Por: Bernardo Lanzagorta
Observando a la mente desde el modelo de la Geometría Analítica.
Las ciencias como parte del cuerpo del conocimiento humano acuden constantemente al uso de modelos para exponer y comparar teorías; explorar o entender fenómenos que; por el grado de complejidad y abstracción serían sumamente difíciles de simbolizar.
Esto debe resultar muy evidente cuando la propia idea de la creación de modelos es en sí parte de una de las teorías (teoría de modelos cognoscitivos) que intentan describir la forma en la que la mente realiza un gran número de acciones, o poniéndolo de otra forma: según algunas teorías del pensamiento la mente crea y modifica modelos para desarrollar pensamiento y conocimiento.

Algunos otros modelos que pueden mencionarse para ejemplificar este indispensable recurso de la formación de conocimiento son: El modelo del átomo de Dalton de 1804-1807 que después evolucionó a los conocidos modelos de órbitas de Bohr y Rutherford de 1912; y de ahí se originó el modelo mecano-cuántico de Schrödinger y Heisenberg a mediados de la década de los 20s que sólo puede describirse de forma matemática.
También podemos mencionar el modelo de Crick y Watson de 1953 de doble helicoide que representa las cadenas de DNA; todos estos modelos figurativos -cuya forma incluso llega a confundir a algunos quienes creen que así es como se presentan los fenómenos descritos en la realidad- son indispensables para que la mente pueda asir la idea de conceptos tan abstractos o avanzados.
O, podemos mencionar también a los modelos matemáticos o físicos que utilizan otro lenguaje que no es el visual o figurativo para dar cuenta y poder así manipular fenómenos relacionados a las ciencias exactas; dentro de ellos podemos encontrar el modelo que propone Einstein para entender la forma en la que se genera la energía relacionándola con la masa; enunciado en la famosa fórmula: E=mc2 (Einstein, 1905)
Incluidos los anteriores, todos los modelos proponen paradigmas de conocimiento, que si bien dominan la manera de entender el fenómeno que describen por un tiempo histórico determinado; se encuentran a su vez en constante cuestionamiento, por lo que no es extraño que el tiempo de paso a modelos posteriores.
Por lo tanto, es de esperarse que el Psicoanálisis en cuanto parte del cuerpo científico de conocimiento humano también desarrolle sus teorías a partir de modelos aplicados a la experiencia empírica o a otras formas de investigación; modelos que a partir del desarrollo de la teoría y la técnica han sido enriquecidos, modificados, cuestionados, refutados, etc.
Podría incluso decirse que los modelos dentro del psicoanálisis han sido una parte fundamental desde sus inicios, para reforzar el comentario anterior solo habría que mencionar algunos de los modelos más conocidos de Freud como son el topográfico de 1915 que él mismo sustituyó o por el estructural de 1923; siendo el primero de carácter visual representado por la imagen de un iceberg. O el diagrama de la función regrediente del sueño que expone su modelo de la creación del sueño (Freud, 1900). También podríamos mencionar las fórmulas y diagramas que utiliza Lacan en un intento de dar forma más asible a su modelo del inconsciente como lenguaje en cuanto a su relación con el sujeto, como el modelo inspirado en las relaciones matemáticas de S y s (Lacan; 1953). Y de esta manera podríamos seguir enumerando más modelos que conforman parte del cuerpo teórico del psicoanálisis…
Ahora bien; el espacio y la distancia son conceptos que se aplican a varias temáticas propias del psicoanálisis; dentro de la literatura psicoanalítica encontramos importantes autores que han coqueteado fuertemente con estos conceptos para profundizar en el conocimiento de lo pulsional, lo vincular, lo defensivo, etc.
La lista de éstos comienza a tomar forma desde el mismo Freud cuando al hablar de diferentes entidades en la tópica estructural (Freud; 1923) sugiere la existencia de distintos espacios que interactúan entre sí, y necesariamente deberíamos de pensar en algún tipo de distancia si además sumamos la tópica económica en donde la energía está concentrada en cierto lugar y de ahí se moviliza o no a otro. Melanie Klein (1926) reforzará los conceptos Freudianos al profundizar en la idea del objeto materno, el objeto como construcción interna que representa al otro determina o sugiere por definición –según mi punto de vista- una distancia, y algún tipo de relación espacial entre los elementos de la dialéctica, yo (sujeto) y no yo (el objeto). Lista que también se enriquece con autores como Margaret Mahler (1968) y su teoría de separación-individuación que describe la modulación de la distancia del niño con respecto al objeto primario, y no solo a partir de la distancia en el mundo exterior sino también de aquella representada en la psique del niño. De esta manera podemos dar cuenta de la importancia que tiene el poder hablar acerca de conceptos como el espacio y la distancia como elementos que influyen en el desarrollo y estructura de la psique.
Y, si bien en todos los anteriores los conceptos de espacio y distancia son cruciales para explicar sus diversos postulados, en ninguno aparece de forma rigurosa cómo es que interactúan dichos conceptos con las visiones metapsicológicas que proponen O, expresando el párrafo anterior a modo de preguntas, podríamos sugerir algunas a continuación como: ¿a qué distancia se refieren? ¿cómo medir esta distancia y en qué espacio se juegan estas relaciones? ¿con respecto a qué o quién existen dichas distancias? Y la pregunta que para mí sería la más importante ¿cómo describir este término de distancia –que tan bien podemos visualizar en el mundo externo- en relación con los procesos psíquicos de los cuales hablan las diferentes teorías? [1]
Y claramente no soy yo el primero en haber pensado en todo esto, sino que uno de los autores más representativos del psicoanálisis del siglo XX propone –dentro de muchas otras ideas- utilizar modelos del sistema propio de los espacios y las relaciones en distancia para dar cuenta de fenómenos psíquicos y postulaciones psicoanalíticas: me refiero al sistema de coordenadas espaciales perteneciente a las disciplinas geométricas; y dicho autor es por supuesto WIlfred Bion.
Bion introduce en sus modelos metapsicológicos la idea de relaciones cuasi geométricas de distancia y de espacio a partir de una serie de términos y conceptos propios de su obra; es importante mencionar algunos de estos términos y conceptos para poder dar una forma más comprensible a la forma en la que la teoría de Bion puede someterse a postulados de la geometría descriptiva; y como producto de este ejercicio me gustaría proponer algunas ideas propias, siendo muchas de ellas intentos en adentrarme más allá de la geometría descriptiva hacia la geometría analítica en virtud de entender desde otra perspectiva tanto los preceptos Bionianos como otros pertenecientes a otras teorías y autores dentro de la literatura psicoanalítica.
Antes de comenzar a hablar acerca de los conceptos Bionianos que propongo como puntos de encuentro aparentemente más evidentes con el campo de dominio de la geometría analítica, me gustaría compartir una opinión muy personal que me hace pensar porqué Bion es el autor que de forma más natural hubiera podido (y de hecho lo hizo) aventurarse en relacionar el funcionamiento psíquico y los procesos de desarrollo de pensamiento con los conceptos básicos de geometría descriptiva:
Siendo Bion el entusiasta seguidor de los postulados Kleinianos que bien conocemos, así como un notablemente prolijo pensador dentro de la escuela de las relaciones objetales, era de esperarse que dentro del marco que dicha escuela postula se encontrara el concepto rector principal necesario para establecer un diálogo con la geometría: el objeto.
No podemos olvidar que la geometría es la disciplina que da cuenta de la forma y posición de los objetos en el espacio.
Por lo anterior pienso de forma muy personal que Bion comienza a contestar algunas de las preguntas acerca de lo que otros autores mencionan como relaciones de distancia y espacio en el funcionamiento y desarrollo del pensamiento; lo hace utilizando al objeto como punto de referencia de dichas distancias y espacios.
Antes de hablar de un objeto resultaba muy complicado entender distancias con la madre, con el mundo, con una idea, y el concepto rector de la teoría Kleiniana (Klein, 1926) propone este rico concepto sobre el cual podría ser muy enriquecedora una discusión acerca de espacios y distancias.
En otras palabras, ante las preguntas que hice inicialmente me atrevo a sugerir de forma inicial las siguientes respuestas:
 
“¿a qué distancia se refieren?
A la distancia entre el sujeto y el o los objetos, o la distancia entre ellos dentro de un espacio psíquico determinado.
 
¿cómo medir esta distancia y en qué espacio se juegan estas relaciones?
Se miden paramétricamente en relación con otros objetos, de forma positiva o negativa (ahondaré en este punto más adelante)
 
¿con respecto a qué o quién existen dichas distancias?
Con respecto al objeto primario, a otros objetos o a fragmentos de los mismos.
 
Y la pregunta que para mí sería la más importante ¿cómo describir este término de distancia –que tan bien podemos visualizar en el mundo externo- en relación con los procesos psíquicos de los cuales hablan las diferentes teorías?”
            La distancia es la relación de proximidad que permite entender tanto el orden como la forma (naturaleza) de los objetos o partes de los mismos dentro del espacio psíquico del sujeto. [2]
A continuación, mencionaré y ahondaré de forma básica y breve en algunos de los conceptos de la teoría de Bion que considero pertinentes para relacionar y someter las ideas de Bion al marco de la geometría descriptiva (y también de la geometría analítica si los alcances del trabajo lo permiten).
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Hasta donde entiendo Grinberg, Sod y Tabak, en su libro de Nueva Introducción a las ideas Bion de 1977 explican cómo Wifred Bion propone un modelo por medio del cual podemos entender a la mente como un espacio infinito poblado de objetos, y los movimientos que se producen dentro de dicho espacio en relación a dichos objetos (o partes de los mismos) describen el proceso de pensamiento. Dentro de este espacio propone la existencia de O (verdad o realidad última (Bion; 1962), siendo el punto desde y al cual se llega en los procesos de pensamiento, algunos autores lo describen como punto de origen, algunos otros como el numeral 0, (Bleichmar, Liberman; 1997) y más que una salida o destino el mismo Bion lo presenta como algo que yo parafrasearía como entidad perseguible pero inasible en el psicoanálisis, dada su naturaleza primitiva y previa al orden del pensamiento y por lo tanto de la propia significación, mucho más lejano aún de lo que entendemos como lenguaje.
Dar cuenta de la existencia de este concepto y utilizarlo como el principio para desarrollar nuestra discusión resulta muy fortuito ya que la geometría utiliza un concepto paralelo para desarrollar toda explicación geométrica ya sea descriptiva o analítica, O es origen y sus coordenadas son (0,0,0) si utilizamos los ejes de coordenadas cartesianas tridimensionales x, y, z. Y en el discurso geométrico siempre se puede referir cualquier objeto a este punto O, entendiendo además que O puede cambiar, teniendo una cantidad infinita de posiciones posibles, en otras palabras: es un punto abstracto que, si bien puede definirse a partir de un sistema específico, representa una posibilidad de O pero sin ser el O original jamás, éste no puede describirse, ni se le puede dar un lugar en el espacio, es un concepto abstracto, rector por naturaleza.
 
TRANSFORMACIONES
“El proceso mediante el cual diversas dimensiones de O evolucionan de manera de poder ser captadas por nuestras mentes recibe el nombre de Transformación. Bion describe tres tipos básicos de transformaciones: transformación en pensamiento, transformación en alucinosis y transformación en sabiduría.” (Stitzman; 2004)
Así define de la forma más sencilla posible Stitzman el término de transformación que en la teoría Bioniana abarca una gran cantidad de conceptos. Grinberg, Sor y Tabak (1977) exponen varias ideas que pueden ayudar a aclarar este término, y cabe mencionar que lo hacen relacionándolo con un estado inicial que podríamos presumir (de alguna forma) como O, de la misma forma que Bion lo explica en su libro de Transformaciones (Bion; 1965); cito lo que ellos dicen al respecto: “En todos los ejemplos presentados hasta ahora, y siempre que se habla de una transformación, es posible distinguir o suponer un hecho o estado inicial, un proceso de transformación realizada con determinada técnica o bajo ciertas condiciones, y un producto final resultado del proceso”.
Bion (1965) llama O al hecho original, la mayúscula T a la transformación, misma que se compone por Ta que se refiere al proceso y Tb como el producto final de la transformación.
Por lo tanto, podríamos explicar las Transformaciones como la forma en la que la mente observa, es decir las imágenes que ve la mente con respecto a O, y el propio término de transformación sugiere un movimiento.
En geometría cuando existe un movimiento dentro del espacio aparece una nueva imagen, visual, o punto de vista de los objetos que se encuentran en dicho espacio, esta imagen es inevitablemente distinta a la anterior, aunque se sigan guardando ciertos puntos como referencia, y entre mayor sea el movimiento o desplazamiento la imagen cambiará de forma más notable, aunque ninguno de los objetos cambia de propiedades o de posición.
 
INVARIANCIA
“Estrechamente ligado con el concepto de transformación está el de invariancia, que se refiere a aquello que queda inalterado en el proceso de transformación: La invariancia es la que permite reconocer, en el producto final, el origen transformado.” (Grinberg et al. 1997)
Esta definición de los autores además de ser muy clara se adapta muy bien al concepto de verdadera forma y magnitud utilizado en la geometría descriptiva, más adelante ahondaré en la relación que tiene este término con el modelo que voy a proponer.
 
HIPÉRBOLE
Grinberg nos recuerda que Bion se refiere a este recurso literario -que se designa como una exageración en alguna descripción- como al proceso de exageración y deformación de los elementos que componen una transformación (Grinberg et al; 1977). Resulta interesante incorporar este elemento dentro de nuestro modelo entendiéndolo también como elemento geométrico, en donde la hipérbola es una de las curvas que se describen de forma matemática. [3]
 
ELEMENTOS BETA Y OBJETOS BIZARROS
Abadi parafraseando el libro de Bion: Elementos de Psicoanálisis de 1963 explica que los elementos beta son “experiencias sensoriales y emocionales muy primitivas que adquieren una naturaleza de cosas concretas”, y “se denominan protopensamientos porque no pudieron ser pensadas hasta un nivel de conceptualización o de abstracción como es el destino de los elementos alfa”. (Abadi; 2004)
Los elementos beta se prestan sólo a ser evacuados por medio de la hipertrofia de las identificaciones proyectivas. Cuando las impresiones sensoriales y experiencias emocionales no pueden ser transformadas, deben ser expulsadas hacia fuera por ser muy abrumadores. (Abadi; 2004)
Esta expulsión, explica Abadi se realiza a través de una agitación motora (o en caso de los pacientes adultos por medio de actings) o por la vía de somatizaciones.Finaliza ligando esto elementos a lo que en los estudios acerca de la psicosis Bion definirá como objetos bizarros: “Estos elementos beta son diferentes de los originales y configurarán los llamados objetos bizarros.” (Abadi;2004)
En resumen, podríamos decir que los objetos bizarros son elementos originales que al no poder ser pensados desarrollan partes de objetos que después se viven como confusos, imposibles de ligar a través del pensamiento y que por lo tanto son evacuados hacia el mundo externo en donde toman vida propia.
 
VACÍO COMO CREACIÓN DE PENSAMIENTO
Bion propone que el pensamiento es el proceso de acoplamiento entre una preconcepción y una realización negativa, es decir un vacío en donde se esperaba algo; este concepto parte de la idea Kantiana de la preconcepción como conocimiento antes del pensamiento y que Bion explica como la predisposición innata del infante de encontrar el pecho y por lo tanto un conocimiento a priori de la existencia del pecho. Esta predisposición es llamada en la obra de Bion “pensamiento vacío” (Bion; 1962) mismo que por estar vacío puede llenarse de contenidos y convertirse en una concepción.
El vacío es un concepto básico en la geometría ya que a partir de éste se puede crear un lenguaje binario en el que existe objeto o no existe objeto, y por lo tanto es necesario que haya un espacio vacío para que eventualmente pueda ser ocupado, y hay que “contar”con la existencia de ese vacío –o, saber que existe aunque represente aquello que no existe- para poder utilizarlo.
Una vez descritos precariamente los conceptos anteriores, así como la manera en la que los pienso en relación con el marco geométrico voy a exponer algunas de mis ideas y cuestionamientos en el campo del psicoanálisis -especialmente en el área de las relaciones objetales- a partir de la construcción de un modelo geométrico (en principio descriptivo y más adelante analítico), y para eso comenzaré describiendo el funcionamiento de la montea.
La montea es un instrumento geométrico por medio del cual se describen y analizan las distancias, medidas y formas de los cuerpos u objetos en el espacio, es en sí un modelo del espacio en donde toman posición los objetos con respecto a los 3 ejes x,y,z correspondiente a las tres dimensiones; la montea tiene un origen 0 en las coordenadas (0,0,0). De esta forma podemos medir las distancias que hay hacia cualquier punto del objeto desde O así como definir las medidas de cada uno de sus elementos.
Gracias a la construcción de modelos tridimensionales de los objetos en la montea se pueden tanto describir los elementos anteriormente citados como también analizar los puntos de unión, aparente unión, las intersecciones o aparentes intersecciones, así como aquello que queda expuesto u oculto del objeto con respecto a sí mismo o a otros objetos del campo; también se determinan de esta forma las transparencias (la forma que tendría aquello que queda oculto del o los objetos)
En el modelo tridimensional del cubo es muy fácil observar las partes visibles, así como las ocultas del objeto, pero es imposible determinar la distancia o medidas de todos sus elementos, cuando observamos el cubo hay partes que podemos entender completamente, otras que aparecen pero que no podemos medir y otras que no aparecen pero que podemos completar o imaginar, a esta situación particular de la observación podríamos relacionar el término “transformaciones” de Bion. A la idea que, al observar al objeto desde diferentes distancias y puntos de observación, tenemos diferentes percepciones del mismo y por lo tanto se ejecutan transformaciones en nuestro pensamiento; más aún si sumamos la idea que en el campo existe más de un solo objeto.
Entonces nos encontramos con que es imposible percibir a todo el objeto desde un solo punto de vista; y si bien podemos medir la distancia o el tamaño de algunas de sus partes, no podemos hacerlo de todas. Otro punto que es importante mencionar es que existen partes que siguen teniendo las mismas dimensiones o las mismas relaciones de distancia con el punto de Origen en diferentes posiciones: cuando un elemento mantiene su forma y o distancia se dice en geometría descriptiva que está en su verdadera forma y magnitud; y a este término me gustaría empatar el concepto de Bion de Invariancia en cuanto a aquellas partes del objeto que no varían después de los procesos de transformación, en geometría descriptiva es muy sencillo de observar en un esquema como el que presento anexo a este trabajo. (E1)
Entonces, para empezar a ligar todos los conceptos de los que he estado hablando me gustaría proponer un modelo en el que O es tanto el punto de origen de Bion como el O del sistema de coordenadas x,y,z Siendo este un punto indeterminado en el universo, y alrededor de dicho punto podemos encontrar varios objetos de todo tipo, objetos en el sentido de las relaciones objetales que comprenden emociones, pensamientos, personas, recuerdos, procesos etc. Y que nosotros vamos a representar en el modelo utilizando números (pero bien podrían ser cualquier otra cosa). Entonces tendríamos un diagrama como el presentado a continuación, pero en este diagrama aparece otro punto; un punto al que vamos a llamarle punto tb refiriéndonos a la terminología Bioniana correspondiente a transformación beta. Entonces, si pensamos en este modelo como representando geométricamente el modelo de la mente para Bion, O sería el origen en cuanto al primer momento en el cual van apareciendo los objetos (después podríamos discutir y afinar la localización de algunos objetos –la distancia- con respecto a dicho O, en lo que yo pienso sería más acertado con respecto a la teoría de relaciones objetales), el campo sería el espacio infinito del cual también habla Bion y los objetos se encontrarían en cualquier posición o distancia dentro del campo, pero guardando una relación observable y en ciertos momentos medibles tanto con O como con tb.
En el diagrama vamos a representar lo anterior de forma bidimensional para su mejor comprensión, de tal forma que quedaría un modelo como el siguiente: (ver modelo A)
En este modelo tb representaría un siguiente momento, una transformación que partió de O, y podemos también especular por la teoría de Bion que la trayectoria de dicha transformación genera una línea curva (parábola o hipérbola) que podríamos relacionar con su concepto de hipérbole , y si bien no se me ocurre ninguna forma de medirla exactamente, podemos por lo menos distinguir cierta exageración en la curvatura por la proximidad o lejanía que el sujeto presente con los objetos hacia o desde los cuales se está desplazando.
Podríamos aventurarnos a decir que en este modelo ta estaría descrito también por la curva hiperbólica. (modelo B).
Entonces, trataremos de construir una posible imagen donde aparezca la visual desde O así como la visual desde tb.
En la primera imagen (Imagen A) observamos lo que la geometría descriptiva nos presentaría utilizando el método de perspectiva, podemos observar objetos sumamente cercanos como es 1, y los demás objetos aparecen a diferentes distancias, podemos ver muchas de las cualidades de 1 mientras que nos permiten reconocerlo, pero si en el caso de nuestro modelo se tratara de un objeto tridimensional habrían propiedades, formas o elementos que quedarían ocultos y que solo podríamos intuir o re-construir a partir del uso de las transparencias en la geometría; para visualizar esto de mejor forma presentaré a 1 como un cubo en la Imagen A2.
Podemos ver cómo hay partes que quedan ocultas y que las transparencias nos permiten adivinar, intuir, reconstruir, etc. Pero imaginemos que es la primera vez en que aparece este objeto en el horizonte, no podríamos entender los elementos que quedan ocultos, solo a partir de ver desde otro punto del objeto podríamos dar cuenta de esos elementos y unificarlos en una imagen, de tal suerte que en un primer momento el cubo aparecería sin sus transparencias (Imagen A3), y solo a partir de un movimiento, que podría ser T (representado en Imagen 2) se podría armar una imagen con sus líneas de transparencia.
Entonces podemos ver que de igual forma 1 o el primer cubo mantendrían relaciones de distancia (y por lo tanto de percepción de tamaño) con el resto de los objetos en el campo, además que algunos de estos objetos quedarían parcialmente cubiertos por el mismo 1 o los demás objetos, y aparecerían como “partes” de dichos objetos, que incluso los podrían volver incomprensibles hasta lograr completar paulatinamente su imagen por medio de un gran número de transformaciones en la cuáles irán apareciendo diferentes propiedades de los objetos. Estas visuales o imágenes de objetos fusionados, confusos, incompletos, ocultos, bien podrían relacionarse a la idea de objetos bizarros propuesta por Bion. Son pedazos de objetos que aún no permiten la construcción de relaciones claras dentro del espacio infinito de la mente y por lo tanto no permiten “ordenar” dicho espacio. Esta sería una imagen muy confusa hecha a partir de parcialidades y que podríamos simular si cambiáramos por objetos tridimensionales todos los números que ahora dan cierto sentido de orden, tal vez podría verse como en la imagen propuesta (A bizarro).
Si ahora incluimos la transformación descrita en el modelo B (Imagen B) observaremos estos nuevos atributos de los objetos, así como los veremos en diferente relación de distancia y proporción con respecto a los demás objetos, pero sería propio esperar que algunos de estos objetos –los que se encuentran en una forma más completa, o bien “integrados” guardarán partes que en cualquiera de las tx les permitan ser reconocidos, he aquí el concepto de invariancia por medio del cual se siguen reconociendo propiedades de los objetos, cuestiones que no cambian y que si bien dan un sentido de continuidad desde el punto de vista geométrico, no necesariamente sería un proceso calificado como positivo por Bion; ya que los elementos que no variasen podrían ser cualidades negativas del objeto; pero la geometría solamente daría cuenta de estas propiedades que no varían como “elementos en su verdadera forma y dimensión”, con respecto al sistema construido por el individuo, es decir: dentro de su universo personal.
Después de haber descrito cómo los objetos solo pueden ser percibidos de forma más completa o “integrada” a partir del movimiento dentro del campo, espacio, o infinito; ahora queda explicar las relaciones de distancia y las situaciones que dichas relaciones puede provocar desde el punto de vista geométrico.
Si sumamos las cuestiones relacionadas a lo perceptible con las que ahora expondremos con respecto a la distancia y la visibilidad podríamos establecer de forma preliminar y aventurada el modelo geométrico relacionado a los conceptos Bionianos que intentamos perseguir en este trabajo. Para ello les pido que regresemos a la imagen del primero objeto ya sea 1 o el primer cubo: (Imagen A o Imagen A2)
Si este objeto aparece a la distancia necesaria nos es posible dar cuenta de su contorno, formas y dimensiones, pero no es así como se nos presenta según la teoría de las relaciones objetales. El primer objeto (objeto primario) se presenta fusionado -sin distancia- por lo que la visual sería la siguiente: la nada, solo el contacto con el objeto, un objeto que lo abarca todo, todo el universo queda oculto tras este objeto, no puede existir pensamiento, simplemente sensación.
En la imagen (Imagen C) aparece esa complejidad de vacío que es la nada, advirtiendo ominosamente que, aunque todos los demás objetos quedan detrás aún no se pueden detectar, registrar o percibir (¿acaso intuir un mundo que existe en algún lugar?¿aquello sabido no pensado de lo que habla Bollas?)(Bollas; 1987); ni siquiera se pueden determinar en este primer momento O las transparencias de dichos objetos a través del objeto 1; porque no ha existido ningún movimiento o transformación en el espacio mental infinito que lo permita.
Y entonces aquí me surgen muchas preguntas: ¿cómo se daría la primera transformación dentro de este espacio y este campo específico creado entre el sujeto en posición 0 y el objeto? Y ¿hacia dónde se hará dicho movimiento?
Un punto importante en el que concuerda Bion con la lógica de la geometría analítica corresponde a la necesidad de un espacio vacío para realizar un movimiento, Bion describe la necesidad de existencia de este espacio “vacío” para poder desarrollar un movimiento así como conocimiento; y en la geometría analítica también tiene que haber un punto en donde no se encuentra aquello que quiere moverse para realizar un movimiento, este movimiento por fuerza determinará otra perspectiva del resto de los objetos del campo, así como de aquello mismo que se mueve en el espacio, las relaciones de distancia y proporción cambian inevitablemente.
Ninguna de las anteriores posturas se relacionan obligatoriamente con el precepto físico que explica que dos objetos no pueden ocupar el mismo lugar en el espacio al mismo tiempo; por lo contrario dentro del inconsciente Bioniano pueden los objetos ocupar el mismo lugar; y en la geometría descriptiva y analítica no sólo este fenómeno se produce sin ningún problema sino que dicha disciplina brinda aún mayores herramientas para entender este fenómeno por medio de las intersecciones entre objetos. Si aplicamos este conocimiento al modelo de Bion podríamos entonces pensar en partes de los objeto que comparten el mismo espacio, mientras que hay otras que permanecen independientes del otro objeto, este punto también es plenamente observable en la clínica.
Como solo gozo de cierto tiempo no voy a poder ahondar en muchos otros cuestionamientos y propuestas que resultan de esta comparativa de modelos, pero sí me gustaría terminar abordando la pregunta acerca del primer movimiento o transformación, aunque sea de forma rudimentaria:
Si lo primero que observamos es la imagen del objeto tapándolo todo, sin distancia alguna, queda en evidencia la simbiosis que existe en el punto 0, así como la única forma de conocer al mundo es a través de lo que el sujeto “siente”, siendo este punto por el que comienza a conocer, ¿qué puede conocer? Pues aquello que intuye se encuentra dentro del campo, y por óptica sería aquello contenido en el objeto 1 (Imagen D); por lo tanto, vive todo como contenidos de dicho objeto, remitiéndonos directamente a la teoría de relaciones objetales.
Es sólo cuando no aparece alguno de esos contenidos dentro del campo de “sentir” cuando tiene que ocurrir el primer movimiento, que por coincidencia (o tal vez no) se llama dentro del lenguaje geométrico “desplazamiento”, hacia otro punto o T. Un movimiento en pos de encontrar “eso” que ya no encuentra en su campo, y que tiene que encontrar fuera del mismo.
Yo personalmente pienso en la satisfacción alucinatoria del deseo al hablar de estos primeros movimientos, transformaciones o “desplazamientos”; dicho desplazamiento obligadamente enseña otra parte del objeto 1, y el sujeto puede comenzar a verlo desde otro ángulo para conocerlo mejor o “integrarlo”. Y por lo tanto empezar a ver otros objetos, o partes de ellos fuera del campo anterior en el que objeto 1 abarcaba todo, para comenzar a conocerlos e integrarlos de igual forma.
Bion describe el proceso terapéutico como la oportunidad de realizar estas transformaciones, así como rastrear las existentes, en la búsqueda de 0; traducido a nuestro modelo geométrico podríamos decir que sería el análisis de los movimientos para entender las diferentes imágenes que se han creado para llegar finalmente a lo que es sentido en el momento 0, y creo que este punto merece mucho más análisis que podría desprenderse de los cuestionamientos de este trabajo, ya que muchos de los fenómenos que hemos ejemplificado desde la geometría analítica pueden observarse tanto en las teorías psicoanalíticas como en los postulados de Bion, y finalmente en los fenómenos clínicos. Solo bastaría ver la Imagen C para dar cuenta de cómo podría estarse construyendo el espacio psíquico de forma psicótica, definiéndolo como aquél espacio que solo se entiende a partir de sensaciones y a través del objeto, siendo uno y el objeto el mismo. Sea cual fuere el objeto. Así como la distancia que existe hacia los demás objetos y las confusiones por incapacidad de detectar o percibir a los demás objetos en una mejor forma y dimensión. En un espacio así entenderíamos que las transformaciones serían muy limitadas, proporcionando en cada movimiento o desplazamiento casi las mismas características del objeto. Inevitablemente adjudicando estas características a todo el mundo interno y por lo tanto a los demás objetos.
Y, para regresar a Freud me gustaría intentar explicar con este modelo su postulado de “la sombra del objeto recae sobre el yo” (Freud; 1917 [1915])por medio del cual explica la depresión:
Regresemos a la Imagen C cuando aparece el momento 0, donde entendemos que la estancia en dicha configuración espacial –o en alguna cercana a ésta- estaríamos hablando del ordenamiento del espacio mental en la psicosis. Ahora imaginemos que existe una fuente de luz que ilumina las imágenes en el espacio; sería lógico entender que dicha fuente estaría muy cerca –si no es que fusionada- o lo que es lo mismo: a muy poca distancia del elemento sujeto en 0 y el objeto 1, lo iluminado por lo tanto sería el objeto 1. Entendiendo que la depresión viene de pérdida del objeto 1, y que la forma en la que queda descrito dicho proceso depresivo en gran parte de la literatura psicoanalítica es a partir del sujeto tomando el lugar del objeto (por ello siente que se pierde con la pérdida del objeto), podríamos entenderlo en el esquema geométrico analítico como una intersección en donde el sujeto literalmente ocupa el espacio del objeto 1 (ver: Esquema depresión).
El sujeto mantiene al objeto dentro de su espacio y entonces queda “invadido” en mayor o menor parte por el mismo, de tal forma que la fuente de luz obligadamente proyectará la sombra del objeto 1 en los demás objetos del campo, además dicha sombra caerá si no en todos en la mayoría de los objetos por simple efecto de distancia, ya que se encuentra muy cerca de los objetos intersectados (sujeto y objeto 1). Además, sería de esperarse que dicha sombra sea sumamente irregular y compleja de entender por la naturaleza de los objetos en intersección.
Este fenómeno puramente geométrico es sorprendentemente observable en la clínica, en el discurso de aquél que se encuentra deprimido, también expone sensación de pesadez o de estar cargando algo muy pesado; si imaginamos estos objetos intersectados en los que solo quedan algunas partes del sujeto libres podemos entender dicha sensación, así como la visión tan particular que presentan, mayor o menormente distorsionada del espacio y objetos que los habitan.
A modo de breve conclusión me queda enfatizar la riqueza de las teorías Bionianas en cuanto a la capacidad de reflejo que tienen con respecto a otras áreas del pensamiento; esta capacidad de liga con otras disciplinas permite pensar a fondo y desde otras perspectivas postulados psicoanalíticos de vital importancia para la teoría y la práctica dentro de la clínica. Creo que la elaboración de imágenes como herramientas de distinta complejidad y expresión al discurso escrito permite abordar de forma más completa la complejidad del pensamiento analítico, y también pienso que algo parecido a lo que estoy diciendo es lo que puede observarse en las propuestas de Bion, así como de otros autores.
 
 
Bibliografía 

  • Bion, W. 1962. Aprendiendo de la experiencia. Paidós Ibérica, 1997.
  • Bion, W. 1963. Elementos de psicoanálisis, Hormé, Buenos Aires, 1988.
  • Bion, W. 1965. Transformaciones, Promolibro, Valencia, 2001.
  • Bleichmar, N; Leiberman, C. El psicoanálisis después de Freud; Paidós; Madrid, México; 2017
  • Bollas, C. 1987. La Sombra del Objeto, Amorrortu, Buenos Aires, 2010.
  • Freud, S. 1914-1916 Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico, Trabajos sobre metapsicología, y otras obras (1914-1916) Obras completas, vol XIV; Amorrortu, Buenos Aires. 2008.
  • Freud, S. El yo y el ello, y otras obras (1923-1925) Obras completas, vol. XIX; Amorrortu, Buenos Aires. 2008.
  • Grinberg, L; Sor, D; Tabak de B, E. (1977). Nueva Introducción a las ideas de Bion; Tecnipubicaciones, Madrid; 1991.
  • Klein, M. 1926. Principios psicológicos del análisis infantil; Obras Completas vol. 2. Paidós, Barcelona. 1988.
  • Mahler, M. 1968 The psychological birth of the Human Infant: Symbiosis and Individuation, Karnac, U.K, 1985.
  • Villar G; E Breve Historia de la Física: Sus Artífices. Universidad de Cantabria, 2012.

 
[1] Encuentro este último párrafo burdo y poco explicativo de las cuestiones que quiero tratar, pero ante la incapacidad que tengo ahora para aclararme y expresar lo que realmente tengo en mente me conformo con entregar este esbozo, pedir una disculpa por ello y esperar que el resto del trabajo ayude a explicar de mejor manera el tema que intento abordar.
[2] Introduzco estas respuestas a modo de hipótesis preliminar, entendiéndolas sin duda alguna a partir de una naturaleza cuestionable y solamente a modo de base para comenzar una discusión acerca de las propuestas de este trabajo.
[3] Esta curva guarda ciertas reglas de simetría y proporción muy estrictas que en este punto no sabría cómo integrar al modelo – o si en todo caso fuera pertinente hacerlo- pero me tomaré la licencia de utilizarla de igual forma.
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