mirrorPor: Estela Chazaro
“La belleza es aún más difícil de explicar que la felicidad.”  Simone de Beauvoir.
Antes de comenzar, es necesario aclarar que los datos que aparecen en la primera parte de este trabajo, los obtuve de los libros “Historia de la Belleza” e “Historia de la Fealdad” de Umberto Eco. De ellos menciono únicamente los puntos que consideré coyunturales en la formación del concepto del belleza/fealdad, excluyendo aquellos que a mi juicio, solamente hacen referencia a valoraciones estéticas de determinado momento histórico.
Historia de la belleza  (Eco)

“El que es bello es amado; aquello que no es bello no es amado”.

 Coro de las musas en antigua Grecia para

celebrar las bodas de Cadmos y Armonía.

 
Los antiguos griegos no tenían un canon de belleza física, al menos hasta la época de Pericles. La belleza se encontraba asociada a otras cualidades, como a lo justo, lo armónico, lo proporcionado, lo simétrico. (Eco, 2003)
Tomás de Aquino no está de acuerdo en que la proporción sea suficiente para que algo sea bello; tiene que haber integridad, esto es, la adecuación al fin para el cual está destinada la cosa. La belleza es la colaboración mutua entre las cosas. (Eco, 2003)
Durante la Edad Media se le dio mayor importancia a la belleza espiritual que a la física. La luminosidad y el color adquieren relevancia y se utilizan en el arte con mucho simbolismo. En el siglo XI aparece el ideal de belleza femenina asociada a una pasión amorosa, en donde la prohibición hace que se incremente el deseo. Surgen historias de pasión en las que la belleza lleva aparejada consigo la infelicidad y el remordimiento. (Eco, 2003)
Con el Renacimiento y los descubrimientos del universo de Kepler, la proporción y  lo geométrico pierden importancia como estándares de belleza, ya que la idea de armonía cósmica toma otros caminos. (Eco, 2003)
El universo creado es un todo que ha de apreciarse en su conjunto. La monstruosidad es parte de ese todo y contribuye al equilibrio del orden cósmico. Se abre paso a una interpretación subjetivista y particularista de lo bello. (Eco, 2003)
La búsqueda de la belleza se vuelve más compleja. En el Barroco se puede expresar la belleza a través de lo feo, lo verdadero a través de lo falso y la vida a través de la muerte. (Eco, 2003)
Con el Clasicismo surge el rigor individualista. La belleza no es inherente a las cosas, sino se forma en la mente del crítico, del espectador. (Eco, 2003)
Kant sitúa en la base de la experiencia estética el placer desinteresado que se obtiene contemplando la belleza. Lo bello es placer sin interés; finalidad sin objetivo; universalidad sin concepto y regularidad sin ley. Se contempla lo bello sin querer poseerlo. (Eco, 2003)
El placer o el desagrado es lo que consideramos bello. Lo universal de lo bello es subjetivo, es una pretensión de quien emite un juicio: lo bello renuncia a la supremacía que ejerce el campo cognoscitivo o el moral y entra en la libre competición de la facultad imaginativa. (Eco, 2003)
Aparece la idea de lo sublime. El énfasis se pone en la catarsis a través de la cual el espectador se libera de pasiones que por sí mismas no procuran placer. Lo bello no es la cosa en sí, sino que a través de la cosa podemos liberarnos de lo que nos incomoda. (Eco, 2003)
La belleza Romántica expresa un estado de ánimo: deja de ser forma y se le priva del componente ideal. Se relaciona la belleza con la ironía que permite al sujeto un doble movimiento de aproximación y alejamiento con respecto al objeto: el observador y lo observado en relación íntima. (Eco, 2003)
El arte separa la moral de la belleza. Se independiza el gusto por del arte. El gusto se aprecia como una facultad autónoma dotada de leyes propias. (Eco, 2003)
En el siglo XX se expresa la función práctica en el dominio de la belleza. Cada objeto va más allá de su función habituaL. La belleza de consumo ahora se determina por la función práctica del objeto. Todo objetose reduce a nivel de mercancía; algo se considera bello dependiendo de la cantidad que se venda de él. Los medios juegan un papel relevante estableciendo cánones de belleza.  Por otro lado, los movimientos de vanguardia experimentan con una belleza de la provocación violando todos los cánones establecidos hasta el momento. (Eco, 2003)
La idea de belleza no es solo relativa según las distintas épocas históricas; en una misma época y en un mismo  lugar pueden coexistir diversos ideales estéticos. El arte es tan solo representativo de una parte de la belleza, pero no es la belleza en sí. Esto es, una mujer pintada por Picasso no puede considerarse una mujer bella, sin embargo, la obra de arte en sí, en determinado lugar y época, la consideramos bella. (Eco, 2003)
Historia de la Fealdad
A lo largo de los siglos, filósofos y artistas han ido proporcionando definiciones de lo bello y gracias a ellos podemos reconstruir una historia de las ideas estéticas. Pero no ha ocurrido lo mismo con lo feo, que casi siempre se ha definido por oposición a lo bello y a lo que casi nunca se han dedicado estudios extensos. (Eco, 2014)
Aunque fealdad y belleza son conceptos relacionados con las épocas y las culturas, no significa que no se haya intentado definirlos de acuerdo a un modelo estable.
Nietzche dice “en lo bello el hombre se pone a sí mismo como medida de la perfección… El hombre se mira en el espejo de las cosas, considera bello todo aquello que le devuelve su imagen…. Lo feo se entiende como señal y síntoma de degeneración…..A quién odia aquí el hombre? No hay duda: odia la decadencia de su tipo”. (Eco, 2014)
Karl Rosenkranz (1853) establece una analogía entro lo feo y el mal moral. Analiza la fealdad natural, la fealdad espiritual, la fealdad en el arte.
La fealdad puede ser fealdad en sí misma (algo nauseabundo) o como un desequilibrio en la relación de las partes de un todo. Ejemplo: una persona desdentada puede parecernos fea por la ausencia de dientes, pero no porque su boca en sí sea fea. (Eco, 2014)
En relación al arte, se puede representar algo feo, pero realizando una belleza artística. Viceversa, se puede pintar un cuadro espantoso de algo que es bello.
Una persona puede ser bella y fea a la vez, dependiendo de sus atributos físicos y/o  sus cualidades morales o espirituales.
La fealdad también es un fenómeno social. Los miembros de las clasesaltas desde siempre han considerado desagradables o ridículos los gustos de las clases bajas. Podría decirse que en esta discriminación han intervenido factores económicos, en el sentido de que la elegancia ha estado asociada siempre al uso de tejidos, colores y gemas valiosas que las clases bajas no pueden poseer. No obstante, la discriminación no siempre ha sido económica, sino cultural; al nuevo rico se le considera un vulgar con dinero. Los artistas e intelectuales imponen los cánones y los adinerados se encargan de llevarlos al punto del ideal social. (Eco, 2014)
 
Mitos, cuentos, leyendas y pasajes bíblicos más conocidos de la belleza y la fealdad
Luzbel, más conocido como Lucifer, fue un ángel privilegiado que creó Dios lleno de sabiduría y belleza. Su soberbia lo llevó a desafiar a Dios y querer ser como él, por lo cual fue castigado y desterrado del cielo. Desde entonces se convirtió en enemigo de Dios y representa a las fuerzas del mal. (Pasaje Bíblico)
De los mitos más conocidos respecto a la belleza tenemos los siguientes: disputa sostenida entre Afrodita, Hera y Atenea por convertirse en la propietaria de la manzana quela declararía ser la Diosa más bella del Olimpo; la historia de Psique, princesa hermosa a quien Afrodita, celosa de su belleza, mandó castigar, pero Eros, hijo de Afrodita, se enamoró de Psique y la convirtió en una Diosa más del Olimpo; Narciso, hombre engreído quien fue vengado por Némesis a enamorarse de su propia imagen y al verse reflejado en la aguas se arrojó a ellas; Medusa, conocida por su belleza , sensualidad y voluptuosidad fue castigada por Atenea convirtiéndola en un monstruo con cabeza de serpientes.
Contamos en México con la leyenda de la biguidibela que trata del murciélago que al ver que las aves tenían plumas de llamativos colores le pidió al Creador  lo cubriera de igual manera. Éste le dijo tomara una pluma de cada de una las aves más hermosas que viera a su paso. Cuando el murciélago estaba cubierto con el más espléndido plumaje, se dedicó a humillar a las aves. El Creador, molesto por la conducta del murciélago, hizo que sus plumas se le cayeran y desde entonces vive en la oscuridad de las cuevas.
De los cuentos más conocidos tenemos:
El Cuento de la Belleza y la Fealdad
Cierto día Belleza y Fealdad se encontraron a orillas del mar.
Y se dijeron:
– Bañémonos en el mar.
Entonces se desvistieron y nadaron en las aguas. Instantes más tarde Fealdad regresó a la costa y se vistió con las ropas de Belleza, y luego partió. Belleza también salió del mar, pero no halló sus vestiduras, y era demasiado tímida para quedarse desnuda, así que se vistió con las ropas de Fealdad. Y Belleza también siguió su camino.
Y hasta hoy día hombres y mujeres confunden una con la otra.
Otros cuentos contemporáneos relacionados con la belleza son: Blanca Nieves y los Siete Enanos; Shreck y La Bella Durmiente.
 
Algunas Frases Célebres con respecto a la belleza y la fealdad
Si quitáis de los corazones el amor a lo bello, quitaréis todo el encanto de vivir. (Rousseau)
La belleza es una carta de recomendación que nos gana de antemano los corazones. (Schopenhauer)
La belleza es un estado de ánimo. (Émile Zola)
La belleza no mira, sólo es mirada. (Albert Einstein)
El que nace pobre y feo tiene grandes posibilidades de que al crecer se le desarrollen ambas condiciones. (Les Luthiers)
Soy lo suficientemente bajito y feo como para triunfar por mí mismo. (Woody Allen)
Los hombres miran a las mujeres para verlas; las mujeres miran a los hombres para ser vistas. (Normand)
La suerte de la fea, la bonita la desea. (Refrán popular)
 
Algunas asociaciones comunes de la belleza y la fealdad
La belleza suele asociarse con:
La luz, la naturaleza, el universo,  dios, la bondad, la justicia, la armonía, la integridad, la transparencia, la honestidad, la mujer, la sexualidad, la maternidad, la ternura, la bondad, el deseo, el amor, el éxito, la vida, el placer, el triunfo, el perfume, lo nuevo, lo deslumbrante, la riqueza, la libertad, lo atractivo, la ley, la paz, etc. También se asocia con: la envidia, la vanidad, la soberbia, la ambición, lo prohibido, lo peligroso, el poder, el engaño, la perdición, el narcisismo, los celos, la seducción, el castigo, etc. (Eco, 2014)
La fealdad suele asociarse con: lo fétido, lo descompuesto, lo deforme, lo monstruoso, lo oscuro, lo descompuesto, lo decadente, lo vulgar, lo viejo, la destrucción, lo repulsivo, la mentira, el desorden, lo sucio, lo antinatural, la soledad, el fracaso, la injusticia, lo diabólico, lo siniestro, lo sórdido, la pobreza, la desolación, la guerra, la esclavitud, las adicciones, la enfermedad, lo podrido, lo dañino, etc. (Eco, 2014)
 
Conclusiones e interpretación psicoanalítica
Al integrar los datos que reuní acerca de la belleza y la fealdad, pude observar lo siguiente:
No existe una única definición del concepto de belleza ni de fealdad. Ambos son conceptos abstractos  indefinibles  en su esencia.  Procuramos cosificar la belleza/fealdad para conocerla, entenderla y relacionarnos con ella. A partir de ser cosificada, es que podemos hablar de lo que es bello y de lo que es feo y definir sus cualidades.
La belleza y la fealdad se inscriben en objetos, los cuales se encuentran inexorablemente unidos a un otro que observa la belleza/fealdad materializada en ellos.
La belleza y la fealdad en relación al humano (todo comentario de aquí en adelante se hará con respecto a lo humano), hace referencia a la belleza/fealdad física externa y la espiritual interna, cuando menos a partir de la Edad Media. (Eco, 2003)
Hay mayor tendencia a asociar la belleza/fealdad con lo femenino que con lo masculino, posiblemente porque la sexualidad en la mujer está comúnmente representada por su apariencia física, mientras en el hombre, por su audacia y virilidad.
La belleza y la fealdad hacen referencia a dos realidades psicológicas: la intrapersonal y la interpersonal.
En el plano interpersonal, encontramos que la belleza física genera atracción, placer y agrado. Al mismo tiempo está asociada a la perdición debido a los deseos pasionales que despierta, los cuales, de ser incontrolables, pueden llevar al observador (objeto deseante) a la perdición. También puede suceder que por envidia a la belleza del objeto, el observador termine por destruirlo.
A partir de la Edad Media, la sexualidad adquiere connotaciones morales y todo aquello  relacionado con ella, como lo es la belleza,   se convierte en algo deseado, pero a la vez, prohibido. (Eco, 2003)
Al establecerse la dualidad de la belleza/fealdad corporal y espiritual,  se instala una escisión que deriva en la concepción popular de atribuir que la persona físicamente bella es espiritualmente fea  y viceversa, que la persona físicamente fea, es espiritualmente bella.
El individuo físicamente feo genera rechazo, disgusto y en ocasiones una atracción  morbosa. El repudio se intenta mitigar por medio de mecanismos de compensación, los cuales, gracias a la escisión mente/cuerpo, se disculpa la fealdad corporal, siempre y cuando se conserve la belleza espiritual. (Frases célebres)
Así como la apreciación de la belleza/fealdad estética se rige por los cánones del momento y lugar históricos, la belleza/fealdad espiritual también se rige por los valores éticos y morales del lugar y momento histórico.
En el plano intrapersonal, debido a la dualidad mente-cuerpo, el cuerpo se convierte en objeto observado y la mente en objeto observador. Pero la misma mente, al atribuírsele cualidades de belleza/fealdad (morales), también se disocia y se convierte a la vez en objeto observado y objeto observador de sí misma. (Grinberg, 1976)
El sujeto forma una apreciación subjetiva de belleza/fealdad, tanto física como espiritual, de acuerdo a los estándares de belleza/fealdad físicos (cánones de belleza) y espirituales (valores morales) introyectados de su entorno. Estos cánones y valores de belleza adquieren un significado y simbolismo particular en cada persona. (Grinberg, 1976)
El sujeto aspira a ser bello física y espiritualmente, porque solo lo bello es amado. Para que el sujeto pueda amarse a sí mismo (autoestima), debe sentir que ha alcanzado tanto con los estándares de belleza física como moral introyectados. (Grinberg, 1976)
Los cánones de belleza física y espiritual introyectados en su psiquismo, no necesariamente son congruentes entre sí; incluso pueden ser excluyentes. A mayor contradicción, el individuo no logra encontrar la manera de amarse a sí mismo, ya que, o satisface sus ideales físicos (que ya se encuentran ubicados en su mente), o los morales, lo cual, no solo refuerza la escisión mente/cuerpo, sino también la escisión dentro de su misma mente, donde él mismo es objeto observado y objeto observador. (Grinberg, 1976)
El sujeto que siente ser feo total o parcialmente, busca enmascarar su fealdad, precisamente porque no puede quererse a sí mismo. Necesita desembarazarse no de la fealdad, ya que ésta, como hemos visto, es subjetiva, sino de sus introyectos, esto es, de su fealdad subjetiva, para sentirse digno de amor. (Klein, 1989)
El hecho de que necesitemos concretizar la belleza/fealdad para asirlas, así como que la cosa bella/fea  se encuentra irremediablemente unida a un otro externo observador y a que el cuerpo es nuestra carta de presentación ante los demás, hace que con  facilidad  se proyecte sobre el cuerpo los introyectos indeseados cosificándolos. El sujeto entonces atribuye  a su cuerpo ser la fuente de sus desventuras. De esta forma  enmascara su fealdad interna (introyectos) en la subjetivamente apreciada apariencia externa. El sujeto se ilusiona fantaseando que si su apariencia física se asemejara a sus cánones, significados y valores de belleza introyectados,  finalmente lograría ser amado, tanto por los objetos externos como por sí mismo. Esta fantasía se ve reforzada debido a que los cánones de belleza física usualmente son compartidos por la misma cultura y/o medio social. (Dolto, 1986)
La belleza/fealdad no es ni buena ni mala, sino lo que está asociado a ella y simboliza. De esta forma, se puede utilizar la belleza para enmascarar contenidos inaceptables asociados a la fealdad y viceversa, utilizar la fealdad para disfrazar contenidos prohibidos o vergonzosos asociados a la belleza. Las ansiedades que despiertan estas asociaciones y simbolizaciones de las cuales se defiende el individuo,  pueden referirse al temor a la pérdida del objeto, a la pérdida del amor del objeto o a la pérdida del amor a sí mismo (superyó).(Ferenzci)
La belleza es tan deseada y anhelada que  fácilmente adquiere connotaciones de éxito, triunfo, control y dominio de forma omnipotente sobre los objetos, con la concomitante culpa inconsciente por fantasear haberlos dañado. Pero al mismo tiempo, la belleza es tan gentil, integradora y equilibrada que se utiliza como defensa contra ansiedades persecutorias, o bien, como medio de reparación. (Klein, 1986)
El deseo por la belleza no solo obedece a pulsiones orales con fines de incorporación, sino también a pulsiones anales y/o genitales. Por poner ejemplos, tenemos a quienes desean ser vistos (ellos o su creación) para lograr la admiración y alabanza; hay otros que desean poseer cosas bellas y coleccionarlas; existen aquellos quienes desean excitar  al otro  y convertirse en objetos de deseo, movilizando pulsiones genitales. (Freud, Tres Ensayos para una Teoría Sexual))
La belleza/fealdad también puede ser utilizada con fines perversos. Se utiliza entonces la belleza/fealdad corporal como instrumento de dominio y control sobre el deseo o sentimientos de culpa del otro para explotarlo y exprimirlo sin consideración. (Kenberg)
En otras palabras, la belleza/fealdad representan contenidos inconscientes que pueden ser aceptados o rechazados por la consciencia provenientes de las fases oral, anal y genital y que están asociados a ella; estás fantasías pueden tomar a la belleza/fealdad ya sea como objeto, medio  o fin en sí mismo para satisfacer necesidades pulsionales; los contenidos provienen de diferentes instancias psíquicas: ello, yo o superyó; además, estos contenidos se movilizan desplazándose de unos a otros de forma dinámica y usualmente están sobre cargados de energía.  La belleza/fealdad también puede ser utilizada como defensa contra contenidos inconscientes de tipo persecutorio. (Bleger, 1995)
Por otro lado, estos contenidos se relacionan de forma dinámica a nivel interpersonal. El objeto externo observador, quien emite el juicio o dictamen acerca de la belleza/fealdad del sujeto observado, lo hace desde contenidos inconscientes  que pueden ser o no rechazados por la consciencia; su juicio lo remite a sus fases oral, anal y genital; el sujeto observado puede representar para el observador un objeto, un medio o un fin en sí mismo para la descarga de sus pulsiones; su juicio lo emite desde su ello, yo o superyó y  su dictamen dependerá del momento, lugar y circunstancia, generalmente  cargado de mucha energía. (Bleger,1995)
Qué es entonces la belleza/fealdad? Para nuestra realidad psíquica, es tan solo un token, esto es, un representante de todo y nada a la vez.
Y para la realidad fáctica? Cito nuevamente a Kant,  quien sitúa a la belleza  como  el placer desinteresado que se obtiene al contemplarla. Lo bello es placer sin interés; finalidad sin objetivo; universalidad sin concepto y regularidad sin ley.
 
Bibliografía

  • Bleger José. Psicología de la Conducta. Paidós. Buenos Aires. 1995
  • Eco Umberto. Historia de la Belleza. Ed Debolsillo. China, 2003
  • Eco Umberto. Historia de la Fealdad. Debolsillo. China. 2014
  • Ferenczi, Sándor, The Ontogenesis of Symbols, en First Contributions to Psycho-Analysis, The International Psycho-Analytical Library, London: The Hogarth Press and the Institute of Psycho-Analysis.
  • La imageninconsciente del cuerpo. Paidós. Barcelona. 1986
  • Freud Sigmund. Obras Completas. Biblioteca Nueva. Madrid. 1981
  • Teoría de la Identificación. Paidó. Buenos Aires. 1976
  • Kenberg, Otto. La Agresión en las Perversiones y en los Desórdenes de la Personalidad. Paidós, Buenos Aires. (1995)
  • Klein Melanie. Contribución a la génesis de los estados maníaco-depresivos (1935). Obras Completas. Tomo I. Paidós. Barcelona. 1989.
  • Klein Melanie. Notas sobre algunos mecanismos esquizoides. Obras Completas.
  • Paidós. Barcelona. 1989
  • wordreference.com/sinonimos
  • https://es.wikipedia.org/

 
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