufre (cuando siente celos, por ejemplo) lo que Julián puede ver es un cuerpo ajeno, según el a la voluntad de su dueña. ¿Qué te pasa hoy?, le dice. No pareces tu misma. Como si ciertas pasiones no fueran de uno, de su cuerpo. Porque el no imagina (no quiere imaginar) que ella es también su cuerpo enfermo, su cuerpo derrotado. Y que cuando ese cuerpo (el cuerpo amado) se vuelve insoportable, queda aun un remanso al que acudir, un reducto de paz. Desear a ese otro de manera incorpórea. Pero el no quiere esto. El quiere vivir y desgastar el cuerpo de ella sin consecuencias. Hacerla su Frankenstein. Ensamblar un modelo completo del genoma humano a fin de refugiarse en el de sus pasiones: he ahí el sueño que respondería al eterno problema de la carne. Mas eterno, incluso, que el problema del alma inmortal, en la que nadie (y menos el) cree ya.

Pero ¿es el alma o el cuerpo lo que hace de nosotros lo que somos? “

Resulta interesante el darnos cuenta de esta fotografía que nos muestra. Julián con este gusto de observar la escena primaria. Su madre y Marcela vistas más bien como cuerpos ajenos. Habla sobre pasiones que no son del cuerpo y que más bien son del alma. Y de alguna manera lo insoportable de ese cuerpo que es amado. Al vivir y desgastar el cuerpo de ella, vendría la castración, la consecuencia. El eterno problema de la carne. En este caso Marcela seria la que es fiel. La que comparte la infidelidad hasta darse cuenta de ello. La infidelidad solo puede existir en lo furtivo, por eso se le llama infidelidad. Cuando ella supiera de la infidelidad, se sabe ya sobre el compromiso existente, se impide la fantasía. Se convierte en: realidad. Ya no mas infidelidad.

Yo definiría a la fidelidad, como la cantidad de energía libidinal y agresiva al objeto de amor. Fidelidad es amor, así como en la literatura. Sin embargo la definición de infidelidad seria mas complicada. Porque la infidelidad se pierde en el continuo entre amor y desamor. Definiría la infidelidad como la permanencia en un objeto que no es amado, no fue amado y sigue siendo amado. Extraña mezcla de sentimientos.

Creo firmemente que el uso del término objeto total y parcial deriva del lo que acabo de exponer, y la infidelidad puede hallarse en dicho contexto. La totalidad de objeto de amor seria a lo que podríamos llamar fidelidad, y creo que lo que la vida adulta se consolidan de mejor manera dichas totalidades. Sin embargo la parcialidad de los objetos permite una consolidación futura, ya que es la manera de crear el cuerpo, a partir de sus partes y también el afianzamiento de la personalidad. La infidelidad también es exploratoria, al fin y al cabo la forma en que se ama al objeto.

Para lo antecede a este párrafo, me gustaría también hablar sobre otro excelente libro “El secreto de la infidelidad” de Ethel Krauze. Y me gustaría destacar lo diverso en sus historias. Relata distintas historias de infidelidad, y deja a la imaginación otras. Con el uso de la metonimia, Ethel Krauze nos lleva al entendimiento de la realidad así como lo que sus personajes viven en el silencio. Habla de lo parcial del amor. De lo incompleto. Sus títulos me suenan a lo que son, temas de infidelidad. Con esto pretendo pueda acercarse también a esta lectura, siendo una de las pocas tituladas con la palabra de la infidelidad.

En cuanto a nuestra animalidad, la infidelidad toca un tema importante. Hay animales monógamos y polígamos. Y lo hay entre las diferentes especies. Y para esto me gustaríahacer previamente una aclaración. Me gustaría trasladar el tema de la fidelidad-infidelidad al tema reproductivo, donde solo es cumplida la infidelidad si se es polígamo dentro de la monogamia. Y es ahí donde creo que solo esta delegado a algunas especies de características sociales y con niveles de procesamiento de la información mas elevados. A mi parecer, es en el reino animal, posiblemente en los mamíferos, donde podemos entender más como ha sido realizada la construcción de la fidelidad a niveles más previos al ser humano. Sorprendentes actitudes en relación a la fidelidad la podríamos ver en el león macho que mata al las crías del anterior padre y se vuelve poseedor de la manada. Posterior a esto la fidelidad de las hembras. O del chimpancé que a hurtadillas copula con la hembra alfa.

Actualmente la neuropsicología de la fidelidad atribuye la monogamia o poligamia al receptor de la vasopresina en el Palladium Ventral. Lo cual le daría un giro interesante al tema. La elección de la pareja sexual seria el tema, no la infidelidad. Lo interesante sucederá cuando en este afán de localizar nos enfrentemos al tema de que hacemos con eso. ¿Tendré a bien mandar a mis pacientes con el psiquiatra y que se les recete medicamento para la infidelidad?

Esto nos permite una discusión de la infidelidad como algo que pueda ser factor de riesgo psicopatológico. Yo creo que las decisiones estarán determinadas por el rumbo al que se dirige la sociedad. Yo creo que seguiremos hablando sobre lo humano de la infidelidad. Posiblemente existan medicamentos, posiblemente tratamientos, habrán quienes gusten de padecerlo, habrá quienes hagan un buen uso de ello y quienes como yo… sigan escribiendo.

Me gustaría finalmente comentar que existe otro tema importante a tratar, y lo es como nos afecta la infidelidad. Hablar sobre la persona a la que se le es infiel, y las posibles razones que lo mantienen en dicha situación. Mientras tanto hasta aquí llegaremos.

 
Bibliografía 

  •  BELTRÁN, R.(2006) “Alta infidelidad” México, DF: Alfaguara
  • FREUD, S. (1900). Psicopatología de la vida cotidiana” .Buenos Aires: Ed. El Ateneo.
  • FREUD, S. (1910).“Sobre un tipo especial de la elección de objeto en el hombre”.Buenos Aires: Ed. El Ateneo.
  • FREUD, S. (1921).Sobre algunos mecanismos neuróticos en los celos, la paranoia y la homosexualidad” . Buenos Aires:Ed. El Ateneo.
  • Krauze, E. (2003) “El secreto de la infidelidad” México, DF: Alfaguara