Alcohólicos Anónimos y grupos derivados.

Autor: Thelma Cortés

 

Estuve 17 años sin consumo,

me confié, dejé de ir,

creí que podía solo y recaí,

sé que para mantenerme en abstinencia,

tengo que ir a mi AA, sólo por hoy.

Paciente de 50 años

Éste pequeño relato con el que comienzo éste trabajo, es el testimonio de un paciente adicto que estuvo internado en una clínica de rehabilitación, en ese párrafo queda puesta la vulnerabilidad con la que vive, esa debilidad que en cualquier momento puede hacerse presente, viviendo por eso, un día a la vez.

La inquietud de realizar éste trabajo surge del cuestionamiento de la efectividad de estos grupos de ayuda mutua ¿Qué es lo que brinda a la persona? ¿Por qué se sugiere como garantía de bienestar el pertenecer?, éstas y otros puntos trataré de abordar para conocer más a fondo desde una perspectiva psicoanalítica especialmente a Alcohólicos Anónimos y grupos derivados.

Los grupos de ayuda mutua fungen como un espacio en el que se reúnen personas con un mismo padecer, y recalco la palabra padecer porque la gran mayoría de éstos grupos sirven como espacio contenedor de eso que aqueja en un mismo común a sus miembros. Estos grupos van a desempeñar esa función de objeto continente que refiere Bion (Grinberg, 1976) receptor de los contenidos que sus miembros van a estar proyectando, así como la capacidad de rêverie de la madre, capacidad que revela la disposición a recibir, contener y modificar las proyecciones del bebé.

En las últimas décadas, el número de Asociaciones de Ayuda Mutua y de Grupos de Autoayuda han aumentado de forma notable, tanto por las problemáticas que han dado origen a su creación como por el número de personas que han participado en los grupos y se han beneficiado de los mismos. Y han sido precisamente los grupos formados por personas con enfermedades físicas o mentales, por los familiares de éstos o incluso por aquellos que se encargan de su cuidado, los que más han aumentado (Martín, Rivera, Morandé, Salido, 2000).

La demanda de éstos grupos es algo que está en aumento y considero continuará, actualmente, por la facilidad de acceso a información se puede ubicar algún grupo o la persona de acuerdo a los síntomas que empieza a identificar se asigna un grupo, esto en el mejor de los casos, porque normalmente las personas asisten referidas por alguien más, éste hecho tiene un peso social, el comenzar a identificarse con la problemática que abarque dicha agrupación.

Martín, Rivera, Morandé y Salido, (2000) mencionan que términos como apoyo, autoayuda o ayuda mutua han sido utilizados indistintamente para referirse a grupos que confían en redes entre pares o iguales como un medio para enfrentarse a problemas específicos, satisfacer unas necesidades comunes y obtener los cambios sociales o personales deseados.

Éstos mismos autores relatan que el punto de partida del movimiento de autoayuda surge en los años 40, con la fundación de los grupos de Alcohólicos Anónimos (AA), y lo hace con el único propósito de ofrecer un medio social como principal instrumento de cambio frente a una enfermedad.

Entre los aspectos básicos integrados en el concepto y funcionamiento de estos grupos, recogidos por Sánchez Vidal en 1991 (citado por Martín, Rivera, Morandé, Salido, 2000), se encuentran: 1. La mutualidad y reciprocidad. 2. La experiencia común de los miembros como criterio específico de pertenencia al grupo. 3. El compromiso individual de cambio y de estar dispuesto a implicarse como igual en el grupo. 4. La autogestión o autogobierno del grupo ya que tanto el programa como la filosofía del grupo son decididos por los propios miembros. 5. El control social que ejerce el grupo sobre sus miembros como mecanismo que facilita el cambio actitudinal y conductual a través del compromiso individual con las normas definidas por ellos. 6. Importancia de la acción que se realiza después de las sesiones de grupo y que, en realidad es, el aspecto más importante del cambio de los miembros del grupo. 7. La información, guía y orientación, y en general la percepción de apoyo social implícita en la dinámica igualitaria y recíproca de estos grupos.

La efectividad de algunos grupos podría cuestionarse al no ser coordinados por profesionales, sin embargo, ese punto parece ser el realce, el factor que considero sostiene la ideología de estos grupos es la empatía y con esto no digo que un profesional no lo sea, pero para los miembros el referente es la comprensión por tener en común el motivo que los tiene en la agrupación. Klein (Grinberg, 1979) considera que “es absolutamente necesario que uno se coloque en el lugar del otro a través de la identificación proyectiva, para comprender los sentimientos, la conducta, las actitudes y las reacciones del otro.”

La identificación proyectiva se da entre el objeto y el sujeto, en éste caso sería entre a persona adicta o paciente y Alcohólicos Anónimos.

En la actualidad el tema de adicciones ha ido en potencia cada vez más, con frecuencia llegan al consultorio pacientes que como parte de sus hábitos, costumbres, fuman marihuana en alguna fiesta, ingieren alcohol hasta llegar a la ebriedad exponiéndose a situaciones de peligro constantemente, sin embargo, para que a un paciente se le sugiera (o en cierto punto condicione) asistir adicionalmente a un grupo de ayuda mutua es porque se ha hecho una valoración de la condición del consumo y las consecuencias que éste ha llevado o va a ocasionar.

Se ha hablado, sobre todo cuestionado del quehacer psicoanalítico con el tema de adicciones, esto pensando en la estructura psíquica que presentan estos pacientes con una debilidad yoica que puede mermar el solo trabajo analítico, es cuando se tienen que recurrir a otras instancias para que el paciente pueda o siga intentando el dejar de consumir, la sugerencia de asistir a un grupo de ayuda mutua como lo es Alcohólicos Anónimos.

Para continuar éste trabajo se hablará de Alcohólicos Anónimos primeramente como un sujeto y veremos su evolución a llegar a ser un objeto, del cual se pensará cuál es su estructura para especular cómo es que se rige su pensar y actuar.

Para conocer a éste sujeto vamos a ver quién es, cómo es que nace y cuál ha sido su desarrollo de vida.

Alcohólicos Anónimos es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo. El único requisito para ser miembro de AA es el deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de AA no se pagan honorarios ni cuotas; nos mantenemos con nuestras propias contribuciones. AA no está afiliada a ninguna secta, religión, partido político, organización o institución alguna; no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa. Nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad (http://www.aa.org.mx/index.html).

Lo que hoy en día es AA parece ser ya un objeto consolidado, con objetivos claros, con capacidad de dar y recibir, independiente, capaz de valerse por sí mismo; sin embargo, conoceremos su estructura psíquica para entender cómo es que se ha afianzado de tal manera.

Con la reseña que AA plantea acerca de cómo surge, pareciera que nace por un desbordamiento del ello, con el consumo desenfrenado de alcohol, en su conformación de Alcohólicos Anónimos, la figura paterna digamos, la tiene el fundador de la agrupación Bill W, y la imago materna es la bebida, pensando en la psicodinamia de AA con una imago materna presente pero sólo para buscar esa satisfacción inmediata a través del instinto de placer, en su surgimiento la etapa oral, la indiferenciación entre el yo y no- yo estuvieron en su realce. Más adelante hablaré de la imago paterna.

“El principio de placer, que rige irrestrictamente en el ello” (Freud, 1923) es la lucha constante, tolerar la frustración y poder avanzar a la etapa anal para poder tener un control.

El 10 de Junio de 1935, Bill W., el que había sido un hábil y próspero hombre de negocios, quien debido a su forma incontrolable de beber, se ve en condiciones desalentadoras tanto física, moral y económicamente, por propia necesidad, puso práctica con otro alcohólico: el Dr. Bob un sencillo método para dejar de beber que había descubierto a fines de 1934 (http://www.aa.org.mx/index.html). El método es muy parecido a una sesión analítica, el subir a tribuna es como estar en el diván, la persona comienza a hablar, y los demás miembros no pueden juzgar, “el padrino” es como el terapeuta, es quien apoya de forma más directiva, quién la experiencia lo ha formado y la cual es el principal respaldo para ejercer esa autoridad con el otro.

La historia de cuando nace Alcohólicos Anónimos, ya se había estado gestando mucho tiempo atrás de que se inaugurará la primer junta. Con las características de Bill, la imago paterna, parecía vivir en una dualidad, por un lado luchando por destacar positivamente y el otro, el que por decirlo de una manera triunfó, fue el impulso descontrolado de beber, y como se lee, no pudo sólo, lo que evidencia la fragilidad yoica, tuvo que buscar un sostén para no ser devorado por él mismo con su ello, lo planteo así porque los rasgos orales son los que predominan en el alcohólico, pero en ésta voracidad del otro, terminan también consumiéndose ellos mismos.

Freud (1923, p. 18) señala que:

“del yo depende la conciencia; él gobierna los accesos a la motilidad, vale decir; a la descarga de las excitaciones en el mundo exterior; es aquella instancia anímica que ejerce un control sobre todos sus procesos parciales… De este yo parten también las represiones… El yo es el representante de lo que puede llamarse razón y prudencia”.

Hablando de su yo, éste es débil, uno de los lemas de AA es “sólo por hoy”, literalmente vive en el aquí y ahora, el hacer planes puede generar ansiedad debido a la poca tolerancia a la frustración. La reciprocidad con la que se maneja con los miembros que lo componen le permite establecer relaciones más significativas y ya no destructivas que van a repercutir positivamente en su vivir.

“En la génesis del ideal del yo, se esconde la identificación primera, y de mayor valencia, del individuo: la identificación con el padre” de la prehistoria personal (Freud, 1923, p. 33). La imago paterna de AA estuvo ausente, débil, me da la impresión de una relación ambivalente porque el alcohol (la madre) los mantenía juntos.

El superyó es lo que más se ha tenido que fortalecer, es persecutorio, punitivo

Freud (1923, p.36) dice que el superyó conservará el carácter del padre. Éste es quien enseñará al hijo los límites que todo individuo necesita para ser funcional socialmente.

Spitz habla de ésta génesis del superyó, comenta:

La comprensión (y la obediencia) de los mandamientos y las prohibiciones debe distinguirse claramente del cumplimiento de los dictados del superyó. Obedecer órdenes y prohibiciones es una sumisión a otro individuo como consecuencia de algo percibido afuera. El cumplimiento de los dictados del superyó es algo bastante diferente. Estos dictados se originan en el interior, no afuera. El individuo cumple con ellos no en respuesta a un precepto físico externo, sino en respuesta a un precepto interno de naturaleza emocional, ya sea por naturaleza de culpa, de ansiedad, etc. (1958, pp. 378-379)

AA ha tenido un fortalecimiento reactivo y exitoso debido a la carga libidinal que recibe, ésta viene brindada por la base espiritual con la que se rige la ideología de AA, el “poder superior” al que se refiere, no es más que ese padre simbólico que va a ayudar a dirigir a la persona. La encomienda es que concibas un poder superior, no importa cómo sea, y así son los padre, todos diferentes pero al final con la misma función.

La Secretaria de Salud (2018), publicó en un comunicado lo siguiente:

Al conmemorar el 83 aniversario de la organización de Alcohólicos Anónimos a nivel mundial, el presidente de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos A.C, Roberto Karam Araujo, destacó que esta comunidad ayuda a personas que sufren de esta enfermedad, para que alcancen la sobriedad mediante un método de acompañamiento y apoyo. Dio a conocer que en el último año se ha informado a más de 400 mil personas sobre la alternativa de recuperación del alcoholismo, y se han canalizado a más de 3 mil personas a los grupos de ayuda mutua.

Recordó que, en México, Alcohólicos Anónimos se fundó en 1946, y tras una historia de grandes logros y éxitos, hoy en día es la segunda estructura más grande detrás de Estados Unidos y Canadá, con 14 mil 500 grupos de ayuda en el territorio nacional y 121 mil personas en recuperación.

La antigüedad que tiene AA, el auge y crecimiento son un respaldo de confianza para sus miembros. El éxito que hoy se reconoce, indudablemente viene respaldado de un gran esfuerzo para poder ser lo que hoy es, ser el superyó de tantas personas no es tarea fácil, eso es lo que brinda a cada miembro, el proporcionar ese sostén que no han recibido tal vez en ningún otro lado. Podríamos hablar de algunas experiencias no tan satisfactorias, que señalan el trato y el lenguaje por mencionar algunas, con que se manejan en AA, sin embargo, me atrevo a señalar que la efectividad del grupo mucho tiene que ver de las necesidades de cada persona, y mayormente con adictos es el fortalecimiento yoico pero sobre todo contar con un superyó auxiliar.

Todos los tratamientos que tratan adicciones tiene espacio la ideología de AA.

Algunos de los grupos derivados de AA son:

Al-anon: Es para familiares o cualquier persona que conozca o conviva con alguien adicto.

Alateen: para adolescentes entre 14 y 21 años de edad que conozca o conviva con alguien adicto.

Grupos de hijos de padres alcohólicos: Hijos que alguno de sus padres sea consumidor.

Narcóticos Anónimos: personas adictas a drogas

Codependientes Anónimos: tener el deseo de forjar relaciones sanas y satisfactorias (http://codamexico.org.mx/).

Neuróticos Anónimos: para pertenecer es considerarse una persona que padece disturbios mentales y emocionales (neurosis) teniendo el sincero deseo de sanar (http://www.neuroticos-anonimos.org.mx/que-es-n-a/).

Jugadores Anónimos, Comedores Compulsivos Anónimos, etc. El nombre hace alusión a la problemática del grupo.

Al conocer y estar en juntas por cuestiones de trabajo, de AA, Al-anon y Alateen, escuchar los testimonios de personas que asisten a demás grupos, confirmo que las necesidades psíquicas de las personas son muy similares, el grupo sirve como un espacio de descarga para liberar las catexias que el malestar les genera.

Están regidos por lo que denominan 12 pasos y 12 tradiciones, son una espacie de mandatos que la persona va llevando a cabo al incorporarse, estos pasos y tradiciones considero son como las etapas de desarrollo de una persona. El 12 es un número muy simbólico, 12 son los meses del año, 12 son los apóstoles que tuvo Jesús, 12 son las horas que usamos de referencia para nombrar las horas del día, con éste número también en AA pareciera un ciclo.

Una interpretación psicodinámica de estos pasos realizada por Johnson (1993, citado por Montaño, 2014) resulta muy útil para el trabajo con pacientes en un grupo AA. El Paso 1 aborda la escisión del yo y la dificultad para diferenciar el mundo externo del mundo internos. Los pasos 2 y 3 Involucran la “experiencia religiosa” de recrear objetos internos buenos. Los pasos 4 a 10 son una serie de instrucciones para desarrollar el control del superyó. Los pasos 11 y 12 ayudan a construir un ideal del yo: Ayudar a otros a recuperarse es una sublimación de la urgencia de reunión con el objeto punitivo interno.

Barriguete hace alusión a que:

se trata de personas que en su desarrollo quedaron fijados a la etapa simbiótica, que no lograron introyectar al objeto bueno satisfactor y que continúan en la búsqueda externa de él, que no disfrutaron del suficiente “holding” en su temprana infancia, que no lograron la suficiente “confianza básica”, producto de la inconstancia de su objeto satisfactor temprano (Barriguete,2018, p. 13).

Los grupos de Alcohólicos Anónimos y los grupos que se han ido derivando de éste, brindan a cada uno de sus miembros, la opción de poder organizarse a través de la estructura ya establecida que tiene AA, esto ayudará a dar fortaleza al Yo para tener una independencia de su comportamiento con lo externo, Rapaport habla de “la autonomía relativa del Yo con respecto a la realidad exterior”. Es en donde la persona podría desarrollarse para ser un individuo funcional individual y socialmente, es como esa madre que cobija cuando el bebé se encuentra indefenso y sobre todo ese padre que va a marcar esos límites necesarios en la vida, porque de no ser así continuaría viviendo en el caos que la mayoría de éstas personas con una enfermedad ya establecida les rebasa.

Gracias por la atención.

Bibliografía

  • Freud, s. (1923) El yo y el ello. Vol. XIX. Obras Completas. Buenos Aires: Amorrortu.
  • Gringberg, L. (1976). Teoría de la Identificación (1ª. Ed.) Buenos Aires: Editorial Paidos

 

  • Martín, L., Rivera, A., Morandé, G., Salido, G., Las aportaciones de los grupos de autoayuda a la salud mental. Clínica y Salud [en linea] 2000, 11 (Sin mes): [Fecha de consulta: 19 de septiembre de 2018] Disponible en: <http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180618250004> ISSN 1130-5274 
  • Spitz, R. (1958) Sobre el Génesis de los Componentes de Superego, El Estudio Psicoanalítico del Niño, 13: 1, 375-404, DOI: 10.1080 / 00797308.1958.11823188 Disponible en: https: / /doi.org/10.1080/00797308.1958.11823188