El conocimiento a partir del cuestionamiento.

Autora: Nicole Rajwan

“Sólo sé que no sé nada y esa nada ni siquiera sé que no la sé.” Sócrates

 

La sociedad ha limitado nuestro conocimiento debido a que el aprendizaje no está dirigido hacia el cuestionamiento, sino por el contrario, nos lleva a acatar el conocimiento de las cosas como verdades absolutas. Cuando somos niños y surgen dudas, principalmente en temas como la sexualidad o la muerte, al acudir a los adultos como fuente de aprendizaje, no se brinda un espacio para debatir el tema, ya que se perciben como temas amenazantes y pueden poner en duda sus valores, por lo que tienden a evitarlo y su respuesta es “porque así es” o “cuando seas grande lo entenderás”.

Es por esto que en la vida adulta se nos dificulta cuestionarnos en relación a nosotros mismos y al mundo externo. Tendemos a esperar y dar respuestas inmediatas, con el fin de impresionar, porque al no sentir que tenemos dominio sobre un tema, nos sentimos vulnerables y en vez de ampliar nuestro conocimiento dando lugar a otras opiniones y a formular preguntas, nos quedamos con la idea de que sabemos lo suficiente sobre un tema.

El método socrático es una técnica de investigación filosófica que consiste en conducir a alguien a un proceso de reflexión y descubrimiento de sus propios valores a través de una serie de preguntas simples que revelan contradicciones en la forma de pensar del sujeto. Algo parecido a lo que hacemos en análisis, cuestionamos todo desde las creencias, los valores, porque somos como somos, porque sentimos lo que estamos sintiendo, porque ciertas cosas son importantes o más importantes que otras y una infinidad de cuestionamientos que parecen nunca terminar.

Es un método que sirve para desarrollar el pensamiento crítico, tiene como principal característica la anulación de pretensiones de certeza de algún tema, con el objetivo de lograr una comprensión más profunda de aquel tema en particular, acompañado de una dinámica de cuestionarlo todo sin dejar ninguna situación por indagar.

El método socrático se relaciona con el psicoanálisis debido a que estos dos métodos intentan llegar al conocimiento a través de un cuestionamiento profundo al indagar con preguntas simples sin la intención de llegar a una verdad absoluta.

A través del pensamiento crítico, en análisis, al cuestionar toda certeza se promueve el descubrimiento y la modificación de conductas, en relación a las necesidades, angustias y síntomas que se generan en el sujeto.

El descubrimiento solamente se puede dar a través de la indagación, el arte de cuestionar nos da entrada a posibilidades ilimitadas al explorar la psique. Aprendemos a involucrarnos en el mundo del pensamiento, que va más allá de conversaciones y del mundo aparente que los demás nos dejan ver, el cuestionar también incrementa nuestra capacidad para hacernos pensar.

Además de servir para desarrollar el pensamiento crítico, el método socrático estimula el discurso humano en su intento de eliminar la noción de una comprensión total; de tal modo se desvanecen aquellas barreras que se presentan e impiden conseguir un nivel superior de comprensión. Estas barreras son las que aparecen en la mente cuando se cree dominar un tema y esto se vuelve una limitante.

En la elaboración del pensamiento crítico se puede llegar a experimentar uno de los sentimientos que más desorganiza al ser humano, la incertidumbre. La incertidumbre se presenta cuando uno se da cuenta que no tiene el conocimiento absoluto sobre las cosas y cuando surgen dudas. Al querer evitar la incertidumbre, tendemos a hacernos creer a nosotros mismos y a los demás que dominamos o tenemos conocimiento sobre ciertos temas, lo cual se convierte en un impedimento para seguir indagando y realmente lograr una comprensión profunda.

La incertidumbre en los sujetos se acompaña de distintas reacciones, un ejemplo claro de esto que podemos notar en análisis es la resistencia. “La resistencia es entendida como una actitud de oposición, ya sea hecha por el sujeto de manera consciente, o no, y que lleva implícito el miedo a la ruptura del equilibrio. La persona busca mantener a toda costa lo conocido, aunque esto en ocasiones implique continuar con el malestar. Esta actitud suele responder a miedos reprimidos o a un intenso temor ante los cambios” (Vivero, 2017).

En el espacio analítico, muchas veces encontramos a los pacientes con sentimientos de incertidumbre, angustia y miedo al no poder comprender ciertas cosas; como cuando sienten que no tienen control sobre su vida o más bien, cuando no creen “entenderse a sí mismos o entender los sucesos que pasan en sus vidas”, y el psicoanálisis precisamente busca a través de la indagación llegar a una comprensión más profunda de estos sentimientos y de uno mismo.

“El crecimiento mental no se produce por estiramiento como el de una banda elástica, sino por capas como las catáfilas de una cebolla. Entre una capa y otra existen cesuras que es necesario atravesar para promover un encuentro, un diálogo entre las distintas partes. Se trata de hallar el método de promover ese encuentro. Es necesario un diálogo reflexivo en el que cada parte escuche a la otra” (Cortiñas, 2007).

Es común que la falta de conocimiento también pueda generar sentimientos de angustia, ansiedad o a veces miedo, pero por esto mismo el método socrático se desenvuelve en un papel del “sabio en la materia a tratar” en busca del conocimiento y no en busca de su afirmación.

A pesar de que un analista es a quien se acude como profesional de la salud mental, ya que cuenta con estudios, teoría, práctica y conocimiento, al igual que el método socrático el psicoanálisis permite el descubrimiento de la respuesta por uno mismo, la capacidad de encontrar un camino propio al abrir la mente a nuevas posibilidades que no habían sido consideradas anteriormente.

Entonces se entiende que la función del analista: “permite encontrar una salida a las fuerzas emocionales veladas que están en conflicto, pero el que las debe dirigir es el paciente mismo” (Dolto, 1992). Esto me lleva a pensar en el papel que funge el paciente en análisis, siendo justamente el sabio en la materia a tratar, o en palabras de Lacan “El analista no es el que sabe, quien sabe es el analizante, es el supuesto al saber”.

Es importante tomar esta parte en consideración ya que permite al paciente sentirse con la confianza de poder hablar y expresarse abiertamente sobre el tema en cuestión, sin importar lo que diga, mientras que el analista se posiciona desde un lugar objetivo. “El psicoanalista no da la razón ni la niega; sin juzgar escucha.” (Dolto, 1992). De tal modo, el analista está presente desde la escucha, no solo aprende a escuchar, sino a entender el simbolismo de lo que el paciente está diciendo, y al transmitir esto puede el paciente alcanzar un autoconocimiento al sentirse en libertad de poder cuestionarlo todo a través de la asociación libre.

“La asociación libre es un método que consiste en expresar sin discriminación todos los pensamientos que vienen a la mente, ya sea a partir de un elemento dado (palabra, número, imagen de un sueño, representación cualquiera), ya sea de forma espontánea” (Laplanche, 1988). También podríamos decir que la asociación libre, regla fundamental en una sesión analítica impulsa al paciente a que cuestione el porqué de sus pensamientos, fantasías, sentimientos, uso de palabras, entre otras, básicamente consiste en “invitar a los pacientes a dejarse llevar en sus declaraciones, sin poner coto o censura a cualquiera de ellas.” (Schraml, 1975). 

Considero que el psicoanálisis y el método socrático nos dan apertura a uno de los aforismos más famosos de la antigua grecia “Conócete a ti mismo”, esta frase da sentido a nuestro lado más profundo y mediante el diálogo poder llegar a una verdad permanente.

La frase mencionada anteriormente y los métodos de los que hemos estado hablado tienen que ver justamente con la mayéutica, Sócrates focalizó el significado real a “El arte de hacer nacer al humano pensador”. (Rivera, 2015)

Entonces me pregunto ¿será que tenemos miedo de cuestionar o ser cuestionados, será por esto que estamos donde nos encontramos como sociedad hoy en día?

Nos han enseñado a evitar hablar de ciertos temas como la religión, la política, la sexualidad, la muerte, entre otros temas que podrían ser considerados “tabúes” o que simplemente no las hablamos y se convierten en conversaciones inconclusas por creer que no tenemos el conocimiento suficiente para platicar sobre ello, esto nos ha llevado justamente a la falta de comprensión o conocimiento sobre estos temas, como si al evitar hablar sobre ellos dejarán de existir, cuando en cambio nos debieron haber enseñado a tener una conversación civilizada sobre temáticas complicadas.

Considero que es un tema importante sobre el cual justamente indagar, el ser humano ha perdido la capacidad de cuestionar, preguntar, profundizar, analizar y reflexionar, todos estos siendo técnicas que favorecen la comprensión. Las preguntas surgen a través de la necesidad de descubrir, pero nuestra sociedad nos ha limitado con ese desarrollo “nos hemos transformado en receptores de información masiva, y poco indagadores” (Borghino, 2017).

La mayor parte de los seres humanos vivimos en constante lucha con nosotros mismos y con el exterior por una falta de comprensión, y muchas veces buscamos la respuesta de nuestras inquietudes y nuestras dudas en el otro. Nuestro papel en la sociedad como analistas es precisamente brindar un espacio terapéutico en donde se pueda llevar a cabo esta indagación. Aunque no seamos quienes les dan las respuestas, ayudamos a que estas personas puedan encontrar su propia respuesta al favorecer que el sujeto sea capaz de profundizar en su propia psique con el fin de que pueda construir un conocimiento propio.

El análisis propicia un ambiente de reflexión para encontrar las respuestas adecuadas a ciertas problemáticas, inquietudes, o dudas. Los sujetos llegan a análisis cuestionando porque piensan como piensan, queriendo entender porque son como son, y en el fondo de esta pregunta existen otras preguntas importantes, quieren entenderse a sí mismos para poder esclarecer y definir su identidad. Se muestra un interés genuino por el otro y con la manera en que se expresa, se espera estimular en el paciente el pensar y expresar desde sus propias ideas en un ambiente de contención.

Es importante que durante la formación cuestionemos las teorías vistas en clase, nuestra práctica en las supervisiones, nuestros sentimientos y pensamientos en análisis, nuestras opiniones y reflexiones en los seminarios, y de tal modo lograr una comprensión más amplia de cualquier tema que se pueda presentar y poder llevar a cabo un estudio profundo destinado a determinadas cuestiones que se favorecen cuando se permite una interactividad entre los presentes, como lo hacemos aquí.

Si no hubiera sido justamente por el cuestionamiento que se plantearon Freud, Klein, Lacan, Bowlby, Erikson, Fenichel, Bion entre otros psicoanalistas que consideramos indispensables, probablemente no estaríamos todos nosotros aquí aprendiendo sobre una teoría psicoanalítica.

Bibliografía:

  • Laplanche, J. y Pontalis, J.B. (1988) Diccionario de Psicoanálisis. Edit. Labor 3a Editorial. Barcelona, España.
  • Mimenza, O., Barcelona, Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona, & Educación Secundaria. (2020, Junio 08). Las 85 mejores frases de Jacques Lacan.
  • Retrieved June 11, 2020, from https://psicologiaymente.com/reflexiones/frases-jacques-lacan
  • Rivera, A. C. (2015). Análisis e interpretación de las leyes fiscales en México: aportes para un modelo teórico. México: Instituto Mexicano de Contadores Públicos.
  • Vivero, V. (2017). La resistencia como mecanismo defensivo ante situaciones estresantes. Retrieved from http://www.doctissimo.com/mx/bienestar/psicologia/fobias/la-resistencia-como-mecanis mo-defensivo
  • Walter S. Schraml: Psicología Clínica. Ed. Herder. 1975. España.