¡Madre!

Director: Darren Aranofsky

Año: 2017

MADRE

Por Laura López

Sin duda alguna, es un gran reto hacer un análisis de esta película en tan poco tiempo sin dejar de lado algún elemento importante de la película. Hay muchos elementos qué considerar, pero por cuestiones de tiempo me voy a limitar a analizar algunos elementos que a mí me llamaron la atención, esto no quiere decir que sean los más importantes. El contenido de esta película es muy rico y, sin duda, puede ser analizada desde distintos puntos de vista.

Entonces, voy a retomar tres elementos simbólicos con los que el director nos hace vibrar de emociones y pensamientos. . En primer lugar, el sentido y significado de la vida y la muerte desde el mito del Ave Fénix.

En segundo lugar, la casa como el escenario simbólico del mundo interno y como expresión de actos de amor y agresión. Y finalmente; en tercer lugar, las distintas formas de expresión del amor desde la mirada de una mujer (madre), un hombre (él, padre, poeta – creador) y los hijos (todos los hijos que aparecen en la película y los admiradores del poeta)

Madre es una película que empieza donde termina. El fuego acabó con todo, con la vida y lo dejó todo hecho cenizas. Pero quedó intacto un huevo o piedra preciosa, la cual fue extraída del pecho de la protagonista por su esposo, como símbolo eterno de amor. Al igual que en el mito del ave fénix quien posee el don del poder del fuego y la inmortalidad, renaciendo así desde sus cenizas, una y otra vez. Repitiendo la historia una y otra vez. Cuando llega la hora de morir, el ave pone un huevo, el cual empolla durante tres días y al tercer día arde. El ave se quema por completo y al quedar en cenizas resurge del mismo huevo. Madre es la figura materna representada en el mito del Ave. Es por esto que creo que uno de los planteamientos esenciales de la película es el origen de la vida, como resultado de las expresiones de la energía psíquica, amor y agresión. Recordemos que Freud clasificó la energía psíquica en las pulsiones de vida y las pulsiones de muerte. Dentro de las pulsiones de vida consideraba que el amor y la agresión eran fundamentales y que el desarrollo adecuado de estas energías a lo largo de las etapas psicosexuales tendrían que derivar en una integración equilibrada de ambas. Esto se representa en la dualidad del poder del fuego, dar vida, destruirlo todo para luego volver a dar vida. Lo anterior se ve reflejado justamente casi al final de la película donde Madre tuvo que recurrir a su máxima expresión de agresión por amor, para salvar su propia vida y la de su hijo.

Ahora bien, la casa es otro elemento simbólico súper importante en la trama. La casa representa el espacio que fue incendiado y destruido. Este fue reconstruido por Madre, quien le fue “dando vida” poco a poco. Esto lo hizo con la fuerza de su amor a él. Es decir, por amor para poder amar y, como resultado de ese amor, dar vida. La película logra transmitir la relación que existe entre la madre y su casa. Ella logra imaginar y sentir que está viva. La vida que hay dentro de las paredes para luego poder expresarla a través de la remoción.

Me parece que aquí se logra transmitir muy bien la relación entre madre y su casa – nido – mundo interno a través de un juego de sensaciones y percepciones proyectadas en la cinta de lo inanimado a lo animado. La casa representa el mundo interno, aquel espacio que se construye y reconstruye infinitamente durante la vida, en cada ciclo y en cada reto . Sólo por decir algún ejemplo, los cambios de la infancia a la adolescencia, de esta a la adultez y, finalmente a la vejez.

En la película podemos observar cómo esta casa, que es el único escenario, además de ser la contenedora de nuestras pulsiones amorosas y agresivas, es la que alberga nuestros afectos más primitivos. Por un lado, el miedo a lo y los desconocidos, como cuando entran nuevas personas en nuestra vida o como cuando desconoces a quien dices conocer y te asusta. Esto le fue pasando a madre cuando iba realmente conociendo a su marido provocándole un gran sentimiento de vulnerabilidad y despertando en ella una gran desconfianza en todo. La película también transmite el terror que se puede generar cuando una persona está siendo invadida, lastimada, robada, y en casos extremos, destruida por los demás. También pone en la pantalla el miedo a la soledad, el temor a perder a la persona amada y su amor. Esto es importante porque son afectos que el ser humano va experimentando a lo largo del desarrollo psicosexual planteado por Freud. Desde lo más primitivo, devorar y ser devorado, penetrar y ser penetrado, perder al objeto de amor y el amor de la persona amada.

En este sentido esta película podría ser considerada una película de terror porque proyecta los temores y terrores inconscientes del ser humano. Incluso, agregaría el Miedo a no ser productivo en la vida, a sentir impotencia por no crear o dar vida.

Finalmente, todos estos afectos, principalmente el amor, pueden ser vividos y expresados desde distintas miradas o personalidades; la de la madre, el padre y los hijos. Es decir, distintas posiciones frente a las formas de amar. A mi parecer, en la película, pareciera que la madre es la representante del amor incondicional. Siempre pensando en el otro. Da su cuerpo – casa para dar vida y da todo su amor, pero este es solo incondicional a la gente que ama. Otra forma de expresar su amor es a través de la agresión necesaria para defender lo suyo, a quienes ama. Sería capaz de matar y dar su propia vida por amor. Esta es la representación de lo que llamaríamos en psicoanálisis amor al objeto. Por el otro lado, está la expresión del amor vivido desde el sí mismo. Aquel amor egoísta que “ama” al otro por lo que el otro le da, como en el caso de él. El marido ama a su mujer no por quien es ella sino por lo que él siente cuando ella le da todo su amor. Entonces, tiene miedo de perderla y perder su amor, en esa medida él la cuida o se preocupa por ella. Así como él procura y cuida a sus lectores por el placer de sentirse leído y admirado. En esa medida él da a los demás y comparte lo que tiene, como en una relación económica de “ganar – ganar”. Esto lo convierte en una relación dependiente y adictiva con sus admiradores, extremadamente demandante hacia el otro, siempre pidiendo más. Nunca es suficiente. Él necesita que el otro le de vida – inspiración para sentirse vivo y, al mismo tiempo, dar vida – crear. Durante la película se ve cómo él pone constantemente en riesgo la vida de su esposa, tanto física como emocionalmente, no le interesa mientras él consiga lo que necesita, el amor de los demás. Y otra posición frente al amor es aquella que se expresa a través de la mirada del amor de los hijos, que es igualmente egoísta que en su necesidad de saciar su necesidad de amor tratan de “apoderarse” del otro, literalmente, tratando de adueñarse de lo que sienten que les pertenece, vorazmente. La casa y el espacio del poeta, fueron incluso capaces de introyectarlo a través de su bebé muerto como representante del mismo poeta. Aquí sólo voy a señalar la relación que existe entre la necesidad humana de amor y de la expiación de las culpas con el surgimiento de la religión.

En un primer momento, cuando vi el trailer de la película pensé que Madre era una película de terror, de ese terror sobre situaciones sobrenaturales y no. Después de ver la película confirmo que lo terrorífico de esta película radica en reconocer en pantalla los miedos y terrores más primitivos del ser humano. Estos afectos que impactan por su intensidad y alcance del lado oscuro de la mente humana.

 
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