Diario de sueños: Diario de un análisis.

Autor: Julio César Paredes

“Érase una vez, Zhuang Zhou soñó que era una mariposa, una mariposa revoloteando felizmente. No sabía que él era Zhou. De repente, despertó y era palpablemente Zhou. No supo si era Zhou, quien había soñado que era una mariposa, o una mariposa soñando que era Zhou. Ahora, debe haber una diferencia entre Zhou y una mariposa. Esto es llamado la transformación de las cosas.” Zhuang Zhou (Zhuangzi)

 

            Como muchos de nosotros sabemos, el interés en los sueños data de tiempos remotos, desde que el hombre es capaz de pensar y de pensarse. Este cuento, que pertenece al siglo IV A.C., es un ejemplo de ello y si bien la reflexión acerca de los sueños en los inicios se enfocaba en sus propiedades que se consideraban proféticas, mensajes divinos o en el peor de los casos como una serie de imágenes sin valor alguno, Freud con su libro La interpretación de los sueños en 1900 llegó a cambiar la forma de entender los sueños y, por supuesto, de entender cómo se estructura la mente, cómo se crean y desarrollan los pensamientos conscientes e inconscientes, de las diferencias y similitudes entre el estado de la vigilia y estado del dormir, del pensamiento en vigilia y del pensamiento onírico.

La teoría desarrollada por Freud en ese entonces propone la idea de que, “el sueño es el cumplimiento (disfrazado) de un deseo (sofocado, reprimido)” (Freud, 2012a [1900], p. 177) y “el deseo que se desfigura en el sueño tiene que ser un deseo infantil” (Freud 2012b [1900] p. 546), , estos son los pilares del pensamiento analítico y del trabajo que se realiza con ellos, siendo así las bases para desarrollar otras visiones y formas de pensar y analizar los sueños.

Una de estas propuestas es las que traigo hoy ante ustedes y cómo esta puede ser aplicada al entendimiento de la conflictiva del paciente a lo largo del análisis, no tomando sólo los sueños de manera individual sino como una narrativa, un cuento que se sigue escribiendo, un mundo que crece y se desarrolla cada vez que vamos a dormir.

Para comprender esta forma de trabajar con los sueños traigo a la mesa a Meltzer y a Bion, para quienes los sueños son resultado de las experiencias emocionales que tiene un individuo a lo largo de la vida, son de igual manera formas de pensamiento inconsciente, para Bion “no solo la experiencia emocional es para él anterior a los pensamientos, sino que también los pensamientos son anteriores al acto de pensar, considerado éste como la manipulación de los mismos” (Meltzer, 1987 p. 72). Estos autores consideran que la visión freudiana de los sueños implica un trabajo decodificador del mensaje que hay en ellos, el contenido manifiesto sirviendo como la mascara que encubre el verdadero mensaje y significado que intenta transmitir el inconsciente del paciente, que por medio de los mecanismos de condensación y desplazamiento se ha abierto paso a la consciencia, nuestra labor entonces consistiría en descifrar y desenmascarar este deseo.

Sin embargo, al considerar a los sueños como experiencias emocionales la forma de comprender el sueño cambia, no es un trabajo decodificador el que debemos realizar sino un trabajo de síntesis y elaboración, es decir, es el poner el marcha la función Alpha que permita la transformación de elementos Beta en nuevos elementos Alpha por medio del reverie del analista que restablezca la relación positiva entre continente/contenido y los elementos K, L y H encontrando el hecho seleccionado apropiado a la experiencia, dando paso de esta manera a que las preconcepciones se transformen en pensamientos oníricos o mitos que permitan al paciente explicarse y conocerse a sí mismo, el proceso de la posición depresiva así tomará relevancia sobre la posición esquizoparanoide (Ps->D). “Si queremos construir una teoría de los sueños basada en este modelo, tendrá que tener en cuenta estos tres procesos: la digestión de las experiencias para poder disponer de la verdad como alimento de la mente; la evacuación de lo que no se puede digerir, los aspectos irrelevantes de las experiencias emocionales; y la evacuación de las mentiras que constituyen el veneno de la mente, generadas como subproductos en la Tabla negativa” (Meltzer, 1987 p. 97)

Aunque sé que muchos de estos conceptos ya los conocen, han oído hablar de ellos y los llegan a manejar, pienso que es necesario aclararlos y definirlos, de la manera más breve posible, para poder explicarme de una manera más clara en este trabajo.

  • Función Alpha: “función para digerir experiencia emocionales, que transforma las impresiones sensoriales de los objetos concretos del mundo externo y de los que se asocian a las experiencias emocionales, en pensamientos oníricos que entonces pueden ser usados pasa pensar. (Pistinier de Cortiñas, 2011 p. 125)
  • Elementos Alpha: “comprenden imágenes visuales, patterns visuales, auditivos olfatorios, etc., y emocionales son las partículas de pensamiento que forman el moblaje de los sueños apropiados para ser usados en pensamientos oníricos y en el pensamiento inconsciente de vigilia” (Ibid, p. 130)
  • Elementos Beta: “no se diferencian de la cosa en sí y no pueden usarse para formar pensamientos, sólo pueden ser evacuados (…) si son evacuados por medio de la identificación proyectiva, realista, comunicativa y encuentran un continente transformador (…) pueden ser el origen del pensar” (Ibid p. 130)
  • Reverie: “función desintoxicante y digestiva de las experiencias emocionales, que la madre realiza para su bebé a través de su función Alpha” (Ibid p. 131)
  • Continente-contenido: “describe una relación con el modelo de un continente con cualidades positivas y un contenido con cualidades de penetración (…) La relación continente-contenido puede favorecer el desarrollo o no” (Ibid p. 133) es “el modelo de la relación comunicacional de las emociones del bebé (contenido) con la mente/pecho de la madre (continente)” (Ibid p. 148)
  • Vinculos L,H,K: “es una emoción que relaciona continente con contenido” (Ibid. 135) Las letras corresponden a la primera de la emoción correspondiente (L)ove, (H)ate, (K)nowledge. Similares al amor y a la agresión kleinianas las primeras dos y la tercera como la base del crecimiento mental, siendo el conocimiento lo que desarrolla al individuo y a lo que debería apuntar.
  • Oscilación Ps->D: “se refiere a la fluctuación de estados mentales de dispersión, el punto Ps (dispersión esquizo-paranoide) y la integración o síntesis de la posición depresiva, punto D (…) Esta función permite tolerar que los hechos a ser comprendidos estén dispersos sin saber qué significan hasta el momento en que se pueda hallar una comprensión a través del encuentro del hecho seleccionado, que los armoniza” (Ibid p. 149)
  • Hecho seleccionado: “emoción o idea que da coherencia a aquello que está disperso e introduce orden en el desorden (…) es el nombre de una experiencia emocional, la experiencia emocional de un sentido de descubrimiento, de coherencia” (Ibid p. 147)

En la mitología hindú Vishnu duerme en lo mas profundo del universo y la existencia, todos los hechos que ocurren en el mundo son para él parte de un sueño, cuando se retira a su palacio y duerme cada una de sus exhalaciones es un universo nuevo en sí. Retomo este pedazo de mitología, ya que en el pensamiento de Bion el sueño es la muestra, la evidencia, de que hay un elemento emocional que ha comenzado a elaborarse, lo que antes no se había podido pensar, lo que antes se había mantenido como un elemento aislado y que podía considerarse un elemento bizarro ahora se ha abierto paso y es capaz de ser cognoscible, el sueño es evidencia de que el sujeto ha puesto en marcha su aparato para pensar.

Es en este punto en el cual considero que la visión freudiana de la satisfacción de deseos infantiles y la visión bioniana de la elaboración de experiencias emocionales se encuentran; un elemento infantil, un deseo infantil, que ha sucumbido a la represión y ha quedado sin elaborar puede manifestarse en la vida adulta y comenzar a buscar su resolución cuando un sueño referente a él se ha gestado. El sueño es un gestador de mundos, de transformación del mundo interno, es el sueño de Vishnu que nos ofrece otras oportunidades.

Bajo estos criterios es por los cuales considero que el primer avance en el proceso analítico se presenta cuando el paciente trae al espacio analítico un sueño, este sueño es inaugural, es la puerta de entrada a la forma de pensar y experimentar que tiene de sus vivencias, así como la reaparición de los conflictos infantiles que han quedado en suspenso a lo largo del tiempo.

Conforme avanza el proceso analítico y el espacio sirve como un continente apropiado para los sueños, estos comienzan a formar una línea narrativa que tiene como base tres vértices:

  1. Las experiencias presentes que han fomentado la formación del sueño buscando una resolución adecuada;
  2. Las experiencias infantiles que han quedado en pausa y comienzan a surgir, pudiendo hacer un recuento de la vida del paciente y de su desarrollo;
  3. El análisis transferencial de todos ellos, describiendo la experiencia emocional del paciente dentro del análisis.

“El sueño es el principal objeto de observación, ya que existe en las transacciones de la relación transferencial-contratransferencial en el consultorio, pero el sueño, a mi parecer, es la evidencia más convincente para elucidar el significado y la estructura de la transferencia” (Meltzer, 1976 p. 423) “La estructura gramatical de los sueños, la forma en que parecen estar relacionados lógicamente sus pasajes o imágenes oníricas independientes, resultan a menudo evidente” (Meltzer, 1987 p. 99)

Como ejemplo de este tipo de trabajo con sueños me serviré de algunos de los sueños de un paciente con varios años de análisis, estos sueños no son el total de los que ha traído a análisis, pero son representativos, porque son los que soy capaz de recordar y bajo la visión de Ogden y Antonino Ferro, los sueños del paciente no son sólo del paciente, también son del analista, dado que le fueron presentados y fueron transformados también por él (Ogden, 1997 p. 142) (Ferro, 2018 p. 158)

 

Existen dos sueños más que me hubiera gustado retomar, sin embargo el tiempo no me es suficiente ni para presentarlos ni para hacer un análisis exhaustivo de ellos, por tanto me limitaré a presentar como es que la visión bioniana de los sueños se puede aplicar en este caso.

Hay que partir de un hecho seleccionado, éste no es único e invariable, cada hecho seleccionado ayudará a elaborar una serie de experiencias que ha quedado suspendidas en el soñante, en éste caso llama la atención la repetición del elemento “casa” en cada uno de los sueños, el mismo paciente ha llegado a asociar éste elemento con su propio cuerpo, las cosas que suceden en su cuerpo, para ser más exactos tendríamos que pensar en su mente, su mundo interno y lo que sucede en él, así que el hecho seleccionado sería las relaciones que sostiene con los objetos de su mundo interno, el terror, la angustia que acompaña a la felicidad y la independencia, y con ello es estado de su mente.

Estas relaciones de objeto no siempre se presentan de manera ambivalentes o totales, se pueden observar momentos en los cuales el mundo interno esta considerablemente escindido, recordemos que el escindir los objetos internos implica en cierta medida la escisión del self, así en podemos considerar un estado de la mente en constante escisión y los esfuerzos de integración que está realizando.

Debido a la escisión que realiza el paciente de sus objetos el conjunto continente/contenido presenta algunas anomalías demostrando que existen momentos en los cuales el continente (la mente) no es capaz de tolerar los contenidos (representaciones, pulsiones) y trae consigo períodos de alta angustia, angustia principalmente persecutoria. Como bien sabemos el proceso analítico y el mismo funcionamiento de la mente no corre en línea recta sino se desenvuelve alternando entre posiciones Ep->D desde el punto de vista kleiniano o AC->Ep->D si agregamos las aportaciones de Ogden.

Los sueños 1, 3, 5 y 7 corresponden a períodos de mayor escisión, sueños en los cuales la angustia persecutoria y de aniquilamiento pueden hacer más presentes, los impulsos agresivos toman relevancia y son protagonistas de éstos escenarios. Resulta curioso que sean los sueños impares los que representen la escisión dado que son números que al dividirse no dan como resultado números enteros.

Los sueños 2, 4, 6, 8 y 9 corresponden a los períodos de intento de integración de la experiencia, algunos de ellos con elementos aún agresivos, pero que al final son capaces de conservar la vida. Caso especial es el sueño número nueve, ya que es uno que se presenta en tres partes lo cual podría llevar a la conclusión de ser un estado mucho más escindido que el resto, lo que considero lo coloca en una posición depresiva es el intento de integración de las imagos infantiles, las angustias propias de esa etapa y las experiencias actuales, de igual manera desde otro punto de vista podría llegar a considerarse como un recuento e integración de la relación transferencial en el análisis.

Lamentablemente debo dejar hasta aquí me exposición debido a la falta de tiempo y espacio, sin embargo, espero haber sido lo suficientemente claro para exponer mi propuesta: los sueños, como el sueño de Zhuang Zhou, hablan de la transformación de las experiencias actuales y pasadas y de igual manera de los cambios en la forma de pensar e integrar las experiencias que tiene cada paciente. El estudio de los sueños como una narrativa conjunta, es decir, el estudio de todos los sueños del paciente como si fueran todos un mismo sueño, ayuda a comprender el funcionamiento y apoyan en la reconstrucción de la historia de este, los sueños son la historia, no contada en vigilia, del paciente.

 

Bibliografía

  • Ferro, Antonino y Nicoli, Luca (2018) Pensamientos de un psicoanalista irreverente. Guía para analistas y pacientes curiosos. Peru: Gradiva
  • Freud, Sigmund (2012a) [1900] Obras completas. Volumen 4. La interpretación de los sueños (primera parte). Buenos Aires: Amorrortu.
  • Freud, Sigmund (2012b) [1900] Obras completas. Volumen 5. La interpretación de los sueños (segunda parte). Buenos Aires: Amorrortu
  • Meltzer, Donald (1976) Dream-Narrative and Dream-Continuity. Contemp. Psychoanal., 12:423-432.
  • Meltzer, Donald (1987) Vida Onírica. Una revisión de la teoría y de la técnica psicoanalítica. Madrid: Tecnipublicaciones.
  • Nagera, Humberto (1973) Desarrollo de la teoría de los sueños en la obra de Freud. Buenos Aires: Horme.
  • Ogden, Thomas (1997) Reverie and interpretation. Sensing something human. USA: Rowman & Littlefield Publishers
  • Pistinier de Cortiñas, Lía (2011) Sobre el crecimiento mental: Ideas de Bion que transforman la clínica psicoanalítica. Buenos Aires: Biebel.