El Chiste
Autor: Leticia García
 
Introducción
“El humor  maduro, ofrece una oportunidad para el sustento y consuelo durante toda la vida. El humor perspicaz, no sólo tiene sus aspectos “dadores”sino que es en sí mismo un don, un regalo que el yo se da a sí mismo. Ofrece comodidad por sí mismo sin la negación.” (Poland 1990).
 
 
¿Qué es el chiste?
El chiste es una expresión verbal (corta) que promueve a continuar el juego infantil del sinsentido productor de placer y muestra su esfuerzo en proteger al yo de la crítica de la razón. Depende de un otro que avale o no lo cómico del mismo.
 
Función Psíquica de un chiste
Dar placer. Freud (1905) plantea que el placer verbal del chiste se remite al principio de la formación del lenguaje, donde existía un gran placer particular producto de lanzar palabras al aire que más o menos se parecieran predominando “el sin sentido”. Este placer, a medida que vamos creciendo y socializando, va siendo detenido y reprimido por la razón por medio de la crítica, siendo este “sin sentido” verbal placentero sustituido por otro tipo de actos.
– Niñez: Rima
– Adolescencia: Actos erráticos
– Etapa adulta: El chiste, lo cómico
 
Sueño ≠ Chiste
“El sueño siempre es un deseo aunque irreconocible y el chiste un juego desarrollado. El sueño conserva a pesar de su nulidad práctica una relación con grandes intereses vitales. Busca satisfacer las necesidades por medio del rodeo agresivo y debe su posibilidad a la única necesidad activa durante el estado de reposo nocturno: la necesidad de dormir. En cambio el chiste busca extraer una pequeña consecuencia de placer de la simple actividad (carente de toda necesidad) de nuestro aparato anímico y más tarde lograr tal aportación de la actividad del mismo y de este modo llega secundariamente a importantes funciones dirigidas hacia el mundo exterior.” (Freud 1905)
 
Clasificación de chistes
Freud (1905) para su estudio, se centra en la técnica del chiste y los clasifica minuciosamente de acuerdo a su técnica. Concluye dicha clasificación  de la siguiente manera:
1.- Chanza (chasca o comentario gracioso)
2.- Tendencioso o Inocente
3.- “Verde” (picante, albur, frases explícitas sexuales o agresivas o piropos)
 
“Chanza”
Es algo preliminar al chiste y usa todos los mecanismos del mismo, sin tener que usar toda la energía para encontrar las palabras adecuadas para generar un chiste. Aportando el placer del juego y amordazando las exigencias de la crítica.  Ningún chiste mas que la chanza (respuesta espontánea chistosa o acertada/ juguetona) son inocentes, pues todo chiste por menos tendencioso que pueda ser, nos remiten al principio del de placer  y a suspender la crítica de la razón.
 
Chistetendencioso (e inocente)
Dos punto fijos de la condicionalidad del chiste (Tendencioso o inocente): su tendencia a continuar el juego productor de placer y su esfuerzo en proteger al yo de la crítica de la razón. El chiste es ya un factor de poder psíquico cuya intervención puede ser definida. Los grandes instintos y tendencias de la vida anímica lo toman a su servicio para alcanzar sus fines. Este tipo de chiste implica represión y alusión (modificación reconocible para el consciente).
 
“Dicho verde”
El dicho verde tiene un origen muy primitivo pero es el tipo de humor que puede seguir pasando en estratos de bajo nivel socioeconómico. Supongamos en él aquel que emite una frase sexual, una búsqueda de la respuesta femenina en estas dos variantes: o el acto sexual o la atención de la mujer quién por lo menos note su presencia. Si la mujer no accede de estas maneras, se siente desnuda y clama por auxilio abriendo paso al tercero (aquel por el que se clama por auxilio), entrando este en juego con la posibilidad de satisfacer sus propios deseos con la chica desnudada por el comentario del agresor.  A manera de analogía podemos decir que siempre la idea de la desnudez del otro puede hacer reír a un tercero pero en clases de estrato social alto la represión hace de las suyas transformando este “deseo de desnudez” en alguna alusión (chiste tendencioso).
 
Chiste como ahorro de energía
“El chiste tendencioso pone este al servicio de determinadas tendencias con el fin de engendrar nuevo placer, suprimiendo retenciones y represiones por medio del placer del chiste, que actúa en calidad de placer preliminar.” El chiste fiel en su escénica, “comienza como un juego dedicado a extraer placer del libre empleo de palabras e ideas.” Luego la razón interviene rechazando por falto de sentido este juego de palabras se transforma en chanza para poder seguir contando con la fuente de placer y poder seguir conquistando placer por medio del disparate.”
El placer obtenido se logra por medio de la remoción de obstáculos (crítica, represión) e implica un ahorro de gasto psíquico.
 
¿Por qué nos da risa?
“Los significados y los usos del humor en el mundo psíquico del individuo, y no la forma exterior, determinar el tipo de humor. Tanto el aspecto y los significados más profundos son siempre individuales y únicos. ”  (Poland 1990).
 
Por qué un chiste nos da risa?
Si en el tercero que escucha un chiste, es liberada una magnitud de energía de revestimiento capaz de descarga (risa), habrán de cumplirse varias condiciones:
– Que el oyente coincide con la persona que narra el chiste  psíquicamente lo bastante (sentido del humor) para disponer de las mismas retenciones internas, que la elaboración del chiste ha vencido en las mismas.
– Apartar la atención del oyente del proceso del chiste en si mismo (por medio de las técnicas antes mencionadas y de que sea breve) para dejar que el proceso del mismo sea inmediato.
– El contraste de representaciones tras un estancamiento psíquico es decir… la sorpresa.
 
¿Quién hace los chistes?
Los chistes normalmente son de proscedencia anónima y del día a día. El chiste debe dificultar a la persona la crítica o la agresión directas.  Pero son componentes aislados de la constitución sexual del individuo los que pueden actuar como motivos de la formación de chistes. Es por esto que por ejemplo, los mejores chistes sobre españoles surgen de los españoles, los mejores chistes de los mexicanos surgen de los mexicanos ya que, si una persona ajena a esta cultura  genere chistes, fácilmente puede generar el sentimiento de burla o crítica.
 
El chiste y lo humorístico
No nos reímos de nuestros propios chistes… por que aunque son generados (sirviéndonos de descarga) necesitamos a ese tercero que apruebe su nivel de comicidad. Sin embargo el humor es cosa aparte.
Freud al retomar el tema de lo humorísitco (1927), señaló que el rendimiento del placer humorístico, surge de economizar el gasto del sentimiento.
 
El humor se puede llevar a cabo de dos maneras:
– De manera individual sin espectador alguno
– Ó entre dos personas en la cual uno de los dos no participa en el proceso humorístico, pero juega el papel de objeto en la contemplación del humor del otro.
 
Dime que chistes haces…
“El móvil de la producción de chistes inocentes, es con gran frecuencia el vanidoso impulso de mostrar nuestro propio ingenio dándonos en espectáculo esto es un instinto equivalente en la exhibición del terreno sexual.” (Freud 1905)
 
Dime que chistes haces…
La existencia de numerosos instintos retenidos cuya cohibición presenta cierto grado de inestabilidad, producirá la disposición favorable a la generación del chiste tendencioso. Toda una serie de chistes obscenos permite deducir en sus autores una tendencia a la exhibición. Los chistes tendenciosos agresivos resultan especialmente fáciles para aquellos sujetos en cuya sexualidad puede demostrarse la existencia de poderosos componentes sadistas, más o menos cohibidos en su vida individual.
“Formales, perfeccionistas, los pacientes obsesivo rígidos a menudo parecen no tener  sentido del humor, aunque algunos muestran un sarcasmo despectivo… Hay a veces, sin embargo, en que estos pacientes denuncian desde el principio un humor e ingenio naturales, pero que consideran esas capacidades como síntomas en lugar de los puntos fuertes.” (Poland, 1990)
 
El chiste y el humor
Freud (1905) considera los chistes al mismo tiempo de su desarrollo temprano en el que examinó por primera vez los sueños. Más tarde, después de haber evolucionado a la apreciación de las implicaciones estructurales de los conflictos internos, volvió a echar un vistazo a humor (Freud, 1927). Es entonces que él se dirigió a la afirmación de la invulnerabilidad del ego en el humor, aun reconociendo al mismo tiempo el trauma que enfrenta la persona.
 
La risa y el humor
“El don o regalo de la risa en los adultos, se refiere a la capacidad relativamente madura para reconocer los impulsos y frustración, esperanzas y desilusiones, con un humor en el que la amargura es domada, nunca negada”. (Poland 1990)
 
El desarrollo del humor en el análisis clínico
Freud (1927) Menciona que aunque normalmente se le conoce al súper yo como un amo severo, puede decirse que en la condición humorística “da permiso” de manera condescendiente, capacitando al ego para que obtenga un poco de placer, a través de estos juegos. Es así que la persona se posiciona como un niño en busca de la actitud condescendiente del padre o bien de su amor.
Por eso cuando no hay humor, o bien este ha sido sustituido con sarcasmo e ironía, se habla de un súper yo rígido que puede impide la obtención de  placer por el humor, haciendose de otros medios.
El chiste como parte de lo humorístico, brinda la capacidad al individuo no solo de obtener energía psíquica sino de obtener un triunfo doblemente narcisista sobre el sufrimiento: separándolo de sí y pudiendo reírse del sufrimiento.
 
El cambio clínico analítico a menudo trae consigo una maduración de su sentido del humor del paciente, dando lugar a una capacidad internalizada para reconocer el dolor y la frustración, además de poder relajarse a uno mismo con ingenio. Tanto la naturaleza del funcionamiento psíquico, sobre todo los múltiples significados estructurados por medio de palabras, y la naturaleza de los aspectos diádica del análisis clínico contribuyen a este resultado feliz.
 
La transferencia en el chiste
Cuando un paciente nos presenta un chiste, transferencialmente implica la búsqueda como un niño de que nosotros “nos enganchemos” con sus encantos, dando ya sea nuestra desnudez (nuestro asombro o incomodidad), un triunfo narcisista (recibir la negación del sufrimiento) o bien simplemente la búsqueda de nuestro cariño (agradados por el chiste).
Sin embargo, el chiste cualquiera que fuere, en general nos da siempre datos de la persona.
Nuestra labor implícita en la escucha atenta y flotante nos obliga por un lado a dejarnos enganchar o seducir por el chiste para poder bucear entre sus emociones y su propia conflictiva misma que hemos de mostrarle al paciente, de manera objetiva: desde la postura de la otredad. Esta otredad involucrada nos permite sentir y entender más allá de lo que es evidente para el paciente y podérselo señalar. “El paciente usa el chiste para establecer su punto…  nosotros le ayudamos a entender el punto” (Poland 1990).
 
Conclusiones
El chiste es una manifestación cien por ciento social que busca a ese tercero espectador. A diferencia del chiste el sueño busca no ser entendido o elaborado por eso se disfraza el contenido real y es una experiencia que a nadie le importa.
El chiste como manifestación del inconsciente, es decir como material analítico tiene una estructura, origen y un fin particular que nos brinda información sobre el paciente
A diferencia del chiste el humor puede ser privado y brinda a la persona la separación y triunfo sobre el dolor.
“El humor  maduro, ofrece una oportunidad para el sustento y consuelo durante toda la vida. El humor perspicaz, no sólo tiene sus aspectos “dadores” pero es en sí mismo un don, un regalo del ego da a sí mismo. Ofrece comodidad por sí mismo sin la negación.” (Poland 1990)
 
La presencia del  humor en el discurso de una persona nos habla de la capacidad de tomar energía de tal o cual forma, la ausencia del humor nos habla de algún tipo de rigidez en la estructura o un súper yo sobre catectizado o bien que por su estructura caracterológica tenga que esperar más para atreverse a “invitar” al analista a engancharse con él.
La presencia y la ausencia del chiste nos habla de la persona, los tipos de chistes que elige, de la posible conflictiva inconsciente.
¿Reír o no reír de los chistes del paciente? Ese no es el tema… Lo importante es siempre estar con una escucha atenta hacia el paciente que implica por un lado estar dispuestos a identificarnos con los temas prohibidos y por otro posicionarnos como ese otro que con atenta escucha pueda ayudarle a entender el por que de su chiste.
 
Bibliografía

  • Freud, S. (1927). Humour. In: The Standard Edition of the Complete Psychological Works of Sigmund Freud, Volume XXI (1927-1931): The Future of an Illusion, Civilization and its Discontents, and Other Works,  Standard Edition  21: 159-166
  • Poland, W. S. (1990). The Gift of Laughter: On the Development of a Sense of Humor in Clinical Analysis.  Psychoanalytic Quarterly   59:  197-225
  • FREUD, S. 1905 Jokes and their relation to the unconscious S.E.

 
IMAGEN: sxc / p1nkp4nt3r